Luminares en el mundo
Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 3 viewsNotes
Transcript
Introducción
Introducción
9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,
11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,
13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.
16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
Al iniciar el estudio de este libro, les compartía las siguientes palabras del pastor Criswell:
“La última vez que este mundo vio a Jesús fue cuando lo hizo colgando en vergüenza, miseria y angustia en la cruz. Luego apareció a algunos de sus discípulos, pero la última vez que este mundo incrédulo vio a Jesús fue cuando lo hizo como un malhechor, como un criminal, crucificado en una cruz romana. Eso era parte del plan de Dios, parte de la gracia y amor de Dios que son inmensurables e ilimitados.
“Por su llaga fuimos nosotros curados”.
Pero entonces, ¿es que todo el mundo siempre debe ver a nuestro Salvador, muriendo con vergüenza en una cruz? ¡No! Es también parte del plan de Dios que un día este mundo blasfemo, incrédulo e impío vea al Hijo de Dios en toda su personalidad, en gloria, en majestad, en toda la maravilla y portento de su divinidad. Entonces todos los hombres mirarán a Él como realmente es. Lo verán sosteniendo en sus manos el título de propiedad del universo, sosteniendo en sus manos la autoridad de toda la creación en el universo sobre nosotros, en el universo que nos rodea, y en el universo debajo de nosotros; sosteniendo este mundo y su destino en sus horadadas y amorosas manos”
En este pasaje, el apóstol Juan nos presenta una visión del Cristo glorificado;
Esta es una experiencia maravillosa, recordemos que el apóstol Juan se encontraba como prisionero en la Isla de Patmos, por
“causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”
Las cosas no parecían muy alentadoras para la iglesia,
La hostilidad hacia los cristianos se incrementaba cada vez mas;
las herejías se estaban propagando con mucha facilidad; y el ultimo de los apóstoles con vida se encontraba confinado en una desolada isla.
A simple vista, el panorama parecía muy desalentador;
y la esperanza del retorno de Cristo parecía estar extinguiéndose en muchos.
Pero para el apóstol Juan, que a pesar de la situación en la que se encontraba; su devoción a Cristo no se debilitaba,
Y estando en “Espíritu” el día del Señor; recibió una visión muy alentadora;
Una visión de la Gloria de Cristo, que debía de ser transmitida a todas las iglesias como lo dice;
Apocalipsis 1:11 (RVR60)
11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
Era un domingo, y Juan se encontraba en comunión con Dios, cuando de repente detrás de el,
“Escuchó una gran voz como de trompeta”
Sin lugar a duda el portador de esta IMPONENTE VOZ,
No puede ser otro sino nada mas que nuestro Señor Jesucristo,
Lo cual se confirma cuando escuchamos la forma en que se presenta;
(11) “Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último”
titulo con el cual ya se había hecho referencia a Cristo en el verso 8.
Solo podemos imaginar lo que el apóstol Juan sintió al escuchar esta IMPONENTE voz y que al mismo tiempo ERA MUY FAMILIAR;
Al instante, el apóstol Juan volteo su rostro poder apreciar bien a quien hablaba con el.
Seguramente con mucha alegría y expectativa;
Pero lo primero que sus ojos pudieron apreciar fueron:
Apocalipsis 1:12 (RVR60)
12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,
los cuales tienen un significado, representan algo,
y es en pasajes como estos; donde comenzamos a apreciar con mas detalle el genero literario de este libro;
En la Escritura encontraremos diversos géneros literarios, dentro de los cuales se encuentra el genero profético, el cual se caracteriza por el uso de simbolismo o figuras que enriquecen el significado de este tipo de literatura, como es el caso de este libro,
Apocalipsis es un libro profético, que se distingue por su contenido apocalíptico;
y como tal; contiene muchas figuras de lenguaje y símbolos que aunque figurativos en su uso gramatical; fueron empleados para comunicar una verdad literal.
El el caso de estos siete candeleros de oro, encontrar su significado no es muy difícil, ya que el mismo pasaje nos lo provee.
Apocalipsis 1:20 (RVR60)
20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.
