La condición de la persona que tiene a Cristo (Efesios 2:4-10). Juntamente con Cristo v, 5, 6 y 7 en Cristo Jesús.

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La condición de toda la raza humana sin Jesucristo. 2:1–3.
La condición de la persona que tiene a Cristo (Efesios 2:4-10). Juntamente con Cristo v, 5, 6 y 7 en Cristo Jesús.
Después de mencionar la situación triste y trágica de la humanidad, el autor cambia el tono de la misiva y habla de lo que Dios ha hecho a pesar del cuadro desolador del hombre. Parece que Pablo vuelve en el v. 4 al pensamiento que quiso iniciar al comienzo de este capítulo, una descipción de lo que Dios ha hecho para nosotros (vv. 4–10). Menciona la solución divina al dilema humano. Hendriksen.
El versículo 4 comienza con un contundente giro adversativo: Pero Dios … Estas dos palabras enfrentan la desesperada condición de la humanidad caída con la iniciativa gratuita y la acción soberana de Dios. Éramos objetos de su ira, Pero Dios … por su gran amor por nosotros nos tuvo misericordia. Estábamos muertos, y los muertos no resucitan, pero Diosnos resucitó con Cristo. Éramos esclavos, en una situación deshonrosa e impotente, pero Dios nos ha levantado con Cristo y nos ha colocado a su diestra, en una posición de honor y poder. Por lo tanto, Dios ha actuado para revertir nuestra condición pecaminosa. Es esencial colocar ambas partes de este contraste juntas, es decir, lo que somos por naturaleza y lo que somos por gracia, la compasión humana y la condición divina, la ira de Dios y el amor de Dios. Algunas veces se critica a los cristianos por estar mórbidamente preocupados con sus pecados y sus culpas. La crítica es injusta si estamos enfrentándonos a verdades acerca de nosotros mismos (nunca es malo mirar la realidad cara a cara), pero sí lo es cuando dejamos de glorificar la misericordia y la gracia de Dios. Stot.
I. Tiene vida (Efesios 2:4-5).
Las palabras: nos dio vida juntamente con Cristo interpretan una expresión griega compuesta por Pablo que significa “nos vivificó juntamente con Cristo”. Según Taylor este verbo compuesto fue acuñado por Pablo para dar “más énfasis a que la salvación es el resultado de la unión con Cristo. La resurrección de Cristo no es nada más la seguridad de la regeneración espiritual; también es el medio de la regeneración”. Esta fue la obra de Dios en el Espíritu Santo, la regeneración espiritual de los pecadores muertos. La muerte espiritual responde positivamente al Espíritu de Dios quien obró en la resurrección de Cristo, dándonos vida espiritual. Pablo inserta aquí una exclamación: ¡Por gracia sois salvos!, anticipando el pensamiento que trata más extensamente más adelante. Recalca que la salvación viene de una fuente fuera del hombre y no corresponde a ningún mérito ni valor que tuviese. Tanto la resurrección de Jesús como la regeneración de nuestras almas es obra de la gracia de Dios, la que se manifiesta por medio de su misericordia y amor. Uno de los temas favoritos del apóstol Pablo es la gracia y no se cansa de mencionarla (ver 1:2, 7, 8). Todo lo que Dios hace y el creyente recibe es por gracia. MH.
Primero, es una vida iniciada por Dios (4–5). En Cristo la historia irrumpió en la situación trágica de la humanidad, y hoy El invade o irrumpe en el estado pecaminoso de cada hombre arrepentido para traer salvación. Tal es la fuerza de la poderosa cláusula de Pablo: Pero Dios. Dios siempre cambia la situación. Aun estando nosotros muertos en pecados, su amor estaba obrando en nuestro favor (cf. Ro. 5:6, 8). La misericordiaes la disposición de Dios hacia seres pecaminosos, pero el amor es su móvil por todo lo que El hace por ellos. La misericordia es rica (inagotable), pero el amor es grande (indescriptible y magnánimo). Es “debido a” ese gran amor, y no “a través de” ese amor que Dios nos escogió y nos dio vida juntamente, o “nos vivificó juntamente” (BJ., 5). La palabra traducida juntamente no aparece en el original como una sola palabra, sino que es formada por la adición del prefijo synal verbo “vivificar”. Pablo acuñó este verbo compuesto, sin duda alguna para dar más énfasis a que la salvación es el resultado de la unión con Cristo (cf. Ro. 6:6, 8; Col. 2:12; 2 Ti. 2:11). La resurrección de Cristo no es nada más la seguridad de la regeneración espiritual; también es el medio de la regeneración. Seres humanos muertos son resucitados de la muerte espiritual en y con el Cristo resucitado, y todo ello es iniciado por el amor de Dios (cf. Ro. 6:11). Para la discusión del resumen espontáneo que Pablo hace del evangelio, por gracia sois salvos, véanse los comentarios sobre el versículo 8. Beacon.
