Blanquita

1. Han querido tomar el fruto del árbol con el permiso de Dios.

Sean nuevamente bienvenidos a la casa de Dios, hoy es uno de los días más importantes de su vida. Primero que nada hay que felicitarlos, porque al igual que en la primera lectura han entendió como Tobías, que el hombre no se puede unir a su mujer, si antes no ha recibido la bendición de Dios.

Ese fue parte del pecado de Adán y luego la ruina que desgracia que vino sobre todos nosotros, quiso obtener un don de Dios sin el permiso de Dios, va y toma el fruto sin el aprobación de Dios y atrae la desgracia para si y para sus descendientes.

2. No se puede tomar un don de Dios sin su permiso.

Hoy mucha gente aconseja esto: puedes los goces del matrimonio, sin la bendición de Dios, no sabiendo que atraen, para si, no una bendición, si no la ira de Dios, pues como dice la escritura de Dios nadie se burla.

El no actúa inmediatamente porque nos da tiempo para cambiar, pues quiere nuestra conversión, no, nuestra muerte.

Por eso tenemos que felicitarles, pues ustedes si han temido y respetado a Dios y han acudido hoy a implorar su bendición, mostrando que esta unión, no es fruto del deseo, si no del amor… Como dice la primera lectura.

Dios ha atendido su plegaria y hoy recibirán el sacramento del matrimonio, por el cual Dios dará una gracia especial para que puedan ser fieles a Dios y a ustedes hasta el final.

3. ¿Como conservar su amor?

-Si quieren conservar el amor que se tienen unos a otros, deben ante todo conservar he incrementar en ustedes el amor a Dios, viviendo frecuentemente los sacramentos en especial la Eucaristía donde experimentamos la entrega total de Dios, y por lo tanto podeos entregarnos el uno al otro.

Solo por amor a Dios podemos perdonar, solo por amor a Dios podemos ser fieles, solo por amor a Dios podemos soportar las dificultades.

Una mujer que estaba a punto de casarse, escucho como su marido hablaba mal de la religión y de Dios y dijo, no me casare, no puede respetarme a mi quien no respeta a Dios… No puede amarme a mi quien no ama a Dios, no puede serme fiel a mi quien no es fiel a Dios…

Propónganse como primera meta ayudarse el uno al otro a que pase lo que pase vivan siempre en gracia de Dios, es decir en amistad con El. Pues si respetan a Dios se respetarán unos a otros, si aman a Dios conservaran ese amor, si son fieles a Dios serán fieles el uno al otro.

4. Digan si al don de la vida.

No tengan miedo a la vida, que el demonio no arruine esta entrega que hoy se dan, cerrando sus corazones y sus cuerpos a los hijos que Dios quiera poner en sus manos.

No valen excusas, María no tenía donde traer al hijo de Dios, pero nunca le dijo que no a Dios, el cerrase a la vida implica decirle a Dios, no queremos que nos bendigas con mas hijos… Es grave lo que está pasando la gente ya no quiere hijos, quiere mascotas… Te di el don de la vida para tener hijos y te dedicaste a criar animales

5. Cuéntenselo a Dios no a la familia.

Cuando tengan dificultades, no acudan a contar sus problemas a sus hermanos o parientes, abran su corazón a Dios en la oración, al El cuenten sus penas y alegrías.

(Aquí tienen es abuelita, que tenía como regla no contarle nada a sus hermanos de los defectos de su esposo para que no le tomaran mala idea)

Cuéntenselo a Dios mejor, el si tiene el poder para solucionar sus dificultades.

6. El tanto valen tanto amas.

Eduquen a sus hijos desde pequeños en el amor y temor de Dios… enséñelos que el hombre no vale por lo que tiene, vale tanto cuanto ama y respeta a Dios…

7. Recuerden han encontrado la cruz que los llevara al cielo.

Por último, recuerden hoy no han encontrado su media naranja, han encontrado su cruz, Cristo no rechazo la suya, la abrazo para darnos la salvación.

Te darás cuenta que esta Cruz no está pulida, te puede astillas algunas veces, pero recuerda cuando tengas que perdonar. Si Cristo ya me perdono porque yo no…

8. Hagan la carta a los Corintios el himno de su vida:

El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, crece sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca". San Pablo a los Corintios

«En donde hay amor no hay dolor; y, si hay dolor, hasta el mismo dolor se quiere»] San Agustín

Que al amor a Dios sea el centro de su amor.