La victoria espiritual
Enseñanza ACMES • Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 18 viewsLa presencia de gigantes en la tierra representa la lucha demoníaca que la iglesia debe enfrentar.
Notes
Transcript
La victoria espiritual
La victoria espiritual
Mateo 16:13–18
13Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. 15El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Introducción
Introducción
El Señor hace una revelación respecto a la autoridad y poder delegada a la iglesia. “Las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia”
La declaración de Jesús es importante, pero también lo es la región donde Jesús la declaró: “Cesarea de Filipo”
Esta área esta al noreste de Israel, en la época de Jesús pertenecía a la región gentil de decápolis, donde se encuentra el monte Hermón.
Esta región había tenido mucha significado espiritual para los pueblos paganos que también era reconocido por la tradición Judía.
Hermón significaba lugar sagrado.
Esta es el área donde dominada por los amorreos y los gigantes de Basan, estos atacaron a Israel pero Dios les dio la victoria. Aunque este territorio no era de la tierra prometida, Dios se los entrego para que lo poseyera Rubén y Gad. (Números 21, Deuteronomio 2-3)
Los gigantes
Los gigantes
Para la cosmovisión Judía, los gigantes que habitaban Canaán tenían un origen sobrenatural siniestro:
Génesis 6:4 “Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.”
Por lo tanto los gigantes eran temidos no solamente por su gran estatura sino también por su maldad y violencia.
Una tablilla sumeria de hace 4,000 años revela de los gigantes:
“Los martu no conocen el grano... Los martu no conocen ni la casa, ni la ciudad, los zafios de la alta estepa... Los martu que desentierran las trufas [trufas salvajes de montaña, poco deliciosas]... no se inclinan para cultivar la tierra, comen carne cruda, no tienen casa durante toda su vida, no se entierran tras su muerte... Los martu son un pueblo saqueador con los instintos de las bestias salvajes.”
Según los escritos del libro de Enoc de la tradición Judía, los cuales también describen el acontecimiento de Génesis 6, estos ángeles que pecaron descendieron en el monte Hermón:
“1 Enoc 6:6 Y descendieron sobre Ardîs, que es la cumbre del monte Hermón; y lo llamaron Monte Hermón, porque habían jurado y se habían atado mutuamente bajo una maldición”
La primer Guerra Espiritual
La primer Guerra Espiritual
En esta cosmovisión, para los Israelitas enfrentarse a los gigantes de Basán no solo era una pelea física sino que también espiritual.
“Deuteronomio 3:1-2 Volvimos, pues, y subimos camino de Basán, y nos salió al encuentro Og rey de Basán para pelear, él y todo su pueblo, en Edrei. Y me dijo Jehová: No tengas temor de él, porque en tu mano he entregado a él y a todo su pueblo, con su tierra; y harás con él como hiciste con Sehón rey amorreo, que habitaba en Hesbón.”
Basán era conocida como “puertas del infierno o del Hades”, en Basán se encuentra el monte Hermón donde según la creencia de los antiguos descendieron los ángeles que pecaron convirtiéndolo en su centro de control espiritual.
Dios les dio la victoria: “Deuteronomio 3:3-6 Y Jehová nuestro Dios entregó también en nuestra mano a Og rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual derrotamos hasta acabar con todos. Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos; sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Og en Basán. Todas estas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras, sin contar otras muchas ciudades sin muro. Y las destruimos, como hicimos a Sehón rey de Hesbón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños.”
A pesar de que este territorio no pertenecía a la tierra prometida, esta victoria era importante pues limpiaban el territorio de fuerzas demoníacas, como centro espiritual maligno.
Los Israelitas debían eliminar a los gigantes del territorio de Canaan pero fallaron pues algunos quedaron en Filistea. “Josué 11:22 Ninguno de los anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza, en Gat y en Asdod.”
Este trabajo lo culminaron David y su valientes: 1 Samuel 17, 1 Crónicas 20:5, 2 Samuel 23:21.
La victoria de la iglesia
La victoria de la iglesia
Basán en los tiempos de Jesús era llamada Traconite, y allí estaba Cesarea de Filipo.
Aquí está el monte Hermón, en la época de Jesús era centro religioso pagano primero Baal luego Pan. donde se encontraban muchos templos.
Antes de entregar su vida en la cruz Jesús fue a ese lugar: “Mateo 16:13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?”
En esta ocasión Pedro inspirado por El Padre declara: “Mateo 16:16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”
Por lo que Jesús hace una declaración poderosa e importante: “Mateo 16:18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”
¿Recuerda qué significaba para los antiguos Basán?
El Señor declara que sobre la declaración de Pedro y reclamando el centro espiritual de maldad establece su iglesia.
La declaración que las puertas del infierno no resistirán denotan que la iglesia no es victima de Satanás sino su agresor.
Seis días después el Señor sube a un monte alto en ese mismo lugar: “Mateo 17:1-3 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.”
Muy probablemente fue en el monte Hermón, el monte más alto del lugar, donde la cosmovisión israelita lo identificaba el centro de los ángeles que pecaron.
Ese lugar es reclamado para el Señor por el Padre: “Mateo 17:5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.”
En este episodio el Señor tomó este centro espiritual de maldad para la gloria de Dios, esto provocó al enemigo para levantarse con furia contra Jesús. Después de esto se encaminó El Señor a Jerusalén a entregar su vida.
Guerra espiritual de la iglesia
Guerra espiritual de la iglesia
Como vemos, no fue una labor sencilla para Israel, por eso su tierra es llamada tierra santa, porque fue limpiada de corrupción demoníaca.
Hoy día ya no tenemos batalla contra sangre y carne pero si contra las tinieblas: “Efesios 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
El reclamo de un territorio debe ir acompañado de la labor evangelística.
La iglesia no es víctima de Satanás, Satanás es víctima de la iglesia.
Tomemos ese poder que El Señor nos ha dado.