Tallados por Cristo para ser familia

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En la vida familiar a veces hay cambios drásticos entre padres e hijos.
Padres que son creyentes con hijos que viven bastante alejados del Señor. Padres no creyentes con hijos que de han entregado a Cristo.
Es posible que haya familias de padres creyentes con hijos creyentes.
¿Cómo debemos responder en cualquiera de estos casos?
¿Qué quiere Cristo de los hijos?
¿Y qué clase de hijos deberíamos ser en cualquiera de estos casos?
¿Qué sucede y cuál es la responsabilidad de los hijos con el legado de fe de los padres?
¿Cómo serían los hijos en las manos de aquel carpintero que podría formar hijos para la Gloria de Su Nombre? Después de Abraham, Isaac, Jacob, los 12 hijos de Jacob, y aún después del tiempo de Moisés, Josué, Samuel, hubo un periodo oscuro para el pueblo de Israel.
El pueblo de Israel se volcó a la idolatría y había abandonado la Palabra de Dios o La Ley de Dios.
Dios hace juicio sobre Israel. Vino el rey de Asiria y se llevó cautivo al pueblo. Este fue el motivo:
2º Reyes 17:7–13 RVR607 Porque los hijos de Israel pecaron contra Jehová su Dios, que los sacó de tierra de Egipto, de bajo la mano de Faraón rey de Egipto, y temieron a dioses ajenos, 8 y anduvieron en los estatutos de las naciones que Jehová había lanzado de delante de los hijos de Israel, y en los estatutos que hicieron los reyes de Israel. 9 Y los hijos de Israel hicieron secretamente cosas no rectas contra Jehová su Dios, edificándose lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fortificadas, 10 y levantaron estatuas e imágenes de Asera en todo collado alto, y debajo de todo árbol frondoso, 11 y quemaron allí incienso en todos los lugares altos, a la manera de la naciones que Jehová había traspuesto de delante de ellos, e hicieron cosas muy malas para provocar a ira a Jehová. 12 Y servían a los ídolos, de los cuales Jehová les había dicho: Vosotros no habéis de hacer esto. 13 Jehová amonestó entonces a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres, y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas.
Decadencia moral.
Idolatría, dioses ajenos.
Estatutos de las naciones y no la Ley de Jehová.
Recibieron advertencia: Volveos de malos caminos y guardad mis mandamientos, ordenanzas.
No escucharon.
“..conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres, y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas.
Dios encomienda a padres para que pasen la Ley a sus hijos.
Muchos hijos no entendían el propósito de Dios.
No entienden por qué Dios forma un pueblo Israel.
No entienden por qué es importante La Ley de Dios.
No hacen caso a los profetas.
Totalmente desalineados a lo que recibieron sus padres.
Uno de los hijos que no logra comprender la fe de sus padres es Manasés.
Ezequías es un varón temeroso de Jehová:
2º Reyes 18:1–3 RVR601 En el tercer año de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías hijo de Acaz rey de Judá. 2 Cuando comenzó a reinar era de veinticinco años, y reinó en Jerusalén veintinueve años. El nombre de su madre fue Abi hija de Zacarías. 3 Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre.
Ezequías hace lo recto ante los ojos de Jehová.
Entiende los propósitos que tienen como pueblo.
Entiende el esfuerzo de su padre David.
Ezequías sabe a quien sirvió David su padre.
Es un hijo que no ha olvidado las promesas dadas a sus padres.
2º Reyes 18:4–7 RVR604 El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán. 5 En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. 6 Porque siguió a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. 7 Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. El se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió.
Quita la idolatría de Israel, monumentos, símbolos.
En Jehová Dios pone su esperanza, la esperanza que tenía David su padre.
“..ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá.”
Título de más grande honra.
Guarda los mandamientos de Jehová dio a sus padres.
Guarda la Ley de Moisés.
Jehová estaba con él a donde quiera que él iba.
Dios le extendió la vida 15 años porque lo sanó de una enfermedad y Dios le dio paz a él y al pueblo mientras él reinaba.
2º Reyes 20:21 RVR6021 Y durmió Ezequías con sus padres, y reinó en su lugar Manasés su hijo.
Que padre y hombre de fe que tuvo Manasés.
No hubo mejor rey que Ezequías. 📷

MEDITEMOS EN LA PALABRA

Algunos principios de la Biblia para los hijos:

Los hijos tallados por Cristo honran el legado de fe de sus padres, anhelando la Ley de Dios y guardándola en su corazón, viviendo en rectitud a los ojos del Señor y preparándose para transmitir el legado a una siguiente generación.

