La Identidad en Santidad, 1 Corintios 6:9-11
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Introducción:
Introducción:
Apertura-
El rol del hombre en sus familias es tan importante que Dios lo honró al usarlo con nosotros por Su propio título, Padre — Voddie Baucham
¿Qué rasgos familiares compartes con tu padre? Quizás en la apariencia, la personalidad, los hábitos, los gustos y preferencias.
¿Cuánto de lo que somos hoy tiene un vínculo directo con ese que llamamos “Papá”?
De cierto hay cosas positivas, hábitos y prácticas buenas y sanas que captaste de la vida de tu padre.
Pensamos en los tiempos divertidos en familia, la ética de trabajo, la simpleza de una vida práctica, el amor al deporte, la responsabilidad de proveer por otros, entre otras cosas.
Sin embargo, sin lugar a dudas, hay hábitos y prácticas pecaminosas y destructivas que quizás aprendiste y captaste de tu padre.
Algunos podrán recordar la comunicación bruta y escasa, solamente para lo necesario, la distancia emocional en la familia, la gran ausencia sentida por la prioridad al trabajo.
Muchos incluso dictan sus acciones y anclan su vida en esas herencias como su identidad.
Por ejemplo, hay pocos hijos de alcohólicos quienes no han luchado con eso mismo en sus propias vidas, el carácter fuerte y chocante es aceptado como parte común de la persona, la violencia aprendida de chico en el hogar es repetida en la próxima generación, la relación seca y sin profundidad entre padre, madre, e hijos se ve como algo normal.
Entendemos que mucho de lo que somos hoy en día tiene que ver con lo que aprendimos o vimos de nuestros padres.
ECC- La identidad heredada
Una de las dificultades en el mundo hoy, e incluso posiblemente en las vidas de los que están aquí reunidos, es la idea que, nuestra identidad es inseparable de nuestro pasado pasado, de lo que aprendimos de nuestros padres.
Aunque es verdad que repetimos lo que heredamos y captamos de nuestros padres, no es verdad que estamos condenados sin escape al pasado.
Y el pasaje de hoy nos demuestra esa misma verdad.
Intro al pasaje-
Acabamos de pasar por el tema del pasaje anterior, en el cual el apóstol Pablo les reclama a los Corintios por llevarse a juicio por algún tema que podrían haber resuelto en la iglesia misma.
Esto era de mal testimonio al mundo observando al ver dos hermanos de la iglesia pelearse por conflictos internos. Esta actividad conflictiva era opuesta a la unidad del mensaje del evangelio descrito en los primeros dos capítulos.
Su forma de actuar en esa instancia era contraria al evangelio. Estaban viviendo más como el mundo sin Cristo que la iglesia de Cristo.
Por eso, Pablo les recuerda en nuestro pasaje de hoy de su verdadera identidad. Les recuerda que no son del mundo, sino de Dios. Por ende, su vida y comportamiento deben ser diferentes al mundo sin Cristo, para así, reflejar a Cristo al mundo.
Este pasaje es como una bisagra en la cual cuelga todo lo demás de la epístola. Es un pasaje de transición al resto de la carta.
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Oración objetiva- Cada creyente puede vencer pecado pasado al entender dos realidades fundamentales de la vida santa.
La Realidad Pasada
La Realidad Pasada
1 Corintios 6:9–11a (RVR60)
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y estos erais algunos…
La advertencia del pecado- “los injustos no heredarán el reino de Dios”.
Esto es una declaración general que clasifica al individuo según su posición ante Dios.
Es identificado como injusto, uno cuya característica de su vida es la impiedad, el pecado, vivir en oposición al estándar moral de Dios.
Es la declaración general, mientras que el resto del vs: 9-10 son expresiones específicas de esta declaración general.
Es importante destacar que estos pecados específicos mencionados no excluyen a alguien del reino de Dios, sino que es la identificación como un injusto (en sus varias expresiones descritas) que excluye del reino de Dios.
Gál. 5:19-21, Ef. 5:3-5.
Gálatas 5:19–21 (RVR60)
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
Cuando la vida de un individuo es conocida por tener esta característica pecaminosa como elemento regular de su vida, demuestra que realmente no pertenece a Dios, por ende, no tiene parte en el reino de Dios.
La descripción del pecado.
Para enfatizar y clarificar su punto, Pablo detalla las diferentes expresiones del pecado.
