El Hombre Bendito - Lo Contrario
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El Hombre Bendito - Lo Contrario
El Hombre Bendito - Lo Contrario
Hoy vamos a continuar el serie acerca del varón bienaventurado. En Salmos 1 hemos visto que podemos vivir una vida bendita por Dios, pero hay unos requisitos.
La primera semana vimos que este hombre no debe pecar. No anda en consejos de malos, no está en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores. Hermanos, Dios no nos puede bendecir cuando vivimos una vida de pecado. Cuando estamos en contra a Dios, Él no puede darnos sus bendiciones.
La segunda semana estudamos que un hombre bienaventurado está centrado en la palabra de Dios. Él deleita en la ley de Jehová y tambien medita en su ley. Él quiere leer la palabra de Dios, y entender sus verdades.
Hermanos, tener una relación con Dios y seguir sus leyes y instrucciones es como podemos tener las bendiciones de Dios, y podemos vivir una vida santa delante de Él.
Finalmente, en la semana pasada estudiamos que un hombre bienaventurado será como un árbol. Vimos que estará plantado, no va a mover y está en un lugar perfecto, porque está plantado por Dios. También vimos que producirá fruto espiritual en su vida, su hoja no caerá, o sea tendrá la protección de Dios, y lo que hace prosperará. Tendrá éxito.
Entonces Hermanos, esta noche, vamos a ver lo negativo. Vamos a salir de hablar del varón bienaventurado, y estudiar la vida de los malos. Salmos 1:4-6 Aquí vemos que el hombre bienaventurado no es como los malos. Vemos el opuesto de una vida bendita por Dios. Vemos los resultados de una vida de pecado.
No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá.
No vemos las bendiciones de Dios en sus vidas. Entonces, la primera mitad de este capítulo nos muestra que ser un hombre bienaventurado es algo bueno. Pero creo que Davíd escribió este parte para mostrar las gran diferencias entre ellos que tienen las bendiciones de Dios y ellos que no tienen las bendiciones, los malos.
Recuerde que en vs. 1 vimos que ellos que viven en pecado, no tienen las bendiciones de Dios. Entonces, en estos vs. 4-6 volvemos a ver esta verdad. Pero lo que vamos a ver son las maldiciones de vivir en pecado. Salmos 37:1-3
No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como el pasto serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán. Espera en Jehová, y haz el bien; y vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.
Aquí vemos que Dios nos dice que no debemos tener envidia de los que hacen iniquidad. Hermanos, a veces el mundo parece bueno. A veces el mundo puede parecer mejor que la vida Cristiana. Pero debe entender que no es así. La vida bendita es de Dios, y no del mundo. No quiere experimentar la vida que el mundo ofrece.
Unos de ustedes saben de esta vida mejor que otros. Saben que no es una vida buena, y bendita. Hermanos, este pasaje nos dice que no debemos tener envidia de ellos, porque no es una vida que quiere vivir.
Entonces, en vs. 4-6 de Salmos 1 vamos a ver los resultados de vivir como ellos que hacen iniquidad, como los malos.
Como el tamo que arrebata el viento.
Salmos 1:4 El tamo es como la parte sin valor de la cosecha. Es la parte que los obreros separan de lo que han cosechado. Es inútil. Cuando han separado el tamo del cultivo, dejan el tamo donde queda, porque no tiene valor. El versiculo aquí nos dice lo que pasa cuando se deja por los obreros, el viento lo arrebata.
No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento.
Ya vemos la diferencia entre el arbol plantado, y el tamo. No hay dirección en las vidas de los malos. No hay propósito. Dios no puede plantarlos en un lugar donde puede ser útil. Aquí se describe el estilo de vida de los malos.
No están establecidos. Muchas veces no están salvos. No hay esperanza en su vida. El viento de los deseos de su carne arrebatan a ellos a donde quiera. Nosotros hemos visto a ellos en este mundo. Van por todas partes, viven como quieran.
Pero no hay valor a este estilo de vida. Son cómo el tamo. Hermanos, nos pregunto. Queremos estar así? Queremos vivir una vida que no tiene valor? Si vivimos la vida de los malos, será así. I Juan 2:16-17
Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y su concupiscencia; pero el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre.
Hermanos, aquí la palabra nos dice que todo lo que hay en el mundo, no es del Padre, sino del mundo. y el mundo pasa. No hay valor. No hay nada que permanecerá en este estilo de vida.
Pero lo que permanecerá es lo que hacemos para Dios. Nosotros tendremos las bendiciones de Dios. Estaremos como el árbol plantado por las aguas. I Pedro 1:24-25 Aquí vemos la verdad general que vemos en Salmos 1:4, todo lo que viene del mundo, se cae, se seca. Pero lo que viene de Dios, será establecido, permanecerá para siempre.