De modo que estos siete candeleros son las siete iglesias de Asia Menor; que se nombran en el verso 11.
No obstante, encontrar el significado de cada figura que se encuentra en este libro, no siempre resulta ser una tarea tan sencilla, y es importante reconocer esto, dependemos de la ayuda del Espíritu Santo y el testimonio de la totalidad de la Escritura para poder interpretar correctamente estas figuras.
No es casualidad que las iglesias sean ilustradas de esta forma;
los candeleros eran como un especie de lampara portátil que se utilizaba para alumbrar en la oscuridad.
Lo cual ilustra la naturaleza misma de la iglesia, que esta llamada por Dios para:
“luz del mundo”
Como dice:
Mateo 5:14–16 (RVR60)
14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
El apóstol Pablo aplica esta misma verdad cuando escribió lo siguiente a la iglesia en Filipos.
Filipenses 2:14–15 (RVR60)
14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
Notemos el alcance de este principio:
“Haced TODO sin murmuraciones y contiendas” dice el pasaje
La iglesia de Cristo no debe permitir que ninguna cosa opaque u oscurezca de ninguna forma el resplandor de la luz de Cristo con la que debe de brillar siempre,
Ni siquiera una pequeña murmuración que para algunos pudiera parecer muy insignificante o alguna contienda que fácilmente se puede sucintar en esta vida:
Me llama mucho la atención lo que el pastor Carlos Spurgeon comenta sobre este pasaje:
“No discuta con Dios; deje que Él haga lo que bien le parezca. No discuta con sus hermanos cristianos; no levante acusaciones contra ellos. Cuando se le dijo a Calvino que Lutero había hablado mal de él, dijo: “Que Lutero me llame diablo si quiere; pero nunca diré de él otra cosa, sino que es un siervo muy querido y valiente del Señor”. No plantee puntos complicados y enredados por medio de la controversia. Recuerde: tiene muchos adversarios sobre los cuales puede usar sus espadas y, por lo tanto, hay poca necesidad de usarlas para destrozar la armadura de sus hermanos. No discuta ni siquiera con el mundo. Los filósofos paganos siempre buscaban ocasiones de debate; testifique lo que Dios le ha enseñado, pero sin causar controversia. No se avergüence de luchar ardientemente por la fe una vez entregada a los santos, pero nunca lo haga en un espíritu de mera discusión, nunca porque quiera obtener una victoria, sino solo por dar a conocer lo que Dios le ha ordenado revelar”
Antes de conocer a Cristo; como lo dice la Escritura;
“Vivíamos en las tinieblas” nuestro entendimiento estaba entenebrecido, cegados a la verdad de Dios;
Pero Gracias sean a Dios; como lo explica el apóstol Pablo en:
Efesios 5:1–13 (RVR60)
1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;
4 ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.
5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
7 No seáis, pues, partícipes con ellos.
8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
10 comprobando lo que es agradable al Señor.
11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.
1 Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba.
2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;
3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.
4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.
5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
6 Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
7 Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.
8 Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,
Los creyentes ya no estamos perdidos en las tinieblas del pecado y la ignorancia;
Jesus dijo:
Juan 8:12 (RVR60)
....Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Ahora en Cristo somos llamados hijos de luz e hijos del día;
lo cual expresa nuestra nueva naturaleza en Cristo;
porque le pertenecemos a la luz del mundo que es Cristo;
no somos de la noche ni de las tinieblas,
ya no somos esclavos del pecado ni títeres de satanás;
en el pasado vivíamos como dice la Escirtura:
“siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire”
“en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Estos candeleros son de oro; que en aquel tiempo era el metal mas precioso;
podemos mencionar que esto refleja el valor y estima tan grande que Dios tiene por su amada iglesia;
Como menciona un comentarista:
“La Iglesia es para Dios lo más bello y valioso en la tierra, tan valiosa que Jesucristo estuvo dispuesto a comprarla con su propia sangre”
y en medio de estos 7 candeleros de oro;
esto es lo que vió Juan:
Apocalipsis 1:13 (RVR60)
13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
Porque el prometió estar con nosotros siempre.