SOLO DI LA PALABRA Y MI SIERVO SANARÁ.

Lucas 7:10 (NBLA)

Cuando los que habían sido enviados regresaron a la casa, encontraron sano al siervo.

INTRODUCCIÓN.

El poder sanador de Jesús durante su ministerio terrenal, siempre tuvo un propósito pedagógico para quienes los presenciaron y para que cuando quedara inscrito en las Escrituras, los nuevos discípulos de Jesús aprendiéramos también.

Cada milagro de Jesús es no solo una muestra de su misericordia para suplir las necesidades humanas más básicas; sino también con el fin de enseñarnos una verdad eterna a poner en práctica.

La gente en los tiempos de Jesús tenía muchas necesidades; de todo tipo, (a igual que hoy), y por eso cuando oían que Jesús estaba por ahí, siempre procuraban ir a donde el estaba.

Lucas 6:19 (NBLA)

Y toda la multitud procuraba tocar a Jesús, porque de Él salía un poder que a todos sanaba.

La gente ya había identificado a Jesús; ya sabía que el tenía el poder para cambiar sus circunstancias, por eso la gente lo buscaba.

Ellos solo veían las circunstancias externas, pero lo que Jesús cuando sanaba a alguien, hacía un cambio más profundo.

Estas sanidades solo era la confirmación ante los hombres que el Hijo del Hombre (Cristo) tienen el poder no solo para sanar, sino para perdonar los pecados.

Lucas 5:24 (NBLA)

»Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados», dijo al paralítico: «A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».

Jesús siempre actuó con gracia hacía las personas que lo buscaban no como una alternativa para sus vidas y sus problemas, sino como la única alternativa para sus vidas. Y hoy, Jesús sigue actuando con esa misma gracia hacia los seres humanos cuando nosotros confiamos en Él y reconocemos que no somos dignos de esta gracia.

Porque recibir una bendición de parte de Jesús no depende del estatus social, del rango, de la afiliación religiosa o de las buenas obras, sino que Jesús quiera hacer algo por nosotros, así como lo hizo en la historia de hoy.

I. ANTECEDENTES.

Lucas 7:1–2 (NBLA)

1 Cuando terminó todas Sus palabras al pueblo que le oía, Jesús se fue a Capernaúm.

Lucas toma esta historia después de presentar en su evangelio una compilación de la enseñanzas de Jesús descritas en el sermón de monte.

Les acaba de enseñar que que significa tener una fe verdadera en el.

Lucas 6:46–49 (NBLA)

46 ¿Por qué ustedes me llaman: “Señor, Señor”, y no hacen lo que Yo digo?

47 Todo el que viene a Mí y oye Mis palabras y las pone en práctica, les mostraré a quién es semejante:

48 es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida.

49 Pero el que ha oído y no ha hecho nada, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin echar cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa».

Ya los que había escuchado a Jesús sabían que lo que Jesús demanda de los que le siguen, es que su fe debe ser auténtica.

¿Como podemos saber que una fe en Jesús es auténtica?

Jesús nos lo dice, porque vienes a Él, oyes sus palabras y las pones en práctica.

Así que una vez más vemos que Capernaum es una ciudad fundamental para el desarrollo del ministerio del Señor Jesús. En toda aquella región Jesús se había convertido en el rabino que más impacto tenían.

2 Y el siervo de cierto centurión, a quien este apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir.

Los detalles y los personajes que Lucas nos da en su evangelio, es posible que a nosotros nos pueden parecer de poca relevancia porque estamos alejados de estos a una distancia de un poco mas de 2,000 años, pero para los lectores del evangelio del Siglo I esto era algo de alta importancia.

Había cierto centurión = el Ejercito romano estaba organizado por legiones es decir un grupo de 6,000 soldados, esas mismas legiones estaban organizadas en grupos más pequeños de 100 soldados cada una llamadas centurias. Quien estaba al frente de estas centurias era un general romano (coronel) conocido como centurión.

La centurias romanas se establecían en algunas ciudades con el fin de mantener la paz dentro de las provincias del imperio.

