DOS PADRES, DOS FAMILIAS, DOS DESTINOS
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Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera! En cambio, los malvados son como paja arrastrada por el viento. Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos. Porque el Señor cuida el camino de los justos, mas la senda de los malos lleva a la perdición.
En el mes de Mayo hemos estado hablando sobre el hogar y el rol de la madre. Y ¿Por qué? Porque la familia es la célula fundamental de la sociedad.
En estos últimos tiempos hay un particular empeño en destruir la Familia, con la malsana pretensión de arrastrar en su caída a la sociedad y a la iglesia. Es ataque ha surgido de corrientes neomarxistas que buscan “deconstruir” la sociedad. ¿Y qué es lo que hay que deconstruir? Pues está muy claro, el matrimonio, la maternidad, la familia, la vida, la antropología del sexo. ¿Quiénes están detrás? Son las todopoderosas corrientes ideológicas de género con la aceptación social del aborto y la eutanasia.
Entonces debemos tener ser conscientes de preservar la institución de la Familia. En las familias sanas se forman hombres y mujeres virtuosos que son los forjadores de toda nación.
Está en juego la defensa de nuestros hogares, de nuestros hijos y nietos. Por tal razón, hoy veremos la principal diferencia entre un hogar que tiene a Dios en el centro y otro donde no importa es en los frutos que ambos producen. En este mes que celebramos el Día del Padre veremos el impacto que hace un padre sobre su familia.
EL CASO JUKES vs. EDWARDS
EL CASO JUKES vs. EDWARDS
Un equipo de sociólogos del estado de Nueva York intentó una vez calcular la influencia duradera de la vida de un padre sobre sus hijos y los que siguieron en las generaciones posteriores. En este estudio se investigó a dos hombres que vivieron al mismo tiempo en el siglo XVIII. Los legados duraderos que cada hombre dejó a sus descendientes son tan diferentes como la noche y el día.
El primer hombre estudiado fue Max Jukes, nacido en 1700. No creía en la formación cristiana. Se casó con una muchacha de carácter similar, involucrada en el ocultismo. De esta unión se han estudiado 1.026 descendientes. Trescientos de ellos murieron prematuramente. Un centenar fueron enviados a la penitenciaría por un promedio de 13 años cada uno. Ciento noventa eran prostitutas públicas. Había 100 borrachos. La familia le costó al estado $1,200,000. No hicieron ninguna contribución útil a la sociedad.
El otro hombre estudiado fue Jonathan Edwards, nacido en 1703, fue el célebre pastor colonial y teólogo. Este renombrado erudito fue el principal instrumento que Dios usó para provocar el Gran Despertar en la América colonial. Jonathan Edwards provenía de una herencia piadosa y se casó con Sarah Pierrepont, una mujer de gran fe. Juntos, buscaron dejar un tipo de legado completamente diferente. Entre sus descendientes varones estaban: 300 clérigos, misioneros o profesores de teología, 120 profesores universitarios, 110 abogados, más de 60 médicos, más de 60 autores de buenos libros, 30 jueces, 14 presidentes de universidades, numerosos gigantes de la industria americana, 3 congresistas de Estados Unidos y 1 vicepresidente. Apenas existe una gran industria estadounidense que no haya tenido a uno de los descendientes de Jonathan Edwards entre sus principales promotores. Este fue un legado que perdura, uno que honra y glorifica a Dios.
La diferencia entre estos dos padres, dos familias y dos destinos fue causada por la educación cristiana en el hogar y la conversión del corazón. ¿Qué decisiones tomarás? ¿Qué dirección le darás a tu familia? La vida no es un lecho de rosas. Sin embargo, puedes elegir ir con Dios o puedes elegir ir solo. Confía en el Señor y Él irá contigo. Sí, las tormentas de la vida vendrán y los críticos tendrán sus opiniones, pero el Señor nunca te dejará ni te abandonará.
Hoy veremos el Salmo 1. Este es un salmo de instrucción con respecto al bien y al mal, y pone ante nosotros vida y muerte, bendición y maldición, a fin de que tomemos el camino recto que lleva a la felicidad, y evitemos el que de cierto conduce a la miseria y a la ruina. Nos muestra: la santidad y la dicha de una persona piadosa, en los versos 1 al 3, la pecaminosidad y la miseria del malvado (versos 4-5), y el fundamento y la razón de ambos casos (verso 6).
¿ANDAR EN CONSEJO DE MALOS?
¿ANDAR EN CONSEJO DE MALOS?
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
El salmista comienza por el carácter y la condición del piadoso. El hombre piadoso no anda en consejo de malos. Se pone primero esta parte de su carácter, porque apartarse del mal es el primer paso por el que comienza la sabiduría. Ve a su alrededor gente mala, de los que el mundo está lleno. Se describen aquí por medio de tres epítetos: malos, pecadores, escarnecedores.
