Descubriendo el sentido de tu vida
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Introducción
Chicos y chicas, hoy nos reunimos con un propósito claro en mente: explorar cómo podemos descubrir cuál es el significado de nuestras vidas.
Para eso, quiero compartir con ustedes la respuesta al verdader0 sentido de nuestras vidas basado en la sabiduría encontrada en la Palabra de Dios.
Abramos nuestras Biblias en Eclesiastés 1, un libro del Antiguo Testamento que aborda la búsqueda del sentido de la vida.
Eclesiastés 1:1–2 “Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. Vanidad de vanidades, dice el Predicador, vanidad de vanidades, todo es vanidad.”
En otras versiones bíblicas se expresa como: "Nada tiene sentido, nada vale la pena, todo es una ilusión, todo es absurdo".
Un golpe bastante brusco para empezar a leer un libro. Algunos dicen que si estás muy triste o deprimidio mejor no leas Eclesiastés, porque te vas a ponder más deprimido. Pero yo opino todo lo contrario, y ya sabrán por qué.
Américo
Érase una vez, en una ciudad vibrante, vivía un chico llamado Américo. Siempre había sido optimista, con grandes sueños de ser un gran futbolista cuando era adolescente. Pero al crecer, se dio cuenta de que ese sueño era demasiado grande para él. Aun así, tenía muchas otras metas en mente.
Cuando cumplió 18 años y se adentró en la adultez, Américo estaba lleno de esperanza. Pensaba que si encontraba la pareja adecuada, el trabajo perfecto y ganaba mucho dinero, entonces sería feliz y su vida tendría sentido. Aunque en su interior sabía que algo no estaba del todo bien, estaba tan ocupado buscando la felicidad que no se detenía a pensar en su insatisfacción.
Con el tiempo, su novia le terminó y se fue con otro.
Unas semanas después, le despidieron de su trabajo.
Tuvo que volver a vivir con sus padres.
Con el tiempo, comenzó a darse cuenta que sus planes no salieron como esperaba, y comenzó a culpar a toda cosa o persona que le impidió cumplir sus sueños.
Finalmente, perdió la esperanza. Se veía a sí mismo como un fracasado, lamentando no haber alcanzado sus metas y no haber encontrado el amor verdadero.
Avicii
Su familia expresó luego de su suicidio “Luchó y reflexionó sobre el significado de la vida y la felicidad, pero no pudo más. Él quería encontrar la paz”.
Teniendo millones de seguidores y fans, habiendo alcanzado sus sueños, no fueron suficientes para creer que su vida tenía sentido. 600 millones de visitas en su canción más famosa. Empezó a sentir que algo le faltaba en su vida. Pero, por mucho que lo intentara, siempre sentía un vacío en su interior.
Si eres más joven, es natural que te digas: «He escuchado sobre estas celebridades desilusionadas y ricas que expresan que no son felices. Pero si obtengo algo por lo que he estado esperando, yo seré diferente». No, no será así. Aunque hay un espectro de experiencia, nadie al final ha sido diferente.
Muchos de nosotros, nos podemos identificar con Américo o incluso con Avicii en algún punto de nuestra vida. T
al vez en la etapa en la que somos jóvenes y tenemos muchos sueños por cumplir. Les voy a decir algo, en la mayoría de casos, muchos de nosotros tenemos, o vamos a tener la misma historia si no aprendemos a descubrir realmente cuál es el verdarea sentido de la vida.
¿En qué cosas o ideales estoy poniendo el sentido y propósito de mi vida? No queremos terminar como Américo, y ahora Salomón nos explicará en Eclesiastés como la vida puede llegar a parecer absurda.
Explicación del texto
V.1 “Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén”
En el primer versículo, el redactor se presenta como el hijo de David, el rey de Jerusalén.
Sabemos que fue el Rey Salomón quién escribió este libro. Fue el hijo de David y Betsabé, y nació en Jerusalén.
Después de la muerte de David, Salomón ascendió al trono de Israel, convirtiéndose en uno de los reyes más prominentes en la historia bíblica.