Definiciones de pecados específicos:
Fornicario- relaciones íntimas antes del matrimonio. Se usa para hablar de la inmoralidad general.
Hoy en día, el consumo de la pornografía entra en esta categoría.
También el juntarse como marido y mujer sin haberse casado.
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
Idolatra- Poner cualquier cosa en el lugar de Dios.
En el día de la escritura de esta carta se hubiera referido a la práctica de adorar dioses falsos.
Como veremos luego en la carta, también es participar en lo que honra dioses falsos, 1 Cor. 10:14.
Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.
Adúltero- Relaciones íntimas fuera del matrimonio.
Buscando la satisfacción física aparte del cónyuge según el diseño de Dios.
Jesús enseña que no es solamente un acto físico, sino que el deseo interno también, Mat. 5:28.
Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Homosexual-
Los términos afeminados y los que se echan con varones apunta a ambas partes de esta relación.
Se aplicaría este principio hacia las mujeres también, y cualquier otra desviación del diseño original de Dios para las relaciones íntimas.
Según Rom. 1:24-25, esta desviación del diseño original de Dios para las relaciones es una de las expresiones más contundentes de la pecaminosidad del hombre.
Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Es importante destacar que no está apuntando al deseo pecaminoso en sí, sino la identificación con la vida pecaminosa.
Uno que experimenta atracción por el mismo sexo, debe luchar contra su deseo pecaminoso de la misma forma que el avaro o estafador tiene que luchar contra el deseo de aprovecharse de otros por su ganancia financiera.
Ladrón y Aváro-
Dos aspectos de buscar la suficiencia en las riquezas, y no en el Señor, Prov. 30:9; Luc. 12:15.
No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
El robo o hurto es la aplicación práctica de la avaricia, el deseo consumidor de poseer más que otros.
Borrachos-
Realmente no precisa mucha traducción, se entiende por el mismo sentido contemporáneo— uno quien habitualmente toma alcohol en exceso.
El creyente debe ser controlado por el Espíritu, no por ninguna sustancia (alcohol, drogas, et.), Ef. 5:18.
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
Maldicientes-
Uno que ataca a otro por medio de calumnia o difamación. Es buscar asesinar o corromper la reputación o carácter de algún otro individuo.
El chisme es la expresión más informal y común en la vida diaria, pero es lo mismo, Jer. 6:28.
Todos ellos son rebeldes, porfiados, andan chismeando; son bronce y hierro; todos ellos son corruptores.
Estafadores-
Es similar al robo, pero enfocado mas en la codicia y ambición en exceso que lleva a engañar a la gente.
Jesús usa el mismo término al describir los fariseos como lobos rapaces en Mat. 7:15.
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Lo pasado del pecado, vs: 11a.
La primera frase del vs: 11 da a entender que las descripciones tan rotundamente negativas que acaba de dar eran parte del pasado de los Corintios, y debía quedarse allí.
No hace esta declaración para echárselo en cara, sino para recordarles de una verdad muy importante: Esto era su vida pasada, su vida vieja.
Pablo les recuerda de su pasado para motivarles a dejarlas allí y que su vida esté de acuerdo con su nueva vida en Cristo.
Vemos el mismo concepto reflejado en otras partes, Rom. 6:6, 11; Gal. 2:20.
Romanos 6:6, 11 (RVR60)
sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado… Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Ilustración: La realidad pasada-
Una de las características de padres caídos es siempre notar las faltas, y el destacar los logros aveces se tienen que aprender hacer.
Recuerdo las veces en mi adolescencia que sentí que lo único que decía mi padre era que me había equivocado en algo, o no había hecho lo que me dijo de la forma que me lo dijo.
El refrán “hazlo bien la primera vez para que no lo tengas que hacer otra vez luego” surgió de las varias veces que no cumplí con la tarea de manera apropiada. Aveces terminaba en una discusión obstinada de mi parte.
Quizás escuchas eso y dirías que mi padre era un dictador sin misericordia, y la verdad es que, no lo fue, sólo quiso enseñarme responsabilidad y buena ética de trabajo.
Creo que me sirvieron, y me continúan sirviendo esas lecciones, pero para que tenga efecto, tenía que llegar al punto de reconocer que mi padre tenía razón, y que yo no sabía de lo que hablaba.
Tenía que llegar al punto de reconocer que mi falta y error antes de aferrarme a la verdad de lo que estaba hablando.
