No temas
Sermones temáticos: Funerales • Sermon • Submitted • Presented
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Texto: Apocalipsis 1:17 “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;”
Fam. Rivera Hernández
Octavio
Esposa Patricia
hijas- Milka y Ami
Fam. rivera santiago
Introducción
Introducción
Las primeras palabras del Testigo Fiel son: No temas (Apoc 1:17).
¿Cuál es nuestro temor?
A las restricciones.
A la Soledad.
A la Mutilación.
A la humillación.
A la Muerte
Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”
Cuerpo
Cuerpo
Temor al futuro
Temor al futuro
No temas (Apoc 1:17)
Juan había sido el primer discípulo en ser llamado (Jn 1:35-40).
Era el último discípulo vivo.
Tenia temor de lo que sucederia en el futuro.
Jesús le dice que Él es el primero y el Último (Apoc 1:17).
La mayor esperanza (Apoc 1:18)
Jesús nació, vivió y murió.
Su vida eterna, nos da vida eterna (Jn 11:25).
“Vivo por los siglos de los siglos” (Apoc 1:18)
Juan 11:25–26 “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” .
Dios tiene el control (Apoc 1:18)
Aún cuando Satanás provocó la muerte.
Dios tiene las llaves de la muerte y de las regiones donde aparentemente gobierna satanás.
Las llaves en las manos de Jesús, nos enseñan que Dios está por encima de la muerte.
Está llave tiene como fin ponerle punto final a la muerte.
Conclusión
Conclusión
Luego resonó la argentina trompeta de Jesús, a medida que él iba descendiendo en la nube, rodeado de llamas de fuego. Miró las tumbas de sus santos dormidos. Después alzó los ojos y las manos hacia el cielo, y exclamó: “¡Despertad! ¡Despertad! ¡Despertad los que dormís en el polvo, y levantaos!” Hubo entonces un formidable terremoto. Se abrieron los sepulcros y resucitaron los muertos revestidos de inmortalidad. Los 144.000 exclamaron: “¡Aleluya!” al reconocer a los amigos que la muerte había arrebatado de su lado, y en el mismo instante nosotros fuimos transformados y nos reunimos con ellos para encontrar al Señor en el aire PE 16.1