a. Lo hizo porque tiene mucha misericordia.
Menciona dos características de Dios, su misericordia y su amor.En contraste con lo que ofrece el hombre pecador, el autor presenta a Dios como rico en misericordia a causa de su gran amor. Rico en misericordiasugiere la circunstancia o razón por la que Dios nos dio vida. MH
El Diccionario General Ilustrado de la Lengua Española VOX dice que misericordia es la “virtud que inclina el ánimo a compadecer las miserias ajenas y a tratar de aliviarlas debidamente”. Un segundo sentido dado es: “Atributo divino en cuya virtud Dios perdona y remedia los pecados de sus criaturas.” Los dos sentidos caben aquí. Dios se compadece de la situación miserable del pecador y toma la iniciativa en perdonar los pecados causantes y los pecadores resultantes. Esta misericordia es grande, abundante y generosa. MH
b. Lo hizo porque nos amó.
Esta misericordia es el resultado de su gran amor con que nos amó. El amor es la esencia del carácter divino y Pablo lo repite de dos maneras para énfasis: amor como sustantivo y amor en forma verbal. Este gran amor es el amor compasivo que se da de sí mismo en Cristo (ver 1:5) con que él nos ha amado, en contraste con la ira de Dios mencionada en el v. 3. Este amor es para las mismas personas que éramos los objetos de esa ira divina. El nosotrosdel v. 3 se convierte en nos en el v. 4 como el objeto del amor y la misericordia de Dios. Este amor no se ciega al pecado, sino que responde a la altura que demanda la gravedad de la causa de la ira. ¡Qué glorioso es ser amado con un amor tan compasivo que a pesar del estado anterior que merecía la indignación de Dios nos dio otra oportunidad! MH
II. Esta sentado en los lugares celestiales (Efesios 2:6).
Segundo, la nueva vida en Cristo es vida de resurrección (6–7). Como cristianos, ambos los judíos y los gentiles, participamos no sólo de la resurrección de Cristo sino también de su exaltación. Dios juntamente con él nos resucitó (synegeiro), y asimismo nos hizo sentar (synkathizo). Estos verbos están en el tiempo aoristo y expresan acción puntiaguda y terminada. Tal como Bruce escribe: “… los creyentes son vistos como si ya estuviesen sentados allí con Cristo, por el acto y propósito de Dios. Y efectivamente, vivimos temporalmente en la tierra y sólo en tanto que permanezcamos en este cuerpo; pero ‘en Cristo’ estamos sentados con Cristo donde El está.” Este es el significado de en los lugares celestiales (véanse los comentarios sobre 1:3). El cristiano, habiendo sido elevado “del infierno más profundo al mismísimo cielo” (Calvino) disfruta de la vida y la ciudadanía en el cielo (cf. Fil. 3:20). MH
Complementando la idea de la vivificación, o sea la regeneración espiritual, Pablo continúa diciendo: Y juntamente con Cristo Jesús, nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales (v. 6). Como en el versículo anterior encontramos aquí dos verbos compuestos que lit. quieren decir: Nos resucitó con él y nos sentó con él. La regeneración espiritual sigue con dos acciones divinas más: la resurrección espiritual y la unificación espiritual juntamente con Cristo Jesús. Acto seguido de ser resucitado, Jesús salió de la tumba. Así, al recibir nueva vida el creyente se levanta de su lecho entre los muertos, sale de ellos y entra en una nueva relación y una nueva comunión con Cristo Jesús. Esta referencia nos recuerda lo que Pablo escribe en 1:20, donde menciona la resurrección poderosa y victoriosa de Jesús. Todo esto confirma la obra completa de la salvación por fe en Jesucristo. Tenemos una salvación totalmente terminada y segura. Esto describe el nuevo estado en el cual se halla el creyente en contraste con el estado pasado descrito en los vv. 1–3. MH
