Trabajando Contra la Inmadurez, 1 Corintios 2:6-16
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Introducción:
Introducción:
Herramientas necesarias para el trabajo.
En nuestro pasaje hoy, Pablo nos presenta dos herramientas claves para la santidad de la iglesia.
Ha estado tratando con una iglesia complicada:
Debido al enfoque de su cultura, enfocada en logros humanos de capacidad y fuerza propia, enalteciendo el conocimiento y la sabiduría o filosofía humana por sobre la responsabilidad mutua, la iglesia se había desviado a dividirse en grupos de favoritismo, y no eran un cuerpo unido.
Pablo remarca que la soberbia que divide por favoritismo o preferencia se opone por completo al evangelio de Cristo y la sabiduría de Dios.
Debido al enfoque de Corinto en las capacidades y razonamientos humanos, Pablo se propuso de acercarse a ellos de una manera que exaltase solamente a Cristo y el mensaje del Evangelio, como vimos en el previo pasaje.
Mas adelante, en el próximo capítulo que veremos la semana que viene, les reclama que su enfoque orgulloso que divide demuestra su inmadurez espiritual.
La inmadurez espiritual es algo por el cual debemos estar siendo cuidadosos.
El hecho de tener años en la fe, años sirviendo al Señor, años en la iglesia o el ministerio, no nos hace inmune a la inmadurez espiritual.
Es el orgullo de pensar que “mi manera de ver las cosas es la correcta”, o de pensar, “yo no tengo que cuidarme de eso, estoy bien”, es el comienzo del camino alejado del Señor.
Hay personas que se han sentado fielmente en el mismo lugar en la iglesia por 30 años que aún son bebes espirituales.
Hemos experimentado personas con años en el Señor comportarse como adolescentes egoístas y rebeldes, y lamentablemente, hemos sidos esos egoístas y rebeldes, a pesar de nuestros años caminando con el Señor.
Es por eso que uno debe estar siempre trabajando contra la inmadurez espiritual. Siempre practicando y esforzándose para crecer en su relación con el Señor y el discernimiento para agradarle en la vida.
En nuestro pasaje hoy, el apóstol Pablo nos comparte acerca de dos herramientas que nos ayudan a trabajar contra la inmadurez en nuestras vidas.
1 Corintios 2:6–16 (RVR60)
Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,
la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
Cada persona puede crecer en santidad, por ende, construyendo una vida santa y una iglesia santa, al incorporar dos herramientas claves de Dios a su vida.
La Sabiduría Divina de Dios, vs: 6-10.
La Sabiduría Divina de Dios, vs: 6-10.
La madurez y la sabiduría de Dios, vs: 6.
Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.
Al usar los términos sabiduría y madurez, Pablo está llamando la atención a los Corintios porque su cultura ya tenía una atracción natural a la filosofía y a los iniciados.
Sin embargo, lo que ahora enseñará es completamente contraria a la cultura corinta.
Esta sabiduría de Dios es para los creyentes maduros, los que han alcanzado madurez.
Esto no significa creyentes especiales. Todo creyente tiene acceso a esta sabiduría de Dios, porque viene simplemente de crecer en el evangelio de Cristo, 1 Cor. 1:18, 21, 24.
1 Corintios 1:18, 21, 24 (RVR60)
Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios… Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación… mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.
La inmadurez, y por ende la carencia de la sabiduría de Dios viene debido al creyente fallando en vivir de acuerdo con la sabiduría de Dios dada a todo creyente.
Esta sabiduría es entender las verdades del evangelio, como agradar a Dios en nuestra vida en base al evangelio, algo que lo Corintios no estaba haciendo en estas divisiones orgullosas e egoístas, Sant. 3:14-18.
Santiago 3:14–18 (RVR60)
Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
Esta sabiduría no es sujeto al tiempo (no se vence), porque no es de este mundo.
El término siglo se usa también para “era”, “mundo”. La sabiduría de este siglo perece, se vence. Por eso, el creyente no debe ser moldeados por este siglo, sino ser transformado en su forma de pensar, 1 Cor. 3:18; Rom. 12:2.
Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Los incrédulos y las autoridades de este siglo no pueden discernir esta sabiduría, porque no viene de este mundo. Es probable que príncipes de este siglo haga referencia al poder demoníaco del enemigo, sin embargo, las entidades humanas son lo que tiene en mente Pablo, debido al uso de ese término a través del NT.
El misterio de la sabiduría de Dios, vs: 7-9.
Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Esta sabiduría de Dios no es algo que se pueda obtener por simple esfuerzo y razonamiento humano, es algo oculto por Dios.
El término misterio indica lo que Dios ha previamente oculto. Originalmente viene del AT, del libro de Daniel, cuando Dios revela Sus planes para el curso de la historia, Dan. 2:47.
El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio.
Jesús lo usa para indicar la enseñanza del reino de Dios que Sus discípulos pueden conocer, Luc. 8:10.
Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.
Pablo lo usa unas 20 veces para describir el plan de Dios con el evangelio de Cristo y Su iglesia, cinco veces aquí en su epístola a los Corintios, 1 Cor. 4:1.
Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.
No es para cualquier persona esta sabiduría, sino que Dios ha planificado, predestinado, que sólo Sus seguidores lo poseerían, y es para la glorificación de Sus hijos, Rom. 9:23.
y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria,
Ni siquiera los más poderosos, los príncipes de este siglo, lo poseen. De haberlo poseído, hubieran entendido lo que la muerte de Cristo lograría y no lo hubieran crucificado.
Pablo cita Is. 64:4 para mostrar que la sabiduría de Dios no es algo que se consigue por medio de sentidos y esfuerzos humanos, sino por la revelación de parte de Dios.
Ilustración: La Sabiduría Divina de Dios.
Siempre estamos actualizando información, especialmente en el área tecnológico. Y solo los iniciados en el tema son capaces de hacer algo al respecto. Varias personas mayores no manejan el celular por no tener el conocimiento de entenderlo. El tema es, esos mismos mayores son los que saben trabajar. Son los que pueden hacer sus propias mantecas, mermeladas, mantas, y muebles. Son los que saber arreglar casi cualquier cosa, o conocen a cualquiera que arregla lo que necesitan. Comparado con la generación más joven que tiene que depender de los mapas digitales, depender de los especialistas, y depender de los videos tutoriales para saber como ver tutoriales en Youtube.
Esos tipos de conocimientos se vencen, se pierden, pero el conocimiento y la sabiduría que da Dios nunca se vence, nunca se pierde.
Aplicación: La Sabiduría Divina de Dios.
El Espíritu Santo de Dios, vs: 11-16.
El Espíritu Santo de Dios, vs: 11-16.
El rol revelador del Espíritu de Dios, vs: 10-11.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
El creyente tiene acceso a la sabiduría de Dios por medio del mismo Espíritu de Dios que mora en cada creyente.
El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad que llega a morar en el creyente para comenzar y completar el proceso de cambio a ser más como Jesucristo, 2 Cor. 3:18.
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Pablo hace la comparación entre el verdadero conocimiento del hombre es en su espíritu (lo más profundo de su ser). El hombre puede reflexionar y entender sus propios pensamientos. Solo otros entienden lo que uno piensa si se les comunica.
Así el conocimiento de Dios es por medio de la comunicación del Espíritu de Dios. Este Espíritu Santo puede revelar la sabiduría de Dios por el Espíritu mismo es Dios. Como Dios, también es omnisciente, todo lo escudriña.
El mensaje del Espíritu de Dios, vs: 12-13.
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Es importante destacar que el enfoque del pasaje no es necesariamente el de haber recibido el Espíritu Santo, sino que, a través del Espíritu Santo recibimos lo que Dios nos ha concedido, Su sabiduría.
El enfoque de este pasaje es la comunicación que hemos recibido a través del Espíritu Santo. Está en el propósito mencionado, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.
Estas verdades concedidas de parte de Dios las encontramos en la palabras enseñadas por Su Espíritu. Aprendemos por medio de Su Palabra inspirada, 2 Ped. 1:21.
porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
Pablo a menudo especificaba que su mensaje venía del Señor, y no de fuentes humanas, 1 Tes. 4:15.
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
El acomodar lo espiritual a lo espiritual puede ser entendido al decir “explicando las cosas espirituales con términos espirituales” (RVC).
La recepción del mensaje del Espíritu de Dios, vs: 14-16.
El hombre natural, vs: 14.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Esto se refiere a una persona incrédula, que no tiene el Espíritu Santo morando en él.
Estos no aceptan el mensaje del evangelio porque le es locura, 1 Cor. 1:23.
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;
Las verdades espirituales de la sabiduría de Dios se disciernen espiritualmente, o sea, con la ayuda del Espíritu Santo, el descodificador.
Para el hombre sin Cristo, las cosas de Dios son tan extrañas como un idioma desconocido. Seguro, entienden las palabras, pero los conceptos no las perciben.
El hombre espiritual, vs: 15-16.
En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
El creyente, al contrario, tiene el Espíritu Santo, por ende tiene la capacidad de aprender y entender los conceptos y verdades de Dios con la ayuda del Espíritu Santo.
El creyente puede discernir, juzgar. El mismo término discernir en el previo versículo es traducido juzgar en el vs: 15. Saber entre lo bueno y lo malo, entre lo bueno y lo mejor, lo que agrada al Señor o no, lo que traerá consecuencia buena o mala, lo que es sabio o necio.
Tampoco tiene que estar sujeto a otros para decirle lo que esta mal o bien, no tiene que temer ser juzgado por el hombre, pues no está sujeto a meros juicios humanos.
Pablo cita Is. 40:13 para decir que la persona incrédula no conoce la mente de Dios. Según este capítulo, los pensamientos y planes de Dios son tan ajenos al ser humano que en su propia capacidad, no las puede entender.
Sin embargo, el creyente posee la mente de Cristo, el Espíritu Santo que mora dentro del creyente que le revela la sabiduría de Dios en su vida para que sepa como vivir piadosamente para el Señor.
Ilustración: El Espíritu Santo de Dios.
Aplicación: El Espíritu Santo de Dios.