Ceremonia de matrimonio

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Ceremonia de matrimonio

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El Pastor esperará con el novio y el padrino a la novia frente al altar.
Tan pronto llegue al altar la novia acompañada el Pastor preguntará:
«¿Quién entrega la novia?»
El padre dirá:
«Yo, nombre de él, lo hago.»
Pastor:
Hermanos, familiares y amigos que en este día estamos aquí reunidos, con el más serio y firme propósito de ser testigos del enlace matrimonial entre Rodolfo Valdes Vergara y Sharmarlye Sharmey Quintero Moore.
Quienes ante las autoridades civiles han cumplido con todos los requisitos de la ley. Ahora desean ellos hacer sus votos ante Dios, Juez y Legislador de la ley divina. Ante ustedes se comprometerán públicamente, por medio de sus palabras y de su intercambio de anillos.
El matrimonio
responde al propósito divino para la perpetuación de la raza humana y para la compañía de un hombre y una mujer que se aman y se acompañarán el uno al otro. Por lo tanto, debe ser realizado bajo el temor de Dios, con mucha cordura y con la más clara conciencia.
El mismo Señor Jesucristo inició su ministerio entre los seres humanos, convirtiendo las aguas de las tinajas en vino, cuando hizo acto de solemne presentación en las bodas de Caná en Galilea. Allí, con su presencia, daba aprobación divina a aquel acto, que santificó y bendijo.
[El Pastor invitará a todos los presentes a cerrar sus párpados y a inclinar sus cabezas en reverencia a Dios, mientras eleva la siguiente oración. Puede él también sentirse libre de improvisar una oración para la ocasión.]
Pastor:
Señor Jesucristo, invocamos que tu majestuosa y divina presencia se haga manifiesta aquí, y ahora, así como en las bodas en Caná de Galilea manifestaste tu presencia.
Te rogamos, Señor, que inundes de gozo y felicidad los corazones de Rodolfo Valdes Vergaray Sharmarlye Sharmey Quintero Moore, que la experiencia de esta ceremonia quede bien imprimida en las puertas de su conciencia, de tal manera que jamás se lleguen a olvidar del paso que han dado, y del sagrado deber de continuar fieles a su compromiso.
Las Sagradas Escrituras son muy claras cuando hablan de los deberes matrimoniales del esposo a la esposa y de la esposa al esposo:
«Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.» (Efesios 5:33).
A los maridos se les da el siguiente consejo bíblico:
«Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella… así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo… Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos vendrán a ser una sola carne» (Efesios 5:25–31).
A las esposas les dicen las Sagradas Escrituras:
«Las casadas estén sometidas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sometida a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo» (Efesios 5:22–24).
El consejo para ambos contrayentes es:
«Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido» (Efesios 5:33).
[El Pastor mirando a ambos contrayentes les procederá a decir…]
Pastor:
Están ante mí, un ministro del evangelio de Jesucristo, llamado para este sagrado oficio. También están ante estos testigos de modo que ellos puedan certificar el acuerdo matrimonial que ya han hecho, y el voto matrimonial que ahora harán. El matrimonio es un compromiso que se hace ante Dios y delante de los hombres. Es un acto que encierra decisión, palabra mutua, responsabilidad, seriedad y perpetuidad.
En el matrimonio ustedes se comprometen a ser fieles y responsables el uno hacia el otro. Lo cual tendrán que demostrar en los buenos momentos, así como en los malos; en la prosperidad, así como cuando tengan necesidades; cuando gocen de buena salud, así como cuando el dardo de la enfermedad hiera sus cuerpos; en todo lo que puedan, y en todo lo que lleguen a perder. En cada situación de la vida ustedes se mantendrán siempre unidos, hasta que llegue ese día, cuando la muerte interrumpirá su felicidad.
[El ministro ahora se dirigirá al hombre llamándolo por su nombre completo.]
Pastor:
Rodolfo Valdes Vergara; ¿deseas recibir como tu esposa a Sharmarlye Sharmey Quintero Moore, para así vivir con ella como tu ayuda idónea y como Dios así lo desea? ¿Prometes que la amarás siempre, que le serás fiel en todo, que cuidarás de ella cuando esté enferma, y que no te unirás a otra mujer para mancillar tu matrimonio mientras ella viva?
