La Blasfemia contra el Espíritu Santo

Lectura Bíblica

Levítico 24:10–16 NBLA

10 El hijo de una mujer israelita, cuyo padre era egipcio, salió entre los israelitas; y el hijo de la israelita y un hombre de Israel lucharon en el campamento. 11 Y el hijo de la israelita blasfemó el Nombre, y maldijo. Entonces lo llevaron a Moisés. (El nombre de su madre era Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan) 12 Lo pusieron en la cárcel, hasta que se les aclarara la palabra del Señor. 13 Entonces el Señor le dijo a Moisés: 14 «Saca fuera del campamento al que maldijo, y que todos los que lo oyeron pongan las manos sobre su cabeza, y que toda la congregación lo apedree. 15 »Hablarás a los israelitas y les dirás: “Si alguien maldice a su Dios, llevará su pecado. 16 ”Además, el que blasfeme el nombre del Señor, ciertamente ha de morir; toda la congregación ciertamente lo apedreará. Tanto el extranjero como el nativo, cuando blasfeme el Nombre, ha de morir.

Introducción:

Jesús ha sido atacado por los fariseos en Su identidad, básicamente como el ataque mismo de Satanás cuando lo incitó a pecar contra Dios y a dudar de su identidad.

Estos ataques siguen, pero ahora el ataque no solo incluye a Jesús, sino que también al Espíritu Santo.

Es así, que Jesús inicia este versículo diciendo: “Por eso les digo” es decir, debido a esto que acaban de decir o como consecuencia de sus actos, les debo decir lo siguiente:

Y Jesús comienza con una declaración verás y absoluta:

I. Jesús es capaz de Perdonar Todo Pecado

Jesús reafirma Su condición (al hablar como Dios) con esta declaración contundente:

“TODO PECADO Y BLASFEMIA SERÁ PERDONADO A LOS HOMBRES.”

Lo cual nos pone a meditar en varios aspectos:

a) La Naturaleza de Jesús

Jesús ya ha pasado por varias pruebas para demostrar Su naturaleza divina:

1. El hecho de nacer de una virgen (por el poder del Espíritu Santo)

2. El hecho de tener palabras de autoridad (no como los escribas y fariseos) y cumplir las profecías

3. Los milagros y señales (que vienen por el poder de Dios)

4. Su vida sin pecado

5. Su poder para perdonar pecados

Vemos en cada una de estas características que Jesús es Dios y con lo que acaban de acusarlo sobre el día de reposo, Él sale triunfante declarando que es el Señor aun del día de reposo.

Jesús está mencionando a la audiencia que Él ha venido con el Poder de Dios y eso significa que está llegando el Reino de Dios a la tierra, porque es el Rey en persona quien ha llegado y va ganando a los hijos del reino con el evangelio predicado a ellos y porque el Rey ha venido para tomar sobre Él mismo el problema del pecado y Reconciliarnos con Él para poder ir al Reino.

B) La Capacidad de Jesús

El Señor Jesús, con la identificación de Dios, habla con esa autoridad y aclara, en un sentido amplio, que: “NO HAY PECADO MÁS GRANDE QUE SU MISERICORDIA”

El enemigo siempre ha intentado engañar a los hombres haciéndoles creer que Dios no los puede perdonar. O que Su misericordia se ha acabado, pero no es así:

1 Juan 1:7 NBLA

7 Pero si andamos en la Luz, como Él está en la Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado.

1 Juan 1:9 NBLA

9 Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.

Todo hombre y mujer puede venir a Cristo, en arrepentimiento y fe, con la certeza de que Cristo PERDONA TODOS SUS PECADOS Y LO LIMPIA DE TODA MALDAD.

ESA ES LA BUENA NOTICIA DEL EVANGELIO DEL REINO

Y también en ese sentido, le da una “Excepción a la regla” es decir, NO TODO PECADO SERÁ PERDONADO, y aquí se refiere a algo específico:

II. La Blasfemia contra en Espíritu Santo

a) ¿Qué es la Blasfemia?

Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia BLASFEMIA

BLASFEMIA

Transliteración del gr. clásico 988 blasphemía, βλασφημία, que org. significaba «difamación

RAE

Palabra o expresión gravemente injuriosas contra alguien o algo sagrado.

Diccionario Strong de Palabras Originales del Antiguo y Nuevo Testamento 988. βλασφημία blasfemía

blasfemía; de 989; vilipendio (espec. contra Dios):—blasfemia, maldición, maledicencia.

INJURIA: (RAE) Acción o expresión que lesiona la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación.

VILIPENDIO: Desprecio, falta de estima, denigración de alguien o algo.

Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento CNT KITTEL (βλασφημέω, βλασφημία, βλάσφημος)

βλασφημία:

Siempre hace referencia a Dios, p. ej. el disputar su poder (2 R. 19:4), el profanar su nombre (Is. 52:5), el violar su gloria (Ez. 35:12), las palabras malvadas (Is. 66:3) o la arrogancia humana (Lv. 24:11). En Filón es predominante el sentido religioso. Para los rabinos es blasfemia hablar desvergonzadamente acerca de la ley, la idolatría y el deshonrar el nombre de Dios.