Porque toda carne es como la hierba, y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y ésta es la palabra que por el evangelio os ha sido predicada.
Hermanos, nosotros debemos decidir. Queremos vivir la vida que vale? O la vida que no vale? Es una decisión que debemos tomar.
No se levantarán los malos en el juicio
Salmos 1:5 La segunda frase de este versículo dice que no se levantarán los malos en el juicio. O sea, están culpables. No pueden levantarse en el juicio como justos, como sin culpa. Están culpables delante de Dios.
Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos.
La segunda parte es casi lo mismo. ni los pecadores en la congregación de los justos. Los malos, están culpables, y como resultado, no pueden estar entre los justos, no pueden disfrutar los beneficios de los justos. No merece el lugar de los justos. No merece estar plantado por las aguas.
Cuando una persona es juzgada, es juzgada por lo que ha hecho o no ha hecho. Ante Dios, cuando los malvados están juzgados, enfrentarán la ira de Dios. No se levantarán. Ellos enfrentarán el juicio de Dios. Salmos 76:6-9
A tu reprensión, oh Dios de Jacob, el carro y el caballo fueron entorpecidos. Tú, temible eres tú: ¿Y quién permanecerá de pie delante de ti, al desatarse tu ira? Desde los cielos hiciste oír juicio; la tierra tuvo temor y quedó suspensa, cuando te levantaste, oh Dios, al juicio, para salvar a todos los mansos de la tierra. (Selah)
Hermanos, si hablamos de los malos que no son salvos, enfrentarán el juicio de Dios aquí en la tierra y despues de la muerte, pero aún ellos que están salvos, pero están viviendo en el pecado, y no son justos enfrentarán el juicio de Dios en esta vida. Enfrentarán el castigo de Dios.
Ahora, Dios es un Dios de misericordia. Despues de la salvación, somos sus hijos. Pero este versiculo aplica a los hijos de Dios tambien. La justicia de Dios es para todos. No enfrentaremos el juicio eterno, pero sí enfrentaremos el juicio de Dios en esta vida. El castigo de Dios.
Gálatas 6:7-8 Hermanos, lo que debemos entender es que siempre segaremos lo que sembramos. Cuando sembramos para su carne, segarámos corrupción. Enfrentaremos el juicio de Dios.
No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Hermanos, no queremos estar en esa posición. Queremos estar en la congregación de los justos, el lugar bendecido por Dios.
La senda de los malos perecerá
Salmos 1:6 El sentido en vs. 6 es que tendremos un guía en esta vida, si somos justos. Pero los malos, no tendrán un guía para ayudarnos en el camino. Tener un guía es importante. Cuando anda por una jungla, es bueno tener alguien que sabe donde y cuales son los peligros.
Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá.
Hermanos Dios conoce el camino de los justos. Dios nos guía en esta vida. Cuando tenemos pruebas y problemas, Dios sabe por lo que pasamos y experimentamos. Pero hermanos, con los malos, no es así.
Ellos no tienen el Guía que es Dios por medio del Espíritu Santo. Ellos tienen sus propias mentes, y las sugerencias de este mundo. Pero no tienen la ayuda de Dios.
Proverbios 4:14-19 En Proverbios 4 el padre está diciendo a su hijo que adquiere sabiduría.Por qué? Porque el sabe que el camino de los impíos es oscuridad, no saben qué tropiezan. Hermanos, en el camino de los malos, no tenemos luz, no sabemos a donde vamos. Pero cuando seguimos a Dios, tenemos la luz de su Palabra.
No entres en la senda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos. Déjala, no pases por ella; apártate de ella, sigue adelante. Porque no duermen ellos, si no han hecho mal, y pierden su sueño, si no han hecho caer a alguno . Porque comen pan de maldad, y beben vino de violencia. Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. El camino de los impíos es como la oscuridad; no saben en qué tropiezan.
Salmos 119:105 Entonces hermanos, la senda de los malos, no es el camino que queremos seguir. No queremos andar por ese camino porque en ese camino no hay dirección, no hay un guía para mostrarnos lo que debemos hacer, y nunca recibiremos las bendiciones de Dios en esa senda.
NUN. Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.
Hermanos, si hemos aceptado Jesús como nuestro Salvador, no somos condenados, no tenemos que temer el juicio de Dios al fin de la vida. Pero Hermanos, debemos tener cuidado si decidimos vivir la vida de los malos. No tendremos las bendiciones de Dios. Nuestra vida no tendrá propósito. Enfrentaremos el castigo de Dios. Estaremos caminando en un camino que no tiene un guía que solo va a la destrucción.
Hay consecuencias por el pecado. Hay consecuencias por vivir la vida de los malos y no la vida del varón bienaventurado. Sabe que hermanos? Tenemos la capacidad de decidir entre las dos vidas que vemos en este capítulo. Hermanos, podemos decir con seguridad que la vida bendita por Dios es lo mejor.