La nueva mediocridad

Los seres humanos sabemos hacer el bien:

Es una buena costumbre responder los saludos (buenos días, buenas noches).

Es una buena costumbre pagar nuestras deudas.

Es buena costumbre cumplir con lo que prometimos.

Es una buena costumbre llegar puntuales.

Es una buena costumbre tener empatía por alguien que sufre.

Mediocridad

Mediocre proviene del latín mediocris que significa “medio”, “común” u “ordinario”. Etimológicamente, está compuesto por el vocablo medius que expresa “medio o intermedio” y ocris que significa “montaña o peñasco escarpado”. En conclusión, hace referencia a algo o alguien que se queda a mitad del camino, aun siendo la cima de la montaña el destino final. Significa no estar en la altura, no destaca y es de escaso mérito.

Ilustración: Casi aceite de oliva

Hace unos años se descubrió en el sur de Italia un negocio fraudulento de aceite de oliva adulterado. La empresa mezclaba aceite de avellana con aceite de girasol y vendía la mezcla bajo la etiqueta de "aceite de oliva extra virgen". Cuando acusaron de fraude al director de la compañía, éste no entendía el revuelo. Gracias a su empresa, la gente podía comprar aceite con la etiqueta "extra virgen" a un precio razonable, muy por debajo del precio del aceite de esas características. No importaba que el aceite no fuera el que anunciaba la etiqueta: el intercambio era beneficioso para todos. "Ellos fingen que compran aceite de oliva y tú pretendes que lo vendes", justificó.

El problema de la mediocridad ya no es que hagamos menos de lo que se espera, sino que lo normalicemos para que todos parezcamos buenos siendo mediocres.

¿Qué es aceptado como bueno?

Kakonomía: dar menos y esperar que el otro haga lo mismo

La kakonomía va en contra de la creencia generalizada de que siempre esperamos lo mejor.

"La vida es dura. Estamos sometidos a mucha presión. A veces preferimos hacer menos y que el otro también haga menos" (Gloria Origgi, investigadora de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, en París).

Por ejemplo, un profesorprefiere tener un alumno de doctorado que no trabaje muy duro, así él no tiene que dedicar tanto tiempo a leer lo que el alumno escribe. El alumno también lo prefiere porque así no tiene que esforzarse tanto. Al final, el estudiante recibe un título de una universidad que pretende ser exigente (pero no lo es) y prestigiosa, y todos están contentos.

La kakonomía es estar por debajo de la mediocridad

La kakonomía funciona así: Yo confío en que no vas a cumplir tu promesa porque quiero sentirme con libertad de no cumplir con la mía y no sentirme mal por ello.

Lo que lo hace interesante es que la kakonomía funciona siempre con un doble acuerdo: el explícito, de alto nivel y alta calidad, y un pacto implícito, de bajo nivel, porque esto es lo más beneficioso para todos.

Pero si una de las dos partes lo incumple (por ejemplo, el alumno de pronto se pone a trabajar duro; o la persona que siempre llega tarde un día decide llegar puntual) la otra parte lo percibirá como una ruptura de confianza. En grupos amplios, es posible que esa persona acabe siendo aislada y apartada.

La regla de oro

Lucas 6:31 NTV

31 Traten a los demás como les gustaría que ellos los trataran a ustedes.

Estamos expuestos a dos peligros:

Ser mediocres, ordinarios y comunes, pareciéndonos a los demás del promedio.

Normalizar la mediocridad, aceptarla y promoverla.

La ética del reino de los cielos destroza la ética humana

Trata a los demás como te tratan es lo que está aceptado.

Trata a los demás como quieres que te traten, eso es el reino de Dios.

Pasado, presente y futuro en la regla de oro.

La regla de oro así como el evangelio de Jesús apuntan a la excelencia, a lo extraordinario.

En el estilo de vida que Jesús enseñó nos destacamos, somos diferentes y apuntamos más alto que la excelencia moral promedio.

Los cristianos no hacemos igual que todos:

No negociamos nuestros votos electorales

No hacemos negocios oscuros

No pensamos egoístamente en nuestro beneficio

No esperamos ser agradados y favorecidos todo el tiempo

Tres niveles más abajo de la excelencia

*Gráfico

La excelencia es la cima, la mediocridad es la regla, normalizar la mediocridad es un escalón más abajo de la mediocridad porque la aceptamos como buena.

Quiere decir que si apuntamos a la ética del reino de Dios no solo tenemos que avanzar sobre el nivel de la mediocridad sino antes haber superado el nivel de la kakonomía.

Pero, ¡Qué fácil es parecernos a los demás!

La mediocridad es el cáncer de la vida en comunidad

La regla de oro se trata de la vida en comunidad.

La vida en comunidad nos hace ponernos límites y reglas de convivencia.

Cuando la convivencia normaliza la mediocridad atentamos contra la comunidad, porque la mediocridad es egoísta.

El egoísmo es el centro de la mayoría de problemas de la gente.

Si somos mediocres somos egoístas, porque nos centramos en nosotros mismos antes que en los demás.

La vida en comunidad nos cuesta, las personas son difíciles y lleva trabajo alcanzar la cima juntos.

El evangelio de Jesús apunta a llegar a la cima en comunidad

Vive una vida extrema, el evangelio de Jesús es extremo

Aquí entendemos que el evangelio de Jesús es extremo porque apunta a la vida en comunidad sana, libre de egoísmo, apuntando a la cima, no a lo ordinario.

Lucas 6:32–35 NTV

32 »Si sólo aman a quienes los aman a ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores aman a quienes los aman a ellos! 33 Y si sólo hacen bien a los que son buenos con ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores hacen eso! 34 Y si prestan dinero solamente a quienes pueden devolverlo, ¿qué mérito tienen? Hasta los pecadores prestan a otros pecadores a cambio de un reembolso completo. 35 »¡Amen a sus enemigos! Háganles bien. Presten sin esperar nada a cambio. Entonces su recompensa del cielo será grande, y se estarán comportando verdaderamente como hijos del Altísimo, pues él es bondadoso con los que son desagradecidos y perversos.