Su reinado se caracterizó por la paz y la prosperidad en Israel.
Fue conocido por pedirle sabiduría a Dios
En su tiempo había tanta riqueza, que todos los muebles del palacio eran de oro, ya la plata ni siquiera tenía mucho valor.
Se hizo famoso en todo el mundo
1º Reyes 4:34 “Y venían de todos los pueblos para oír la sabiduría de Salomón, de parte de todos los reyes de la tierra que habían oído de su sabiduría.”
Fue muy buen administrador y político
Fue un gran escritor
1º Reyes 4:32 “También pronunció tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco.”
Salomón tuvo oportunidades ilimitadas para perseguir sus mayores deseos: La juventud, riqueza, sabiduría, realeza y romance fueron suyos.
Él pudo “disfrutar” lo que todos nosotros muchas veces deseamos y codiciamos tener, pensando que eso dará sentido y propósito a nuestras vidas.
Trágicamente, al final de su vida, sabemos que se apartó de Dios, siendo arrastrado por sus numerosas esposas extranjeras que lo llevaron a adorar a otros dioses.
1º Reyes 11:1–3 “Pero el rey Salomón, además de la hija de Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, moabitas, amonitas, edomitas, sidonias y heteas, de las naciones acerca de las cuales el Señor había dicho a los hijos de Israel: No os uniréis a ellas, ni ellas se unirán a vosotros, porque ciertamente desviarán vuestro corazón tras sus dioses. Pero Salomón se apegó a ellas con amor. Y tuvo setecientas mujeres que eran princesas y trescientas concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón.”
Propósito de Salomón en Eclesiastés
El final trágico de Salomón relatado aquí ofrece un marco biográfico para el libro de Eclesiastés, que parece haber sido escrito al final de la vida de Salomón
Hace un recuento de su vida donde escribe las conclusiones a la que llegó después de haber experimentado todo lo placentero que se podía experimentar en la tierra.
Quiere advertirnos de los peligros de poner nuestra confianza en las cosas terrenales como las bases que pensamos que pueden dar sentido y propósito en la vida.
V.2 “Vanidad de vanidades, dice el Predicador, vanidad de vanidades, todo es vanidad.”
La palabra "vanidad" literalmente significa viento o humo. Aparece 73 veces en el Antiguo Testamento, siendo utilizada 38 veces solo en el libro de Eclesiastés.
En otras versiones bíblicas se expresa como: "Nada tiene sentido, nada vale la pena, todo es una ilusión, es humo, todo es absurdo".
¿A qué se refería Salomón específicamente con que todo era vanidad?
En Eclesiastés 2:1–10
Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con el placer; diviértete. Y he aquí, también esto era vanidad.
Dije de la risa: Es locura; y del placer: ¿Qué logra esto?
Consideré en mi corazón estimular mi cuerpo con el vino, mientras mi corazón me guiaba con sabiduría, de cómo echar mano de la insensatez, hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo que los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida.
Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, planté viñas para mí;
me hice jardines y huertos, y planté en ellos toda clase de árboles frutales;
me hice estanques de aguas para regar el bosque con árboles en pleno crecimiento.
Compré esclavos y esclavas, y tuve esclavos nacidos en casa. Tuve también ganados, vacas y ovejas, más que todos los que me precedieron en Jerusalén.
Reuní también para mí plata y oro y el tesoro de los reyes y de las provincias. Me proveí de cantores y cantoras, y de los placeres de los hombres, de muchas concubinas.
Y me engrandecí y superé a todos los que me precedieron en Jerusalén; también la sabiduría permaneció conmigo.
Y de todo cuanto mis ojos deseaban, nada les negué, ni privé a mi corazón de ningún placer, porque mi corazón gozaba de todo mi trabajo, y esta fue la recompensa de toda mi labor.
Encontramos algunas de esas cosas:
Probó placeres y "las cosas buenas" de la vida.
Decidió alegrarse con vino y aferrarse a la insensatez.
Intentó encontrar sentido en la vida edificando enormes mansiones y plantando hermosos viñedos.
