Familia 1
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Ideal o Real
Ideal o Real
Familia 1
Mayo es considerado el mes de la familia, por eso preparé este tema que nos llega a todos, porque ¡todos tenemos familia! Hoy será la introducción lo que quiere decir que al final quizá tengas más preguntas que respuestas. Es la primera de una serie dedicada a la familia.
Todos tenemos diferentes experiencias de familia, con los 2 padres, otros en un 2º o un 3er matrimonio, divorciados en espera de casarse, otros con hijos propios o de las parejas. Una comunidad variada, así que el tema es retador, tanto por lo que dice la Biblia vs los cambios culturales que nos quieren imponer.
Con todo lo diferente que somos ¿qué tenemos en común?
Primero, es que No elegimos a la familia; de las pocas cosas que tenemos en común. Puedes escoger tus amigos, pero no la familia, aunque en la primaria te hubiera gustado ser de otra familia ¿recuerdas? quiero vivir con ellos, porque no tiene reglas, duermen con su uniforme, cenan cereal, su papá es divertido, la mamá les da de comer palomitas, y querías ser de esa familia.
La razón es que la vida en familia es difícil, nos reta. La palabra papá, mamá no es neutral, hermano, hermana, las oyes y piensas en tu familia, trae recuerdos, emociones, información que sólo tú sabes, hay dolor, alegría, tristezas, caos, buenos recuerdos, no tan buenos ¡no se puede ser neutral!
Segundo que tenemos en común es que ningún familiar es tan listo como tú. Eso lo has pensado, quizá no ahora, pero en algún momento de tu vida pensaste: si todos hicieran lo que les digo. Empieza en la secundaria y aumenta en la prepa. Te dan ganas de sentarlos y decirles: si me dan 20 minutos resuelvo todo este desastre, no es tan complicado: tú te tienes que bañar más seguido, tu deja de emborracharte, tu ponte a trabajar, tú no grites tanto ¡listo! no es complicado. Si fueran tan listos como yo ¡sería otra cosa!
Buscar en la Biblia una familia de la cual aprender ¡es complicado! casi no hay buenos ejemplos de familias, esa es la mega narrativa familiar de la Biblia, incluso la familia de Jesús. Cómo ves que van de regreso a su pueblo y se preguntan ¿Jesús va contigo, verdad? ¡no! pues no viene conmigo ¡lo olvidaron en el templo!
Si piensas cómo empezó la familia en el huerto ¿cuánto tiempo les duró bien el matrimonio? ¡nada! era el ambiente perfecto y Adán decide obedecer a Eva en lugar de a Dios. Y desde entonces parece que sigue siendo igual ¡me han contado! en algunos casos.
Desde el principio la cosa salió mal y el primer homicidio registrado en la historia es entre 2 hermanos: ¡los hijos de Adán y Eva! uno mata al otro.
Al leer el AT la familia está lleno de malos ejemplos. La primera guerra civil en Israel fue entre David ¡y su hijo! entran en guerra, miles mueres por el pleito entre un padre con su hijo. Al leer la historia dices: ¡eso pudo resolverse! Hay muchos malos ejemplos y hay principios que aprender.
En el NT Pablo toma las enseñanzas de Jesús, va como misionero a la cultura griega y romana, y ahí introduce ideas nuevas de cómo debe funcionar la familia. Debes saber que las ideas eran extrañas para ellos, eran nuevas, nunca habían sido enseñadas y nadie vivía así. Ni una cultura, sociedad ha hecho lo que Pablo enseña, que son reflexiones de lo que Jesús enseñó sobre el valor de la mujer, hombres y niños.
Al leer el NT sobre la familia, quizá pienses que es anticuado, algo que los abuelos harían, eso era antes en el mundo antiguo. Pero intento dejar claro lo siguiente: cuando esto se escribió y se enseñó en el 1er siglo, no en Jerusalén sino en una cultura griega y romana, son ideas nuevas, no se han visto antes, ninguna cultura vive así. Muchas de esas enseñanzas han permeado tanto nuestra cultura que actualmente creemos que ¡así ha sido siempre! es de sentido común, la verdad es que cuando esta enseñanza empezó es nuevo.
En esa cultura, la mujer y los niños no tienen más valor que el ganado. No mencionaban a los niños, porque ¡no sabían si vivirían más de 5 años! Las personas a veces no daban herencia a sus hijos, sino que adoptaban adolescentes o jóvenes para heredarlos. No te estoy dando ideas eh.
