Siendo familia

Jesús y los grupos

En este pasaje vemos a Jesús cerca de distintos grupos, algunos serán llamados apóstoles a otros los llamará su familia y a otros simplemente no nos dirá quienes son pero si la relación que tienen con Él.

Jesús inicia esta serie de relatos cerca del lago, recordemos que en anteriores capitulos cuando Jesús está en el lago es porque hará algún llamado al seguimiento, solo que en este relato, Jesús no llama pero la gente lo sigue al enterarse de que estaba cerca. El narrador nos da la descripción, lo siguen de Jerusalén, Judea, de Idumea, del otro lado del Jordán, de Tiro y de Sidón. De acuerdo a lo que veremos en algunos capitulos posteriores algunas personas confundían a Jesús con Juan el Bautista sin embargo el narrador aqui nos está dejando claro una diferencia entre Jesús y el Bautista, la diferencia radica entre las regiones que lo siguen mientras a Juan solo lo buscaban los de Judea y Jerusalén mientras que al Señor lo buscan incluso del otro lado del Jordán asi mismo a Juan lo buscaban para arrepentimiento de pecados mientras que al Señor para el alivio de toda clase de azotes (dolencias = mastigas)

Cuando una persona se encuentra bajo los efectos del pecado su vida no puede entenderse sino como una persona azotada, de esta manera el evangelista habla de estas personas y su reacción frente al Señor, dice el relato que se abalanzaban sobre él para tocarlo, ¿acaso nosotros frente a una situación similar “nos abalanzamos” sobre el Señor o solo miramos de lejos?

por otra parte en el versiculo 20 vemos a Jesús entrar a una casa, pasó de un lugar abierto como el mar a un lugar cerrado, no nos sorprende que en los lugares cerrados la gente se amontone con Jesús ya lo hemos visto anteriormente en la casa de la suegra de Pedro y en la sanidad del paralitico, pero en esta casa veremos algo diferente, la familia de Jesús pretende hacer algo “bueno” por Él aunque talvez con o por motivaciones incorrectas como veremos al final.

Por otra parte, nuevamente en la casa, los opositores de Jesús, los llamados “maestros de la ley” han pasado de la simple murmuración a la descalificación, si el rumor de que Jesús estaba sanando se había esparcido a tal grado que la gente rebasa la casa, seguramente tambien los fariseos se habían enterado de esta situación y estaban dispuestos a la difamación al asegurar que Jesús está poseído por Beelzebú = el Señor de la casa o de la morada.

La defensa del Señor

El Señor Jesus en este nuevo enfrentamiento decide llamar a los opositores y enfrentarlos con enseñanzas, la pregunta principal es:

¿Cómo puede enfrentar Satanás a Satanás?

No cabe duda que Jesús manejaba perfectamente la lógica, desde el capitulo 1 Jesús se viene enfrentando a los poderes del mal y estos no parecen ceder por lo que Jesús usa dos ejemplos básicos:

el reino

la familia

Es obvio que el poder o el reino del mal no se ha debilitado al contrario parece adquirir mas y mas fuerza pero también es cierto que el movimiento de Jesús está adquiriendo cada vez más fuerza, por lo que es imposible que 2 reinos que están en constante crecimiento sean aliados al contrario, están creciendo y buscan derrotarse mutuamente, por lo que Jesús concluye “Asi mismo, si Satanas se levanta contra si mismo y se divide, no puede mantenerse en fin, sino que ha llegado a su fin”.

Al final de la argumentación vemos algo que llama la atención, Jesús dice “nadie puede entrar a la casa de alguien fuerte y arrebatare sus bienes a menos que primero lo ate”, si el reino de Jesús y el reino de Satanas no se están debilitando ¿Entonces que reino si lo está haciendo? La respuesta no parece tan obvia a primera vista pero podriamos decir que el reino que ellos habian construido por fin está siendo debilitado por el Señor y está arrebatando aquellos bienes que los propios “maestros de la ley” se habian adjudicado y que le pertenecían unicamente a Dios, finalmente Jesús concluye con un dato triste, si no son capaces de reconocer que Él actua a través del Espiritu Santo, este pecado de no reconocimiento no les será perdonado puesto que será un pecado eterno.

La nueva familia de Jesús

La familia de Jesús de acuerdo a Marcos se enteraron de algo ¿de qué? no sabemos, pero es probable que se hayan enterado de la elección de los 12 apostoles y esto los motiva a ir por Él, notemos como en todo el evangelio ellos no habían tenido una aparición y es hasta que Jesús forma a su grupo cuando ellos por fin deciden aparecer.

Antes de pasar a esta parte final, veamos lo que ocurre en la elección de los 12 apostoles, sabemos de entrada que algunos de los mencionados en estos versiculos (13-19) ya habían hecho su aparición previamente, como lo son Pedro, Jacobo, Juan y Mateo, sin embargo en esta ocasión se trata de algo diferente, Jesús está reunido con todos los que le siguen pero decide llamar de manera especial a un grupo al cual nombrará apostoles, el verso 13 es claro al decir que Él llamó a los que quiso, es decir Jesús quizá motivado por el relato previo en donde es rebasado por la multitud ahora decide acompañarse de un grupo de 12, la intención es clara, predicar y echar fuera demonios pero si vemos con detenimiento veremos que hay algo más, Jesús quería que estos hombres “lo acompañaran”.

Es a traves del acompañamiento de Jesús que la vida de cada uno de nosotros se va transformando, por ejemplo, vemos a Simón a quien Jesús lo transforma a Pedro pero también vemos a otros como a Judas Iscariote a quien el verso 19 nos dice que traicionó a Jesús, es por eso que cuando estamos cerca del Señor estamos invitados a acompañar y a aprender de Él.

Finalmente en el relato de los versos 31-34 Jesús nos confirma esto, está su madre y sus hermanos, es decir los mas cercanos pero curiosamente no están dentro sino fuera y por lo visto no tienen intenciones de estar dentro, es tanta la gente que sigue a Jesús que prefieren mandar a un mensajero, el Señor al ver, se detiene y mira a los que estaban alrededor de Él y nos deja la enseñanza del dia de hoy “Cualquiera que hace la voluntad de Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre”.

Las relaciones de ternura y afecto que el Señor pudo realizar con estas personas no rebasan a la relación profunda que se hace con aquellos que hacen la voluntad de Dios, quizá muy a proposito se ha dejado al padre de Jesús fuera, para que nosotros podamos decir, el Padre de Jesús quiere tener una familia con aquellos que aman a Jesús y que están dispuestos a hacer su voluntad.

No somos el reino decadente de los fariseos, no somos la familia distante de Jesús, queremos ser esos discipulos cercanos del monte, discipulos quizá sin arbol geneaologico que presumir pero llamados por la pura gracia de Cristo a ser sus amigos