Primero son malvados, carentes de temor de Dios. Cuando falta este temor de Dios, el hombre muestra ser pecador, en abierta rebelión contra Dios.
El descuido de no hacer las cosas que se deben hacer, da lugar a la negligencia, luego a hacerse las víctimas y aprovecharse del resto, luego se endurece la conciencia, y el corazón. Así, los pecadores se hacen escarnecedores, desprecian todo lo sagrado, y se burlan de la piedad y toman a broma el pecado.
No se somete a ninguna norma, sino que se deja llevar de todo mal deseo. La persona piadosa no puede menos que verlos con tristeza o lastima. Sus decisiones son tan insensatas y opuestas a los suyos.
El piadoso no anda según los consejos, los criterios, de ellos. No sigue sus principios, ni toma el camino de ellos, ni se sienta para participar en el corro de los burladores, lo cual equivaldría a asociarse con quienes promueven el reino del diablo.
MEDITAR EN LA PALABRA DE DIOS
MEDITAR EN LA PALABRA DE DIOS
Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
El piadoso se somete a la dirección de la Palabra de Dios, y se familiariza con ella. Se interesa realmente y busca con deleite entender más de la revelación de Dios y de su voluntad. El estudio y la práctica de la Ley de Dios es la delicia del hombre piadoso, como el autor del Salmo 19.
El verbo hebreo para “meditar” significa literalmente “musitar: leer y dialogar consigo mismo” sobre las grandes cosas que la Biblia contiene, fijarlas en la mente y en el corazón y experimentar en la vida los beneficios y el poder de ellas.
La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
COMO ÁRBOL FRUCTÍFERO
COMO ÁRBOL FRUCTÍFERO
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
Será como árbol, fructífero y floreciente, pues las bendiciones divinas producen efectos reales. El justo es plantado por la gracia de Dios. Por naturaleza, todos somos olivos silvestres y continuamos siéndolo hasta que somos injertados por el poder del espíritu Santo en el cuerpo de Cristo.
Es plantado junto a los medios de gracia, llamados aquí corrientes de aguas; de aquí saca el justo, provisión abundante de fuerza y vigor. Su fruto es siempre beneficioso.
Plata escogida es la lengua del justo; Mas el corazón de los impíos es como nada. Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento.
Tal como vimos en la ilustración del inicio, las acciones inspiradas por el Espíritu Santo son siempre mejores.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Y su hoja no cae. Su follaje no se marchita, sino que son de hoja perenne.
En cuanto a los que muestran solamente las hojas de profesión cristiana, sin fruto alguno, las hojas mismas, al fin, se marchitarán y caerán; pero si la Palabra de Dios gobierna el corazón, la profesión se conservará siempre verde y fresca; tales laureles no se marchitan.
LA TRISTE SUERTE DE LOS MALOS
LA TRISTE SUERTE DE LOS MALOS
No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.
En general, son todo lo contrario de los justos tanto en carácter como en condición: no llevan fruto, sino como maleza que inutilizan la tierra. Mientras los justos son como árboles útiles, valiosos y fructíferos, los malvados son como el tamo que arrebata el viento son como la parte más liviana de la paja, el polvo que el amo de la era quiere ver lejos de allí, puesto que para nada sirve.
El salmista continua con su descripción, relacionando al malo con el tamo que arrebata el viento, algo insignificante, muerto, que carece de sustancia, sin ninguna utilidad, que no sirve para nada; que posteriormente es arrebatada y puesta en su lugar, donde las cosas que no tiene valor estarán.
para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
No se levantar para reclamar o discutir en el juicio, es decir, serán hallados culpables, y no tendrán lugar alguno en la congregación de los justos, pues ninguna cosa manchada ha de entrar en la Nueva Jerusalén.
En este mundo, no es cosa difícil para los hipócritas, bajo la máscara de falsa piedad y profesión de fe, penetrar en la congregación de los justos y permanecer allí sin ser descubiertos ni perturbados por los pastores o ministros. Pero su falsedad se dará a conocer tarde o temprano. A Dios no se le puede engañar.
Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
ESCOGE HOY EL CAMINO CORRECTO
ESCOGE HOY EL CAMINO CORRECTO
Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.
Finalmente, este versículo nos dice que Dios, se complace de los justos, cuida de ellos y los hace dichosos y prósperos (al menos, espiritualmente). Pero Dios está airado contra la senda de los malos, la cual lleva a los hombres a la ruina y a la perdición.
Al examinar palabra a palabra de estos versículos, meditar y orar sobre ellos, dejémonos ser guiados por el espíritu Santo, para que no caigamos en el camino de los malos, y que procuremos presentarnos a Dios aprobados en todo.
Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Decide hoy el camino que vas a escoger. Arrepiéntete de tus pecados, busca el perdón de Dios y confiesa hoy con tu boca que Jesús es el Señor de tu vida.
Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;
OREMOS