El Buen nombre para el adios.
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1. Introducción
1. Introducción
Tenemos una cita intransferible e inevitable con la muerte
Hebreos 9:27 “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,”
cuando esperamos ser llevados por los ángeles al seno de Abraham
Lucas 16:22 “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.”
2. Desarrollo
2. Desarrollo
2.1 El anhelo del corazon
2.1 El anhelo del corazon
Los ojos llenos de lágrimas mirarán por última vez nuestros cuerpos en el ataúd, y los dolientes siguen el camino de lágrimas al lugar solitario donde nuestros cuerpos esperarán el día de la resurrección
1 Corintios 15:42–44“Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.”
Ellos finalmente continuarán su vida en un ambiente que por primera vez carecerá de nuestra mirada, nuestra personalidad y el sonido de nuestra voz.
Es un deseo casi universal querer dejar un legado digno cuando salgamos de este mundo familiar.
Queremos que nuestra familia tenga seguridad financiera—una esposa con una casa e hijos que sonrían al leer el testamento de lo que hemos podido dejar para ellos con amor.
Aparte de eso, queremos ser recordados por contribuir positivamente a la sociedad; queremos que la iglesia extrañe nuestra influencia.
Queremos que nuestros recuerdos continúen en las mentes de nuestros seres queridos mucho tiempo después que no vean nuestra presencia.
Queremos que continúen pensando de nosotros cuando se sienten en “nuestra” banca del local de la iglesia, cuando se reúnan a la mesa para dar gracias y cuando él o ella se recueste en la cama que hemos compartido por tanto tiempo. ¿Qué realmente queremos dejar? ¿Qué legado es digno?
2.2 Un Elogio Completo
2.2 Un Elogio Completo
Como sucedió en el caso del funeral de Dorcas
Hechos de los Apóstoles 9:36–39 “Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía.Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala.Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros.Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas.”
Por otro lado, cuando los Herodes murieron, la gente se habrá alegrado
Mateo 2:16 “Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.”; Proverbios 28:28 “Cuando los impíos son levantados se esconde el hombre; Mas cuando perecen, los justos se multiplican.”
2.3 Un Buen Nombre
2.3 Un Buen Nombre
Todo creyente hará bien en procurarse un buen nombre delante de Dios
Proverbios 22:1 “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro.”
Eclesiastés 7:1 “Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento.”
Debemos ser cuidadosos en hacer las cosas por las cuales obtendremos y conservaremos un buen hombre, en vez de adquirir bienes materiales… [L]a reputación de piedad y honestidad es más deseable que todas las riquezas y placeres del mundo (Matew Henry 1961, pp. 772,800).
Para tener un buen nombre, debemos ser honestos:
Hechos de los Apóstoles 5:1–2 “Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.”
justos con otros
Romanos 12:17 “No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.” ,
irreprensibles 1 Timoteo 3:2 “Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;”
1 Timoteo 3:7 “También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.”
y moralmente puros
Gálatas 5:19–21 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”
3.0 Conclusión
3.0 Conclusión
3.1 Un Ejemplo a seguir
3.1 Un Ejemplo a seguir
Por otra parte, José conservó un buen nombre a través de circunstancias difíciles
Génesis 39:1–10“Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá. Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano. Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia. Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí q…”
No es una sorpresa que de todos los personajes del Antiguo Testamento, ninguno sea recordado más cariñosamente que él
Génesis 50:25–26 “E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos. Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto.”
Éxodo 13:19 “Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros.”