Esta clase de hombres eran hombres muy especiales, eran escogidos por sus cualidades de resistencia, templanza, capacidad de mando, además que eran hombres de influencia y era tenidos en alta estima por su responsabilidad. Por lo tanto gozaban de cierto nivel político, social y económico de influencia en la comunidad.

Este centurión, tenía un siervo, a quien apreciaba mucho y estaba enfermo y a punto de morir.

Mateo nos da una pista más de la condición del siervo.

Mateo 8:6 (NBLA)

«Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, sufriendo mucho»

Ni Mateo, ni Lucas nos dicen con exactitud cual era esta enfermedad, lo que si podemos deducir es que era muy grave pues lo tenía postrado en cama, sufriendo mucho y a punto de morir.

Para nosotros la actitud de preocupación de parte del centurión nos puede parecer hasta cierto punto normal, pero en el contexto del Siglo I; las cosas no son como nos parecen.

De acuerdo a la ley romana, un esclavo era considerado como una herramienta viva, no tenía derechos, su amo podía maltratarlo e incluso matarlo si quería.

De acuerdo a la ley, este hombre podía deshacerse de este siervo suyo y simplemente remplazarlo por otro sin ninguna clase de remordimiento.

Sin embargo, para el centurión, su siervo le era de gran aprecio,

¿Porque le era de gran aprecio?

No lo sabemos con exactitud, pero seguramente era un siervo leal, fiel, responsable, diligente obediente, y seguramente todas estas cosas habían abonado para el aprecio que el centurión tenía por el.

Aplicación I = Como hijos de Dios estamos llamados a que nuestra conducta sea digna, respetuosa, responsable, obediente y diligente para honrar a Dios con ella, pero al mismo tiempo, Dios honra a los que le honran, si Honras a Dios en tu trabajo, el te va a honrar con los clientes, tus jefes, tus maestros, tus lideres en la congregación, etc.

Tal era el aprecio que no quería que este siguiera sufriendo más, por lo que estaba dispuesto a hacer lo que estuviera en su mano para ayudarle.

También nos habla del buen corazón de este centurión, porque era alguien que sabía apreciar la valía de los que trabajaban con el. Este hombre tambien tenía un carácter noble, amable y generoso para con los que le servia

Aplicación II. Si el Señor te ha puesto en un lugar de autoridad, no te enseñorees de las personas, dirígete con nobleza, amabilidad y generosidad, porque Así es como Dios nos dirige a nosotros.

Aplicación III Siempre hay espacio para la empatía hacia el sufrimiento de otros. Cada uno de los hermanos por los cuales hoy se oro, estan sufriendo, algunos quizá estan en sus camas muy graves, siempre como Cristianos podemos hacer algo por ellos, cuando menos es orar.

II. LOS ENVIADOS

Lucas 7:3–5 (NBLA)

3 Al oír hablar de Jesús, el centurión envió a Él unos ancianos de los judíos, pidiendo que viniera y salvara a su siervo.

Sin lugar a dudas la fama de Jesús ya se había extendido en la región, al grado que no solo los judíos habían escuchado de el, sino ahora también nos no judíos (los gentiles) sabían de este nuevo Maestro y Médico que estaba haciendo milagros increíble en esa zona

Sin duda alguna este hombre reconocía la condición de su siervo, y de acuerdo a lo que había llegado a escuchar de este poderoso Maestro, el era no una solución, no era la última oportunidad para su siervo, sino la única.

De tal forma que envió a Él unos ancianos de los Judíos pidiendo que viniera y salvara a su siervo.

Mateo nos dice que el mismo fue quien llego a pedir la ayuda a Jesús.

Mateo 8:5 (NBLA)

Al entrar Jesús en Capernaúm, se acercó un centurión y le suplicó:

¿Hay acaso contradicción en las escrituras?

De ninguna forma, Mateo dice que el centurión romano visitó personalmente a Jesús, mientras que Lucas dice que envió a unos ancianos de los judíos para presentar su petición a Jesús. En la antiguedad el trato con los mensajeros, era el mismo que tratar con la persona directamente. Es como si Jesús tratara directamente con el mismo centurión.

