EL MEJOR REGALO PARA UNA MADRE

«Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba» (Proverbios 31:28, RV). «Sus hijos se levantan para felicitarla, su marido proclama su alabanza» (Nueva Biblia Española).

Es la mujer madre la que mayor influencia ejerce en el mundo. A ella ha sido dado por Dios el bendito privilegio de moldear el corazón de sus hijos, educar su carácter, guiar su vida, haciendo de él lo que ella quiere que sea. La madre de Lamartine fue una mujer de profundo espíritu religioso, de gran ternura, que continuamente se ocupaba y preocupaba del porvenir de sus hijos; y el gran poeta francés fue, por la influencia de su madre, hombre religioso, de gran ternura, un hombre eminente tanto por su carácter como por su brillante inteligencia. La madre de Lord Byron fue una mujer frívola, de poco espíritu religioso, que se burlaba de todo, hasta de la cojera de su propio hijo; y el poeta inglés fue, por la influencia de su madre, un hombre incrédulo y burlón, de brillante inteligencia, pero de un carácter brusco y de corazón empedernido. ¡Oh, lo que las madres pueden hacer de sus hijos! ¡Cómo pueden hacerlos hombres nobles, dignos y grandes, u hombres bajos e indignos!

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Allí estaba María, la Madre de Jesús. Es posible que no llegara a comprenderlo todo, pero sí a amar totalmente. Su presencia allí era la cosa más natural del mundo para una madre. Puede que Jesús fuera un criminal a los ojos de la ley, pero era su Hijo.

Como lo expresó Kipling: Si me ahorcaran en el más alto cerro, yo sé qué amor allí me seguiría, ¡oh madre mía, sí, oh madre mía! Y si me hundiera en lo hondo de los mares, sé qué llanto hasta mí descendería, ¡oh madre mía, sí, oh madre mía! Si condenado de alma y cuerpo fuera, sé la oración que me redimiría, ¡oh madre mía, sí, oh madre mía! El amor eterno de todas las madres estaba representado en María al pie de la Cruz.

INTRODUCCIÓN: ¿Cuál es el mejor regalo que se puede dar a una madre? Ésta fue la pregunta que expresé a diferentes personas en la preparación para este sermón. Una compañera de trabajo, de origen jamaicano, me dijo: «Cualquier madre desea de sus hijos amor y buen comportamiento.» Uno de los maleteros del U. N. Plaza Hotel, me respondió: «A una madre hay que darle amor y afecto», luego añadió, «amor sin afecto es un concepto abstracto». Mi esposa, la hermana Rosa, me repuso: «El mejor regalo que se le puede dar a una madre no es material. Creo que toda madre ansía calor familiar, felicidad, cariño y cuidado.» Estas contestaciones me han sugeridos tres puntos a tratar en este mensaje.

I. Hágala sentirse importante:

1. Fueron esas manos maternales las que cultivaron en ti mucho de lo que ahora eres.

A. Te dieron los primeros alimentos.

B. Te ayudaron a caminar.

C. Te bañaban y vestían.

2. Ella no te negó la entrada a este mundo.

A. Te concibió.

B. Te cargó.

C. Te dio a luz.

3. Los primeros años de tu vida dependistes exclusivamente de ella.

4. «Mamá», como la llaman muchos, introyectó en ti un concepto claro de tu persona.

5. Cómo puedes hacer que tu madre se sienta importante?

A. Ámala.

B. Respétala.

C. Considérala.

D. Ayúdala.

II. Mantenga siempre un diálogo con ella:

1. No la excluyas de tus conversaciones.

2. Si no vive contigo llámala por teléfono y escríbele a menudo.

3. No le hables con un lenguaje técnico o profesional.

4. El diálogo no debe ser sólo verbal, sino físico y sentimental.

III. Recuérdala en su ancianidad:

1. Nuestra sociedad prejuicia contra la ancianidad.

A. La belleza se idolatra.

B. La juventud se endiosa.

2. Jesús en la misma puerta de la muerte recordó a su madre.

A. Jesús regaló a su madre compañía.

B. Jesús regaló a su madre seguridad.

Pero en este pasaje hay algo que es una de las cosas más encantadoras de toda la historia evangélica. Cuando Jesús vio a Su Madre, no pudo por menos de pensar en los días por venir. No se la podía confiar a Sus hermanos, porque, hasta entonces, no creían en Él (Juan 7:5). Y, después de todo, Juan estaba doblemente cualificado para el servicio que Jesús le encomendó: era primo de Jesús y sobrino de María, y era el discípulo amado de Jesús. Así es que Jesús confió a María al cuidado de Juan, y a Juan al cuidado de María, de forma que se consolaran mutuamente de Su partida. Hay algo infinitamente conmovedor en el hecho de que Jesús, en la agonía de la Cruz, cuando la Salvación del mundo estaba en juego y dependía exclusivamente de Él, considerara la soledad en que quedaría Su Madre en los días por venir. Él nunca olvidó los deberes que Le concernían y que estaba en Su mano cumplir. Era el Hijo primogénito de María; y, aun en el momento de Su batalla cósmica, no Se olvidó de las cosas más sencillas que concernían a Su hogar. Hasta el mismo final de Su vida en la Tierra, aun sobre la Cruz, Jesús está pensando más en los dolores de otros que en los Suyos.

