Familia 6

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Padres que Deciden

Todos tomamos decisiones de todo tipo cada día, pero hay que reconocer que es el padre de familia quién lleva el peso de una carga por esas decisiones; por eso reconocemos a los padres, a quienes están al frente de una familia, negocio, empresa, que toman decisiones importantes. Precisamente por lo delicado que eso es ¿cómo poner elementos de protección que nos ayuden a tomar buenas decisiones?
La cultura nos anima a cruzar límites para después burlarse por haberlos cruzado; te ofrecen T/C con tal facilidad y después te ponen en el buro de crédito y llaman a tus amigos; te dice ¡compra ahora y paga hasta julio! no te preocupes hoy ¡gasta lo que no tienes! ¿cómo vivir en una cultura así? ¡con protección, alarmas!
Esto es algo obvio, entonces la pregunta es ¿por qué no nos gusta poner protecciones? porque evitan que lleguemos a dónde queremos llegar, hacer lo que queremos hacer. Son estorbo para conseguir lo que quiero, es verdad, puedo ver el peligro, se que necesito una protección pero ¡no la voy a poner!
No quiero ser buen ejemplo ¡quiero dinero! no quiero dar ¡quiero tener! no quiero ser sabio o prudente ¡quiero adrenalina! no quiero ser responsable ¡quiero alegría macarena! Entiendo eso de las protecciones, se las consecuencias me gustaría que mis amigos sigan ese consejo pero yo ¡no las pondré! Porque me protegen, pero también se entrometen en lo que quiero.
Pero si decides ponerlas, debes saber que aun así ¡hay peligro! hay tentaciones y habrá tensión. Si dices: quiero ser responsable en mis finanzas, pero ¡quiero ese teléfono! se que me voy a endeudar pero lo quiero. Debes saber que al comprarlo, eso no va a satisfacer el deseo de tener otro teléfono, dentro de 2 años vas a querer otro. Lo que quiero decir es: hacer lo que quieres hacer no resuelve o elimina la tensión, la presión, la tentación.
Dónde pongas esa protección o límite a partir de ahí habrá tensión, tentaciones y es aquí dónde tener protección tiene sentido, porque te ayuda a tomar decisiones. La tentación empieza donde sea que decidas poner un alto y esa tentación no va a desaparecer.
Si dices: comeré lo que quiera, tallas muchas vida una, en algún momento dirás: creo que ya es tiempo de comer saludable, ya sea que lo digas a los 60, 80, 140 kgs. Y en ese momento empezará la tensión. No es lo mismo empezar a cuidarte a los 70 que a los 140. No es lo mismo empezar a los 40 que a los 60’s. No poner protecciones va a desgastar tus fortalezas.
Mientras más tardes en poner protecciones mayor es el peligro. Será más difícil salir. Si no pones protecciones te arriesgas, la linea de batalla se recorre y estás en peligro de caer al precipicio. ¿En qué momento es más fácil retirarse del peligro? ¿qué tanto me puedo acercar al precipicio?
Las tentaciones o las pasiones nunca serán satisfechas. Nunca tendrás un postre que termine tu deseo de postres, no habrá una taquiza que ponga fin al deseo de tacos, tus instintos no se satisfacen, mientras más los alimentas ¡mas fuertes se vuelven! Esto es en cualquier área de tu vida: compras, ejercicio, trabajo, drogas, poder, etc. No vas a satisfacer tus apetitos ¡siempre vas a querer más!
Acercarse al desastre alimenta el deseo de estar más cerca del desastre, un abismo llama a otro abismo. ¿Qué dice el sentido común? mientras más pronto elimines el riesgo es mejor. Lo más sabio es poner protecciones lo más lejos posible del peligro, en un punto donde sea “fácil” dar marcha atrás.
Si dices: el problema con las protecciones es que evitan que llegue a donde me gustaría ir, mis amigos se van a alejar y sabes ¡quizá es verdad! pero no pienses que por decir que sí a todo, nunca tendrás que decir que no. Dónde sea que decidas decir no, a partir de ahí empieza la tensión.
