Marcos 15
Milagros de Jesús • Sermon • Submitted • Presented
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Sana a un Sordo y mudo
Sana a un Sordo y mudo
INTRO
Imaginemos la escena; está en otra ciudad que no es judía, pero en esa ciudad han oído de los milagros que hace Jesús. Le llevan cojos, ciegos, mudos y él sana de todas las enfermedades.
En esta nueva era, Israel está conquistando el mundo pagano, pero no por la fuerza, sino por el amor; no con medios externos, sino con la manifestación de un poder que viene desde arriba.
“Jesús salió de Tiro y subió hasta Sidón antes de regresar al mar de Galilea y a la región de las Diez Ciudades.” (Marcos 7:31, NTV)
Para llegar a Decápolis, Jesús toma la ruta más larga. Rodea la zona hostil de Herodes Antipas y evita las regiones más pobladas. Ese viaje pudo durar entre 2 a 8 meses.
Decápolis es el país de los gerasenos ¿recuerdan este nombre? ¿Recuerdan un endemoniado que vivía entre las tumbas, que lo encadenaban pero no lo podían contener? Al ser liberado de los demonios éstos se fueron a los cerdos ¡esta es la región! Esa historia termina cuando este hombre va por toda Decápolis, dando las buenas nuevas. Por lo visto su mensaje ha cumplido su propósito, porque en esa ocasión a Jesús le pidieron que se fuera, pero ahora le ruegan que ponga sus manos en el enfermo.
“Le trajeron a un hombre sordo con un defecto del habla, y la gente le suplicó a Jesús que pusiera sus manos sobre el hombre para sanarlo.” (Marcos 7:32, NTV)
Sólo Marcos describe este milagro; el problema de este hombre es doble: era sordo y habla con dificultad, en el mejor de los casos es tartamudo. Le suplican que ponga sus manos sobre él para que sane. Quizá les han contado que con solo tocarlos, los enfermos sanan.
“… excepto poner sus manos sobre algunos enfermos y sanarlos.” (Marcos 6:5, NTV)
Tal vez suponían que al poner las manos sobre los enfermos era algo bueno ¿significaba que algo que venía de ÉL les era transferido o aplicado? Pero pronto descubrirán que Jesús tiene su propia forma de hacer las cosas. Cuando trata con las personas, elige sus propios métodos.
No debemos decirle a Dios cómo contestar nuestras oraciones, ni dónde poner la mano o SU poder, porque Su método, siempre será el mejor. Y corremos el riesgo de mal interpretar lo que está haciendo, si queremos que lo haga a nuestra forma.
Lo mismo sigue sucediendo en la iglesia. Su Poder y Presencia no está atado a un sólo método en la iglesia, a veces obra por medio de la prédica, otras de una porción de la Biblia, en un canto; otras ocasiones obra por medio de una enfermedad, un regaño, un llamado de atención o por consejo de los amigos.
Por eso no podemos idealizar o idolatrar un medio de gracia, no podemos decir que ese es el mejor, porque todos los métodos que ÉL usa son valiosos, usados con el mismo fin: la conversión de las almas.
Estos hombres le piden que lo sane poniendo sus manos sobre él.
“Jesús lo llevó aparte de la multitud para poder estar a solas con él. Metió sus dedos en los oídos del hombre. Después escupió sobre sus propios dedos y tocó la lengua del hombre.” (Marcos 7:33, NTV)
Jesús lo lleva aparte ¿por qué creen? Los sordos tienen un sentido agudo del ridículo. No pueden oír cuando la gente les grita o quienes hacerles entender algo y se desesperan, pero pueden ver sus expresiones. Jesús le mostró consideración a un hombre para quien la vida era difícil. Y procura que este hombre se sienta cómodo y concentre su atención sólo en ÉL.
Como en una película muda le “habla” por medio de gestos y con esos gestos el hombre entendió que el poder viene de arriba y con eso sus oídos se abrieron y su lengua fue “suelta”.
2, Pone sus dedos en los oídos del hombre y 3, escupe sobre sus dedos y toca la lengua del hombre. Todas estas son imágenes impactantes, para quien no puede oír, pero sí puede ver.
En ese tiempo creían que la saliva era curativa y algunos niños dirán que la de su mamá tiene poderes sanadores.
“Mirando al cielo, suspiró y dijo: «Efatá», que significa «¡Ábranse!».” (Marcos 7:34, NTV)
4, Miró al cielo, para indicar que su ayuda viene de arriba, el hombre ve que alza SU mirada y abre sus labios para orar al Padre.
5, Suspiró. Con esto vemos su bondad, que sentía intensamente la condición del hombre y las penas de este hombre.Una demostración que se compadece de nuestras debilidades.
“Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo él nunca pecó.” (Hebreos 4:15, NTV)
6, Dijo “Efatá”. Es en arameo, la lengua materna y Marcos pensando en sus lectores no judíos dice la traducción.
