El Impacto del Pecado
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Introducción
Introducción
Según las estadísticas, muy pocos de nosotros tenemos conocimiento acerca de nuestros antepasados.
Solo 1 de cada 2 norteamericanos saben el nombre de uno de sus bisabuelos.
El bisabuelo es el abuelo de nuestros padres.
Hagamos este ejercicio - ¿cómo se llamaron sus bisabuelos maternos y paternos?
¿A qué se dedicaban?
¿Dónde vivieron?
Pero, para el pueblo hebreo, conocer su genealogía era muy importante.
Ellos tenían registros de su línea genealógica porque esto les permitía confirmar a que tribu pertenecían.
Era su tarjeta de identidad que los identificaba como descendientes del patriarca Abraham.
El día de hoy iniciamos el estudio de un nuevo libro - el libro de Sofonías.
Hoy solo vamos a considerar el primer versículo y nos damos cuenta que desde el principio del libro nos encontramos con la genealogía de este profeta que vivió mil años antes de Jesús.
Veamos:
1 Ésta es la palabra del Señor, que vino a Sofonías hijo de Cusí, hijo de Guedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, durante el reinado de Josías hijo de Amón, rey de Judá:
Así que hoy veremos:
La identidad del profeta
El contexto histórico del profeta
La identidad del profeta
La identidad del profeta
El libro del profeta Sofonías parece entre lo que se conoce como los 12 profetas menores.
No se les llama menores porque sean de menos importancia (comparados con los profetas mayores).
Se les llama menores porque son más cortos.
Por ejemplo, Isaías tiene 66 capítulos.
Sofonías tiene solo 3 capítulos.
El nombre de este profeta es Sofonías.
Aunque no es un nombre demasiado común, sabemos que hay otras tres personas en el AT que tienen ese nombre.
Su nombre significa “Jehová ha escondido”. Esto va a ser muy importante cuando consideremos el contexto histórico en que vivió este profeta.
Aunque no tenemos muchos datos biográficos a lo largo del libro, el primer versículo nos da mucha información.
1 Palabra del Señor que vino a Sofonías, hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá:
Notemos que no nos dice de su oficio.
En el caso de otros profetas sabemos a que se dedicaban.
Por ejemplo, el profeta Amós fue pastor de ovejas.
Pero de Sofonías no nos dice su oficio - excepto que vino la palabra del SEÑOR a Sofonías.
Así sin importar cual haya sido su oficio se le identifica como un hombre a quien vino la revelación profética de parte de Dios.
Sofonías fue un instrumento humano que Dios utilizó para traer su palabra al pueblo hebreo y a la humanidad entera.
Es más, vino la palabra de Dios a Sofonías para que tres mil años después, nosotros en Boise, Idaho seamos edificados por la misma.
Toda la información que tenemos acerca de Sofonías tiene que ver con su línea genealógica.
Su padre fue Cusi.
Este nombre tiene una relación con Cush.
Cush se refiere a la Etiopía del mundo antiguo (el moderno Sudán).
La gente de Cush es de piel negra.
Por eso, algunos eruditas creen que Sofonías era hebreo pero en algún momento sus ancestros formaron familia con algunos de Etiopía.
Luego nos dice que su abuelo era Gedalías.
Su bisabuelo fue Amarías.
Su tatarabuelo fue Ezequías.
Para nosotros el hecho de que tal vez era de piel negra es interesante pero no demasiado significativo.
En la humanidad hay personas con una gran variedad de tono de piel, color de cabello, ojos, estatura, etc.
Pero, cuando vemos que es descendiente de Ezequías…entonces esto es bastante interesante.
Es interesante que Sofonías presenta sus credencial de identidad y vemos que en su árbol genealógico aparece uno llamado Ezequías.
Ahora, debemos intentar decifrar de que Ezequías nos habla Sofonías.
La mayoría de comentaristas nos dicen que se trata del Rey Ezequías, el 13o rey de Judá.
El contexto histórico del profeta
El contexto histórico del profeta
Para entender el libro de Sofonías necesitamos conocer un poco el papel importante que tuvo en la historia de los hebreos, el rey Ezequías.
Y no solo Ezequías, necesitamos entender lo que sucedió con el reino de Judá cuando murió Ezequías.
