Cálmate
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Marcos 4:35–41 (LBLA)
35 Ese día, caída ya la tarde, les dijo*: Pasemos al otro lado. 36 Despidiendo a la multitud, le llevaron* con ellos en la barca, como estaba; y había otras barcas con Él. 37 Pero se levantó* una violenta tempestad, y las olas se lanzaban sobre la barca de tal manera que ya se anegaba la barca. 38 Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; entonces le despertaron* y le dijeron*: Maestro, ¿no te importa que perezcamos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: ¡Cálmate, sosiégate! Y el viento cesó, y sobrevino una gran calma. 40 Entonces les dijo: ¿Por qué estáis amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Y se llenaron de gran temor, y se decían unos a otros: ¿Quién, pues, es este que aun el viento y el mar le obedecen?
Introducción:
Introducción:
Para el mes de marzo, del 23 al 25, Deivis y yo fuimos invitados a predicar en la ciudad de Montería, en un campamento familiar de la Iglesia Misión Impacto. El tema era "Legado: una generación que se mantiene en el tiempo". Nos preparamos con entusiasmo, pero una semana antes del evento, una balacera en la zona obligó a suspenderlo por temas de orden público. El campamento fue reprogramado para el 11 al 13 de este mes.
A pesar de la adversidad, oramos al Señor y continuamos con nuestros planes. Sin embargo, nuevos desafíos surgieron: mi esposa y yo tuvimos complicaciones de salud, nos vimos afectados financieramente por excedernos en el presupuesto, el contrato de mi esposa terminó y, para colmo, la lavadora se dañó.
El viernes antes del evento, Deivis me invitó a su oficina para revisar la dinámica de las predicaciones y ultimar detalles. Pero el sábado a las 3:00 AM, recibí un mensaje de Deivis informándome que estaba en la clínica y que había sido diagnosticado con cálculos. Ante esta situación, me tocó asumir toda la responsabilidad del evento.
Revisé mi cartera y solo tenía $40.000. Pensé que si llenaba el tanque de la moto con $33.000, podría recorrer unos 300 km, suficiente para ir y volver a Montería. Sin embargo, mi esposa, preocupada por todo lo ocurrido, me aconsejó viajar en transporte público. Seguí su consejo y partí hacia Montería con fe en que Dios no me iba a devolver a pie jajaj.
Para no alargarles la historia, cumplí la agenda en Montería y Dios ministró mucho a estas familias. A mi esposa le renovaron el contrato, está bien de salud, Deivis ya pudo expulsar la piedra y aquí estoy, predicando. Todo esto me enseñó que:
Cuando Dios invita el dolor que produce el camino se calma
1. Cuando Dios invita
1. Cuando Dios invita
a. Pasemos al otro lado Vr 35
b. Los discípulos sin preparar nada le llevaron vr 36
Cuando Jesús los llamó para que estuvieran con él, predicaran la palabra y tuvieran autoridad sobre los demonios, eso acabó con sus expectativas, es un terreno desconocido para ellos, pero ahora los discípulos son expertos en navegación no dudan en aceptar la invitación, en esto si son buenos y deciden pasar al otro lado, ni siquiera prepararon la embarcación, sino que así como estaba emprendieron la salida, ya había caída la tarde y muchos pescadores prefieren la quietud de la noche o la madrugada para sus faenas de pesca, es su terreno conocido aproximadamente unos 9 Km hasta la orilla de Geresea en tierras de Gadara, es una zona montañosa así que dependen del viento y remos para su desplazamiento. Esto no les queda grande y tienen una gigantesca fe en sus capacidades.
Implicación: porque si Dios les acompaña nada puede salir mal, dicen por ahí algunos cristianos.
Aplicación: En la época actual al igual que los discípulos, muchos cristianos quieren que Dios les invite a servir en lo que conocen, en lo que son expertos, eso les motiva mucho, poner al servicio de Dios lo que se hacer, y no está mal eso, uno nada como pez en su propia agua, eso no se escapa de nuestro dominio, eso es maravilloso personas en los lugares de gobierno, en las clínicas y hospitales, arquitectos y todo en lo que Dios le ha permitido formarse, esas pequeñas pinceladas de Dios para calmar al mundo, colocarle a usted donde está para traer paz a otros.
