La auto humillación es el camino seguro de la exaltación divina (vv. 9-10). El diablo quiso hacer la doble jugada (el double-play) al repetir la tentación del Edén, pero esta vez la mujer no pudo hacer pecar a su marido, así como ella ya había sido, pasmada, tentada y derrotada en su piedad por causa del sufrimiento de Job quien se mantenía integro. Dos actitudes que debemos mostrar ante los bienes y males que nos lleguen en esta vida.