Para esto, vamos a 2 Reyes 18.
1 En el año tercero de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá.
2 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Abi, hija de Zacarías.
3 Hizo lo recto ante los ojos del Señor, conforme a todo lo que su padre David había hecho.
4 Quitó los lugares altos, derribó los pilares sagrados y cortó la Asera. También hizo pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho, porque hasta aquellos días los israelitas le quemaban incienso; y la llamaban Nehustán.
5 Ezequías confió en el Señor, Dios de Israel. Después de él, no hubo ninguno como él entre todos los reyes de Judá, ni entre los que fueron antes de él,
6 porque se apegó al Señor; no se apartó de Él, sino que guardó los mandamientos que el Señor había ordenado a Moisés.
7 El Señor estaba con él; adondequiera que iba prosperaba. Se rebeló contra el rey de Asiria y no le sirvió.
8 Derrotó a los filisteos hasta Gaza y su territorio, desde las torres de atalaya hasta las ciudades fortificadas.
Este pasaje muestra a un rey que fue fiel a Dios.
Muestra a un rey que hizo lo necesario para eliminar los ídolos del reino de Judá.
La Biblia describe que caminaba cerca de Dios, no se apartaba de Dios, y que guardaba sus mandamientos.
En Ezequías vemos un buen hombre, temeroso de Dios, un hombre recto.
Fue el mejor de todos los reyes que tuvo el reino de Judá (el lado sur de Israel).
Pero, tarde o temprano muere Ezequías y queda en su lugar su hijo.
21 Ezequías murió, y su hijo Manasés lo sucedió en el trono.
Entonces nos imaginamos que si Ezequías fue tan buen rey, pues seguramente Manasés camino en los mismos pasos rectos que su padre Ezequías.
Pero, la Biblia nos dice todo lo contrario en cuanto al reino de Manasés.
1 Manasés tenía doce años cuando ascendió al trono, y reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años. Su madre era Hepsiba.
2 Manasés hizo lo que ofende al Señor, pues practicaba las repugnantes ceremonias de las naciones que el Señor había expulsado delante de los israelitas.
3 Reconstruyó los altares paganos que su padre Ezequías había destruido; además, erigió otros altares en honor de Baal e hizo una imagen de la diosa Aserá, como lo había hecho Acab, rey de Israel. Se postró ante todos los astros del cielo y los adoró.
4 Construyó altares en el templo del Señor, lugar del cual el Señor había dicho: «Jerusalén será el lugar donde yo habite.»
5 En ambos atrios del templo del Señor construyó altares en honor de los astros del cielo.
6 Sacrificó en el fuego a su propio hijo, practicó la magia y la hechicería, y consultó a nigromantes y a espiritistas. Hizo continuamente lo que ofende al Señor, provocando así su ira.
7 Tomó la imagen de la diosa Aserá que él había hecho y la puso en el templo, lugar del cual el Señor había dicho a David y a su hijo Salomón: «En este templo en Jerusalén, la ciudad que he escogido de entre todas las tribus de Israel, he decidido habitar para siempre.
8 Nunca más dejaré que los israelitas anden perdidos fuera de la tierra que les di a sus antepasados, siempre y cuando tengan cuidado de cumplir todo lo que yo les he ordenado, es decir, toda la ley que les dio mi siervo Moisés.»
9 Pero no hicieron caso; Manasés los descarrió, de modo que se condujeron peor que las naciones que el Señor destruyó delante de ellos.
Manasés comenzó a reinar muy joven, con tan apenas 12 años.
Pero, desde el primer día de su reinado hasta el día de su muerte, no hizo la voluntad de Dios.
Adoró ídolos cananeos.
Metió la imagen de la diosa Aserá en el templo de Dios.
Construyó altares a los ídolos.
Manasés cayó muy bajo:
Estuvo dispuesto a sacrificar a su propia hijo, quemándolo vivo en sacrificio a un ídolo.
Practicó magia y toda clase de ciencias de ocultismo.
Si David fue un hombre conforme al corazón de Dios, entonces Manasés fue un hombre contrario al corazón de Dios.
¿Cómo puede ser posible que de un rey tan bueno haya surgido un rey tan malvado, tan apartado de Dios?
