13. El Libro del Génesis: La caída miserable de la humanidad

Ilustración inicial

El 11 de septiembre de 2001, un grupo de terroristas afiliados a Al-Qaeda secuestró cuatro aviones comerciales en Estados Unidos. Dos de los aviones fueron estrellados contra las Torres Gemelas del World Trade Center en la ciudad de Nueva York, provocando su colapso en un acto sin precedentes de terrorismo. Otro avión fue estrellado contra el Pentágono en Arlington, Virginia. El cuarto avión, United Airlines Flight 93, se estrelló en un campo en Pensilvania después de que los pasajeros intentaron recuperar el control del avión de los secuestradores. Los ataques mataron a casi 3,000 personas e hicieron que el mundo cambiara su percepción sobre la seguridad y el terrorismo internacional.

Amados, hoy la providencia nos lleva a meditar en el suceso más trágico que la historia (no solo de la humanidad) haya podido vivir, hoy veremos la ruina de la humanidad. Veremos cómo la desobediencia a un mandato divino lleva a la podredumbre a la raza humana y a la creación en sí. (Título del sermón)

Introducción

En el último sermón vimos cómo satanás opera, qué tácticas utilizó para seducir a la mujer con sus astucias al pecado. Hoy veremos la decisión que toma la mujer y el hombre (noten ese orden) ante las palabras engañosas de la serpiente antigua.

Lamentablemente, satanás logra su cometido con sus engaños. Logra que por decisión de la mujer la muerte entre al mundo. Él ha sido homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo habla, porque es mentiroso y padre de mentira. (Jn 8:44)

El hombre no pasa la prueba de obediencia al pacto de obras Pero ellos, como Adán, traspasaron el pacto; allí hicieron deslealtad contra mí. (Os 6:7)

Con todo, este trágico suceso, no está fuera del plan divino El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, este, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es servido por manos de hombres, como si necesitara algo, pues él da a todos vida, y aliento, y todas las cosas; y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habitaran sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos y los términos de la habitación de ellos, (Hch 17:24-26)

Ruego al Señor que veamos este suceso como el más trágico el historia universal, ya que la muerte ingresó a causa de la desobediencia Romanos 5:12 “12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”

Exposición Bíblica

Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol deseable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, que comió con ella. Y fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales. (Gn 3:6-7)

La mujer no vió el peligro, olvidó por completo la advertencia de su creador, ignoró voluntariamente el pacto que su marido le había enseñado.

La mujer no se estaba dando cuenta que no subiría de rango, no sería superior, sino que de la posición donde estaba descendería el infierno, por ello llamamos en teología “la caída”.

La obediencia al pacto de obras, hubiera sido recompensada con el fruto del árbol de la vida, pero la astucia de satanás hizo que el corazón de la mujer vea mejor el futuro explicado por la serpiente que la bienaventuranza divina.

Alicientes o incentivos que llevaron a la transgresión

La mujer vió el árbol

Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol deseable para alcanzar la sabiduría...

El pecado entró por los ojos.

Todo lo que la mujer vio en el árbol era una distorsión causada por el pecado en su corazón. El pecado distorsiona la verdad de Dios.

Lo que le pareció a la mujer “bueno, agradable y deseable” es lo que la escritura nos enseña que se llama “lo que hay en el mundo” Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, sino que es del mundo. (1 Jn 2:16)

Bueno para comer — La concupiscencia de la carne

Agradable a los ojos — La concupiscencia de los ojos

Deseable para alcanzar la sabiduría — La soberbia de la vida

En la caída, se pierde toda inocencia, la cual le señalaba al hombre que su máximo bien era Dios y solo Dios, le señalaba que lo más agradable para su vista era glorificar a su creador al evidenciar una creación de, por y para Dios, le señalaba la verdadera sabiduría que se encuentra en la obediencia al Señor el cual da el sentido de la vida.

