Creados para gobernar

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.” (Génesis 1:26)

Introducción

las características atribuidas a Dios en este pasaje se reflejan en un ser humano

Cuerpo

Creados a su Imagen

Somos hechos a imagen de Dios:

“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” ( Génesis 1:27).

“El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.” (Génesis 9:6).

La teología clásica enseña que Dios carece de partes físicas, dado que Es el Ser Puro; incluso carece de partes metafísicas.

Así pues, para la TC, lo material está en potencia, tanto en movimiento como en cambio; la materia no es eterna. Por tal motivo, Dios no es un ser físico.

Por esa razón, muchos teólogos cuando leen estos texto, se limitan a decir que es una metáfora antropomórfica.

La Biblia refiera a Dios como una especie de corporeidad, que desde luego está lejos de nuestro entendimiento.

Ojos u oídos: Salmo 34:15 “Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos.”

Boca de Dios: Mateo 4:4 “El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”

El brazo de Dios y mano: Salmo 98:1 “Cantad a Jehová cántico nuevo, Porque ha hecho maravillas; Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.”

Salmo 8:3 “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste,”

Isaías 64:8 “Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.”

La imagen de Dios en el hombre, representa algo más que un aspecto físico

“Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.” (Génesis 5:3).

“El hombre había de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior, como en el carácter” (PP 25).

Esa imagen se hacía más evidente en términos de su naturaleza espiritual.

Vino a ser un “ser viviente”.

dotado de libre albedrío.

una personalidad autoconsciente. CBA 1:228.

Somos representantes de Dios

Este relato presenta a los seres humanos como representación de Dios en la tierra.

En el antiguo Oriente Próximo, los reyes erigían imágenes de sí mismos indicando regiones que estaban apropiadamente dentro sus dominios.

Por tanto, como imagen de Dios, el hombre indica con su sola presencia que Dios gobierna la la tierra. [Doug Kennard, Bio-Ethics from Image of God and Soul, pág. 43-54.]

Creados a su semejanza

Distinción divina vs humana

Esta palabra puede referir, a lo que, los teólogos llaman “a se”, la aseidad divina, el hecho que Dios no necesita nada de su creación para subsistir.

Así también, la evidente distinción entre Creador y criatura. No somos iguales a Dios, somos semejantes.

Parecidos a Dios

Semejanza refiera a algo parecido, pero no igual.

El Salmista dice, “Le has hecho poco menor que los ángeles [elohím], Y lo coronaste de gloria y de honra.” (Salmo 8:5).

“Pues lo hiciste casi como un dios [elohím], lo rodeaste de honor y dignidad” (DHH).

¡Nos creaste casi igual a ti [elohím]! Nos trataste como a reyes (TLA).

Fuimos hechos semejantes a Dios, eso dice el texto.

"imagen y semejanza" son las capacidades esenciales para poder comunicarse con Dios”. [Daniel Carro, CBMH. 50].

Los animales, no son imagen ni semejanza divina, aunque es posible que se comuniquen con Dios, la Biblia, no habla de ellos como seres a imagen de Dios.

Creados para señorear

Creados con un propósito

“Imagen y semejanza de Dios” significa que los humanos funcionan como representación y representante de Dios.

La imagen de Dios indica que el ser humano es el representante de Dios en la tierra; el hombre representa a Dios como soberano y creador a la vez. [Doug Kennard, Bio-Ethics from Image of God and Soul, pág. 43-54.]

Señorear

La relación del hombre con el resto de la creación es la de un gobernante.

Al transferir a Adán el poder de gobernar sobre “toda la tierra”, Dios tenía el plan de hacer del hombre su representante, o virrey, sobre este planeta.

Esta frase abarca todas las cosas de esta tierra no mencionadas por nombre, incluso “las bestias del campo” (Sal. 8:6–8).

Con todo, Dios limitó la supremacía del hombre a esta tierra; no le confió a Adán el dominio sobre los cuerpos celestes. CBA 1:228.

Conclusión