Ni Bien ni Mal hará el SEÑOR

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Introducción

La película ¡Tora, Tora, Tora! trata sobre el ataque sorpresa de parte del imperio japonés a la flota Pacífica de los EEUU.
En Diciembre 7, 1941, el imperio de japonés atacó Pearl Harbor, donde estaba embarcada la flota Pacífica.
La intención del imperio japonés era incapacitar al ejército EEUU para que pudieran avanzar en capturar las islas filipinas sin intervención de los EEUU.
Esta película narra los eventos que se dieron en la planificación y ejecución de este ataque.
En una de las escenas, después del ataque, se muestra al almirante comandante Isoroku Yamamoto decir,
“Me temo que hemos despertado a un gigante dormido. Su respuesta será terrorífica”
Aunque esta escena es ficción, realmente no ocurrió, nos ayuda a entender lo que sucedió días después.
Este ataque fue devastador.
2,403 personas perdieron sus vidas.
19 naves fueron destruídas.
Pero, el día después del ataque, el presidente Franklin Roosovelt pidió autorización al Congreso para declarar guerra contra el imperio japonés.
Así que el 18 de abril de 1942, el EEUU autorizó una misión de contraataque contra el ejército japonés.
La misión fue un éxito y aunque no causó grandes daños al ejército japonés, fue suficiente para mostrar que el gobierno de los EEUU estaba dispuesto a defender su suelo patrio.
El gigante no se iba a quedar dormido, el gigante había despertado y ahora el imperio de Japón enfrentaría las consecuencias.
Comparemos esto con los habitantes de Judá en los días de Sofonías y el rey Josías.
El domingo pasado vimos como Judá habría ofendido a Dios.
Le habían dado la espalda y habían adoptado la religión falsa de los pueblos cananeos.
Pero, lo peor de todo esto es que habían empezado a creer en una herejía (una falsa doctrina, una falsa enseñanza).
Sofonías 1:12 NVI
12 En aquel tiempo registraré Jerusalén con lámparas para castigar a los que reposan tranquilos como vino en su sedimento, a los que piensan: “El Señor no va a hacer nada, ni para bien ni para mal.”
Los moradores de Judá comenzaron a creer que a pesar de su pecado, a pesar de su idolatría, a pesar de que le habían dado la espalda a Dios - Dios no iba hacer ni bien ni mal.
Habían creído que Dios era indiferente a sus actos.
Es por eso que Dios usa a Sofonías para advertir a los moradores de Judá acerca de:
El pecado que demanda el juicio de Dios
El juez y su juicio
El juicio descrito