Jesús está hablando con adultos, de pronto se detiene y dice: ¡dejen que los niños se acerquen! Nosotros pensamos ¡qué tierno! pero ellos dicen ¡y eso, para qué! ¿quién deja que los niños estén en las pláticas de adultos? ¿Los traemos o es una parábola? ¡claro, tráiganlos! El reino de los cielos les pertenece.
Pablo siguiendo el mensaje de Jesús, eleva el estatus de la mujer y de los niños. Y esto es nuevo, en esa cultura las mujeres y los niños no tienen el mismo valor que los hombres.
Desde entonces, la cultura que adopta el punto de vista bíblico, las mujeres y los niños viven mejor. Pero la cultura que se aleja o no adopta este punto de vista o estándar, ahí las mujeres y los niños sufren más.
El cristianismo del NT abre la puerta a las mujeres y niños como ninguna otra cultura o pueblo lo había hecho antes. Cuando Pablo dice esto que leeremos, es nuevo para todos, les revienta la mente, es disruptivo; preocupó a los hombres de la época, porque le da esperanza a las mujeres. Les dice que cuando Jesús fue a la cruz, muere por todos: hombres, mujeres y niños por igual, y que las mujeres son herederas del reino de lo cielos, son ciudadanas, quizá no puedan ser ciudadanas de Roma, pero son ciudadanas del cielo y al igual que sus esposos, e hijos ¡y esto es nuevo para ellos!
Sorprende que estos escritos hayan sobrevivido el primer siglo , porque no hay cómo comprender que las personas adoptaron esto que era nuevo.
Lo que parece común para nosotros, hasta anticuado, para los cristianos del primer siglo era futurista, no sabían como procesarlo, cómo hacer que fuera la norma en la sociedad.
Cuando la nación se aleja del punto de vista bíblico, el grupo que sufre más son las mujeres y los niños. En el segmento de la sociedad que ha abandonado el matrimonio que ha dicho que el matrimonio ya no es necesario, que ya no es opción, el grupo que sufre más son mujeres y niños. Pero hace 2 mil años Jesús dio aliento al grupo más vulnerable cuando dijo que las mujeres , niños, hombres, al pie de la cruz son todos iguales. Pablo toma estas implicaciones de las enseñanzas y dijo: así es como la familia debe funcionar: El resumen es este:
“Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. «Honra a tu padre y a tu madre—que es el primer mandamiento con promesa—” (Efesios 6:1–2, NVI)
“Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor.” (Colosenses 3:18, NVI)
Pastor ¡no conoces a mi esposo! Wait, esto sigue:
“Maridos, ame cada uno a su esposa y nunca la trate con aspereza.” (Colosenses 3:19, NTV)
¿Por qué dice esto? porque en esa cultura los hombres trataban a su esposa, como un producto, como un animal, estaban al mismo nivel de valía. Pablo les dice: ¡no, no! Nosotros no lo hacemos así, eso es del pasado, debes amar ¡no poseer! no sacar ventaja, no buscar remplazarla ¡no seas duro, áspero con ella!
Quizá esto no nos impacta porque ahora esto es la norma, pero para ellos, era nuevo, eleva el estatus de la mujer de esa época ¡y eso es nuevo! Ellos pensaban, se comportaban y la sociedad funcionaba diferente.
“Padres, no exasperen a sus hijos, para que no se desanimen.” (Colosenses 3:21, NTV)
Como padre quizá es una de las enseñanzas que más he violado ¡siempre sin intención! Exasperar es decir cosas a tus hijos, con buena intención, quizá para animar, disciplinar, pero sin querer los frustras, les pones un peso y dices ¡pero lo que dije es verdad! Quizá sí, pero el peso de tus palabras causa que ellos se desanimen. Es como si las palabras de mamá pesan 5 kg y las de papá 500 kg.
Hace 2 mil años el apóstol Pablo dice esto; no dice “mujeres no exasperen a su esposo” es a los padres, porque la tendencia natural era tratar a los hijos como esclavos, como posesión, como si fueran animales. Pablo les dice: El Señor Jesús pide que dejen que los niños estén cerca de ÉL, por eso cuida cómo hablas a tus hijos. Hay tantos padres que desearíamos regresar el tiempo y no decir palabras que dijimos a los hijos, quizá eran verdad, pero aplastaron su espíritu. Y la Biblia escrita hace 2 mil años ¡ya entendía esta dinámica!