3. El mejor regalo para una madre anciana es:

A. Tiempo.

B. Comprensión.

C. Cuidado.

En las últimas décadas, el rol de la madre ha sufrido muchos cambios, sobre todo con la incorporación de la mujer al mundo del trabajo. Hoy día tiene grandes responsabilidades fuera del hogar, frecuentemente su aportación económica a la familia es muy importante. En ciertas ocasiones lleva la casa de forma casi heroica, por ausencia total del padre… Ese nuevo patrón de mujer ha posibilitado, ciertamente, la identificación de muchas hijas que hoy llenan universidades y ocupan puestos de mucha importancia en nuestra sociedad.

1. «Que esté comprometida con su matrimonio» «Una de las cosas que da más seguridad a los hijos es ver que sus padres son un equipo, que van a una, que los dos pretenden construir juntos el proyecto que han escogido para formar una familia». «El mejor regalo que una madre puede hacer a sus hijos es amar al padre. ¿Por qué? Porque es la persona que ellos quieren y admiran». 2. «Que esté contenta de ser madre» «Muchas mujeres encuentran sentido a su vida en sus relaciones laborales, en su carrera pero, en todo eso, lógicamente, pueden ser reemplazadas; en cambio ¡qué difícil es sustituir a una madre!». «Hoy día, hay mujeres que sienten las labores de crianza como una pesada carga y que sólo dan con la condición de recibir. En la familia no debe ser así, cada miembro se ha de dar al cien por cien, sin esperar nada a cambio». «La actitud serena y feliz de una madre que acepta su rol con alegría, se transmite a los hijos y marca definitivamente el buen vivir de sus hijos». 3. «Que esté satisfecha de ser mujer» «Se aprende a ser mujer por los modelos que nos gustan. Y nos gustan los que disfrutan de ser lo que son. Actualmente algunas personas presentan serios problemas de identidad debido a la falta de esos modelos felices. La cantante Madona, que ha protagonizado más de un escándalo, dijo en una ocasión: “Nunca he tenido un modelo de mujer” (Su madre murió cuando ella tenía 6 años)». 4. «Que esté disponible cuando se la necesita» «Las madres tienen siempre mucho trabajo pero han de saber sacar tiempo para sus hijos. Esto informa a los hijos de que son importantes para ella. Más importantes que cualquier otra cosa. Nuestros hijos han de tener la seguridad de que, en cualquier momento de necesidad, la madre va a estar allí». 5. «Que se involucre en todas las áreas de la vida del hijo» - «Físicamente: cuidándole, cubriendo sus necesidades físicas». - «Emocionalmente: expresando cariño, ternura, conociendo lo que le entristece, lo que le alegra. Nuestros hijos necesitan que se les abrace, que se les acaricie, tengan la edad que tengan». - «Espiritualmente: transmitiendo los valores más trascendentes que en nuestra escala de prioridades son básicos para la vida». - «Intelectualmente: ayudándoles en sus trabajos, lecturas, deberes. Si su nivel escolar sobrepasa nuestros conocimientos, estar cerca apoyando y animando». - «Sexualmente: tener los canales de comunicación abiertos en cuanto a temas de sexualidad para que los hijos puedan sentirse con libertad de hablar de lo que les preocupe en cuanto a sus relaciones, sus necesidades y sus expectativas sexuales». 6. «Que transmita ilusión» «Las ganas de vivir, de ser feliz, de ver lo bueno y positivo de las cosas, son actitudes que se transmiten y es una de las mejores cosas que la madre puede proporcionar. El sentirse feliz es una decisión. Hay personas con problemas que deciden sacar lo mejor de la vida, a pesar de las dificultades, pero también, existe la otra cara de la moneda, personas que siempre ven todo en negativo, sin ilusión por nada, perdiendo los años con quejas y actitud de derrota. Ambas cosas dejarán huella de forma definitiva en la vida de los hijos.» 7. «Que no vea la maternidad como un pérdida de su tiempo» «Parece que una mujer pierde la vida cuando decide dedicarse a la crianza de sus hijos como opción personal, dejando trabajos y posibilidades de ganancias económicas en favor de dedicar unos años a estar con sus niños. Eso no es así, es una opción personal que debemos respetar ya que, como hemos dicho anteriormente, cualquier otro trabajo es mucho más sustituible que el de madre». 8. «Que dé seguridad» Quiero apuntar una frase de Pam Brown, que ejemplifica la confianza que un niño puede tener cuando su cariñosa madre está cerca: En los miedos de mi niñez, encendías la luz del dormitorio y me mostrabas todos los objetos familiares. Luego la apagabas y te sentabas a mi lado en la oscuridad hasta convencerme de que las sombras no se movían. Tú dejabas siempre una rendija por la que penetraba la luz en la oscuridad, sólo la suficiente para que yo viese que nada acechaba junto a la cama.

ORACIÓN: Señor, en este día te doy gracias por todas las madres del mundo. Muy particularmente por esa madre que fue la progenitora de mis días. Aunque los años ya han transcurrido y se han ido como las hojas del árbol en otoño, el amor primaveral de mi madre sigue floreciendo en el paisaje de esta vida que Tú me distes y ella pinceló. Amén.