Clave en esta nueva relación y estado del creyente es la expresión juntamente con Cristo Jesús. Para dar más énfasis a esta relación La Biblia de las Américas interpreta estas acciones de la siguiente manera: “Con él nos resucitó y con él nos sentó.” Donde está Jesús, allí está el creyente gozándose de la victoria y los beneficios logrados por él. En los lugares celestiales sugiere que espiritualmente ya disfrutamos del cielo. En un sentido podemos decir que el cielo ha venido a nosotros en Cristo quien mora en nosotros. Y esto a pesar de las limitaciones temporales y terrenales que aún experimentamos en este cuerpo físico. MH
Aplicación
2:5–6 nos dio vidanos resucitónos sentó. Estos son eventos históricos de la vida de Cristo: su resurrección de entre los muertos y su entronización a la diestra de Dios. Pero Pablo también los aplica a los creyentes. Enseña una unión entre Cristo y quienes van a confiar en Él (1:3; Col 3:1–4), de modo que lo que se dice del Redentor puede decirse también de los redimidos. Lo que ocurrió una vez con Jesús ocurrirá también un día con todos los creyentes (2 Co 4 :16): Ellos resucitarán en gloria cuando Él regrese (Ro 8:11; 1 Co 1 5). Por ahora, hay una mente renovada (4:23–24; Ro 12:1–2), una nueva identidad como hijos de Dios (Ro 8:14–17) y una nueva capacidad de vivir libres del control de Satanás (Ro 8:1–4; 2 Co 5 :17). Todas estas realidades son parte de lo que significa para el creyente estar unido a Jesucristo en su resurrección. Sproul.
III. Es un claro ejemplo de la gracia salvadora de Dios (efesios 2:7).
El propósito de esta vida resucitada y exaltada del nuevo hombre es que pueda mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús (7). “En el futuro sin límites, conforme cada edad es seguida por otra”, seres humanos resucitados espiritualmente desplegarán la gracia de Dios. Nótese la repetición del tema de alabanza en 1:6, 12, 14. Beacon.
Las palabras que siguen (v. 7) son una explicación de la razón divina y del propósito eterno de Dios en la obra salvadora que hizo en Cristo Jesús. Resume lo que Pablo ha descrito tan elocuentemente en la primera división de esta carta (1:3–14). Para mostrar señala propósito y podría ser interpretado como “con el fin de demostrar” o “como evidencia de”. Se refiere a las tres acciones mencionadas en p 135 vv. 5 y 6, las cuales darán evidencia de o demostrarán en las edades venideras las superabundantes riquezas de su gracia, por su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús (v. 7). MH
En las edades venideras, lit. por los siglos, habla del futuro y podría entenderse con “por todo el tiempo venidero”. Lo que Dios ha hecho (vv. 4–6), lo ha hecho para poder continuar demostrando su gracia p 136 abundante a través de las edades venideras. Vaughan sugiere que “los creyentes son trofeos de la gracia de Dios, y su designio es exhibir en ellos la incomparable riqueza de esa gracia”. Esta frase contiene un mensaje misionero y señala el propósito misionero que Dios tiene para su iglesia. MH
No pudiendo contenerse, Pablo prorrumpe en palabras superlativas para describir las superabundantes riquezas de su gracia. Superabundante (uperbállo 5235) significa una abundancia que sobrepasa, y usado con riquezasimplica una riqueza que no tiene medida ni límites. Pablo ya había mencionado las riquezas de Dios respecto a su gracia en 1:7, la gloria de su herencia en 1:18 y de su misericordia en 2:4. Esta gracia tan abundante es una manifestación de su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús. Podríamos entender la bondad de Dios como su benevolencia o su buena voluntad para con nosotros en Cristo Jesús. MH
La voluntad de Dios siempre ha sido hacernos el bien. Esto lo ha hecho en Jesús. Cada nuevo creyente es un trofeo glorioso que exhibe esta bondad divina que nos vivifica (da vida), nos resucita y nos sienta en victoria y gloria juntamente con Cristo. El avance misionero del evangelio aumenta la perspectiva de esta exposición maravillosa. MH