No olvidemos que la salvación y piedad de los padres no asegura la salvación de los hijos.
Un padre y una madre pueden ser fieles a Dios y los hijos tomar un camino completamente contrario al de sus padres.
Esto lo vemos tristemente una y otra vez.
Es evidencia que la salvación es individual, cada ser humano debe tener un compromiso personal, un encuentro personal con el Dios eterno.
Con el tiempo muere Manasés y queda en su lugar Amón quien también hizo lo malo ante los ojos de Dios.
19 Amón tenía veintidós años cuando ascendió al trono, y reinó en Jerusalén dos años. Su madre era Mesulémet hija de Jaruz, oriunda de Jotba.
20 Amón hizo lo que ofende al Señor, como lo había hecho su padre Manasés.
21 En todo siguió el mal ejemplo de su padre, adorando e inclinándose ante los ídolos que éste había adorado.
22 Así que abandonó al Señor, Dios de sus antepasados, y no anduvo en el camino del Señor.
Amón muere asesinado en su propio palacio (2 Reyes 21.23).
Tras morir Amón - llegamos al próximo rey que aparece en este pasaje.
1 Palabra del Señor que vino a Sofonías, hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá:
Sofonías nos dice que la palabra de Dios llegó a él en “los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá”.
El Josías del que se habla en Sofonías 1:1 es el mismo que encontramos en 2 Reyes 22, Josías el hijo de Amón el rey malvado, hijo de Manasés el rey malvado, hijo de Ezequías el rey bueno.
Así que Sofonías recibe palabra de Dios en tiempos del rey Josías.
Veamos lo que 2 Reyes nos dice acerca de Josías.
2 Reyes 22:1-2
1 Josías tenía ocho años cuando ascendió al trono, y reinó en Jerusalén treinta y un años. Su madre era Jedidá hija de Adaías, oriunda de Boscat.
2 Josías hizo lo que agrada al Señor, pues en todo siguió el buen ejemplo de su antepasado David; no se desvió de él en el más mínimo detalle.
Es un alivio ver que el ciclo de reyes malos ha parado.
Por fin viene a ver un rey bueno sobre Judá.
Pero notemos el detalle peculiar acerca de este rey - comienza a reinar cuando tenía apenas 8 años de edad.
La Biblia nos dice que a los 18 años de su reinado ordena que se restaura el templo del SEÑOR.
No olvidemos que han pasado dos reinados en que Israel ha descuidado la casa de Dios.
Por dos reinados Israel ha estado sirviendo a los ídolos, sacrificando a sus hijos, practicando la adivinación, consultando a los muertos, etc.
Pero ha surgido un nuevo rey, un rey temeroso de Dios quien va a instituir una reforma:
3 Reconstruyó los altares paganos que su padre Ezequías había destruido; además, erigió otros altares en honor de Baal e hizo una imagen de la diosa Aserá, como lo había hecho Acab, rey de Israel. Se postró ante todos los astros del cielo y los adoró.
4 Construyó altares en el templo del Señor, lugar del cual el Señor había dicho: «Jerusalén será el lugar donde yo habite.»
5 En ambos atrios del templo del Señor construyó altares en honor de los astros del cielo.
Mientras están en la obra de restauración del templo alguién encuentra una copia de la ley de Dios.
8 El sumo sacerdote Jilquías le dijo al cronista Safán: «He encontrado el libro de la ley en el templo del Señor.» Entonces se lo entregó a Safán, y éste, después de leerlo,
9 fue y le informó al rey: —Los ministros de Su Majestad han recogido el dinero que estaba en el templo del Señor y se lo han entregado a los trabajadores y a los supervisores.
10 El cronista Safán también le informó al rey que el sumo sacerdote Jilquías le había entregado un libro, el cual leyó en su presencia.
11 Cuando el rey oyó las palabras del libro de la ley, se rasgó las vestiduras
12 y dio esta orden a Jilquías el sacerdote, a Ajicán hijo de Safán, a Acbor hijo de Micaías, a Safán el cronista, y a Asaías, su ministro personal:
13 —Vayan a consultar al Señor por mí, por el pueblo y por todo Judá con respecto a lo que dice este libro que se ha encontrado. Sin duda que la gran ira del Señor arde contra nosotros, porque nuestros antepasados no obedecieron lo que dice este libro ni actuaron según lo que está prescrito para nosotros.