En el NT, La blasfemia es una violación del poder y la majestad de Dios. Puede ser directamente contra Dios (Ap. 13:6), su nombre (Ro. 2:24), la palabra (Tit. 2:5), Moisés (Hch. 6:11) o los seres angélicos (Jud. 8–10; 2 P. 2:10–12). El concepto es judío; por eso a Jesús lo acusan de estar blasfemando cuando perdona pecados (Mr. 2:7) o asegura ser el Mesías (Mr. 14:64), haciéndose así igual a Dios (Jn. 10:33).

La blasfemia contra el Espíritu Santo, es “el rechazo voluntario y malvado del poder salvador de Dios y su gracia.”

La blasfemia es entonces, en referencia a Dios, es decir, injuriarlo (menoscabar Su Persona y Su gloria) vilipendiarlo (despreciar o denigrar a Dios) o incluso difamar, y maldecir el Nombre y reputación de Dios (mintiendo, por supuesto).

b) La Naturaleza del Espíritu Santo:

El Espíritu Santo en una de las 3 personas de la Deidad, es una persona porque la Biblia afirma que posee Intelecto, Emociones y Voluntad

1. Intelecto: 1 Co 2.11

1 Corintios 2:11 NBLA

11 Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios.

2. Emociones: Ef 4.30

Efesios 4:30 NBLA

30 Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios, por el cual fueron sellados para el día de la redención.

3. Voluntad: 1 Co 12.11

1 Corintios 12:11 NBLA

11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según Su voluntad.

El Espíritu Santo posee los atributos de Dios (omnipotencia, omnisciencia, omnipresencia, bondad, santidad, amor, misericordia, justicia, veracidad, soberanía, etc)

Si vemos que la blasfemia es utilizada en sentido estricto con Dios, aquí Jesús está comunicando claramente que el Espíritu Santo es Dios, porque si puede ser blasfemado, es porque necesariamente es Dios.

Ninguno de nosotros puede acusar a otro de haber blasfemado contra un hombre, precisamente por ser hombres, sin duda que se puede injuriar, difamar, denigrar o maldecir a un hombre, pero eso no se toma en cuenta como “blasfemia.”

En este sentido, podemos ver que las acusaciones de los fariseos en primer lugar contra Jesús, buscaban quitarle su identidad de Dios y Mesías, ahora, la blasfemia contra el espíritu Santo, pretende “difamar, menoscabar o denigrar la persona del Espíritu Santo.”

Cuando a Jesús se le señaló de blasfemar fue porque Él tomó atribuciones que solo son “prerrogativas de Dios” porque ellos mismos decían en Jn 10.33

Juan 10:33 NBLA

33 Los judíos le contestaron: «No te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; y porque Tú, siendo hombre, te haces Dios»

Ahora Jesús quiere dejar algo en claro:

Toda blasfemia contra Dios será castigada, y Él mismo se despoja en este sentido de la persona de Dios, para que lo vean como un siervo que vino a sufrir y a llevar toda la vergüenza, injurias, maldades y pecados de todos los hombres sobre Él, para morir en la cruz, como una maldición y con ese sacrificio redimir a todo aquel que cree.

Jesús menciona que las blasfemias que han dicho contra Él, serán toleradas (perdonadas)

c) La Blasfemia contra Dios

Desde el Antiguo Testamento, vemos que la blasfemia no es tolerada en ningún sentido:

Levítico 24:11–16 NBLA

11 Y el hijo de la israelita blasfemó el Nombre, y maldijo. Entonces lo llevaron a Moisés. (El nombre de su madre era Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan) 12 Lo pusieron en la cárcel, hasta que se les aclarara la palabra del Señor. 13 Entonces el Señor le dijo a Moisés: 14 «Saca fuera del campamento al que maldijo, y que todos los que lo oyeron pongan las manos sobre su cabeza, y que toda la congregación lo apedree. 15 »Hablarás a los israelitas y les dirás: “Si alguien maldice a su Dios, llevará su pecado. 16 ”Además, el que blasfeme el nombre del Señor, ciertamente ha de morir; toda la congregación ciertamente lo apedreará. Tanto el extranjero como el nativo, cuando blasfeme el Nombre, ha de morir.

Entonces vemos que Jesús está dándole el lugar que le corresponde al Espíritu Santo, quien es DIOS.

Esta blasfemia, que vemos en el contexto consistió en, como dice Mt 12.24

Mateo 12:24 NBLA

24 Pero cuando los fariseos lo oyeron, dijeron: «Este no expulsa los demonios sino por Beelzebú, el príncipe de los demonios»

Jesús les confronta para que vean que el poder que Él usa no es de Satanás, sino de Dios, y que todo lo que ha hecho, lo ha hecho en comunión y en el poder del Espíritu Santo.

Mateo 12:28 NBLA

28 »Pero si Yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes.

Por lo tanto quedan advertidos sobre difamar (menoscabar, injuriar, maldecir, o denigrar) voluntariamente la obra de Dios, el Espíritu Santo, al mencionar que es la obra de Satanás.

Ya vimos que Satanás no posee el mismo poder que Dios, ni siquiera para considerarlo un rival digno contra Dios.

Satanás no puede obrar con el mismo poder de Dios, y además, las obras de satanás siempre tendrán como fin “robar, matar y destruir.”

Juan 10:10 NBLA

10 »El ladrón solo viene para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Por el contrario las obras de Dios son para salvar, reconciliar, perdonar.

Romanos 5:8–10 NBLA

8 Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por Su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de Él. 10 Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por Su vida.