“De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada...” (1 Pedro 3:7, NVI)
Ahora es Pedro quién habla. Al escuchar esto ahora, lo damos por hecho, es lo que se espera, pero para ellos, gente del 1er siglo, esto es futurista. Considera cómo se siente tu esposa. Ellos pensaban ¡de qué hablas! la esposa que yo no elegí, la que mi padre compró para mi, sólo porque su compadre no lograba casar a la mayor; nos dieron una vaca para casarme con ella ¿de ella estás hablando? Pedro dice: ¡sí, de ella hablo!
“… y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.” (1 Pedro 3:7, NVI)
Ella es tan heredera como tú. Pero si su familia se quedó sin dinero para casarla ¡no hablo de esa herencia! Sino que en la cruz, cuando Jesús dio SU vida, la dio por tu esposa, por eso no es sólo tu esposa, es hija de Dios y es coheredera contigo, tu y ella comparten al mismo Padre Celestial.
El resumen es este:
Esposos amen a su esposa y sean considerados con ella
Esposas, sométanse a su esposo
Hijos, obedezcan a sus padres
Padres, no exasperen a sus hijos.
¡Oramos y nos vamos!
Ahora bien, el sentido común, la vida nos dice que esto es muy idealista, y eso provoca tensión. Porque no vienes de una familia que vivió esto, tu familia origen no fue ideal, te casas, tienes hijos y no has creado una familia ideal, quizá es más o menos ideal de la que vienes pero esa es la real. Está lo ideal Vs lo real y hay una brecha, hay tensión entre los dos.
El Señor Jesús hizo esto una y otra vez, y si es verdad de otras áreas, es verdad en cuanto a la familia, Jesús enseñó y apuntó hacia un ideal y se negó a condenar a quienes no cumplían; esta es la paradoja del evangelio. Jesús enseñó y señaló hacia el ideal. El Reino de los cielos es cómo… nos enseñó el ideal y en cada situación que Jesús intervenía ¡levanta el estándar!
La ley les dice ¡no matarás! Jesús dice ¡levantemos el estándar! Si te enojas con tu hermano, le dices necio es como si lo hubieras matado. El estándar ahora es más alto. En ese momento Jesús hizo de todos sus oyentes (y de nosotros) ¡asesinos!
Tomó el estándar y lo elevó y decimos ¡no! Jesús ¿qué pasará con los que hemos asesinado con el pensamiento? Jesús responde: ¡los voy a perdonar! ¿de verdad? ¡sí, claro! ¿Qué hizo? Subió el estándar pero profundizó SU Gracia, el perdón es más abundante, el estándar subió y Su Poder demostrado en la cruz, se hizo más evidente. Los religiosos no pueden entender esto, y señalan con saña los pecados de otros y omiten ver sus pecados.
La gente de esa época no entendían, se iban a los extremos. Jesús personifica la Gracia y la Verdad. Enseña lo ideal, pero no condenó a quienes no cumplían, sino que ¡los perdonó! Y en esto ¡hay tensión!
La tensión para nosotros y la decisión que debemos tomar al vivir es: estamos dispuestos a vivir buscando el ideal, que quizá no se haga realidad en nuestra familia actual, o vamos a dejar de ver el ideal para sentirnos más cómodos con lo real. Aceptamos el ideal con respecto a la familia, sabiendo que quizá no lleguemos a ese ideal, y para algunos de nosotros quizá ya es tarde, ya no tenemos hijos pequeños; o haremos lo fácil y claudicaremos del ideal y mejor acepto lo que es real sin aspirar al ideal.
La ilustración más profunda del ministerio de Jesús tiene que ver con las relaciones, con la dinámica familiar y está en un pasaje donde vemos esa tensión que es muy emocional. Jesús se siente cómodo con esa tensión y creo que los que lo seguimos de alguna forma debemos aprender a vivir con esa tensión. Esta es la histotia:
“Algunos fariseos se le acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron: —¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo?” (Mateo 19:3, NVI)
Estos fariseos no llegan para aprender sino para querer probarlo. ¿Es legal de acuerdo con la ley de Moisés? En esa época para divorciarse no necesitaban un proceso legal, documento o algo más, si un hombre no quería seguir casado con su esposa, solo decía: te divorcio 3 veces y listo, sin abogados, jueces, declaraciones, con decirlo 3 veces era suficiente y ella empacaba sus cosas.
