Materiales de calidad para un templo Santo

Introducción

La selección de materiales para una casa es uno de los elementos mas importantes antes de iniciar un proyecto de construcción, quien quiera que su casa dure, invertirá en los materiales.

Hay muchas historias populares que nos recuerdan la importancia de esto, Jesús también habló de la sabiduría de construir en lugares con buenos cimientos.

No se puede esperar tener una casa duradera si los materiales eran de mala calidad, aunque queramos engañarnos a nosotros mismos si la casa empieza a presentar imperfecciones los únicos culpables seremos nosotros.

Materiales de buena y mala calidad

Pablo visualiza 2 tipos de materiales, los de buena y los de mala calidad, los de buena calidad son el oro, plata y las piedras preciosas y los de mala calidad son la madera, el heno y la paja.

De la misma manera el apóstol Pablo ve en cada creyente a un constructor, aunque él mismo se percibe como el maestro constructor o el perito arquitecto tambien nos ha dicho que su labor ha sido el de poner los cimientos pero la edificación de la Iglesia le corresponde a los creyentes.

Cada uno de los miembros de la iglesia debe tener mucho cuidado de lo que esté haciendo por la iglesia del Señor, tiene que ver que tipo de materiales está utilizando para la edificación, los materiales de buena calidad son “el poder de Dios” mientras que los de mala calidad son “la sabiduría de este mundo”.

¿Qué podría darle a nuestra Iglesia una durabilidad permanente?

Definitivamente solo el mensaje de Cristo glorificado (crucificado y resucitado) ya que la sabiduría del mundo para el apóstol Pablo es algo sin valor, la primera advertencia del texto biblico es: Lo que sea que hayamos construido, saldrá a la luz, Pablo utiliza la frase “el dia del juicio” y no necesariamente se refiere al dia escatologico, el Señor permite que se construya pero cada cierto tiempo hará pasar por fuego a su Iglesia para comprobar los materiales de su construcción.

El fuego tendrá 2 propositos:

poner a prueba la calidad del trabajo

consumir el mal trabajo

Aunque nos gustaría excomulgar a quien le hiciera daño a la iglesia, el apostol nos dice que esta persona será salva aunque antes será pasada por un tiempo de prueba, sin embargo quien haya construido con diligencia su recompensa será ver que su obra permanece y nada más. No le vamos a poner su nombre a una banca de la iglesia, sino que la recompensa de un miembro de la iglesia es ver que lo que ha construido ha pasado la prueba del Señor.

Un templo santo

Los hermanos de Corinto no tenian un templo como tal sino que se reunían en casas sin embargo ellos no eran ajenos a la cultura de templo, en la cultura grecoromana los templos debían ser majestuosos porque se pensaba que en ellos habitaba su dios.

Pablo usa esta figura para decirles “aunque ustedes no tengan un templo majestuoso, ustedes mismos (la iglesia) son un templo porque cumplen con la caracteristica fundamental, es decir, ustedes albergan al Dios verdadero”.

Esta figura nos pone en aprietos, por un lado nos alienta al saber que el Señor habita en medio de nosotros a través del Espiritu Santo pero por otra parte nos confronta con el hecho de que quien le haga daño al templo de Dios le está haciendo daño directamente a Él.

Algunas personas temen que el edificio sea “profanado”, que alguien coma, haga ruido, platique, que los niños corran o se suban, sin embargo poco o nada les importa “profanar” el templo de Dios (de manera espiritual) al hablar mal, al chismear, al calumniar o al dañar a otro miembro/os.

¿A qué deberiamos temer?

Seguramente deberiamos temer mas a lo segundo, el apostol Pablo señala “El templo de Dios, es sagrado y ustedes (la iglesia) son ese templo”. La iglesia en conjunto es el templo de Dios y Él ha decidido descansar en medio de nosotros, nosotros somos templos ambulantes de la gloria de Dios, en donde sea que la Iglesia se ponga quienes volteen a vernos deberán ver la gloria del Dios que ha creado todo, sin embargo mucho me temo que en ocasiones lo que vean es un templo a la carne, al egoísmo, al chisme o a la idolatría.

Los lideres al servicio de la Iglesia

Nuevamente Pablo busca dejar claro que quienes han buscado dividir a la iglesia siguiendo a uno a otro de los lideres no son mas que necios y en esta porción el apostol le da vuelta a la setencia, quien decían “yo soy de Pablo o soy de Apolos” ahora van a recibir por parte de Pablo que al contrario, estos lideres le pertenecen a la Iglesia.

Ningún lider de la iglesia está por encima de ella al contrario, la Iglesia en conjunto se beneficia de tener a estas personas a su servicio, todos los creyentes le pertenecemos a Cristo y Cristo a Dios. El acceso a Dios le pertenece a Dios, cualquier lider que comunique esto está cumpliendo con su parte dentro de la Iglesia, quien quiera predicar algo diferente profanará el mensaje del evangelio y estará profanando directamente la presencia de Dios.

Que nuestra Iglesia reconozca que su fundamento es Jesucristo, que nadie es mas importante que el otro, que la comunidad de los hermanos es tan sagrada como estar delante de la misma presencia de Dios, que quien procura la unidad está construyendo con piedras preciosas y la recompensa de todos será que el templo de Dios permanezca para siempre.