Beneficios de la Redencion II
¿Cuales son algunos Beneficios de la Redención?
1. Redimio de la muerte Job 33:28
Contexto Job 33:23-30 Habla Eliu amigo de Job
Eliú hace mención del pecado en el versículo 27; el pecado es la causa de todos los sufrimientos y de todas las enfermedades del mundo. Si el pecado no hubiera entrado en el mundo no habría: problemas, dolor, sufrimiento, enfermedad, ni muerte. Por estas palabras que le dijo a Job, sabemos que Eliú estaba consciente: del problema del pecado, de sus consecuencias, y de su único remedio, el perdón de Dios. Habla de la gracia de Dios y el rescate de los pecadores; también dice que el pecador “orará a Dios, y obtendrá su favor” y “él restaurará al hombre su justicia”. El pecador agradecido exclama con gozo, “He pecado y he pervertido lo recto, pero de nada me ha aprovechado”. Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro, y su vida se verá en luz”.
Estas palabras van más allá que la simple expresión de la liberación de las aflicciones físicas; describen la maravillosa verdad de que Dios: ha redimido y librado de tribulaciones espirituales al pecador, ha perdonado sus pecados, y ha decretado su inocencia. Todo esto lo ha hecho Dios por el hombre “para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes”. El pecador perdonado y redimido, puede gozar ya de esos beneficios en esta vida y para siempre en la eternidad.
2. Redimió de la maldición Gal 3:13
Los judaizantes estaban fastidiando a los gálatas al insistir en que guardaran la Ley de Moisés con los ritos y las ceremonias del Antiguo Testamento. Parece que no negaban que Jesús de Nazaret era el Mesías, el Salvador prometido; lo que ponían en duda era la enseñanza de Pablo de que la fe sola en Cristo podría salvar a la gente.
Ellos insistían en que era necesario algo más: convertirse en seguidores del judaísmo, lo cual implicaría aceptar los preceptos de la Ley de Moisés, como cumplir las leyes acerca de los alimentos, guardar el día sábado, aceptar el rito de la circuncisión. En pocas palabras insistían en hacer algo para estar seguros de tener el favor de Dios.
No podemos obtener la salvación por medio de nuestras “acciones”; nuestra desobediencia, nuestro incumplimiento, no le deja a la Ley otra alternativa que condenarnos y ponernos bajo su maldición. Pero, gracias a Dios que hay un escape de su castigo justo. “Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, haciéndose maldición por nosotros (pues está escrito: ‘Maldito todo el que es colgado en un madero’)”
“Redimir” significa “comprar de nuevo”, pagar el precio necesario para sacar de la esclavitud al cautivo
Cristo pagó lo que nosotros debíamos, tomó nuestro lugar y realizó lo que nosotros no podíamos hacer; saldó nuestra cuenta con la Ley. Con su vida perfecta y su muerte inocente en la cruz, Cristo convirtió en una realidad histórica lo que Abraham y todas las naciones habían recibido solamente en una promesa.
3. Redimidos para Dios Ap 5:9
Contexto Ap 5:1-14
3.1 Juan fue llevado al cielo y vio la gloria del trono de Dios. Y vio alrededor del trono: los ancianos, el mar parecido al vidrio y los cuatro seres vivientes.
3.2 La obra que realizo el Cordero determinó el futuro de los creyentes y de toda la creación. Los ancianos y los seres vivientes lo saben, de modo que alaban al Cordero por su obra.
En cierta ocasión Juan el Bautista proclamó a Jesús como el Cordero de Dios “que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). En este versículo 9, Jesús le revela al apóstol que el Cordero compró el alma “de todo linaje, lengua, pueblo y nación”. La descripción en cuatro partes simboliza toda la humanidad, tal como los cuatro seres vivientes representan a todos los seres creados. Aunque no todos serán salvos, el sacrificio del Cordero trajo la salvación para todos. Nadie está excluido de la obra redentora del Salvador, ni por su idioma, cultura o nacionalidad.
El Cordero de Dios ya fue inmolado y ya consumó el último sacrificio por nuestros pecados.
Jesucristo nuestro Redentor nos ha comprado para Dios con su sangre.
Porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido (comprado) para Dios. La idea de que somos comprados por la sangre de Cristo de la esclavitud del pecado es dominante en el Nuevo Testamento. Esta es la redención, el tema central de la Biblia. El nos ha redimido para Dios; por tanto le pertenecemos.
Esta redención se extiende a toda la humanidad, a los de todo linaje y lengua y pueblo y nación—“representantes de toda nacionalidad, sin distinción de raza o distribución geográfica o política”.
Por su redención de gracia Cristo nos ha hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes