La decisión de Josué

Josué 24:14–17

14 Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. 15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. 16 Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses. 17porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; el que ha hecho estas grandes señales, y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos andado, y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos.”

Introducción

Josué ya anciano da su discurso de despedida al pueblo, les advierte que de ahora en adelante son responsables de sus acciones y decisiones. Los compromete delante de Dios mediante un pacto de servir, obedecer y consagrarse a su Dios.

Ya no tendrán de ahora en adelante un líder como fue Moisés o Josué que los guíe, ahora ellos son responsables de tomar sus propias decisiones de seguir a Dios o apartarse de Él.

Tenían ahora como rey a Dios mismo, habían sido instruidos en su ley y enseñanzas. Estas deberían haber sido su guía. Salmo 119:105 “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.”

A diferencia de la Biblia de hoy, ellos tenían solamente los primeros 5 libros de la Biblia para su instrucción, nosotros tenemos la colección completa de 66 libros donde está la instrucción total de Dios para el hombre.

Tenemos más responsabilidad que el pueblo de Israel en obedecer y servir a Dios porque a nosotros se nos ha dado la revelación completa. Lucas 12:48 “Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.”

2 Pedro 1:19 “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;”

Así el cristiano tiene la responsabilidad de obedecer y servir a Dios voluntariamente por amor y en pleno conocimiento de la revelación de Dios.

Una Exhortación

Josué 24:14 “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová.”

Dos virtudes se resaltan de este mandato: integridad y verdad.

Integridad es lealtad, no poniendo nada por sobre Dios, Él sea el primer lugar en todo. También se refiere a honestidad, no servirle para obtener aplausos del hombre, sino ser integro en su servicio aun cuando nadie lo vea, lo note o lo reconozca. Una lealtad y servicio sincero sin malicia o interés personal.

Verdad se refiere a la sinceridad del corazón, sin hipocresía, producto de nuestro amor por Dios. Servirle por lo que Él ha echo por nosotros, no con el interés egoísta de que nos de más de lo que tenemos.

La razón por la que Josué exhorta esto es porque Dios ha sido bueno y fiel para el pueblo.

Josué hace un recorrido desde Abraham hasta Moisés de como Dios ha estado con ellos guardándolos, liberándolos, bendiciéndolos. (Josué 24:2-13) Fueron testigos de su poder y la manifestación de sus maravillas.

Debían tomar una decisión radical de renunciar a todo ídolo y abandonar las costumbres de sus antepasados.

Dios espera esto de nosotros, tomar una decisión radical de abandonar el pecado, los placeres de este mundo y los deseos de la carne por entregarnos por completo a Dios sin reservas ni condición:

Efesios 4:22–24 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”

La confrontación a una decisión

Josué 24:15 “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.”

Existen solo dos opciones, o amar a Dios o rechazarlo.

No podemos vacilar entre dos opiniones: Lucas 16:13 “Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”

O le servimos a Dios o somos esclavos del pecado.

Josué como líder y padre de familia se pone como ejemplo: “…mi casa serviremos a Jehová.”

En la casa de Josué él era el responsable de instruir a su familia en el temor de Dios, apoyado por su esposa, pues el padre es el responsable de conducir a su familia a Dios. Hechos de los Apóstoles 16:31 “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”

Dios nos da la oportunidad de escoger entre la salvación o la condenación eterna, es algo que decidimos en esta tierra, pues cuando morimos obtendremos el fruto de nuestra decisión. Deuteronomio 30:19 “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;”

La Palabras nos exhorta a no claudicar en dos pensamientos, sino decidirnos por Dios y abandonar el pecado.

El compromiso

Josué 24:16–17 Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses; 17 porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; el que ha hecho estas grandes señales, y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos andado, y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos.”

El pueblo toma la decisión de escoger a Dios, su palabra los comprometía.

Ellos tomaron esta decisión en base al conocimiento, revelación de lo que Dios había echo con ellos desde Egipto hasta ahora.

Reconocer y recordar las bondades de Dios es significativo para tomar la decisión correcta.

Ellos no fueron testigos del poder de Dios en Egipto, pues nacieron en el desierto y sus padres murieron en el desierto por su pecado.

Así es que, recordaron las maravillas de Dios porque se las fueron reveladas, habían quedado escritas en la Biblia y ellos las creyeron y las obedecieron.

Así mismo hoy día, escuchar la predicación de la Palabra de Dios nos permite conocer lo que Cristo hizo por nosotros, de su grande amor y misericordia.

Conocer y recordar esto cada día nos permitirá tomar las decisiones correctas, pues buscaremos agradecer a Dios por su bondad y honrarle.

En la cena del Señor recordamos lo que Cristo hizo por amor a nosotros, nos humillamos y le damos gracias por su grande amor.

1 Corintios 11:24 “y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.”

Conclusión

La decisión es nuestra, pero si ignoramos nuestra culpa, nuestro destino eterno y de la manifestación de amor en Cristo, nunca tomaremos la decisión correcta.

Permite que el Espíritu Santo ilumine tu mente y corazón para conocer la verdad del evangelio, de que Cristo entregó su vida por amor a ti, para pagar el precio por tu salvación.

Toma la decisión de entregarte por completo a Cristo tu y tu familia, abandona el pecado.

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