Esta aplicación inicialmente va para quienes tenemos padres creyentes.
Josías el rey, siendo tan joven, anduvo en los caminos de su padre David. No perdió nunca su identidad de creyente ni de hijo, a pesar de que tuvo un padre y un abuelo idólatras y perversos.
Muchos de nosotros hemos también recibido la fe de nuestros padres.
Pero ¿hemos descuidado el tesoro más grande que como hijos hemos recibido?
Acaso como Manasés, ¿nos hemos apartado hacia caminos lejos de la Palabra del Señor?
Si en tu vida la Palabra del Señor no es la autoridad máxima, entonces lo has hecho.
Y tal vez todos lo hemos hecho de alguna manera.
Hoy es día de buenas noticias hermosas para quienes quieran dejar sus propios pensamientos y su propia ley, para tomar la del Señor, y para andar en rectitud ante los ojos del Señor.
Hijos e hijas dispuestos a reconocer su error y empezar a guardar como hijos la Palabra del Señor en nuestros corazones.
Proverbios 23:19 RVR6019 Oye, hijo mío, y sé sabio, Y endereza tu corazón al camino.
Manasés tuvo al mejor padre que podía haber, a Ezequías, nombrado como el mejor rey de Judá.
Un padre temeroso de Dios no garantiza hijos temerosos de Dios, pero hijos que estén dispuestos a enderezar su camino, conocerán a Dios y Él oirá.
Si hemos recibido el legado de fe de nuestros padres, hagamos que esa sea la máxima prioridad en nuestra vida también y un legado que como hijos hoy un día dejaremos como padres mañana.

Los hijos tallados por Cristo pueden comprender los propósitos de Dios para sus vidas y están dispuestos a corregir los errores de los padres con humildad y humillación ante el Señor, sabiendo que a partir de ellos puede venir una generación de fe que vivan entregados a las manos del Salvador Jesucristo.

El joven Josías de 8 años tuvo como padre y abuelo a los reyes más idólatras y apartados del Señor, pero comprendió que Dios tenía propósitos especiales para él a pesar del pecado de sus padres.
Tal vez ese es nuestro caso, que nuestros padres no son creyentes.
Cristo sigue amándonos y está dispuesto a iniciar con nosotros una generación de fe, si tan solo también estamos dispuestos a corregir los grandes desaciertos de nuestros padres.
Josías escucha la Ley de Dios y se enternece en su corazón, se humilla ante el Señor y puede empezar a vivir para los propósitos del Creador.
Cualquiera haya sido el error y pecado de tus padres, no tienes por qué repetirlo. Puedes ser un hijo que aún por la gracia de Cristo puede alcanzar a sus padres al evangelio.
Solo tienes que estar seguro que vivir entregado a las manos de Cristo es lo único que va a cambiar tu eternidad y la de los que vendrán detrás de ti.
2º Reyes 23:25 RVR6025 No hubo otro rey antes de él, que se convirtiese a Jehová de todo su corazón, de toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni después de él nació otro igual.
Tal vez no vengas de una casa con un padre temeroso, pero fíjate cómo Dios convirtió a Josías en el rey que más se entregó al Señor.

Los oídos del Señor están atentos al sufrimiento de los hijos justos y al llanto de los que se humillan en su corazón delante de Él.

Josías fue oído cuando él lloró.
¿También nosotros deseamos la Palabra de Dios tanto como Él?
¿También nos conmueve el pecado y estar tan lejos del Señor?
Lloró porque sus padres y el pueblo no anduvieron en el camino de Jehová y trajeron juicio.
El escucha a los justos.
¿Te ha escuchado llorar el Señor?
¿También te conmueve el mal?
2º Reyes 22:18–19 RVR6018 Mas al rey de Judá que os ha enviado para que preguntaseis a Jehová, diréis así: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Por cuanto oíste las palabras del libro, 19 y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores, que vendrán a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová.
El está dispuesto a tomarnos si tuvíesemos un corazón a los hijos enternecido por Su Palabra.

CONCLUSIÓN

Cualquiera sea la situación que tenemos como hijos. El legado de fe es para honrar, porque son los propósitos que Dios tuvo para con nuestros padres, tiene para con nosotros y es el propósito que Dios quiere que transmitamos a nuestros hijos.
Un legado de fe que esté totalmente fundado en la Palabra de Dios, sustentado por Su gracia.
Ese es el legado que los hijos debemos cuidar, eso es lo que hará que nuestras familias sean familias que vivan para dar verdera Gloria a Dios.
Vamos a orar.
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