Tres verdades teológicas que debemos saber a la hora de anunciar el evangelio

Judas 17–23 RVR60

17 Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; 18 los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. 19 Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu. 20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, 21 conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. 22 A algunos que dudan, convencedlos. 23 A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.

INTRODUCCIÓN

Ya he mencionado en los mensajes anteriores que para hablar a otros de Cristo y de su glorioso evangelio, no es un requisito realizar un curso teológico, o tener cierto grado de estudio de teología sistemática, o teología propia. (El estudio de esto es importante, que no se mal entienda lo que quiero decir).

No es necesario que seamos eruditos bíblicos para compartir el mensaje, de que Jesucristo a su tiempo murió por los impíos, fue sepultado y que resucito al tercer día, para proveer la justificación o el perdón completo de nuestros pecados y hacernos aceptos delante de Dios.

De hecho en la Biblia tenemos varios ejemplos de hombres y mujeres que a penas tuvieron un encuentro con el Señor, e inmediatamente salieron por toda la ciudad, anunciando a Cristo a los hombres. Tal es el caso de la mujer samaritana, o el ciego de nacimiento, que en una ocasión dijo incluso no saber quien era Jesús, pero agregó afirmando que lo único que sabía de Él es que él mismo era ciego y que Jesús le había hecho ver.

Así que como vemos, sólo es necesario que nosotros mismos hayamos experimentado su amor y su salvación en nuestras propias vidas. Eso nos hace aptos para compartir a Cristo con otros.

Sin embargo hermanos, se nos exhorta a que tengamos memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles y los profetas de nuestro Señor Jesucristo.

Y con dificultad recordaremos aquellas cosas que no sabemos o que nunca hemos leído o estudiado. De manera que debemos ser estudiantes de estas cosas.

Se nos llama a convencer y la idea de este verbo arrebata la contención porque habla de mostrar gracia y misericordia con los que dudan. No odio y peleas.

Se nos exhorta a que salvemos, literalmente rescatemos a aquellos que está camino al infierno de fuego.

Y de otros nos dice Judas que tengamos misericordia con temor, aborreciendo aún la ropa contaminada por su carne. Como hablando de aquellos que sin temor de Dios y abiertamente se revelan contra Él.

Hermanos, para que podamos cumplir con está gran responsabilidad es imperativo que permanezcamos en Cristo y en su Palabra.

Debemos conocer la Palabra de Dios y entender las verdades que los apóstoles y profetas de Dios nos han enseñado y que Dios mismo nos ha revelado en su Palabra.

De está manera podremos mostrar gracia a unos, ayudar a otros quitándolos del camino al infierno y tener misericordia de los perversos.

Y ¿qué verdades debo conocer pastor?

Puede parecer muy simple la respuesta hermanos, pero lo que debes conocer es la Biblia y para eso tendrás que leerla, escucharla y estudiarla constantemente.

Sin embargo en este mensaje quiero mostrarte tres verdades teológicas que te ayudarán a comunicar el evangelio a otros.

Ojo, no son las únicas que debes saber y el orden en el que las voy a presentar tampoco infieren. Simplemente quiero recordarle a algunos estás verdades y posiblemente enseñarle a otros estas doctrinas de la Palabra de Dios.

LA ANTROPOLOGÍA

La antropología es el estudio del hombre, es mejor conocida como la doctrina del hombre. Se le llama antropología ya que viene de las palabras griegas άνθρώπος, cuyo significado es hombre y λόγος que significa palabra o discurso.

Por tanto, la antropología es el discurso del hombre y este término hace referencia al estudio de la doctrina del hombre.

Cuando yo estudié antropología en la universidad me enseñaron que el hombre era un animal superior al resto de los seres vivos que a través de los millones de años fue evolucionando hasta llegar a la cúspide en la que nos encontramos.

También me enseñaron que el objeto de estudio de este saber es la humanidad como un todo, comienza con el hombre y termina con el hombre.

Esto es no tomar en cuenta a Dios evidentemente.

Ahora, eso fue en la universidad no cristiana obviamente estudié la antropología en el instituto Bíblico, más adelante tuve que reforzar el saber en el seminario y ahora en la maestría estoy estudiando esta doctrina para mantener frescas las verdades de la Palabra de Dios.