El pecado que demanda el juicio de Dios

Los moradores de Judá no permanecieron fieles al pacto que hicieron con Dios.
No olvidemos que los hebreos eran el pueblo elegido por Dios.
Dios estableció su pacto con ellos al pie del monte Sinaí.
Ellos se habían comprometido a ser fieles a Dios.
Deuteronomio 29:9 NVI
9 »Ahora, cumplan con cuidado las condiciones de este pacto para que prosperen en todo lo que hagan.
Pero, el no cumplir las condiciones del pacto de Dios, los hebreos enfrentarían las consecuencias.
Deuteronomio 29:25–28 NVI
25 Y la respuesta será: “Porque este pueblo abandonó el pacto del Dios de sus padres, pacto que el Señor hizo con ellos cuando los sacó de Egipto. 26 Se fueron y adoraron a otros dioses; se inclinaron ante dioses que no conocían, dioses que no tenían por qué adorar. 27 Por eso se encendió la ira del Señor contra esta tierra, y derramó sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro. 28 Y como ahora podemos ver, con mucha furia y enojo el Señor los arrancó de raíz de su tierra, y los arrojó a otro país.”
En Sofonías vemos una lista larga de los pecados que los hebreos cometieron contra Dios.
Idolatría - adoración de dioses falsos:
Sofonías 1:4–5 NVI
4 »Extenderé mi mano contra Judá y contra todos los habitantes de Jerusalén. Exterminaré de este lugar todo rastro de Baal, y hasta el nombre de sus sacerdotes; 5 a los que en las azoteas se postran en adoración ante las estrellas del cielo, a los que, postrados en adoración, juran lealtad al Señor, y al mismo tiempo a Moloc,
Estaban adorando a los dioses paganos.
Siguieron el culto pagano que había establecido Manasés y Amón - la adoración de Baal, de Moloc (sacrificio de niños), y de los astros.
Lo terrible de todo esto es que los hebreos pensaban que no había ningún problema en tener una lealtad religiosa compartida entre el Dios de Abraham y los dioses de los paganos, “juran lealtad al SEÑOR, y al mismo tiempo a Moloc”.
Habían llegado al punto en que el Dios de Abraham era uno entre muchos otros dioses a quienes ellos tenían la libertad de adorar.
Los hebreos estaban practicando el sincretismo religioso - una mezcla de diferentes religiones.
Tenían el culto a Dios pero le habían añadido el culto a dioses falsos.
Adoptaron supersticiones paganas.
Sofonías 1:8–9 NVI
8 En el día del sacrificio del Señor castigaré a los funcionarios y oficiales del rey, y a cuantos se visten según modas extrañas. 9 En aquel día castigaré a cuantos evitan pisar el umbral, a los que llenan de violencia y engaño la casa de sus dioses.
Vemos que los príncipes de los hebreos, la corte de la nobleza habían adoptado la forma de vestir de los pueblos paganos.
Esto no se refiere al cambio de moda de vestir sino a vestimenta religiosa.
Es posible que la nobleza hebrea comenzó a usar las vestimentas de los sacerdotes paganos.
Pero vemos que también dejaron de pisar el umbral.
Esto trae a la memoria cuando los filisteos metieron el arca de Dios al templo de Dagón.
Cuando Dios derrumbó y decapitó al idolo Dagón, su cabeza y manos cayeron sobre el umbral. Por tanto los filisteos adoptaron la superstición de no pisar el umbral cuando entraban a un lugar.
El versículo 9 parece indicar que los hebreos comenzaron a actuar de manera irreverente y violenta ante sus altos oficiales de gobierno.
Corrupción económica.
Sofonías 1:11 NVI
11 »¡Giman, habitantes del Barrio del Mercado! Aniquilados serán todos sus mercaderes, exterminados cuantos comercian con plata.
Dios pronuncia juicio sobre los que comercian con planta.
Es posible que esto se refiere al sistema económico corrupto en que los mercaderes ricos se aprovechaban de los pobres que dependían de sus productos.
Los hebreos estaban oprimiendo económicamente a sus propios hermanos.
Se apartaron de Dios.
Sofonías 1:6 NVI
6 a los que se apartan del Señor, y no lo buscan ni lo consultan.
Los hebreos le habían dado la espalda a Dios.
La Biblia dice que se apartaron de él, no lo buscan, no lo consultan.
No tenían necesidad de consultarlo pues ahora tenían a los dioses paganos.
Tenían dioses que podían ver con sus ojos, tocar con sus manos.
Tenían dioses elaborados con sus propias manos.
Dioses que aprobaban la promiscuidad, dioses que les prometían prosperidad, fertilidad, y que no demandaban que se apartaran del pecado.
Los dioses paganos prometían éxito a cambio de sacrificios sin importar la vida moral de los hebreos.
Un concepto falso acerca de Dios.
Pero el pecado más grave de Judá lo vemos en:
Sofonías 1:12 NVI
12 En aquel tiempo registraré Jerusalén con lámparas para castigar a los que reposan tranquilos como vino en su sedimento, a los que piensan: “El Señor no va a hacer nada, ni para bien ni para mal.”
Noten como Dios dice que va a juzgar a los que “reposan tranquilos como vino en su sedimento”.
El vino tiende a producir sedimento que se acumulan en el asiento de la botella.
Son partículas materia orgánica de la piel o semilla de la uva.
Esto se ve sobre todo cuando no se mueve ni se agita la botella.
Bueno, la idea es que los hebreos no hacen nada para combatir la idolatría, el sacrificio de niños al Dios Moloc, la adoración de las estrellas.
Los hebreos no hacen nada para frenar la corrupción en los mercados.
No hacen nada para llamar al pueblo al arrepentimiento.
Son como el vino que no se mueve, no se agita, está sin moverse solo acumulando sedimento.
Pues ahora ellos creen que Dios es igual que ellos - inmóvil, no reacciona, no va a hacer nada al respecto.
Se habían acostumbrado a que no iban a vivir las consecuencias de sus actos.
Comenzaron a creer que el Dios de Abraham era un dios distante que quizá había olvidado las condiciones del pacto, según Deuteronomio.
El reinado de Manasés duró 55. Fue el mismo que levanto altares a los dioses falsos y sacrificó a su propio hijo.
Tal vez pensaron, Dios no hizo nada al respecto.
Parece que esto no le importó a Dios.
Así que Dios no va a hacer nada, ni para bien, ni para mal.
Dios no se mete en mis asuntos así que sigo con mi vida como mejor me parezca.
Si somos sinceros esta es la actitud de la mayor parte de la humanidad.
Tal vez existe Dios.
Tal vez hay un creador.
Pero, este Dios o creador no se mete en mis asuntos.
Existe, no lo puedo negar, pero lo que si puedo decir es que no hace nada, ni para bien ni para mal.
Así que vive y déjame vivir, al fin y al cabo nada mala vendrá sobre nosotros.