Lo que ambos escritores nos enfatizan es la suplica para que hiciera algo a favor del siervo.

pidiendo que viniera y salvara (PDT la vida / sanara) a su siervo.

El centurión amaba a su siervo, y estaba haciendo lo que fuera necesario para salvarle la vida.

No debemos olvidar que para los judíos de aquella época los romanos les resultaban despreciables, y viceversa, por lo que es muy posible que este hombre no conocía a Jesús en persona, y es posible que pensara que era mejor enviar a gente de la propia nación del profeta para que le recibiera sin ninguna clase de inconveniente.

También hay un dato importante, en aquellos tiempos se hacía uso de mediadores cuando había una disparidad social que impedía a alguien de estatus inferior tratar con alguien es estatus superior.

4 Cuando ellos llegaron a Jesús, le rogaron con insistencia, diciendo: «El centurión es digno de que le concedas esto;

Así como el centurión intercedió por su ciervo, estos hombres intercedieron por el Centurión ante Jesús. Había una urgencia en su petición de tal forma que le rogaron con insistencia a Jesús.

Delate de la comunidad judía, este hombre gozaba de una buena reputación, tenía los méritos suficientes para que Jesús hiciera algo por él. No era judío, sin embargo tenía una buena actitud hacía su comunidad.

5 porque él ama a nuestro pueblo y fue él quien nos edificó la sinagoga»

Dos razones importantes que los judiós tenían para presentarle su petición a Jesús y el se las concediera:

1) Porque ama a nuestro pueblo: a diferencia de la mayoría de los romanos de aquella época que consideraban a los judíos un raza despreciable y su religión una superstición barata, este hombre tenía un aprecio especial por lo judíos.

En la Biblia podemos ver que cuando aparecen mencionados algunos centuriones, estos son mostrados como personas nobles y sinceras.

Hechos de los Apóstoles 10:1–2 (NBLA)

1 Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte llamada la Italiana,

2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al pueblo judío y oraba a Dios continuamente.

Es posible que este centurión, al Igual que Cornelio hubiera escuchado acerca del Dios verdadero, el Dios de Israel, y que fuera un hombre de oración y devoto, aún en su pobre conocimiento. Tal vez esto le haya llegado por medio de su siervo y por ello tuvieran tanta estima por el. (Como la sierva de Naaamán)

2) Les había edificado una sinagoga. A pesar de ser un hombre con una posición acomodada y que no tenía obligación alguna para con la comunidad, era un hombre generoso; (como Cornelio), no uso su posición para abusar de otros, sino que puso sus recursos al servicio de los demás.

Aplicación: lo que Dios nos da, lo hace con el ánimo de que lo compartamos como los demás, de ser generosos. Los recursos económicos con los que necesitan, con la congregación, con tu familia, etc. Contribuir para la obra de Dios es una buena obra.

III. LA RESPUESTA DE JESÚS

Lucas 7:6 (NBLA)

6 Jesús iba con ellos,

Veamos como Jesús actúa bien diferente a nosotros, y deja un ejemplo a seguir (oye su palabras y las pone en práctica, fe verdadera), simplemente va con ellos.

Fijémonos que no rechazo la petición de estos ancianos. No dijo ¿Porque no sacaron su ficha para que los atendiera con tiempo?; tampoco dijo: ¿a ver quien es el que me esta solicitando que vaya?, ah es un romano, a no a esos no los atiendo, solo atiendo a judíos. Y luego no es de los que nos tienen oprimidos, no pues menos. Tampoco dijo Jesús: ¿Porque este hombre les construyo una sinagoga, ya por eso creen que debo atender su petición?

Jesús no rechazo la suplica, puso ni un solo pero para ir, tampoco puso condiciones para acudir al llamado del centurión.

Mateo 8:7 (NBLA)

Y Jesús le dijo*: «Yo iré y lo sanaré».

Es mas la actitud de Jesús fue otra, el mismo dijo Yo iré y lo sanaré. Jesús se puso en marcha para ir rumbo a la casa en la cual necesitaban de su ayuda.