Creó jardines, parques y huertos florecientes.
Construyó represas para juntar agua y regar sus huertos.
Adquirió esclavos y esclavas, así como manadas y rebaños.
Acumuló grandes cantidades de plata y oro, contratando cantores estupendos y teniendo muchas concubinas hermosas.
Se volvió más poderoso que todos los que vivieron en Jerusalén antes que él.
Se dedicó a trabajar y generar riquezas
Eclesiastés 2:11 “pero al observar todo lo que había logrado con tanto esfuerzo, vi que nada tenía sentido; era como perseguir el viento. No había absolutamente nada que valiera la pena en ninguna parte.”
¿Por qué Salomón sentía que nada en la vida tenía sentido al final? Hay por lo menos dos razones
¿Por qué Salomón sentía que nada en la vida tenía sentido al final? Hay por lo menos dos razones
Porque él estaba describiendo cómo es la vida terrenal sin tener en cuenta a Dios.
Porque si la muerte es el final de todo y no hay nada más, entonces nada puede darnos un razón duradera para vivir.
Desarrollo de ideas
Desarrollo de ideas
Nuestra vida tendrá sentido cuando le tenemos en cuenta a Dios
Salomón estaba refiriéndose a la vida y las actividades humanas en este mundo terrenal sin tener en cuenta la perspectiva de Dios.
El mundo “bajo el sol,” aparte de Dios, es frustrante, cruel, injusto, breve, y “carente de sentido.” La vida sin Dios es insoportable
Salomón estaba en lo correcto. Todo se reduce a vanidad, es decir, si no hay Dios.
El escritor de Eclesiastés estaba batallando no solo con sentir que la vida no tenía sentido, sino también con el desencanto que viene con el éxito. Nada de lo que lograba le hacía sentir realmente feliz.
Este problema no es algo nuevo, es algo con lo que los humanos hemos lidiado siempre.
Eclesiastés 3:11 “Él sembró la eternidad en el corazón humano”
Que Dios haya sembrado la eternidad en el corazón humano sugiere que tenemos anhelos y deseos que van más allá de lo terrenal, lo cual explica por qué las cosas mundanas nunca satisfacen completamente nuestros corazones.
“Si encuentro en mí un deseo que ninguna experiencia en este mundo puede satisfacer, la explicación más probable, es que fui hecho para otro mundo.”* - CS Lewis
Hay investigaciones recientes que respaldan esto. Estos estudios muestran que tener mucho dinero o vivir en una sociedad muy rica no necesariamente te hace sentir más contento. En realidad, a medida que una sociedad progresa, la gente puede llegar a sentirse más deprimida.
Lo curioso es que las cosas en las que la gente cree que encontrarán felicidad y satisfacción, muchas veces no les dan eso en realidad.
A veces pensamos que viajar, tener cosas materiales, pasar momentos divertidos, tener éxito o ser populares nos van a hacer felices. Pero ese placer no dura mucho. Queremos que esa felicidad dure más, pero nunca parece ser suficiente.
El pecado...
Películas,
Fútbol,
Noviazgo,
Moda,
Redes Sociales,
Sexo,
Dinero,
Reputación social,
Popularidad,
Belleza,
Amistades
Todo esto promete complacer, y lo hace por un tiempo, pero cuando uno intenta disfrutarlo más, ya se esfumó, y hay que seguir buscando más dosis, creando un ciclo interminable de insatisfacción.
Aplicándolo a la cuestión del sentido o propósito de la vida, si de alguna manera pones tu propósito o sentido de la vida en un motivo terrenal, te vas a terminar frustrando, e incluso deprimiendo.
Cometemos el error de creer que el sentido de nuestras vidas e identidad descansa en lo que tenemos o lo que queremos obtener en esta vida, inclusive cosas que no son malas, como una pareja, una mejor computadora o celular, más likes en las redes, aun una familia perfecta.
Nuestros deseos insatisfechos pueden apuntar hacia algo más grande que este mundo, y ese mayor deseo es tener una relación con Dios.
“Nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”* - Agustín de Hipona
Cuando Dios entra en escena, hay propósito, y el ser humano debe descubrirlo, las cosas cotidianas comienzan a cobrar sentido.
Si reconocemos a Dios o no, puesto que fuimos creados para eso, siempre buscaremos el gozo infinito para el que fuimos diseñados a encontrar en la comunión con él.
La razón por la que aun los mejores bienes terrenales posibles no nos satisfacen, es que fuimos creados para un grado de deleite y realización que ellos no pueden producir.
Fuimos hechos por Dios, por lo tanto, nada puede darnos el gozo infinito que Dios sí puede darnos.
La solución es que solo conocer a nuestro Creador y tener una relación personal con él puede hacer que nuestra vida tenga un sentido permanentemente.
Aplicación
Aplicación
Analiza tu vida en este momento ¿Cuáles son algunas de las cosas terrenales en las que estás persistiendo para que te den sentido y propósito en tu vida?
TESTIMONIO: Mi sentido estaba en mi apariencia, mi salud, mi reputación social, mi seguridad financiera, mi capacidad física, mi narcicismo.
¿Hay algo que le tengas que confesar a Dios, y pedirle que perdone y limpie para que no tengas más esos ídolos que en realidad nunca te satisfacen?
Nuestra vida tendrá sentido cuando nos demos cuenta que la muerte no es el final
Si seguimos pensando que la muerte es el final de todo, si esta vida es todo lo que tenemos, entonces no importará si eres una persona que ayuda a muchos o alguien que hace daño. No importará si luchas contra el hambre en África o si eres muy egoísta y cruel.
Es lo que decía Salomón:
Eclesiastés 2:15-16 “Sin embargo, me di cuenta de que el sabio y el necio tienen el mismo destino: los dos mueren. Así que me dije: «Ya que voy a terminar igual que el necio, ¿de qué vale toda mi sabiduría? ¡Nada de eso tiene sentido!». Pues tanto el sabio como el necio van a morir. Al sabio no se le recordará más que al necio. En los días futuros, ambos serán olvidados.
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Eclesiastés 4:2 “Entonces llegué a la conclusión de que los muertos están mejor que los vivos;”
Esta conclusión parece muy radical, pero desde un punto de vista terrenal, tiene razón.
Pero sin embargo, nos damos cuenta que en realidad la muerte no es el final, en última instancia, hay significado en la vida si entendemos que hay un Dios al cual debemos rendir cuentas.
Eclesiastés 12:13-14 “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.”
Conexión con Cristo
Conexión con Cristo
La Biblia nos dice que todos nosotros, en algún momento, nos sentimos perdidos y sin propósito debido a nuestro egoísmo y pecado.
Pero Jesucristo murió en la cruz para tomar sobre sí mismo el castigo por nuestros errores.
Cuando Jesús gritó "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" mientras moría en la cruz, experimentó la oscuridad y la falta de sentido de la vida sin Dios.
Él sufrió la separación de Dios que nosotros merecíamos, pagando así nuestra deuda y abriendo el camino para que podamos recibir el amor y el perdón de Dios. A pesar de eso, venció a la muerte resucitando al tercer día.
Nosotros encontramos nuestro propósito y sentido de vida cuando entendemos que Cristo nos amó y nos salvó por su pura gracia, y que tiene un plan con nosotros, y que todo lo que hagamos en esta vida para él cuenta para toda la eternidad.
TESTIMONIO: Cuando entendí que mi sentido de la vida se encontraba en aceptar a Jesús y amarlo a él, ya nada me podía destruir, ni siquiera la propia muerte
Oración final
Señor, ayúdanos a recordar que solo a través de ti encontramos sentido y propósito en nuestras vidas, y que las cosas terrenales de este mundo no pueden satisfacernos completamente. Queremos encontrar felicidad solo en vos. Te agradecemos por tu gran amor hacia nosotros, y por tu constante dirección para nuestros corazones, que a veces parecen desorientados. Te pedimos que renuevas nuestro entendimiento, para que podamos una vez más vivir una vida que vale la pena y que tiene sentido. Amén.