De lo que tengo te doy.
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Saludo
Saludo
Oración
Oración
Introducción
Introducción
Porque no tengo techo y has ido a preparar morada para mi, porque no he tenido de comer y me has saciado con el pan de vida, porque he tenido sed y me has dado a beber de la fuente de agua viva, porque no he tenido fuerzas y has sido mi sostén, porque fui ciego, y ahora veo, porque he vivido afligido y hoy vivo en tu gozo, porque he sido un errante y hoy entiendo que siendo hijo del Rey soy un príncipe. Por esto y mucho más, Bendice alma mía a Jehová. (Atentamente, un ex-mendigo).
I. Antes del encuentro con Dios.
II. Durante el encuentro con Dios.
III. Una vida con Dios.
I. Antes del encuentro con Dios.
I. Antes del encuentro con Dios.
Hechos de los Apóstoles 3:1 (RVR60)
Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.
Isaías 35:5–6 “Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.”
Ya Lucas venía mencionando las maravillas que estaban haciendo los apóstoles Hechos 2:43.
Pedro y Juan siempre juntos. (Lc. 5:10) (Jn. 1:41)(Lc. 22:8)(Jn. 18:16)(Jn. 20:6)
La hora 9na.
Hacer ejercicios con los dedos con los hermanos/as.
Seguían con sus costumbres judías. Se oraba 3 veces al día. La tradición hebrea había establecido la hora tercia (9 de la mañana), la hora sexta (12 del mediodía) y la hora novena (3 de la tarde) para la oración privada. Daniel tenía esa misma costumbre (Dn. 6:10, 13) RECUERDEN QUE POR ESTO DANIEL SE METIÓ EN UN LÍO. Y mire el (Sal. 55:17), aunque las frecuencias variaban (Sal. 119:164). Yoccou, Raúl Caballero. 1992. Comentario bı́blico del continente nuevo: Hechos I. Miami, FL: Editorial Unilit.
Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.
Cojo (Lisiado “NVI”): producto del pecado al igual que las otras imperfecciones. Hasta los animales del sacrificio debían ser perfectos. Y en la Ley mosaica no podía un sacerdote tener un defecto. (Lv. 21:18)
De nacimiento
Lo ponían. Me llamó la atención.
¿Cuántos de nosotros necesitamos que nos levanten?
Puerta de la Hermosa: Primero patio de los gentiles y luego después de la puerta, el patio de las mujeres.
Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
Pedro y Juan iban al Templo.
Les rogaba
Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.
Nuevamente dice Pedro con Juan.
Fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. Pon tu atención en nosotros. Pongamos nuestra atención en Dios.
¿Qué tanto miramos al hermano/a a los ojos. Al niño/a cuando les hablamos. ¿Qué tanto miramos a nuestra pareja a los ojos?
Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
Cuando esperamos algo de alguien aumenta la atención. Esa atención que denota esperanza, también desesperanza, cuando mendigamos una respuesta, una ayuda.
Hechos de los Apóstoles 3:6 (RVR60)
Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
II. Durante el encuentro con Dios.
II. Durante el encuentro con Dios.
Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;
Enfatizar la mano derecha —>
MANO DERECHA Las referencias a la mano derecha en las Escrituras se refieren literalmente a la mano dominante de la mayoría de las personas o metafóricamente a la prominencia y la fuerza. En las bendiciones patriarcales, la bendición preferida se daba con la mano derecha (Gn 48:17-20). Hablar de la mano derecha de alguien es hablar de su poder (Éx 15:6, 12; Sal 18:35; 20:6; 63:8; 98:1). Los juramentos también van acompañados de una mano derecha levantada (Is 62:8; Ap 10:5-6). Sentarse a la diestra de alguien es sentarse en el lugar de honor (Sal 45:9; 80:16; 110:1; Hch 2:33; Heb 1:3). Cuando Jesús regrese, los creyentes serán colocados a Su derecha (Mt 25:31-33).