Nabucodonosor rey de Babilonia (actual Irak) es un gran estratega, hacía algo brillante para la época al conquistar una ciudad, en lugar de esclavizar y destruir de inmediato, lo que hacía era arrestar, llevar cautivos a los más educados, artistas, científicos, los más guapos, generalmente eran de la realeza. Los lleva a Babilonia y los pone en un programa de asimilación, capacitación, el propósito es “borrar” su cultura. Babilonia era una ciudad llena de grandes mentes, hasta después destruía las ciudad, pero antes ya los había culturizad, re programado. Muchas veces enviaba a esos nuevos culturizados a otras ciudades para expandir la cultura babilónica por otros lados.
En el año 605 a. C. su ejército conquista Jerusalén, destruye el templo que construyó Salomón, se lleva lo más valioso y a los mejores de Israel, cuatro son jóvenes: Daniel, Ananías, Misael y Azarías. A Daniel le cambia el nombre a Beltsasar, Ananías a Sadrac, Misael a Mesac y Azarías es Abednego. Se los lleva y empieza en ellos el proceso de capacitación, la meta es quitarles su herencia cultural y crear nuevos babilonios.
El rey les asignó una ración diaria de la comida y del vino que provenían de su propia cocina. Debían recibir entrenamiento por tres años...” (Daniel 1:5, NTV)
Entran a ese entrenamiento algo así como su maestría, doctorado, todo pagado, la mejor educación, los mejores maestros y además comen la mejor comida, la de la mesa del rey. La mayoría de los cautivos que entraban se alegran por su “buena suerte”, pensaron que morirían trabajando en las minas de sol o de cobre, pero viven en un palacio y comen de la cocina del rey.
“… Debían recibir entrenamiento por tres años y después entrarían al servicio real.” (Daniel 1:5, NTV)
Después del programa un examen y los mejores trabajarán directamente con el rey ¡no se puede estar mejor! Sabemos que Daniel es inteligente pero también sabio, se da cuenta de algo, puede adelantarse y ver cuál es el fin de la película, supo ver el plan, lo que sucedería, fue entendido de los tiempos.
Los llevan a Babilonia, les dan nueva ropa, nuevos nombres, les rapan el cabello y Daniel pudo ver que así, poco a poco van a quitarles lo que son, lo que creen, lo que saben de su historia, cultura y su Dios y un día serán más babilonios que los jardines colgantes, adorando a Morduc.
Daniel vio eso que muchos de nosotros no hemos podido ver en cuánto a la cultura y las celebraciones, el cambio de conceptos, narrativas. Daniel entendió que ceder no quitaría la tensión pero sí debilitaría sus fortalezas. Ceder no quita la presión, sólo debilita nuestras fortalezas. Mentir una vez hace más fácil mentir una segunda, cruzar una línea hace más fácil cruzar otra vez, el segundo churro es más fácil que el primero. Hay muchas lineas que si las cruzas, la tentación ¡no se irá! y tus fortalezas se van debilitando.
Daniel dijo: me quieren cambiar el nombre, la ropa, idioma, hábitos ¡ya se a dónde vamos! un día habré abandonado todo lo que ahora considero valioso y decide hacer algo valiente, decidido y decisivo, que tú y yo también podemos hacer, la Biblia dice:
Sin embargo, Daniel estaba decidido...” (Daniel 1:8, NTV)
Está decidido, dijo ¡Alto! ¡hasta aquí! esto es lo más lejos que voy a llegar, no iré más allá, hasta aquí me van a poder empujar.
Sin embargo, Daniel estaba decidido a no contaminarse con la comida y el vino dados por el rey. Le pidió permiso al jefe del Estado Mayor para no comer esos alimentos inaceptables.” (Daniel 1:8, NTV)
Algunos dicen que no podía comer porque no era comida Kosher, otros porque había sido ofrecida a un dios y sería como reconocer que ese dios es real. Lo que sí sabemos es que decidió, se propuso no ir más allá, ahí pondría su protección. Lo interesante es que si sabes el fin de la historia ¡a Daniel le va bien! pero se lo propuso antes de saber cómo terminaría su historia, se lo propuso ¡antes de leer el libro de Daniel!