IV. Es salvo (efesios 2:8-9).
‘Salvados’ es un participio perfecto (sesōsmenoi). Enfatiza las consecuencias permanentes de la acción salvadora de Dios en el pasado, como si Pablo dijera: ‘Ustedes son pueblo que ha sido salvado y permanece salvo por siempre.’ Stott
La fe no presenta demanda alguna, no sea que ella también fuese llamada un “mérito” o una “obra”. Si tal cosa pasara, el hombre creyente tendría el derecho a jactarse, o a gloriarse en sí mismo (cf. Ro. 4:2). La fe es la respuesta gratuita y obediente del hombre a las divinas invitaciones o súplicas de la salvación. Pero cuando la fe opera y el pecador posee el gozo de la nueva vida, la declaración espontánea es: “¡Todo viene de Dios!” Beacon.
Las palabras traducidas sois salvostambién pueden ser traducidas habeis sido salvados, porque la estructura verbal en el griego da a entender un hecho consumado, pero en que el beneficiario continúa y continuará gozando de sus beneficios. MH
Esto no de vosotros a primera vista sugiere la fe, como parece lógico y correcto pensar que aun la fe proviene de Dios. La mayoría de los comentarios concluyen sugiriendo que “esto” se refiere a toda la obra salvadora, “salvos por gracia por medio de la fe”, como don de Dios. Pablo añade no es por obras, para que nadie se gloríe. La obra salvadora de Dios, dada la condición desesperada del pecador, no deja lugar para la jactancia ni el orgullo. Enfáticamente el Apóstol ha repetido y esto no de vosotrosy no es por obras para demostrar que la salvación no viene como resultado de los esfuerzos ni méritos humanos. Sólo hay que creer, tener fe, confiar en Dios. MH
2:8 habéis sido salvados. La salvación es una acción completa que tiene un efecto en el presente. En sus cartas anteriores, Pablo habla de la salvación ya sea como un evento futuro (Ro 5:9–10) o como un proceso actual (1 Co 1 :18; 2 Co 2:15). Una excepción es Ro 8:24, donde Pablo sitúa la salvación en el pasado, pero aclara que deberá consumarse cuando Cristo regrese: “en esperanza hemos sido salvados”. Puesto que, en última instancia, la salvación abarca varias realidades, entre ellas la predestinación, la regeneración, la justificación, la adopción, la santificación y la glorificación, el apóstol puede hablar de ella como un evento pasado (predestinación, regeneración, justificación, adopción), un proceso actual (santificación) y una realidad futura (glorificación). Cualquiera sea el énfasis de cada pasaje, todos cuantos de verdad experimenten uno de los aspectos de la salvación, experimentarán sin duda todos los demás (Ro 8:28–30). La salvación es una acción terminada que tiene un efecto en el presente, porque es cumplida por Dios e indudablemente será consumada en toda su plenitud. Todos los que tienen fe verdadera, habiendo sido justificados, serán ciertamente glorificados. Sproul.
Y esto no de vosotros, sino que es don de Dios. Lo más probable es que este paréntesis se refiera a la totalidad de los elementos de la salvación por gracia mediante la fe como un don de Dios. Otros, sin embargo, piensan que “esto” se refiere específicamente a la “fe”. Cualquiera sea el caso, y puesto que la fe forma parte de la suma total de la salvación, la fe misma debe ser entendida como un don de Dios y no como un logro humano. Los pecadores dependen del don gratuito de Dios para responder a Cristo con fe desde el momento de la conversión. Pablo hace explícito aquí lo que está implícito en otras partes del Nuevo Testamento acerca de la fuente final de la fe que salva (Hch 13:48; Fil 1:29). Sproul.