Notemos que estas 3 ideas o aprehensiones se hicieron en el corazón de la mujer. Y la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, engendra la muerte. (Stg 1:15)

Esta terrible transgresión ocasionó que la imagen de Dios en el hombre quede empañada, es decir, el hombre será un ignorante de los propósitos de su vida en esta tierra, se tornará a buscar el gozo por medio del placer y no así en Dios.

Los siguientes pasos de la transgresión

y tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, que comió con ella...

La mujer tocó

Nadie la obligó, ella de su propia voluntad después de haber maquinado en su corazón todas las supuestas glorias tendría el tomar el fruto, al final lo tomó.

La mujer comió del fruto

Ya había llegado demasiado lejos, ya había maquinado en su corazón, había tomado el fruto, de ello ya no había marcha atrás. Y la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, engendra la muerte. (Stg 1:15)

La mujer dio también a su marido del fruto y él comió

La mujer persuadió a su marido a que coma del mismo, ya sea simplemente dándole o utilizando el mismo engaño de la serpiente, ella engaña a su marido.

Es lamentable ver las consecuencias del pecado, ya que la mujer no contenta con pecar, buscó que su marido lo hiciera. no sólo las hacen, sino que aun se complacen con los que las hacen. (Ro 1:32b)

Acá vemos una inversión de los roles que el Señor había establecido: El hombre cabeza de la mujer y ella ayuda idónea. Observamos que Adán debió tomar el liderazgo y reprobar la falla, pero él se sujetó a las palabras pecaminosas de su esposa.

Las consecuencias inmediatas del pecado

Y fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales...

La naturaleza del hombre creado en conocimiento, justicia y santidad, es manchado, difuso, depravado a un estado de ignorancia, injusticia e impuro.

Fueron abiertas sus consciencia, sus corazones les remordían por lo habían hecho, algo que nunca habían experimentado. Se dieron cuenta de las mentiras de satanás.

Su desnudez les mostraba que:

Habían quedado despojados de todos sus honores iniciales

Expuestos a la ira de un Dios Santo y Justo.

Para intentar remediar su miserable estado de vergüenza, cocieron hojas de higuera, de un árbol que sí podían comer pero lo usaron para otro fin, para tratar de ocultar su maldad.

¿Pensaron que tapándose el Señor no se daría cuenta de su gran transgresión?

Aplicaciones Experienciales

Amados, muchos pecados que entran por los ojos, se deben a nuestro descontento con la providencia ¿Es tu pecado amado el resultado del descontento con la providencia?

El remedio para estos pecados que entran por los ojos es:

Mateo 6:22 RVR60

22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;

Job 31:1 RVR60

1 Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?

Todo nuestro ser se involucra cuando pecamos: nuestro corazón lo maquina y nuestros 5 sentidos lo llevan a cabo. Por lo tanto: Debemos cuidar: qué oímos, qué vemos, qué tocamos, qué olemos y qué probamos.

Amados no podremos parar el pecado una vez que ya hemos sido partícipes de las primeras concupiscencias, debemos retirarnos antes de entrar en tentación.

Doctrinal: Satanás no nos fuerza a pecar, nosotros escogemos hacerlo.

Amada hermanas: Cuiden mucho lo que ofrecen a los varones y aún más, esposas no insten a sus maridos al pecado, no imiten a la mujer en la desobediencia en el Edén.

Advertencia: No ocultemos nuestro pecado para tratar de cubrirlo ante los ojos de Dios. Posiblemente si lo hagamos ante los hombres, pero el Señor todo lo ve y sabe.

Amados, cuidemos de ejercer en obediencia los roles que el Señor dio a los varones y a las mujeres, ya que esta inversión siempre trae pecado.

Estos pasajes nos muestran y revelan nuestra naturaleza como seres humanos, de acá explicamos la maldad en el mundo, la muerte, pero también veremos en próximos sermones cómo la misericordia y gracia de Dios abrió un nuevo camino para sacarnos de este estado deplorable al cual nuestros primeros padres nos metieron.