Salmos 34

Título: “La oración que levanta el ánimo”

Propósito: Enseñar al alumno a orar de tal forma que su propio corazón encuentre ánimo.

Pasajes bíblicos principales: Salmos 34,40.

Versículo de tarea: Salmos 34:4-7.

Repaso de la lección anterior:

Aprendimos que mientras oramos es posible comenzar a meditar en Dios y pronunciar a nuestra propia alma, palabras que nos recuerden la Grandeza de Dios y Sus muchas promesas.

Oración Pidiendo el Señor que los alumnos puedan estar atentos y asimilar la enseñanza de hoy.

Introducción:

El primer salmo que vamos a estudiar hoy es uno de los más hermosos y favoritos de todo el salterio: es un cántico de alegría por haber sido librado. David iba huyendo de Saúl, y en su deseo de escapar llegó a un pueblo de filisteos y tuvo que fingirse demente para que no lo mataran: el rey Abimelec no lo reconoció y ¡o echó de su reino: y David viéndose librado escribe y canta este salmo, que no es una oración en sí, pero refiere la gran eficacia de la misma en momentos como ese (1 S. 21:10-15).

La otra oración que veremos está en el salmo 40, donde la encontraremos intercalada en expresiones de alabanza y gratitud que invaden al salmista, recordando la forma en la que Dios ¡o ha librado y sostenido en tiempos verdaderamente malos.

De estas oraciones sacaremos, sin duda, gran beneficio espiritual.

I. La oración que levanta el ánimo. Sal. 34:

1. Esta referencia comienza con adoración. Sal. 34:1 -3.

1.1 Acerca de su posición personal.

1.2 Acerca de la posición de los mansos.

1.3 Haciendo la invitación a otros.

2. Esta referencia continúa con testimonio. Sal. 34:4-10.

2.1 Él y todos los que buscaron a Dios fueron librados de todos sus temores. Sal. 34:4.

2.2 Él y todos los que miraron a Dios fueron alumbrados (irradiaron luz, brillaron de gozo). Sal. 34:5.

2.3 Él y todos los que miraron a Dios no fueron avergonzados. Sal. 34:5.

2.4 Todo creyente por humilde que sea será oído y librado de cada una de sus angustias. Sal. 34:6.

2.4.1 Porque Dios tiene ángeles para nuestra protección. Sal. 34:7.

2.4.2 Porque Dios es Bueno. Sal. 34:8.

2.5 Todos aquellos que temen a Dios, le buscarán y no tendrán falta de ningún bien. Sal. 34:9,10.

3. Esta referencia prosigue con invitación. Sal. 34:11-14.

3.1 A oír acerca del temor de Dios. Sal. 34:11.

3.2 A guardar la lengua del mal. Sal. 34:13.

3.3 A apartarse del mal y hacer el bien. Sal. 34:14.

3.4 A buscar la paz y seguirla. Sal. 34:14.

4. Esta referencia recuerda promesas. Sal. 34:15-22

4.1 Los oídos de Dios están siempre atentos a nuestras oraciones. Sal. 34:15,17.

4.2 La ira de Dios está siempre contra aquellos que quieren dañarnos. Sal. 34:16.

4.3 El corazón de Dios está siempre cercano al nuestro cuando éste se humilla y le busca. Sal. 34:17.

4.4 Las promesas de Dios son continuas, no se detienen.

4.4.1 En cuanto a las aflicciones, está siempre librándonos. Sal. 34:19,20.

4.4.2 En cuanto a las agresiones, está siempre cuidándonos. Sal. 34:21.

4.4.3 En cuanto a la salvación, está siempre salvándonos. Sal. 34:22.