“Al instante el hombre pudo oír perfectamente bien y se le desató la lengua, de modo que hablaba con total claridad.” (Marcos 7:35, NTV)
Al Instante, de esas palabras favoritas de Marcos. El hombre pudo oír perfectamente y habló con total claridad.
Ahora tiene los oídos abiertos para escuchar el mejor mensaje: el de Salvación. Su lengua restaurada ahora le permite proclamar las maravillas que Dios hizo en él. Con esta sanidad Jesús demostró ser el Mesías del que se había profetizado. En este hombre se ha cumplido la promesa que sus discípulos, como judíos, conocían bien.
“Y cuando él venga, abrirá los ojos de los ciegos y destapará los oídos de los sordos. El cojo saltará como un ciervo, y los que no pueden hablar ¡cantarán de alegría! Brotarán manantiales en el desierto y corrientes regarán la tierra baldía.” (Isaías 35:5–6, NTV)
“Jesús le dijo a la multitud que no lo contaran a nadie, pero cuanto más les pedía que no lo hicieran, tanto más hacían correr la voz.” (Marcos 7:36, NTV)
En esta etapa de su ministerio, aún no quiere que se sepa abiertamente lo que está haciendo; aunque para estas alturas, ya es casi imposible.
“Quedaron completamente asombrados y decían una y otra vez: «Todo lo que él hace es maravilloso. Hasta hace oír a los sordos y da la capacidad de hablar al que no puede hacerlo».” (Marcos 7:37, NTV)
“La gente estaba sumamente asombrada, y decía: «Todo lo hace bien. Hasta hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»” (Marcos 7:37, NVI)
¡Todo lo hace bien! Que hermosas palabras para terminar esta narración. Porque estas palabras llenan de aliento, es algo que debemos recordar constantemente. Desde que llegamos a ÉL ¡Dios todo lo hace bien! Nos sacó de tinieblas a SU Luz, nos mostró nuestra debilidad, culpa y necesidad. Nos ha traído hasta aquí. Disfrutamos de SU misericordia que de otra manera no sería posible y seguiríamos lejos de ÉL.
Es verdad que no sabemos cómo será el futuro, pero sabemos que estamos en Manos de Aquél que ¡todo lo hace bien! No se equivocará en lo que tenga que ver con nosotros. Si nos ha dado un don, una promesa, una misión, una habilidad, todo cumplirá SU propósito.
Quitará y dará, afligirá o consolará, moverá o fijará en el momento adecuado, en el camino correcto. El Gran Pastor de las ovejas, no se equivoca, lleva a cada cordero de SU rebaño por el camino correcto a dónde ÉL está.
Esto lo llegaremos a comprender en el día de SU venida y al estar en Su presencia, miraremos atrás y conoceremos mejor el sentido de todo lo que nos ocurrió de principio a fin. De cada dolor, sufrimiento, tropiezo, lucha, bendición, oportunidad.
Esa frase, conecta con otra del Génesis y une a Dios con Jesucristo:
“Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno! Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el sexto día.” (Génesis 1:31, NTV)
FINAL
Lo primero es: ¡gracias a Dios que podemos oír y hablar!
En varias ocasiones Jesús pide entender, prestar atención y para eso se necesita oír. “El que tenga oídos para oír, que oiga”. Los líderes religiosos que rechazan su predicación no pueden oír, no pueden entender. Lo único que entienden son las historias por medio de las parábolas, pero se quedan hasta ahí.
“para que se cumplan las Escrituras: “Cuando ellos vean lo que hago, no aprenderán nada. Cuando oigan lo que digo, no entenderán. De lo contrario, se volverían a mí y serían perdonados”».” (Marcos 4:12, NTV)
Con este milagro se nos recuerda de la analogía de la sordera física con la sordera espiritual. Hay mucho ruido que nos impide oír SU Voz. Otros ¡no están procurando oír SU voz! Prefieren o procuran algo que pueden ver y les de consuelo aquí. Otros se procuran las cosas materiales que les de la emoción temporal, que pronto se desvanece; otros lo buscan en la droga. Nos cuesta ver que sólo una relación con Dios nos da la paz y plenitud verdadera.
En ocasiones debemos alejarnos de la multitud y acercarnos con humildad a Dios y quedarnos quietos en Su presencia:
“«¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios! Toda nación me honrará. Seré honrado en el mundo entero».” (Salmo 46:10, NTV)
La mudez, sigue a la sordera. Hasta que uno ha oído la Palabra de Dios, no tiene nada significativo, trascendente qué decir. Si nuestro oído se abre para escuchar el mensaje del Señor, seguramente, nuestra lengua se soltará en alabanza, oración y testimonio.
Igual que los lectores de Marcos, nosotros que fuimos sordos y mudos espirituales, ahora que hemos empezado a escuchar y ver al Maestro: ¡hablemos y contemos de sus maravillas!
Palabra de Dios
Oremos