Sobreviviendo Las Tormentas
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Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Vemos que este hombre era un hombre sabio porque edifico su casa sobre la roca quien es Cristo.
Vemos que este hombre era un hombre sabio porque edifico su casa sobre la roca quien es Cristo.
Aunque su casa estaba fundada en la roca esto no paro que la tormenta viniera contra su casa.
Aunque su casa estaba fundada en la roca esto no paro que la tormenta viniera contra su casa.
Cristo no dijo que no íbamos atener tormentas, Cristo dijo, yo te libro de toda tormenta.
Cristo no dijo que no íbamos atener tormentas, Cristo dijo, yo te libro de toda tormenta.
Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.
Sabemos que las lluvias, ríos, vientos, y toda fuerza del Diablo vendrá contra tu casa.
Sabemos que las lluvias, ríos, vientos, y toda fuerza del Diablo vendrá contra tu casa.
La pregunta es, ¿qué vamos a hacer cuando lleguen las tormentas?
La pregunta es, ¿qué vamos a hacer cuando lleguen las tormentas?
1 – No tengas temor.
1 – No tengas temor.
Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.
2 – Quédate con lo que has aprendido del Evangelio.
2 – Quédate con lo que has aprendido del Evangelio.
Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido;
3 – Quédate en fe.
3 – Quédate en fe.
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Cristo dijo, si ustedes hacen lo que yo les dijo vencerán las tormentas.
Cristo dijo, si ustedes hacen lo que yo les dijo vencerán las tormentas.
Cristo nos dice que debemos hacer cuando vienen las tormentas.
Cristo nos dice que debemos hacer cuando vienen las tormentas.
Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante.
1 – Vengan a mí.
1 – Vengan a mí.
Cuando viene la tormenta no corras de Cristo, corre a Cristo.
Cuando viene la tormenta no corras de Cristo, corre a Cristo.
Cristo te invita que vengas a Él.
Cristo te invita que vengas a Él.
A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
2 – Cristo puede ayudarte porque él sabe lo que tu estas pasando.
2 – Cristo puede ayudarte porque él sabe lo que tu estas pasando.
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
En Cristo esta todo lo que tu necesitas.
En Cristo esta todo lo que tu necesitas.
3 – Oigan mis Palabras.
3 – Oigan mis Palabras.
Tenemos que oír la Palabra para recibir fe.
Tenemos que oír la Palabra para recibir fe.
La gente venia y oía la Palabra de Dios.
La gente venia y oía la Palabra de Dios.
Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.
Pone atención a la Palabra, es vida y medicina a tu vida.
Pone atención a la Palabra, es vida y medicina a tu vida.
No se aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu corazón;
Porque son vida a los que las hallan,
Y medicina a todo su cuerpo.
4 – Vivan mi Palabra.
4 – Vivan mi Palabra.
Los que viven la Palabra son los que reciben de la Palabra.
Los que viven la Palabra son los que reciben de la Palabra.
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Si no somos libres de la tormenta es porque no estamos viviendo la Palabra de Dios.
Si no somos libres de la tormenta es porque no estamos viviendo la Palabra de Dios.