Ahora, una vez que hacía lo que debía, mi padre no me recriminaba por no haberlo hecho bien la primera vez. Simplemente decía, “Listo, gracias”.
Era interesante que cuando yo tal vez pensaba, “mi padre siempre me reclama que no hice bien las cosas”, nunca escuché de él, “Ben nunca hace bien las cosas”. Trataba conmigo de instancia en instancia, no tomando en cuenta todas mis faltas pasadas como razón por tratarme como un fracaso.
Aplicación: La realidad del pecado.
General:
Para ser hijo de Dios, es necesario reconocer esta condición de pecado, y que al identificarse con el pecado, el individuo está apartado de Dios por Su santidad y justicia.
El primer paso en lidiar con un problema es reconocer que hay un problema. No puedes ser reconciliado con Dios y experimentar una relación con Él si no reconoces primero que hay un quiebre en tu relación con Él que precisa ser reconciliado.
Esa reconciliación es por medio de fe únicamente en la obra de Jesús en la cruz para el perdón de pecados.
Específica a padres:
Que el trato de Pablo a sus lectores e hijos espirituales sea una lección en como tratar a nuestros hijos.
Te prometo que el constante recordatorio de todo lo que han hecho mal usado como una razón para que no puedan hacer nada bien, no les ayudará en nada.
Tratemos con ellos como el Padre trata con nosotros, de instancia en instancia, perdonando y no recriminando. “Si, eso estuvo mal, y precisas cambiar tu comportamiento en esto”. “Si, te perdono, ¿aceptarías mi ayuda para que no suceda otra vez?”.
Tampoco debemos hacerles pensar que nuestra aceptación de nuestros hijos es relacionado a su comportamiento. Simplemente no lo es, tu hijo es tu hijo aún cuando tu hijo no se porte como piensas que debería.
La Realidad Presente
La Realidad Presente
1 Corintios 6:11b (RVR60)
… mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Las tres frases que ahora describen los creyentes corintios, no es un proceso, sino tres condiciones verdaderas y simultáneas en su vida.
Cada frase una acción pasada y completo, hecho en su totalidad.
También cada frase les recuerda que no fueron ellos quienes hicieron la acción, sino fueron hechos esta condición.
Es similar a lo expresado ya en 1 Cor. 1:30.
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
Lavados- Esto indica ser hechos limpios ante Dios, quitando nuestros pecados, Ap. 1:5.
y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
Santificados- Esto indica la posición de santo ante Dios por la identificación con Cristo, 1 Cor. 1:2.
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
Justificados- Esto indica ser declarados justos, Rom. 5:1.
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Ilustración: La realidad del presente.
Ilustración: La realidad del pasado. Testimonio de Emily Thomes.
Antes de que Dios me salvara, yo era una persona increíblemente egoísta. La mayoría de la gente me apreciaba bastante, pero tenía tendencia a traspasar los límites y actuar impulsivamente. Hice lo que percibí que era mejor para mí. Esto me llevó a dormir con muchos, fumar marihuana y tener otros comportamientos destructivos. Incluso cuando parecía que estaba ayudando y sirviendo a los demás, en realidad era para mi gloria y orgullo. Tenía muy poco respeto por los demás, pero sabía cómo actuar de manera “decente” en apariencia, de modo que pocas personas veían la profundidad de mi mal comportamiento…
Había estado en un estudio bíblico sólo por un par de semanas y estaba aprendiendo acerca de los atributos de Dios. De manera lenta pero segura, mi visión de Dios y de mí misma comenzó a cambiar y la balanza se inclinó hacia donde Dios era más grande e importaba más que yo.
Leí 1 Corintios 6:9-11 y vi que estaba en el grupo de “no entraré en el reino de los cielos”, pero que Él podía salvarme y hacerme nueva. En esos versículos entendí mi necesidad de Él y Su oferta para mí; fue realmente increíble.
Recuerdo sentirme aterrorizada y en paz al mismo tiempo. Me di cuenta de dónde había estado hasta ese instante y eso me asustó. No podía creer que no hubiera entendido antes lo que de repente tenía tan claro. Pero ya no era posible negarlo ni reprimirlo. No sabía qué iba a hacer ni cómo iba a ser mi vida, pero sabía lo que no iba a hacer. Ya no iba a desafiarlo más. Su voluntad fue mi nueva vida.
VIDEO: Mi Identidad— Dan Stevers
Aplicación: La realidad del presente.