CREE: Partes de la Oración Lección #3
Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 5 viewsNotes
Transcript
Lucas 11:1 “1 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.”
La respuesta de Jesús es el modelo de oración perfecto, cada elemento que contiene esa oración es una guia para nosotros de cómo deberíamos nosotros también orar.
“Mateo 6:9 “9 Vosotros, pues, oraréis así...”
Esto significa cuando oren esta forma será la guia para hacerlo, lo que contiene esta oración sirve para ustedes como ejemplo para que oren. No solo las partes que hoy estudiaremos tres de ellas sino también el espiritu de la oración, porque si bien es cierto esta es una oración modelo tambien fue orada de corazón por Jesús. Nos enseña no solo lo que debe ontener una oración sino cómo debe hacerse una oración.
Mateo 6:7–8 “7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.”
Es por esto que aunque esta es una oración modelo no es la oración que hacemos literal, no encontramos una sola referencia en el NT de la utilización de esta oración para ser repetida. Por lo cual nos sirve no como oración de repetición sino como modelo de oración personal.
Ella tiene seis partes, veremos la primeras tres. Las cuales están relacionadas directamente con Dios, pues las otras tres con el hombre.
Mateo 6:9–10 “9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”
“Padre Nuestro que estas en los cielos”. A esta parte se le podría llamar la invocación. La lección pasada lo aprendimos, nuestras oraciones son dirigidas al Padre, en Cristo Jesús, por la comunión con el Espiritu Santo.
El reconocer, entender y dimensionar la persona con quien estamos hablando nos dará una perspectiva más correcta de lo que estamos haciendo.
No nos preparamos igual para hablar con el vecino de al lado que con el presidente de la república. El no discernimiento de quién es Dios conduce a la falta de reverencia y devoción.
Dos verdades vamos a extraer de esta primera parte.
POSICIÓN: Jesús deja bien claro las posiciones Dios en el cielo nosotros en la tierra, Dios en lo alto nosotros en lo bajo, Dios el Sublime, nosotros los humildes. Debemos venir ante de Dios reconociendo que no somos nada sin Él.
RELACIÓN: Jesús nos enseña a llamar a Dios “Padre” era natural que Jesús llamara a Dios “Padre” pero Jesús incluye aquí el “nuestro”. Esto es Jesús diciendo es mi Padre pero de alguna forma es también su padre, el padre de ustedes. Esto es una tremenda bendición que nos coloca en una relación de privilegio y confianza sin que esto descuide la posición mencionada anteriormente.
1 Juan 3:1 “1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.”
“Santificado sea tu nombre”
No como en occidente los nombres distiguian el carácter o la posición o alguna cicunstancia que marcó el nacimiento de esa persona. Ningún nombre era puesto al azar, de tal modo que se podía “conocer” a la persona tan solo por conocer su nombre.
En cuanto a Dios esto es aún más cierto, ya que sus nombres, lo cual son formas en las que Dios se ha revelado al hombre, precisamente buscan que el hombre conozca quién es Dios y cómo es Dios.
En este punto de la oración Jesús nos enseña a adorar a Dios, reverenciar su nombre o sea su persona, su caráter o atributos. La expresión “santificado” significa ser tratado, o mirado como santo, ademas de externar adoración, mantener en alta estima.
Nadie puede dirigirse a Dios de forma correcta si no conoce a Dios, ni sus atributos, si nunca ha adorado a Dios por su provisión es porque usted no ha entendido que Él es Jehová Jireh, si nunca a alabado a Dios por su protección es porque no ha entendido que Él es Jehová Nisi, y así con cualquier otro atributo de Dios. No eleva el nombre de Dios quien no entiende quién y cómo es Dios.
Alábele en medio de sus oraciones, alabar a Dios nos ayuda a saber lo que podemos rogar a él.
3. “Venga tu reino, hágase tú voluntad, así también en el cielo como en la tierra”
Esta es una petición que revela el enfoque correcto que todos deberíamos tener, y cuál debería ser nuestra primera petición cada día.
Colosenses 3:1–2 “1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”
Apocalipsis 22:20 “20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.”
Todo creyente debe tener su esperanza en el reino futuro de Cristo, al mismo tiempo que lo establece actualmente en su corazón. Hoy día la única forma en que la voluntad de Dios se haga igual en la tierra como en el cielo de no ser por su regreso, es através de sus hijos, lo cuales ya no viven para sí mismos sino para hacer la voluntad de su Padre.
Gálatas 2:20 “20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
Esta tercera parte de la oración es un clamor de aquellos que viven para Dios y quieren la transformación total de mundo, desean no más pecado en el mundo sino el gobierno total de Cristo. Aquellos que vivien aferrados a las cosas vanas de este mundo no anhelan este día porque consideran que aun tienen muchas cosas que faltan por hacer. Pero esta debe ser una petición constante en nuestra vida.
Esta frase nos pone sumisos ante Dios “hágase tú voluntad” es igual que decir “no se haga mi voluntad”. Jesús oró de esta forma otras ocasiones. Lucas 22:42 “42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.”
Conclusión.
Así encontramos las primeras tres partes de la oración que nos ayudan a enfocar nuestro corazón de la forma correcta.
La importancia de esto hermanos radica en ser agradables a Dios y dirigirnos a él con una conversación que sea bien recibida por el Señor.
Todos en algún momento conversando con alguien hemos tendio que escuchar cosas que nos desagradan, temas que no nos gustan o formas que nos molestan.
Procuramos evitar todo esto con Dios, no queremos que existan estorbos en nuestra oración.
Si tuvieramos que resumir estar tres partes díriamos así:
Invocación.
Adoración.
Sometimiento.
Dios por el Espíritu nos guíe a crecer en nuestras oraciones. Amén