Daniel es un adolescente, lejos de su hogar, rodeado de mentes brillantes y el hombre más poderoso de la tierra, decir ¡no! pudo llevarle a la muerte, era un insulto a sus anfitriones ¡cómo que comer lo del rey es inaceptable! Sabes que hay gente que se muere de hambre, te estamos dando lo mejor que hay y crees que no es digno de ti ¿quién te crees?
Pero Daniel está decidido, tomó una decisión antes de saber el fin de la historia, si ha de morir ¡está dispuesto! ¿por qué tomó esa decisión? ¿lo hizo porque sabía el fin de la historia? ¡Claro que no! pero lo sospechaba, igual que tú y yo sospechas lo que puede pasar, por eso propuso, dispuso, tomó una decisión.
Le dice al jefe del estado mayor, por otras versiones sabemos que se llama Aspenaz, mis amigos y yo no queremos esa comida ¡no lo haremos! y ese acto de valentía cambió el curso de la historia.
Ahora bien, Dios...” (Daniel 1:9, NTV)
Aparece por primera vez una referencia a Dios ¡esto es importante! porque Dios siempre aparece en la historia; cuando pongas protecciones, alarmas, cuando te preguntes ¿qué debo hacer? al pensar en tu futuro y lo que la gente pueda pensar, lo que te vas a perder, lo que vas a extrañar, todo eso que pasa por tu mente y por esos factores sueles olvidarte y no involucras a Dios. Pero Daniel sí lo tomó en cuenta.
Dios usará las protecciones que pongas, las alarmas, no solo para protegerte sino también para darte dirección. Lo que sucede a partir de aquí en la historia es porque Daniel se decidió. Su decisión de poner protección, una linea, fue lo que Dios usó para dirigir el resto de su vida; si no hubiese tomado esa decisión, no estaríamos contando su historia, el libro de Daniel no estaría en la Biblia. El momento que se decidió, que dijo ¡hasta aquí! fue el momento que Dios usó para dirigir su futuro.
Esto lo puedes ver en quienes un día toman una decisión, cuando involucran a Dios, entonces ÉL les da dirección y no sucede cuando sólo oras pidiendo dirección, sino cuando en el momento de la prueba, de la presión decides no cruzar ese límite, y esa decisión es determinante para que Dios dirija tu vida, en la escuela, trabajo, empresa, negocio, familia, amistades, etc. Al momento de tomar la decisión, Dios intercede para protegernos y darnos dirección.
Daniel no tenía idea de qué estaba en riesgo, tú no tienes idea de lo que está en riesgo al tomar decisiones, al poner protecciones en tu vida; crees que lo sabes pero ¡no es así! esa decisión, ya sea en el trabajo, matrimonio, relaciones, será algo decisivo, con el tiempo verás atrás y dirás: Dios no sólo me protegió sino que me dio dirección, todo por haber tomado una decisión, por haber determinado algo.
Ahora bien, Dios había hecho que el jefe del Estado Mayor le tuviera respeto y afecto a Daniel,” (Daniel 1:9, NTV)
¡Dios ya había hecho algo! Pero Daniel no lo sabía. Se dio cuenta que el estado mayor lo favoreció, pero no sabía que Dios había hecho eso. Tú no sabes lo que Dios está haciendo detrás de escena por tu bien.
El jefe le dice: el problema es que no puedo hacer eso ¡deben comer! entiendo tu convicción, pero si les cambio la comida, el rey se dará cuenta porque su salud se verá afectada, el rey me matará. Soy responsable de su salud y se que como jóvenes necesitan proteínas, carne, yo no lo puedo hacer, pero…hablen con mi jefe de seguridad, quizá él pueda hacer algo, guiño, guiño.