El juez y su juicio

Aunque los hebreos cayeron en su propio engaño pensando que Dios no iba a ser fiel a su palabra, vemos que Dios mismo se iba a encargar de juzgar a Judá.
Sofonías 1:2–3 NVI
2 «Arrasaré por completo cuanto hay sobre la faz de la tierra —afirma el Señor—. 3 Arrasaré con hombres y animales, con las aves del cielo, con los peces del mar, con ídolos e impíos por igual. »Exterminaré al hombre de sobre la faz de la tierra —afirma el Señor—.
¿Lo ven?
Dios mismo dice, yo voy a arrasar con todo.
Dios mismo dice, yo mismo voy a exterminar al hombre.
Dios va a arrasar con todo ser viviente.
Es por eso que la mayoría de los verbos, relacionados con juicio, están siempre en primera persona porque es Dios el que va a hacer todo esto.
Arrasaré, destruiré, extenderé mi mano, castigaré, registraré Jerusalén, traeré tal angustia, etc.
Dios ha de juzgar a Judá.
No fueron fieles a las condiciones del pacto y ahora enfrentan al dador de la ley, pero ahora no es el que los rescata de Egipto sino que es el juez que derrama juicio sobre ellos.
Y el juicio llegó.
El juicio se cumplió tal y como Sofonías lo declaró.
Pronto vendrían desde el norte para derrotar a los hebreos.
Sofonías 1:10–11 NVI
10 »Aquel día se oirán gritos de auxilio, desde la puerta del Pescado, gemidos desde el Barrio Nuevo, y gran quebranto desde las colinas —afirma el Señor—. 11 »¡Giman, habitantes del Barrio del Mercado! Aniquilados serán todos sus mercaderes, exterminados cuantos comercian con plata.
Sofornías tiene dos propósitos:
Mostrar que el juicio que Dios anunció por Sofonías se habría de cumplir dentro de poco tiempo.
Mostrar que el juicio final que la Biblia anuncia ha de cumplirse dentro de poco tiempo.
Vivimos en el 2024 y todos tenemos planes, compromisos, metas, etc.
¿Pero como vemos a la humanidad?
Vemos a la humanidad despreocupada por lo que Dios dice en su palabra.
El hombre es idolatra por naturaleza - adora a todo lo que no es Dios.
El hombre la ha dado la espalda a Dios.
Muchos ricos se enriquecen a costas del pobre.
Vemos a muchos “creyentes / cristianos” viviendo vidas inmorales, alejadas de Dios, en placeres y pecado, viviendo como gente que no conoce a Dios.
…y muchos piensan que no está mal porque al final y al cabo - Dios no hace nada ni para bien ni para mal.
Viven despreocupados porque no ven ninguna consecuencia negativa a sus actos.
Pero no nos engañemos.
Hebreos 10:31 NVI
31 ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo!
El juicio de Dios es verdadero.
El juicio de Dios ha de derramarse.
El juicio de Dios pronto vendrá.
Llegará el momento en que muchos vivirán lo que la Biblia describe:
Sofonías 1:15–18 NVI
15 Día de ira será aquel día, día de acoso y angustia, día de devastación y ruina, día de tinieblas y penumbra, día de niebla y densos nubarrones, 16 día de trompeta y grito de batalla contra las ciudades fortificadas, contra los altos bastiones. 17 De tal manera acosaré a los hombres, que andarán como ciegos, porque pecaron contra el Señor. Su sangre será derramada como polvo y sus entrañas como estiércol. 18 No los podrán librar ni su plata ni su oro en el día de la ira del Señor. En el fuego de su celo será toda la tierra consumida; en un instante reducirá a la nada a todos los habitantes de la tierra.»

Conclusión

Pero en medio de todo este mensaje de juicio, de calamidad que vivirán los que le han dado la espalda a Dios - vemos un concepto de suma importancia.
Sofonías 1:7–8 NVI
7 ¡Silencio ante el Señor omnipotente, porque cercano está el día del Señor; ha preparado el Señor un sacrificio y ha purificado a sus invitados! 8 En el día del sacrificio del Señor castigaré a los funcionarios y oficiales del rey, y a cuantos se visten según modas extrañas.
Sofonías anuncia que Dios ha preparado un sacrificio.
En este sacrificio él ha invitado a ciertas personas.
El sacrificio que Dios ha preparado no es un sacrificio de animales - según el sistema de sacrificios revelado a Moisés.
Los sacrificados serán los moradores de Judá.
El juicio de Dios sobre ellos será el sacrificio para apaciguar la ira de Dios.
Pero, este sacrificio resulta en la destrucción de los moradores de Judá.
Este sacrificio será terminal, fatal, destructivo, sin esperanza.
Ahora, digo que este concepto es muy importante porque en menos de mil años Dios mostrará otro sacrificio que él ha preparado - el sacrificio de su propio hijo, Jesús de Nazaret.
Dios envió a su hijo para ser el sacrificio perfecto, la ofrenda agradable a Dios.
Dios envió a su hijo para recibir sobre su cuerpo el castigo, el juicio, las consecuencias del pecado de la humanidad.
Jesús llevó sobre sí mismo nuestro pecado y murió en nuestro lugar.
Él fue el sacrificio preparado por Dios para librarnos a nosotros del juicio de Dios.
Y es por ese sacrificio, y solamente por él, que nosotros podemos acercarnos ante la presencia de Dios:
1 Juan 4:10 NVI
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.
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