Si una mujer quería divorciarse de su esposo ¡lástima! ¡no podía! Ella no tenía derechos en esa cultura, tenía que seguir ahí. El hombre se puede divorciar por cualquier razón. Estos hombres oyen la enseñanza de Jesús que parece que contradice la ley de Moisés y querían que Jesús cumpliera esa ley para poder reconocerlo como el Mesías. Pero Jesús no hace eso. Les dice:
“—¿No han leído—replicó Jesús—que en el principio …,” (Mateo 19:4, NVI)
Les dice esto a quienes son maestros de la ley y hasta la saben de memoria. Pero ellos están hablando del ahora, del aquí, en este momento en que las cosas son así, se pierde interés, conoces otras personas ¿se puede divorciar de la esposa? Ahora, en este mundo real y Jesús les dice: ¡mejor vayamos al principio! Al principio cuando las cosas eran perfectas, ideales, vamos a cuando las cosas eran como Dios quería que fueran, y ¡ahí está la tensión! Porque si vamos a lo que es ideal y lo confronto con el presente ¡no concuerdan! Y eso crea tensión y es como si Jesús dijera ¡estoy de acuerdo con esa tensión! Lo ideal entra en conflicto con lo real y no sabemos qué hacer con esa tensión. Lo que está diciendo Jesús es ¡acepten que hay tensión!
“… en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer”, y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo”?” (Mateo 19:4–5, NVI)
“Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.” (Mateo 19:6, NVI)
No lo separe el hombre ¡ni siquiera Moisés! Los lleva al Edén, su discusión sobre el divorcio es irrelevante porque no entienden, no han entendido lo que es el matrimonio. Dios hizo esas 2 personas, al casarse se vuelven 1, y ahora ustedes intentan hacer 2 de lo que Dios ya hizo 1.
Esto confunde a los fariseos, venían a probar a Jesús, y ahora están más confundidos y se olvidan de querer probarlo, ahora quieren más información.
Ustedes están viendo tanto lo real que han perdido de vista lo ideal. Entiendo que las cosas no funcionen, que las personas se divorcian, que debe haber un mecanismo para salir y proteger a la mujer de hombres abusadores ¡lo entiendo! Pero no por eso dejaré de ver que en el principio el divorcio no es el plan de Dios. Dios los creó de manera que 2 personas se vuelven 1 y ustedes no pueden deshacer lo que Dios ha hecho.
Quizá se ríen nerviosos y dicen ¿y ahora…qué hacemos? ¿quién podrá defendernos?
“Le replicaron: —¿Por qué, entonces, mandó Moisés que un hombre le diera a su esposa un certificado de divorcio y la despidiera?” (Mateo 19:7, NVI)
¿Por qué Moisés autorizó esto del divorcio? Jesús responde:
“—Moisés les permitió a ustedes divorciarse de sus esposas por lo obstinados que son—respondió Jesús—. Pero no fue así desde el principio.” (Mateo 19:8, NVI)
¡Esto es duro! ¿no es cierto! ¿Qué hacemos con esto? Jesús dice: ¡sopórtenlo! pero ¿qué hacemos con los divorciados? ¡nada! No les haré nada, pero haré algo por ellos. ¿Qué harás con quiénes se han divorciado? ¡les daré mi vida! Pero Señor, eso parece suave, como que te contradices ¡por fin! ¿de qué se trata! Parce que los estás dejando ir, es una regla o no es una regla, y Jesús dice ¡sí, eso!
Esto es importante, claro que hay tensión y no quieras resolverlo, porque si lo haces te pierdes de algo increíble, de algo importante.
Como seguidor de Jesús nos instruye, invita a seguirle y enfrentar la complejidad de la vida familiar y vivir esa tensión entre lo que es ideal y lo que veo a mi alrededor, lo real. Al ver alrededor veo que no muchos logran este ideal y ¡hay tensión! La pregunta es ¿aceptarás un estándar ante el cual hemos quedado cortos? o ¿vamos a re definir los términos para sentirnos mejor sobre nuestra realidad?
Vamos a reconocer nuestra incapacidad de vivir este estándar y aceptar el ideal de Jesús y decir ¡a eso quiero aspirar! Aunque no lo logre ¡no quitaré mis ojos de ese estándar, ese es mi norte para mí y para mi familia! O cambiaré las reglas para sentirme mejor sobre dónde estoy; pero como seguidores de Jesús no tenemos permiso, no tenemos el margen, no podemos darnos el lujo de despreciar lo que debe ser nuestro enfoque.
Cuando estos ideales se presentaron fue revolucionario, futurista; las mujeres y los niños elevaron su estatus como nunca antes había sucedido en cualquier otra cultura de la época.