Daniel va con el jefe de seguridad y llegan a un acuerdo, por 10 días no comerán la comida del rey, si después de esos días se ven demacrados, verán qué hacer. El jefe acepta ese acuerdo y después de 10 días los ve más saludable que el resto de los jóvenes y más listos.
A estos cuatro jóvenes Dios les dio aptitud excepcional para comprender todos los aspectos de la literatura y la sabiduría; y a Daniel Dios le dio la capacidad especial de interpretar el significado de visiones y sueños.” (Daniel 1:17, NTV)
Dios les dio inteligencia en ciencia, literatura. Dios honró esa decisión.
Cada vez que el rey los consultaba sobre cualquier asunto que exigiera sabiduría y juicio equilibrado, los encontraba diez veces más capaces que todos los magos y brujos de su reino.” (Daniel 1:20, NTV)
Y este es el inicio del camino que marcó la diferencia en la vida de Daniel y todo Israel, fue el inicio de lo que después sucedió: el foso de los leones, el horno de fuego, el complot para matarlo, todo empezó aquí. Daniel dijo: no puedo rebasar ese límite, es mi protección, voy a decidir aun antes de saber el fin de la historia, pero puedo tener una idea de cuál será el fin de la historia si hoy no tomo una decisión. Dios escucha ese momento de tu decisión.
Entonces dijo: «No tengas miedo, Daniel. Desde el primer día que comenzaste a orar para recibir entendimiento y a humillarte delante de tu Dios, tu petición fue escuchada en el cielo. He venido en respuesta a tu oración;” (Daniel 10:12, NTV)
Padres, varones y todos ¡tomemos decisiones importantes! Oremos por entendimiento y humillé monos ante Dios. Pongamos protecciones, si no lo hacemos será difícil detener los peligros. Debes ser valiente y decidir antes que sepas el fin de la historia, pero si no tomas decisiones hoy en algunas áreas ¿a poco no sabes cómo terminará esa historia?
Tus relaciones con tus hijos, padres, empleados se verán beneficiados si pones protección a su alrededor. La cultura no te va a ayudar cuando estés en problemas, sólo te va a empujar en la dirección equivocada, es en ese momento que debes tomar una decisión. Primero me cambias la forma de vestir, después el cabello, el idioma, las definiciones de hombre y mujer, familia pero ¡hasta aquí llego! cada uno sabe en qué área o dónde poner esa protección.
A los justos los guía su integridad...” (Proverbios 11:3, NVI)
No tenemos idea de lo que Dios quiere hacer con nosotros. Conoces tu potencial, sabes de lo que eres capaz, pero no puedes ver los peligros que ponen en riesgo ese potencial.
No sabes lo que Dios quiere hacer contigo a partir del momento que dispongas en tu corazón: obedecer, pedirle sabiduría, consultar tus pasos, leer SU Palabra. Daniel lo hizo, tomó una decisión.
La cultura te dice ¡no hay límites! y tu respondes ¡claro que sí hay límites! Y Dios usará esa decisión para dirigir tu vida; algunos de nuestros mayores remordimientos se pudieron evitar si hubiéramos puesto protecciones; pero esto mismo quiere decir que sí puedes evitar remordimientos futuros, si hoy pones esas protecciones, dispones en tu corazón, aunque nadie más lo haga ni esté de acuerdo, serás tú quién ponga esas protecciones por el bien de tu vida.
La cultura está moviendo los valores morales objetivos, está quitando las protecciones que nos dieron estructura como sociedad ¿quién decidirá los límites o dónde poner las protecciones? ¿qué grupo definirá los conceptos?
Podemos confiar en quién nos creó y demostró SU amor por nosotros hasta la muerte y desea que lo reconozcas en todos tus caminos, en el trabajo, empresa, negocio, relación, familia. Dios quiere usarte en esos ambientes extremos, en medio de la cultura ¡Así como lo hizo con Daniel!
Palabra de Dios
Oremos
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