Vision Cristiana del Clima
Weekdays Homily • Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 1 viewNotes
Transcript
Vamos a la narración del Evangelio
Los escribas acusan a Jesús de tener un demonio dentro, Jesús les responde que primero no negando algo que se ha olvidado hoy existencia de demonio como enemigo de la redención y algo más enigmático, un pecado que no será perdonado ni en esta vida ni en la otra, el pecado contra el Espíritu Santo.
¿Qué es el pecado contra el Espíritu Santo?
Primero hay que notar que Cristo esta haciendo milagros frente a ellos con el fin de convertirlos y ellos rechazan estos milagros y estas gracias.
Entonces la blasfemia contra el Espíritu Santo, no consiste en ofender con palabras al Espíritu Santo, sino en rechazar la salvación que Dios ofrece al hombre mediante el Espíritu Santo.
la « blasfemia » no consiste en el hecho de ofender con palabras al Espíritu Santo; consiste, por el contrario, en el rechazo de aceptar la salvación que Dios ofrece al hombre por medio del Espíritu Santo, que actúa en virtud del sacrificio de la Cruz.
No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo (cf DeV 46). Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna. 1864
Ese pecado no es imperdonable en cuanto a Dios, es imperdonable en cuanto a nosotros que podemos aférranos en el mal, rechazando la misericordia de Dios.
Santa Catalina de Siena escribe en sus diálogos, que una de los peores pecados que puede cometer una persona es desconfiar de la misericordia de Dios.
Pues al creer que Dios no puede perdonar tal pecado, se ofende a Dios creyendo que nuestro pecado es mas grande que su misericordia.
Este pecado, el desprecio de mi misericordia, no lo perdono ni aquí ni allá; y me resulta mucho más grave que todos los pecados que haya podido cometer. Por esto la desesperación de Judas me desagradó más y fue más enojosa a mi Hijo que la misma traición que cometió. Así, los hombres, por creer mayor su pecado que mi misericordia, serán castigados eternamente con los demonios.