ELEMENTOS DE UNA FAMILIA FIEL

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Seguimos hoy con la Parte 2 de la Serie La Familia Fiel a Dios. En esta parte examinaremos algunos puntos del fracaso de muchos matrimonios.

FRACASO DE MUCHOS MATRIMONIOS

La razón por la que muchos matrimonios fracasan es porque tienen un fundamento incorrecto. Están fundados en solo “enamoramiento”, arena movediza, cambiante, no firme. En cambio, la Biblia define el AMOR en este pasaje:
1 Corintios 13:4–8 RVR60
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
El verdadero amor es pensar en el otro, en vez de tu mismo. Las personas pueden caer en excitación o emoción guiada por sus sentidos. En cambio, uno ESCOGE amar, voluntariamente.
Se confunde el amor con el sentimiento superficial y pasajero, o incluso con la atracción física. El sexo aparece como el centro de muchas relaciones, lo que está llevando a las parejas a casarse sin conocerse.
Se confunde sentimiento con sentimentalismo, y cuando éste es negativo pensamos que “se ha acabado el amor”.
Aunque hay poca diferencia entre los problemas matrimoniales de cristianos y no cristianos, un seguidor de Cristo tiene el poder de reconocer los problemas a la luz de la Palabra de Dios y experimentar el poder transformador de Su Espíritu.
Los matrimonios fracasan por muchas razones y, a menudo, por una combinación de motivos. Los problemas personales y espirituales no abordados afectarán a ambos cónyuges, incluso si uno de ellos no es consciente o es inocente.

FACTORES DE CONFLICTO

Aquí una breve lista de los principales factores de conflicto, y también la Palabra de Dios que nos ilumina el camino. Cualquiera de las cuestiones enumeradas aquí debería ser motivo de preocupación y cuidado.

Un espíritu que no perdona

Colosenses 3:13 RVR60
soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Es necesario que aprendamos a perdonar y ser perdonado porque es clave para lograr armonía. En lugar de obsesionarte con la forma en que te han hecho daño, trata a tu cónyuge como Dios te trata a ti.

Egoísmo y falta de tolerancia

Gálatas 6:1–2 RVR60
Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
Muchas veces actuamos de modo egoísta, sin tener en cuenta lo que pueda pensar nuestro cónyuge. Considera primera la perspectiva de tu cónyuge. Ganar una discusión solo debilita su matrimonio.
Anteriormente, el matrimonio era visto como un compromiso de por vida; las incompatibilidades, peleas y quejas estaban allí, pero terminar con el matrimonio no era una opción.
En cambio hoy las estadísticas dicen que la falta de tolerancia es el principal motivo del fracaso matrimonial.

Hedonismo y concupiscencia

1 Juan 2:15–17 RVR60
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Hoy la sociedad es más hedonista, es decir vive buscando el placer y aprovechar el momento. Es la búsqueda egoísta de la gratificación a corto plazo, entregándose a los placeres de nuestros sentidos, sin tener en cuenta sus repercusiones. Hedonismo es sinónimo de Concupiscencia.
La Biblia nos habla de tres modos de concupiscencia. La concupiscencia de la carne (lujuria), la concupiscencia de los ojos (la ambición de dinero, de poder) y la jactancia de la vida (la orgullosa ostentación de los bienes de este mundo).
La concupiscencia de la carne siempre arrastra la lujuria y la codicia, luego a la infidelidad en la mente y el corazón. De allí al adulterio solo hay un paso. Dios nunca te llevará a enamorarte de alguien que no sea tu cónyuge.
Santiago 1:14–15 RVR60
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
Empieza por tratar a tu esposa con dignidad. Ella es coheredera de la gracia de Dios.
1 Tesalonicenses 4:3–5 RVR60
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;

Cargas financieras

1 Timoteo 6:10 RVR60
porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
No pases tu vida tratando de ganar más y gastar más, o te esclavizarás a una vida de insatisfacción, materialismo y estrés sin fin. Esta es una expresión de la concupiscencia de los ojos y la jactancia de la vida.

Afán por cosas materiales

Mateo 6:32–33 RVR60
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Quita tus ojos del mundo y su ilusión de felicidad. No encontrarás la paz en nadie ni en nada que el mundo te ofrezca. Confía en el Señor. Hay que diferenciar entre momentos felices (y pasajeros) y el bienestar permanente (y ser bienaventurados).

Interferencia de otros

Salmo 1:1–3 RVR60
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
Los problemas matrimoniales pueden surgir de hijos, suegros, hermanos, padres e hijastros. La mayoría de las parejas se meten en problemas cuando discuten cómo administrar una casa y formar una familia, y buscan guía de los parientes o amigos controladores, que van a ejercer una tremenda presión sobre su unidad familiar.
Busca la sabiduría y la perspectiva de Dios sobre cómo manejar vuestras decisiones. Luego trace los límites necesarios con todos los que están fuera de la voluntad de Dios para su vida.

ELEMENTOS DE UNA FAMILIA FIEL

En contraste con lo que hemos visto tenemos aquí los elementos de una familia fiel, que nos aseguran un hogar conforme al Plan de Dios.

Padre firme en sus convicciones – el ejemplo de Josué.

Josué 24:15 RVR60
Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Maridos que aman a sus esposas

Efesios 5:28–29 RVR60
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,

Esposos que proveen para su casa

1 Timoteo 5:8 RVR60
porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.

Padres que instruyen a sus hijos

Proverbios 22:6 RVR60
Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Madres que guían en la fe

2 Timoteo 1:5–7 RVR60
trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Hijos que obedecen

Efesios 6:1–4 RVR60
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

EDIFICA HOY TU PROPIO HOGAR

¿Como está tu hogar? ¿Como lo vas a defender? Empieza hoy con la firmeza de tu convicción de fe. Recuerda el ejemplo de Josué.
Edifica tu hogar sobre la roca de los siglos: Jesucristo el Señor. Tendrá un hogar bendecido por Dios.
Salmo 127 NTV
Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. Salmo de Salomón. Si el Señor no construye la casa, el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo. Si el Señor no protege la ciudad, protegerla con guardias no sirve para nada. Es inútil que te esfuerces tanto, desde la mañana temprano hasta tarde en la noche, y te preocupes por conseguir alimento; porque Dios da descanso a sus amados. Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa de su parte. Los hijos que le nacen a un hombre joven son como flechas en manos de un guerrero. ¡Qué feliz es el hombre que tiene su aljaba llena de ellos! No pasará vergüenza cuando enfrente a sus acusadores en las puertas de la ciudad.
Y en los tiempos de dificultad, recuerda que el Señor te guarda.
Salmo 46:1–3 RVR60
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
OREMOS
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