Así que en todo este tiempo he estudiado las diversas opiniones que hay entre cristianos y no cristianos sobre el origen del hombre.

Usualmente, quienes no son cristianos sostienen la evolución atea o humanista.

Algunos cristianos defienden un punto de vista mediador, según la cual Dios comenzó el proceso pero lo hizo a través de la evolución; sostienen, pues, un evolucionismo teísta.

Otros cristianos defienden alguna forma de creación, ya sea por orden divina (acto de Dios) o alguna forma de “creación en desarrollo”

No es mi intención, en esta ocasión que estudiemos cada una de ellas, pero si me gustaría mencionar que el hombre tiene su origen en Dios, quiero decir, el hombre existe porque hubo un ser superior que quiso dar origen a los hombres.

No somos una causalidad que se formo de la nada, tampoco somos una especie de animales super desarrollados.

a) Somos seres creados directamente por Dios.

Génesis 1:27 RVR60

27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Génesis 5:1 RVR60

1 Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.

Génesis 2:7 RVR60

7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

El hombre fue creado por Dios del polvo de la tierra, eso explica la razón del porque el cuerpo humano contiene elementos químicos similares a la tierra, como el Carbono, el Oxígeno, el Hidrógeno, el Nitrógeno, el Fósforo entre otros.

b) Dios creó los géneros masculino y femenino

Génesis 1:27 RVR60

27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

De acuerdo con este relato, Dios creó directamente al hombre y la mujer; no evolucionaron de formas inferiores de vida.

Dios les dio su género al crearlos hombre y mujer.

Estas declaraciones en el texto no permiten forma alguna de evolución, ni de mutación o cambios de géneros.

Por eso como cristianos no podemos aceptar cualquier forma de homosexualidad, lesbianismo, bisexualismo, las mismas son perversiones pecaminosas y no podemos ver esto como algo que Dios ha creado, incluyendo aquellas que están siendo más aceptadas en la cultura, las cortes, los gobiernos e incluso algunas iglesias y por supuesto la sociedad en general. ¿Por qué?, porque son contrarias al diseño natural de Dios y su propósito para la actividad sexual que Dios ha creado.

Cualquier intento de alteración de género es una rebelión directa contra Dios y es una rebelión influenciada por Satanás mismo, quién es el autor original de la rebelión contra Dios.

El Señor Jesucristo afirmó esta misma verdad.

Mateo 19:4 RVR60

4 Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo,

Y desde el principio la unión de un varón y una hembra produce varoncitos y hembritas. Todo lo demás es una desviación y perversidad que se rebela contra el Creador.

c) Dios creó al hombre como un ser único

Si el hombre evolucionó, entonces sólo es una forma animal superior, sin sensibilidad ni responsabilidad moral.

Sin embargo, las Escrituras presentan al hombre como una criatura moral, responsable ante Dios.

El hombre también tiene alma, por tanto es eterno.

Génesis 2:7 RVR60

7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

El alma es la esencia espiritual del ser humano y al igual que el cuerpo físico, tiene u origen en la obra creadora de Dios. Alma es el término que se usa para referirse al aliento. Por eso vemos en el texto el origen de la primera alma humana, no apareció de la nada ni evolucionó lo que sería algo inexplicable.

Dios la creó. Y según la revelación Bíblica el alma es eterna.

La inmortalidad del almas es una enseñanza que muestra que el alma no está sujeta a la muerte o a la desaparición. Sin embargo, la que pecare dice Dios está sujeta a una separación eterna en el hades, o el infierno de fuego.

En la parábola del rico y Lázaro, Jesús describe a un hombre pobre que disfruta del consuelo del cielo tras morir y a un hombre rico que experimenta los horrores del infierno después de su muerte. Esto no da lugar a pensar que no hay eternidad y que dejaremos de existir después que este cuerpo se muera al contrario.

Entonces, ¿por qué debemos conocer esta verdad bíblica, por qué debemos conocer la antropología bíblica?

1. Porque es la absoluta verdad. Porque Dios que no miente nos ha revelado el verdadero origen del ser humano.

2. Porque esto nos prepara para poder responder con argumentos y así poder alcanzar a los hombres que están en el mundo creyendo todo lo que la antropología filosófica humanista esta enseñando a los hombres.

Lo más importante no lo hemos mencionado, pero lo haremos en la próxima semana.