Aplicación: Debemos aprender de Jesús a no poner excusas cuando alguien requiere de nuestra ayuda. La diferencia entre el cristianismo actual y que que Jesús enseño esta en el hecho que ahora somos demasiado individualistas, egocéntricos, no somos capaces de brindar la mano a quien nos lo requiere.

Debemos tomar una actitud como Jesús, Yo iré y con lo que pueda te voy a ayudar, por lo menos iré y orare por ti.

Y es que asi es el Señor Jesús, el siempre va a ir a la casa en la cual su ayuda es requerida.

¿Tienes hoy una necesidad real en tu casa?

Tienes problemas con un hijo perdido, no tienes para comer, estas enfermos con el siervo del centurión, tienes problemas en tu matrimonio.

Clama a Jesús, tal como lo hizo este centurión, te por seguro que Jesús no te negara su ayuda.

IV. LA ACTITUD DEL CENTURIÓN.

Lucas 7:6–8 (NBLA)

6 Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciendo: «Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que Tú entres bajo mi techo;

7 por eso ni siquiera me consideré digno de ir a Ti, tan solo di la palabra y mi siervo será sanado.

Algo diferente esta pasando aqui.

¿No acaso el Centurión quería que Jesús fuera a su casa?; ¿Porque cambia los planes ahora?

Jesús esta por llegar a su casa ¿Que paso?

Ya no solo eran los ancianos que había mandado, ahora el centurión manda a otro grupo, unos amigos a interceptar a Jesús para que llegue a su casa.

Lo primero que el Centurión hace es una declaración trascendental.

VINE Señor = kurios (κύριος, G2962), propiamente adjetivo, que significa la posesión de poder (kuros) o autoridad. Se utiliza como nombre, y se traduce en la Escritura bien como «amo» o «señor», siendo un título de amplio significado que aparece en cada uno de los libros del Nuevo Testamento. Este título era usado para referirse al Cesar.

En la incipiente comprensión que este hombre tenía del Dios verdadero, el podía ver que lo que Jesús hablaba y lo que hacía no podía ser hecho por la mano de un Hombre, sino que tenía que ser Dios mismo interviniendo en la realidad de los hombres.

Por eso le llama Señor, porque reconoce que Jesús es Señor de todo, incluyendo la salud y la enfermedad.

Sabe que Jesús tienen el poder suficiente para detener el avance de la enfermedad de su siervo, pero no solo lo sabe intelectualmente o por lo que ha oído acerca de el, sino que lo cree verdaderamente, es decir tienen una fe verdadera.

no te molestes más, (Ya te incomode suficiente con la petición que te hice, comprendo quien eres tu el Creador del universo y quien soy yo) , porque no soy digno de que Tú entres bajo mi techo; 7 por eso ni siquiera me consideré digno de ir a Ti

No olvide los ancianos habían considerado delante de sus ojos que este hombre era digno, pero el mismo estaba consiente de su realidad.

AL diferencia de como otros lo veían, el mismo se veían incompetente, insuficiente, como para recibir en sus moradas a aquel que era capaz de hablar a la enfermedad y detener su avance, de ordenarla que dejara de oprimir a los doliente y al mismo tiempo otorgarles la salud y el vigor que tanto requerían.

A pesar de su prominente posición militar, de su posición social y economica y de su potencial influencia en la comunidad, este hombre dio una verdadera muestra de humildad al decir “Señor no merezco que entres bajo mi techo”.

Este hombre tenía un alto concepto de Jesús, y un concepto muy realista de si mismos.

¿Cuanta falta nos hace hoy en día este pensamiento a muchos cristianos?

Jesús esta en su trono el es rey nosotros, solo somos sus siervos,

8 »Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a este: “Ve”, y va; y a otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace»

Tal era la compresión de quien era Jesús para este hombre, que usa una figura muy entendible en el ambito que el se movía.

El era una hombre bajo autoridad, y respetaba esa autoridad tanto que la obedecía, y al mismo tiempo el era un hombre de autoridad, que tenía gente a su cargo que a la cual ordenaba y lo hacia, Entendía la cadena de mando.