La diestra de Dios como un símbolo
Un símbolo de poder Sal 89:13
Un símbolo de protección Sal 16:8 Ver también Sal 63:8; 139:10; Is 41:13; Lm 2:3
Un símbolo de la presencia de Dios Sal 16:11 Ver también Sal 48:10; 73:23; Is 62:8
Un símbolo del poder salvador de Dios Sal 60:5 pp Sal 108:6 Ver también Sal 17:7; 20:6; 80:15; 98:1; 138:7
Un símbolo de victoria Sal 18:35; 44:3; 78:54; Is 41:10
Un símbolo de la derrota de los enemigos de Dios Éx 15:6 Ver también Éx 15:12; Sal 21:8; 74:11
Un símbolo de las obras poderosas de Dios Sal 45:4 Ver también Sal 77:10; 118:15–16; Is 48:13
Un símbolo de juicio Lm 2:4; Hab 2:16
Jesucristo a la diestra de Dios
Jesucristo es exaltado a la diestra de Dios He 1:13 Una comparación entre Cristo y los ángeles confirma la absoluta supremacía de Cristo. Ver también Sal 110:1; Mt 22:44 pp Mr 12:36 pp Lc 20:42; Lc 22:69; Hch 2:34; 7:55–56; Col 3:1; He 1:3; 12:2
Jesucristo gobierna toda autoridad a la diestra de Dios 1 P 3:22 Ver también Ef 1:20–21
Jesucristo continúa su obra a la diestra de Dios Ro 8:34 Ver también Hch 2:33; 5:31; He 4:14–16; 8:1
Jesucristo regresará a estar a la diestra de Dios Mt 26:64 pp Mr 14:62
Jesucristo toma un rollo de la diestra de Dios Ap 5:1–7 El rollo probablemente se refiere a los decretos de Dios para el destino del mundo.
la diestra de Cristo
El lugar de los justos en el día del juicio Mt 25:32–34
Un lugar privilegiado concedido por el Padre Mt 20:20–23 pp Mr 10:35–40
Un lugar de protección para los cristianos Ap 1:20 Los ángeles de las iglesias probablemente son los líderes de las iglesias. Ver también Ap 1:16; 2:1
Manser, M. H. 2012. Diccionario de temas bíblicos. Editado por Guillermo Powell. Bellingham, WA: Software Bíblico Logos.
Lucas haciendo sus funciones de doctor indica: se le afirmaron los pies y tobillos.
Hechos de los Apóstoles 3:8 (RVR60)
y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
El paralítico—ahora sanado—de inmediato pone en funcionamiento sus nuevas capacidades mostrando a la gente al menos cuatro maneras para activar sus facultades restauradas: (1) “se levantó” y se afirmaron sus pies, cobró fuerzas;
(2) inicia su camino de progreso: “anduvo”;
(3) se compromete con sus benefactores: “entró con ellos al templo”;
(4) agradece a Dios: “saltando y alabando a Dios.”
Esperando recibir algo. —> Recibió TODO.
III. Una vida con Dios.
III. Una vida con Dios.
Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.
Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.
Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón.
500 ilustraciones (465. La Curacion de Un Cojo)
465. LA CURACION DE UN COJO
Hch. 3:1–10.
El Gran Médico, valiéndose de Pedro y Juan, efectuó el saneamiento del cojo en la puerta del templo llamada la Hermosa. El hecho implicaba:
Atención, que debía asegurarse sobre sus bienhechores antes de que el cojo pudiera prepararse para lo que iba a suceder en seguida.
Expectación, porque pronto se puso alerta aunque solamente para recibir la caridad.
Dirección, porque Pedro no iba a darle ni oro ni plata sino algo completamente distinto y mejor.
Mandato, porque algo podía hacer el cojo de por sí: confiar en Cristo y andar.
Ayuda, porque el cojo necesitaba la mano de Pedro que le proporcionara la ayuda moral y la fuerza física necesarias.
Curación, porque la obediencia del inválido y el poder divino convergían en la sanidad de tal manera que anduvo y brincó por primera vez en su vida.
Gratitud, porque lo primero que hizo después de recibir su salud fue un acto de adoración.
¿Qué hago ahora con lo que se me ha dado?
¿Qué hago ahora con lo que se me ha dado?
Le voy a dar una idea:
Que Salte y brinque tu corazón que usted está en la Gracia del Señor.
Imponga su mano en el afligido en el Nombre de Jesucristo de Nazaret.
Vaya por el mundo gozoso y alabando que tus pies han sido afirmados en el Señor.
2 Corintios 13:14 “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.”