[El ministro ahora se dirigirá a la mujer llamándola por su primer nombre.]
Pastor:
Sharmarlye Sharmey Quintero Moore; ¿deseas recibir como tu esposo a Rodolfo Valdes Vergara, para así vivir con él teniéndolo como tu legítimo esposo? ¿Prometes que lo amarás siempre, que le serás fiel en todo, que cuidarás de él cuando esté enfermo y que no te unirá a otro hombre para mancillar tu matrimonio mientras él viva?
[Acto seguido el ministro preguntará al novio:
¿Con qué prenda darás testimonio a tus palabras? Mientras le pone el anillo en el dedo anular de la mano izquierda de ella, repites conmigo.]
Novio:
Yo, Rodolfo Valdes Vergara, te tomo a ti, Sharmarlye Sharmey Quintero Moore, para que seas mi única esposa, en los momentos buenos como en los malos, cuando tengamos prosperidad como cuando tengamos necesidad, cuando gocemos de buena salud como cuando haya enfermedad, en todo lo que te pueda ofrecer como en todo lo que llegue a perder. Esto lo cumpliré hasta que la muerte sea lo único que nos pueda separar. Que me ayude Dios a cumplir con mi palabra.
[Luego, dirigiéndose a la mujer, le pedirá a ésta que mientras le pone el anillo a él, repita…]
Novia:
Yo, Sharmarlye Sharmey Quintero Moore, te acepto a ti, Rodolfo Valdes Vergara, para que seas mi único esposo en los momentos buenos como en los malos, cuando tengamos prosperidad como cuando tengamos necesidad, cuando gocemos de buena salud como cuando haya enfermedad, en todo lo que te pueda ofrecer como en todo lo que llegue a perder. Esto lo cumpliré hasta que la muerte sea lo único que nos pueda separar. Que me ayude Dios a cumplir con mi palabra.
[Luego, el Pastor dirá mientras mira a ambos.]
Pastor:
Estos anillos simbolizan valor y un fin no alcanzable. Su circunferencia no tiene final. El amor entre ustedes es de inestimable valor y de un fin inalcanzable. Al particular dice la Escritura: «Porque fuerte es como la muerte el amor… Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos…» (Cantares 8:6, 7).
[Ahora los invitará a que se tomen de las manos mientras se miran el uno al otro.]
Pastor:
Por la autoridad que me es delegada por Dios mismo como ministro de su evangelio, a nombre de La Iglesia Bautista el Faro, y con la debida aprobación de las autoridades civiles, yo Rafael Rodríguez procedo a declararlos marido y esposa según la voluntad de Dios.
«Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre» (Mateo 19:6).
Rodolfo Valdes Vergara y Sharmarlye Sharmey Quintero Moore los declaró casados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que los ayude Dios a cumplir con sus palabras.
[Acto seguido el ministro invitará a la pareja y a los presentes a orar por este nuevo matrimonio.]
Pastor:
Señor Jesucristo, en esta hora tan sagrada, te rogamos que bendigas, cuides y prosperes el matrimonio de Rodolfo Valdes Vergara y Sharmarlye Sharmey Quintero Moore. Que seas tú, Señor, el eje divino sobre el cual pueda girar la rueda de este matrimonio.
Que seas el agente aglutinador uniéndolos para siempre. En medio de las pruebas de la vida y de las tormentas que azotan los matrimonios, dales tu consuelo, tu sabiduría, tu fortaleza y tu fe, para que puedan continuar en su humana travesía por el mar de esta vida. Únelos de tal manera que permanezcan juntos y se amen sin egoísmos, sin celos, ahora y siempre.
[El Pastor invitará al hombre a levantarle el velo a la mujer y a besarle en sus labios. Luego se voltearán en dirección de la asamblea, y esperarán que la música recesional comience a ser oída. Durante la recesión el ministro mantendrá su posición en el altar hasta que la última pareja termine de marchar. Acto seguido él marchará.]
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