Por eso el entendía claramente que Jesús no tenía que ir a su casa, Como Jesús era la máxima autoridad sobre todo, el podía decirle simplemente a la enfermedad que se detuviera, o que dejara el cuerpo de su siervo y simplemente la enfermedad obedecería.

Si Jesús le decía a la sanidad Ven, la sanidad vendría sobre el siervo enfermo.

Por esa razón el dijo:tan solo di la palabra y mi siervo será sanado. La fe de este hombre estaba depositada en el lugar correcto. Jesucristo.

Si alguien podía hacer algo por el enfermo era Jesús, de eso estaba convencido en Centurión.

Si alguien puede hacer algo por ti, en estos momentos de necesidad, es Jesucristo.

Isaías 57:15 (PDT)

Porque esto es lo que dice el Altísimo, el que vive eternamente y tiene el nombre santo: «Yo vivo en lo alto y santo, pero vivo también con el que tiene su espíritu abatido y humillado. Le daré nueva vida al de espíritu humilde, y reviviré al abatido.

El Señor esta en lo alto en los cielos, pero también habita con aquellos que se humillan, que reconocen su necesidad de él que en el encuentran su reposo, descanso y sanidad.

La fe de este Centurión estaba en el lugar correcto, ¿Nuestra fe esta en el lugar correcto?

Que es lo que te hace falta hoy. Todo lo que hace falta es que el diga una palabra.

Mientras más pensamos en la belleza, la grandeza, el poder y la majestad de Jesús, más podemos ver que somos indignos de el, sin embargo Jesús no esta apartado para ayudarnos.

V. EL ASOMBRO DE JESÚS

Lucas 7:9–10 (NBLA)

9 Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que lo seguía: «Les digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande».

Jesús se maravillo de el, ¿porque?; este era un hombre gentil, no había crecido a la sombra de la enseñanza del AT.

Pero la fe de este hombre era una fe sencilla, una fe autentica. Estaba puesta sobre la roca, porque aunque habían venido los vientos, las inundaciones de lo problemas, su fe no cayo, estaba firme.

Hebreos 11:6 (TLA)

Porque a Dios no le gusta que no confiemos en él. Para ser amigos de Dios, hay que creer que él existe y que sabe premiar a los que buscan su amistad.

Cuando todo esta bien es facil decir que tenemos fe, pero cuando los embates dela vida vienen sobre nosotros, a veces dudamos.

La situación del siervo no era sencilla, estaba muriendo, pero fu la Fe de este centurión pues en Jesús la que salio a relucir en estos instantes.

Dios quiere que confiemos en el, aún en las circunstancias más adversas, el sigue y seguirá reinando. Basta que nos acerquemos a el confiadamente, hasta el trono de la gracia para alcanzar el oportuno socorro.

y volviéndose, dijo a la multitud que lo seguía: Recuerde ellos habían estado oyendo lo que Jesús les había enseñado incluso habían vista los milagros que el hacía «Les digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande». NO todos los que seguian a Jesús lo tenían ligado a su corazón como el centurión.

La profesión de algunos de ellos no era con tal convencimiento como el centurión.

Este hombre no tenía educación formal religiosa, como la mayoría de los judios, sin embargo, lo que si tenía era una fe solidad en lo que Jesús podía hacer por el y por su siervo.

Aplicacion: Nuestra fue puede ser solo externa, pero no interna, porque podemos tener puesta nuestra fe en el objeto incorrecto, la religión y no Cristo. Nuestra falta de Fe es una afrenta a Jesús y su poder.

10 Cuando los que habían sido enviados regresaron a la casa, encontraron sano al siervo.

No sabemos como fue la sanidad, pero Lucas nos dice que el siervo quedo sano al regresar.

Mateo 8:13 (NBLA)

Entonces Jesús dijo al centurión: «Vete; así como has creído, te sea hecho». Y el criado fue sanado en esa misma hora.

En el milagro de sanidad, tambien hubo un milagro de conversión, el siervo fue sanado, pero el centurión fue salvado, por haber puesto su fe el el objeto correcto de salvación, Cristo Jesús.

La generosidad de Jesús esta no solo en sanar, sino en salvar tambien a aquellos que ponen su fe el.