2:9 no por obras. La muerte espiritual, el dominio por parte del diablo y de los deseos impuros, y la exposición a la ira divina que caracterizan tanto a los gentiles como a los judíos separados de la iniciativa amorosa y gratuita de Dios en Cristo, muestran que la salvación es por completo una obra de Dios, recibida solo por fe, y de ningún modo depende de las intenciones o acciones de aquellos a quienes Dios salva. La absoluta dependencia del cristiano en la gracia y la bondad divina (v. 7) acalla toda jactancia humana (Ro 3:19–27; 1 Co 1 :26–31). Sproul
Aplicación:
Estos verbos (‘nos dio vida’, ‘resucitó’ e ‘hizo sentar’) se refieren a tres hechos históricos sucesivos en la obra redentora de Jesús, que normalmente se llaman resurrección, ascensión y sesión. Declaramos creer en ellos cuando repetimos el Credo: ‘Se levantó de los muertos al tercer día, ascendió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre.’ Lo que más provoca nuestro asombro, sin embargo, es que ahora Pablo no está escribiendo acerca de Cristo, sino sobre nosotros. No está afirmando que Dios revivió, levantó y sentó a Cristo, sino que nos revivió, nos levantó y nos sentó a nosotros con Cristo. Stott.
V. Hace buenas obras (Efesios 2:10; Tito 2:14).
El autor inspirado concluye explicando el propósito de todo esto en el v. 10. Este versículo “es para corroborar la gran verdad de los vv. 8 y 9, y para dar razón de ella” (Vaughan). No es porobras que uno se salva, sino parahacer buenas obras que uno es salvo. En primer lugar, señala que somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús. Hechura (póiema 4161)significa “cosa que es hecha” o sea obra de las manos, en este caso de Dios. Como tal, hemos sido creados en Cristo Jesús o sea hechos en él. El alma salva es de creación divina. Pablo describe esta idea en otra epístola más ampliamente cuando dice: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Cor. 5:17). El propósito divino es hacer del hombre pecador una nueva criatura completamente de su agrado y que hace las obras que a él le agradan. Que Dios nos ha hecho lo que somos depende de una nueva relación en Cristo con un propósito más elevado. Este propósito se define como las buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas en lugar de las malas obras de Satanás mencionadas en los vv. 1–3. MH
2:10 para hacer buenas obras. Solamente la fe, y no las obras, puede traer aceptación de parte de Dios (vv. 8–9). Sin embargo, las buenas obras son la consecuencia y la evidencia vital e indispensable de vida con Dios (Tit 2:14; 3:8, 14; Stg 2:14–26). Dios escogió a sus elegidos para hacerlos hijos e hijas santos (1:4–5), y ahora los moldea para que sean los nuevos portadores de su imagen (4:24), diseñados para el tipo de vida que se ajusta al carácter de Dios (4:1–6:20). Nuestras buenas obras son el fruto de la salvación, no su causa, y quienes no tienen buenas obras muestran que no tienen una fe salvadora (cp. Ro 6; Stgo. 2:12–26). Ver también la nota teológica “El antinomianismo” en la página 2211. Sproul.
El hombre viejo bajo la influencia de Satanás y sujeto al estilo de vida de esta edad no podría hacer las buenas obras que agradarán a Dios. Nada menos que una nueva creación hecha al estilo de Jesús podría satisfacer este propósito eterno y lograr la voluntad de Dios. Dios ha hecho (preparó de antemano) las provisiones necesarias para un nuevo estilo de vida (para que anduviésemos en ellas). La palabra “andar” en el v. 10 es la misma que se usa en el v. 2 al referirse al andar en los delitos y pecados en otro tiempo, antes de creer en Cristo. Las buenas obras “no son meros accesorios de la vida cristiana, sino parte del plan eterno de Dios para su pueblo” (Vaughan). Como las obras malas formaron parte de la vida anterior del pecador, las buenas obras forman parte íntegra de la vida nueva del creyente. Como antes anduvo el pecador conforme a la corriente de este mundoahora el creyente anda en una nueva manera de vida. MH
Conclusión:
Así termina Pablo el ciclo de la transformación de la muerte a la vida, de las obras malas a las obras buenas. Vemos el cuadro completo de lo que era uno antes de Cristo, lo que hizo Dios en él, el resultado de ésto en aquel que cree, y el porqué de todo esto. De esta manera Pablo acaba de describir la obra de Dios al convertir a una humanidad pecadora en una nueva comunidad salvada por su gracia. MH
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