El problema como seguidor de Jesús es que de vez en cuando te vas a sentir incómodo sobre tu situación actual. Te vas a desanimar, vas a querer darte por vencido. Seamos honestos, no levantes la mano, si o no al leer los versos sobre el divorcio alguno te preocupó y me dejaste de escuchar, hubo una tensión. Quizá te sentiste condenado por las Palabras de Jesús; pero lo mismo sucede al ver otros pasajes.
Y esa es precisamente la pregunta, ¿estamos dispuestos a aceptar un estándar que no hemos podido cumplir y lidiar con el dolor, la frustración, el sufrimiento, remordimiento que viene con eso? sabiendo que la Gracia de Dios es tan amplia, grande, profunda que nunca agotará las riquezas de Su Gracia para ti.
O vas a cambiar las reglas, borrar estos versículos con tal de crear un punto de vista de la familia que es cómodo, no te hace ver mal, pero al hacerlo pierdes lo importante ¡esa es la tensión!
Hay otra parte de esto, Jesús nos está diciendo que ésta es la mejor forma de vivir y se comprueba así: no conozco un divorciado, hombre o mujer, que quiera el divorcio para sus hijos o hijas. De hecho hombres o mujeres que han enfrentado el dolor, la desesperanza del divorcio, son quienes quieren un matrimonio exitoso en su nuevo matrimonio y lo quieren en sus hijos más que por alguien más.
Sin importar su punto de vista de la Biblia o del mundo, quienes han enfrentado el dolor del divorcio, quieren que sus hijos ¡no pasen por ese proceso! Algo en ellos se niega a perder de vista el ideal, cuando se trata de sus hijos, nietos, quieren lo mejor para ellos y eso no incluye el divorcio.
Ningún padre soltero o madre soltera, que cría a sus hijos solo o sola desearía que sus hijos pasen por su misma situación y que también sean padres solteros. Las madres solteras que son nuestras amigas y oran por sus hijos e hijas, para que un día conozcan un hombre, una mujer que los ame hasta que la muerte los separe, aunque esa ¡no haya sido su experiencia como mamá o papá!
Los papás que tienen custodios de sus hijos, oran que ellos vivan algo mejor de lo que ellos experimentaron; y aunque no fue su culpa, ese dolor alimenta su pasión en cuanto a cómo oran por sus hijos, nietos. Y es así porque ¡queremos algo mejor para nuestros hijos! Por eso no perdamos de vista el ideal, aunque mantener la tensión de ambos lados de la ecuación, a veces, nos recuerda de algo que queremos olvidar y nos obliga a volver a sentir el dolor que creíamos que ya estaba superado.
Jesús en SU Misericordia y Gracia, nos invita en este siglo 21 a re adoptar valores del 1er siglo. Esto cambió el mundo, creó la cimentación para lo que ahora es la norma en cuánto a lo que se espera para las mujeres y los niños. Pero no siempre fue así.
Mientras que el resto de la sociedad pierde el enfoque, le da la espalda a lo ideal, que seamos los seguidores de Jesús quienes digamos ¡no! No abandonaremos el regalo de la dignidad que el cristianismo le da al hombre a la mujer y a los niños. Sí, es verdad que hemos quedado cortos, faltos, no siempre lo hacemos bien y sí, a veces exaspero a mis hijos y sí, no siempre me someto a mi esposo porque a veces parece que no vale la pena someterse, Sí es verdad, no siempre amo a mi esposa como Cristo a Su iglesia, a veces la trato como no lo merece, a veces hago las cosas mal, pero ¿sabes algo! ¡no cambiaré las regla sólo para sentirme mejor como esposo!
No cambiaré las reglas para sentirme mejor como esposa, como hijo, como padre, no cambiaré las reglas para sentirme mejor, por cómo está la situación real, actual de mi matrimonio, de mi familia.
Estoy dispuesto a vivir con esa tensión entre lo que es la realidad y lo que es el ideal que Jesús nos dio y que sus seguidores del primer siglo nos dejaron.
Este es el contexto para los siguientes temas familiares que veremos todo el mes. Para todos hay gracia, hay perdón y todos somos coherederos del Reino de Dios, que es posible gracias al sacrificio de nuestro Señor Jesús.
Debemos aprender a vivir con esta tensión, trabajarla, porque el futuro de nuestras familias depende de lo qu decidamos hoy.
Palabra de Dios
Oremos