LA PUREZA

La pureza es un concepto importante en la Biblia, y se refiere a la calidad de ser limpio, libre de cualquier impureza o contaminación. La palabra "pureza" viene del latín "puritas", que significa "limpieza" o "claridad". En la Biblia, la pureza se asocia con la santidad y la perfección moral. 1 Pedro 2:11

COMO MANTENER LA PUREZA EN NUESTRA VIDA CRISTIANA

El conducto para manchar nuestra alma son los ojos Job 31:1 Mateo 6:22-23

El ojo no debe fijar su mirada en todo lo que el alma no puede desear sin pecar Mateo 5:28

El primer pecado que cometio el ser humano entró por los ojos Genesis 3:6

Nuevo Diccionario Biblico Ilustrado (Caída)

Dejados ante la elección de hacer la voluntad de Dios o no, sucumbieron a la tentación y transgredieron el mandamiento (Gn. 2:16, 17; 3:1–8). Por su desobediencia, perdieron la inocencia y la pureza. El resultado de la caída es el estado de pecado en el que son concebidos y nacen todos los seres humanos, que reciben la herencia de una naturaleza malvada

LUJURIA

Deseo apasionado y desordenado por algo, usualmente de naturaleza sexual. También: Concupiscencia; Deseo; Malos deseos; Pasiones; Pornografía. 1 Juan 2:16 2Sam 11 1 Pedro 2:11

Nótese: 1. Que el pecado de Judá comenzó como el de David, por los ojos (v. 15): La vio. Necesitamos hacer un pacto con nuestros ojos, como Job (Job 31:1), y no permitir que se vayan tras la vanidad, para que el ojo no infecte al corazón.

Matthew Henry y Francisco Lacueva, Comentario Bı́blico de Matthew Henry (08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1999), 64.

LA COMUNIÓN CON DIOS DEMANDA PUREZA EN EL CREYENTE

Salmo 24:3 Mateo 5:8 Salmo 51:6 Salmo 73:1

EL PUEBLO DE DIOS ESTA LLAMADO A VIVIR VIDAS EN PUREZA

Colosenses 3:5 1 Corintio 6:15-20 1Tesalonicenses 4:3 Santiago 4:8

Una vida de pureza no es solamente no cometer los actos inmorales, es evitar las acciones que despiertan los apetitos sexuales. Proverbios 4:26-27

No podemos conocernos a nosotros mismos sin conocer a Dios

Nunca seremos capaces de conocernos a nosotros mismos a no ser que nos esforcemos por conocer a Dios. Considerando su grandeza, descubrimos nuestra vileza, contemplando su pureza, descubrimos nuestra suciedad, y al contemplar su humildad, descubriremos cuán lejos estamos de ser verdaderamente humildes.

Preguntas:

¿Tengo la tendencia de ser demasiado amable con personas del otro sexo? ¿Piensa que es prudente?

¿Me he comunicado con otro con palabras inapropiadas?

¿Me visto con ropa que trae atención a las partes de mi cuerpo donde otros no se deben concentrar?

¿Mis saludos físicos pueden ser interpretados mal fácilmente?.

TERESA DE ÁVILA