Cuando Dios invita el dolor que produce el camino se calma
2. El dolor que produce el camino
2. El dolor que produce el camino
a. Se levantó una tormenta vr 37
b. Se anegaba la barca vr 37
c. Jesús dormía vr 38
d. Los discípulos tienen miedo a morir vr 38
Para muchos judíos el mar es objeto de miedo y muchos mitos, y la creencia de que las tormentas eran provocadas por Dios para castigar algún rebelde, eso lo vemos en el texto
4 Y el Señor desató sobre el mar un fuerte viento, y hubo una tempestad tan grande en el mar que el barco estuvo a punto de romperse. 5 Los marineros tuvieron miedo y cada uno clamaba a su dios; y arrojaron al mar la carga que estaba en el barco para aligerarlo. Pero Jonás había bajado a la bodega del barco, se había acostado y dormía profundamente.
y lo único que calmaría la tormenta es clamar a Dios para que tenga misericordia y detenga su juicio. ¡Oh sorpresa!, los discípulos no claman a Dios, ellos han escuchado el canto de los levitas del
9 Tú dominas la soberbia del mar; cuando sus olas se levantan, tú las calmas.
29 Cambió la tempestad en calma y las olas del mar callaron.
Han escuchado la profecía
3 El Señor es lento para la ira y grande en poder, y ciertamente el Señor no dejará impune al culpable. En el torbellino y la tempestad está su camino, y las nubes son el polvo de sus pies.
Tienen miedo a la tormenta y no claman al Dios que saben controla las tormentas.
Aplicación: ¿Cuántos actuamos así como ellos?, cuando el dolor llega y afecta nuestra área de confort, en lo que somos buenos, y en donde creemos estamos firmes como la roca y no clamamos a Dios, le tenemos miedo a la ausencia de dinero, a la enfermedad, a esa situación incómoda en el trabajo, a ese jefe malhumorado, a las ventas bajas del negocio, a esas negociaciones que no se dieron y no tenemos dinero, a ese conflicto con la esposa, la ansiedad se apodera de nosotros y solo cuando acabamos todos nuestros esfuerzos y vemos que ya nuestra pericia se acabó nos acordamos de Dios.
Implicación: porque aunque confiemos en Dios si pasaremos momentos de dolor.
Cuando Dios invita el dolor que produce el camino se calma
3. Se Calma
3. Se Calma
a. Jesús se levanta y reprende el viento y calma al mar
b. se acabó el viento
c. Los discipulos estan asustados
d. No tienen fe
e. ¿Quién es este?
Autoridad sobre los demonios en la sinagoga
25 Jesús lo reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! 26 Entonces el espíritu inmundo, causándole convulsiones, gritó a gran voz y salió de él.
Autoridad sobre las enfermedades en casa
34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y expulsó muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque ellos sabían quién era Él.
Autoridad para perdonar pecados en casa
5 Viendo Jesús la fe de ellos, dijo* al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
11 Y les decía: A vosotros os ha sido dado el misterio del reino de Dios, pero los que están afuera reciben todo en parábolas;
Autoridad sobre la naturaleza en la barca
Para los discípulos Dios habita en las alturas, su presencia desciende en el templo ¿Quién es este? no es posible que un hombre pueda controlar el viento y el mar, eso solo lo puede hacer Dios. Jesús entonces cuestiona y después de esto que acabo de hacer ¿Todavía no tienen fe?. Su teología no sirve ante la experiencia de Dios obrando ante sus ojos.
Implicación: porque seguir a Jesús no es garantía de que creemos en él.
Aplicación: Nuestras lealtades se dividen en los momentos de dolor, siempre nuestra fe se centra en lo que nos provee la paz lo más pronto posible, el crédito, el empleo, la relación, el amigo, se nos olvidan todas esas predicaciones que hemos oído de Dios. ¿Aun tienes fe?
Resonancias
Esta semana aunque tengas un mal día cierra tus ojos por unos segundos y recuerda tienes un Dios poderoso, que no se encuentra en el templo en cada reunión que se hace, sino que habita en tú corazón, si tan solo fuéramos cocientes de su presencia, su paz nos acompañaría siempre, y nuestra fe sería evidente en estos momentos tensionantes .
Renuncia a esos paradigmas de invitar a Dios a que venga, él esta presente, en nuestros corazones, él es testigo de cada cosa que haces, no estás solo, entiendo que no es fácil considerar su compañía, pero ya Pablo dijo que cosas que ojo no vio, ni oído escuchó son las que nos fueron dadas, quién no ha experimentado el nuevo nacimiento, no puede comprenderlo.
La paz que buscas te acompaña todos los días, sólo habla con él y no le ignores.
Conclusión:
Cuando Dios invita el dolor que produce el camino se calma