2 Reyes 23.10-30 registra las reformas de Josías:
Destruyó los altares a los ídolos.
Quemó los huesos de los falsos profetas / sacerdotes.
Prohibió la práctica del ocultismo.
Ordenó que el pueblo de Dios sirviera a Dios y volvieran a instituir la fiesta de la Pascua tal como Dios lo ordenó por medio de Moisés.
Así que Sofonías está profetizado durante este tiempo.
Es posible que profetiza un poco antes o en medio de las reformas de Josías.
Es posible que Sofonías fue usado por Dios para profetizar acerca de la necesidad de despojarse del pecado, dejar de quebrantar la ley de Dios, darle la espalda al pecado y buscar a Dios.
Algunos creen que a Sofornías se le dio el nombre “Jehová ha escondido” porque quisa fue uno de los bebés que querían ofrecer en sacrificio y Dios no permitió que fuese sacrificado.
Sea o no sea este el caso, Dios está usando a Sofonías para advertir a Judá y al mundo entero acerca del juicio de Dios que vendrá por cuanto el mundo le ha dado la espalda a Dios.
Sofornías cumplió su tarea.
Desempeño la misión que Dios le dio.
Cumplió con el trabajo que Dios le ordenó.
¿…pero qué paso?
Josías hizo sus reformas.
Destruyó los ídolos.
…pero al morir surge un nuevo rey - el rey Joacaz.
Al morir Joacaz surge otro rey - el rey Joacim.
¿Y qué tiene que ver esto? ¿Cómo describe la Biblia las vidas de estos hombres?
31 Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. El nombre de su madre era Hamutal, hija de Jeremías, de Libna.
32 Hizo lo malo ante los ojos del Señor, conforme a todo lo que habían hecho sus padres.
36 Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. El nombre de su madre era Zebuda, hija de Pedaías, de Ruma.
37 Hizo lo malo ante los ojos del Señor, conforme a todo lo que habían hecho sus padres.
Pareciera que fue demasiado tarde.
Los moradores de Judá estaban tan contaminados por el pecado, la idolatría estaba tan arraigada en sus corazones, su corazón estaba ya tan endurecido contra Dios.
A pesar de las reformas de Josías, a pesar del buen trabajo que hizo, el corazón los moradores de Judá estaba endurecido contra Dios.
…tan endurecido…que lo único que les esperaba era el justo juicio de Dios.
Conclusión
Conclusión
¿Por qué necesitamos el mensaje del libro de Sofonías?
Porque vivimos igual en que en los tiempos de Manasés:
El hombre vive adorando ídolos - el dinero, el sexo, su ego, sus credenciales académicas, las riquezas - siempre tendrá algo más importante que Dios.
El hombre vive ofendiendo a Dios - mediante el racismo, el orgullo, el abuso de los débiles, el abuso del poder.
El hombre vive destruyendo la vida - mediante el aborto, la mutilación de cuerpos sanos.
El hombre vive violando los principios de la naturaleza - aceptando que un hombre puede de pronto decir que ahora se identifica como mujer y debe tener todos los derechos y privilegios de cualquier otra mujer.
Estamos viviendo los tiempos de Manasés.
Pero, el mensaje es que una reforma social por muy buena que sea, una reforma en el gobierno por muy exitosa que sea, una transformación de la sociedad en la cual la gente comienza a recobrar los valores de la familia, del respeto, de la humildad, etc., jamás podrá esto erradicar el pecado del ser humano.
Ninguna reforma social / civil / gobierno podrá destruir el poder que el pecado tiene sobre el ser humano.
Así que parece que todo está perdido.
Parece que no hay esperanza.
…y aunque así parezca - no podemos creer que todo está perdido.
Por alguna razón Dios levantó a Sofonías.
Por alguna razón Dios levantó al fiel Ezequías, al fiel Josías, y al fiel Sofonías.
Dios aun está salvando a muchos, transformando a muchos, cambiando vidas, arrebatando almas de la condenación - porque este es el trabajo de Dios - rescatar y salvar a los perdidos.