Sermón sin título (10)
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Así que nos va a decir algo absolutamente alucinantemente glorioso sobre Jesús en los versículos 19 a 21 y luego va a decir: "Si entiendes eso, si crees eso, si lo has aceptado, eso cambiará tu vida y cambiará tu vida de estas maneras: te acercarás, te aferrarás, te aferrarás, te considerarás el uno al otro". Es un pasaje increíblemente alentador.
Cuando un hombre escucha el evangelio, las buenas noticias de la salvación del pecado a través de Jesucristo, y cuando ese hombre entiende el evangelio, y cuando ese hombre cree que el evangelio es verdadero, y cuando, hasta cierto punto, se compromete con ese entendimiento, entonces a partir de ese momento pasará a ser un verdadero creyente o retrocederá para ser un apóstata. Verás, solo hay dos respuestas posibles al conocimiento del evangelio. Cuando un individuo conoce la verdad del evangelio, o bien continúa creyendo o vuelve a caer en la apostasía, y un apóstata es uno que rechaza la verdad, después de haberla conocido. Eso es diferente de alguien que tal vez rechaza conocer solo una parte de ello.
Ahora, esta noche vamos a considerar la primera de esas dos posibilidades, y esa es la respuesta positiva al nuevo pacto, o salvación, la respuesta positiva. Un hombre sabe la verdad. Él entiende la verdad. Hasta cierto día en su mente, acepta la verdad. Y en ese momento, si sigue adelante y dedica su vida a Cristo, ha tomado una respuesta positiva a la verdad. Si se retrocae, es una respuesta negativa. Ahora, la próxima semana (o si no terminamos esta noche, en dos semanas) consideraremos la respuesta negativa, y estudiaremos la horrible tragedia, comenzando en el versículo 26, de apostasía voluntaria y lo que sucede cuando un hombre tiene voluntariamente una respuesta negativa al evangelio. Perohoy va a ser positivo.
Y así muestra cómo Cristo es mejor que Moisés, y Cristo es mejor que los ángeles, y Cristo es mejor que todos los profetas, y Cristo es mejor que Josué, e implica que Cristo es mejor que David, y Cristo es mejor que Aarón, y Cristo es mejor que todos los sacerdotes. Y Cristo ofreció un mejor sacrificio que los demás. Es un mejor sacerdote de un mejor sacerdocio que el otro. Y ofrece un nuevo pacto, mejor que el otro. Y así, a lo largo del capítulo 10, claro hasta el versículo 18, de 1:1 a 10:18, es una presentación de la superioridad de Jesucristo. Y lo hemos estado viendo hasta el final, y ahora, a medida que llegamos a los 19, nos encontramos con que pide una respuesta. Ahora, periódicamente, hasta el capítulo 10, versículo 18, ha estado dando advertencias. "¿Cómo vamos a escapar si descuidamos una salvación tan grande?" en el capítulo 2. Más adelante en 4, más advertencias. Más adelante en 5, más advertencias. En 6, más advertencias. "Si sabemos estas cosas y nos alejamos, es imposible renovarnos al arrepentimiento". Así que la advertencia ha intercalado estas presentaciones de la superioridad de Cristo. Pero ahora va a pedir una respuesta completa, comenzando en el versículo 19.
ORIENTE U OCCIDENTE….. 19 comienza, "Por lo tanto", y los por lo tanto siempre están ahí por una buena razón. Siempre apuntan hacia atrás. "Sobre la base de lo que he dicho para 10 capítulos y 18 versos, debes responder". Si conoces el evangelio de Jesucristo, o bien tomas una respuesta positiva y audazmente, versículo 19, "entra en el más santo", o tomas una respuesta negativa, versículo 26, pecas voluntariamente después de conocer la verdad, y te caes, y el juicio se produce. Solo dos respuestas. Y eso es lo que Él está pidiendo a partir del capítulo 10, versículo 19, en respuesta a toda la presentación de Cristo hasta el versículo 18 del capítulo 10.
La respuesta positiva es la salvación. Ahora, la salvación se compone de tres características, y estas son comunes en nuestra comprensión a lo largo de la Escritura: fe, esperanza, ¿y cuál es la tercera? Amor. Fe, esperanza, amor. Ahora, si te das cuenta del texto, lo primero es la fe. "Acerquémonos", versículo 19. En segundo lugar está la esperanza, versículo 22 - perdóname, versículo 23. El versículo 22 realmente dice: "Acerquémonos". Versículo 23, "Agárrenos". Y luego está el amor, versículo 24, "Considerémonos los unos a los otros". La salvación se está acercando, aferrándose y amándose el uno al otro. Esa es la plenitud de la salvación. Alguien que se acerca y se cae, eso no es salvación. Alguien que se acerca, se queda un tiempo pero no ama a su hermano cae bajo las calificaciones de 1 Juan, en la que dice: "Si algún hombre dice que ama a Dios y no ama a su hermano" - ¿es qué? - "es un mentiroso".
Y así la salvación podría estar un poco disecta en la fe, la esperanza y el amor. La fe en Dios, aferrándonos a nuestra esperanza y amándonos unos a otros, eso indica que es un verdadero creyente. Y así que está hablando de una respuesta real. "Vamos", dice, "acércate, agárrate y amarte el uno al otro". Y lo que realmente está diciendo, empujado a una declaración, es: "Toma una respuesta positiva al evangelio".
Ahora, comencemos con la fe. En el versículo 19 a 22