Mi Testimonio
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Mi Testimonio
Mi Testimonio
1. Describe brevemente de dónde te rescató el Señor
1. Describe brevemente de dónde te rescató el Señor
Era un joven de secundaria, cuando el Señor me dejó conocer el Evangelio.
Había vivido una vida normal, como cualquier joven, creciendo bajo el catolicismo en México, siendo profesante, pero no practicante.
Había escuchado de Dios, pero no sabía nada de Él.
Vivía la vida sin sentido ni propósito. siguiendo la corriente del mundo.
Era muy influenciado por mis amigos en muchos sentidos, como en la rebeldía hacia los padres, las mentiras, la inmoralidad, las palabras inadecuadas, pero en otros aspectos no lo fui; agradezco al El Señor que me guardó de los vicios, de amistades peligrosas y de la fornicación en mi adolescencia.
A los 15 años yo sabía que había hecho muchas cosas malas, pero no me sentía tan mal, porque todos lo hacían.
2. ¿Qué circunstancias pasaron cuando creíste en Cristo?
2. ¿Qué circunstancias pasaron cuando creíste en Cristo?
Comencé a sentir la necesidad por conocer de Dios a partir de que un compañero en la secundaria dijo que él no era católico, sino “protestante”
Nunca me predicó el evangelio, solo me dijo en lo que creían ellos y las diferencias con el catolicismo.
Yo veía en él a un joven muy inteligente y cuando me dio argumentos lógicos comparando la fe católica y la protestante, me convencí de que algo estaba mal conmigo y con lo “poco” que sabía acerca de Dios.
Al poco tiempo unos familiares también nos dicen que son “cristianos” y ellos sí nos dan el mensaje del Evangelio y nos invitan a su iglesia.
Accedimos y comenzamos a asistir.
Al pasar el tiempo, la Biblia se convirtió en nuestra prioridad, al Estudiarla y al asistir a las reuniones de la iglesia.
Yo creía en las Palabras de la Biblia, pero al mismo tiempo no las vivía.
Constantemente reflexionaba acerca de mí mismo y pensaba que por mis pecados merecía ir al infierno (y eso es verdad en la Palabra de Dios Romanos 6.23a
Romanos 6:23 (NBLA)
23 Porque la paga del pecado es muerte...
Pero no creía toda la verdad de Dios, porque en lugar de descansar en la gracia y misericordia de Dios, intentaba ganarme mi salvación por hacer buenas obras.
Por lo tanto, cuando hacía buenas obras me sentía confiado en que sí iba a ir al cielo. Romanos 6.23b
23 Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Yo vivía frustrado y a la vez atrapado.
No sentía el descanso en la gracia de Dios, no me sentía limpio ni perdonado de mis pecados.
Además me sentía atrapado en mis pecados, porque eran más fuertes que yo, simplemente no tenía la fuerza suficiente para vencerlos.
Hasta que el Señor me transformó con Su Palabra y con la comprensión correcta del Evangelio.
3. ¿En qué texto bíblico puedes apoyarte para decirle a otros que en Cristo tienes Vida eterna?
3. ¿En qué texto bíblico puedes apoyarte para decirle a otros que en Cristo tienes Vida eterna?
8 Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
10 Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
A pesar de que era un texto que me gustaba y hasta lo había memorizado, no lo creía realmente.
No lo comprendía, porque pensaba que por mis obras yo sería salvo, y es solo por la fe, que además no es mía, sino que me fue dada.
La comprensión de la Palabra de Dios me dio luz y el Señor me hizo nacer de nuevo.
En ese momento me sentí perdonado, limpio, sin la pesada carga del pecado y aceptado por Dios.
Comprendí otros textos de la Biblia que no me resultaban claros y que vivía al margen de ellos como Mateo 7.13-24
13 »Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. 14 »Pero estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. 15 »Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 »Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? 17 »Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos. 18 »Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. 19 »Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego. 20 »Así que, por sus frutos los conocerán. 21 »No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos. 22 »Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros?”. 23 »Entonces les declararé: “Jamás los conocí; apártense de Mí, los que practican la iniquidad”. 24 »Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;
Invito a todos a que basen su vida en las verdades de la Palabra de Dios y que no descansen hasta encontrar la Paz que solo Cristo puede dar.
Ahora le sirvo con gozo y le he entregado mi vida, mi futuro, mi familia, y todo lo que soy, porque Él es mi Señor y Salvador.