Sentimientos en conflicto

Introducción

El reino de Israel había sido atacado desde adentro, Absalón hijo de David se había revelado con el propósito de tomar el trono. Sus actos no eran guiados por la ley de Dios sino por un sentimiento egoísta y vanidoso.

Absalón había huido a Gesur (2 Samuel 13:37) con los parientes de su madre cuando asesinó a Amnón, es posible que en esa ocasión fue influenciado por pensamientos paganos que habrían puesto en peligro el reino de Israel si su plan de derrocar a su padre hubiera tenido éxito.

David sabía que debía defender el reino pero a la vez no quería hacer daño a su hijo. Tuvo la oportunidad de corregir a su hijo a tiempo pero no lo hizo, ahora era demasiado tarde para hacerle entrar en razón.

La única alternativa era la guerra, en la cual Absalón fue muerto por Joab, a pesar de la orden de David de no matarlo.

El luto

2º Samuel 19:1–3 “1Dieron aviso a Joab: He aquí el rey llora, y hace duelo por Absalón. 2Y se volvió aquel día la victoria en luto para todo el pueblo; porque oyó decir el pueblo aquel día que el rey tenía dolor por su hijo. 3Y entró el pueblo aquel día en la ciudad escondidamente, como suele entrar a escondidas el pueblo avergonzado que ha huido de la batalla.”

Cuando David se entera de la muerte de su hijo, la victoria de su ejército se volvió en luto.

Fue un día de confusión, los soldados desfilaban felices por la victoria pero al entrar en la ciudad de Mahanaím se escuchaban los gritos de dolor de David.

Los soldados se escondieron avergonzados no sabiendo como actuar y que sucedería ahora.

La posición de David era complicada porque al ser el rey, debía mostrar fortaleza y confianza a su pueblo.

David debía poner su dolor a un lado para honrar al Dios de Israel que les dio la victoria.

Absalón había caído por el peso de su pecado y era el justo castigo y eso debía entenderlo David y resignarse para no crear confusión y debilitamiento en el pueblo.

En el liderazgo muchas veces debemos hacer un lado las muestras públicas de dolor para no crear debilitamiento en el pueblo.

Cuando Nadab y Abiú hijos del sumo sacerdote murieron al ofrecer fuego extraño a Dios, Dios le prohibió a los sacerdotes hacer duelo por sus hijos: Levítico 10:6 “Entonces Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar e Itamar sus hijos: No descubráis vuestras cabezas, ni rasguéis vuestros vestidos en señal de duelo, para que no muráis, ni se levante la ira sobre toda la congregación; pero vuestros hermanos, toda la casa de Israel, sí lamentarán por el incendio que Jehová ha hecho.”

La razón de esto es que en la muerte de Absalón como en la muerte de Nadab y Abiú, se estaba eliminando el pecado del pueblo y guardando la santidad de Dios, por lo cual no debía hacerse luto.

La confrontación

2º Samuel 19:5–7 “5Entonces Joab vino al rey en la casa, y dijo: Hoy has avergonzado el rostro de todos tus siervos, que hoy han librado tu vida, y la vida de tus hijos y de tus hijas, y la vida de tus mujeres, y la vida de tus concubinas, 6amando a los que te aborrecen, y aborreciendo a los que te aman; porque hoy has declarado que nada te importan tus príncipes y siervos; pues hoy me has hecho ver claramente que si Absalón viviera, aunque todos nosotros estuviéramos muertos, entonces estarías contento. 7Levántate pues, ahora, y ve afuera y habla bondadosamente a tus siervos; porque juro por Jehová que si no sales, no quedará ni un hombre contigo esta noche; y esto te será peor que todos los males que te han sobrevenido desde tu juventud hasta ahora.”

Joab se presenta como un personaje contradictorio, era un hombre frio y calculador, tomaba muy enserio su posición como comandante del ejercito de Israel.

En ocaciones desobedece las ordenes del rey para tomar desiciones correctas en su opinión, pero regularmente no era así como creía. En el caso de Absalón, su decisión fue acertada.

Teniendo la confianza del rey por ser su sobrino y comandante de su ejército, confronta a David por su actitud y lo hace entrar en razón para el bien de la nación.

David debía reponerse y retomar el trono antes que se levante otra rebelión. De echo Joab amenaza a David con una rebelión.

Aunque Joab se sobrepasó con David, sus palabras fueron efectivas e hicieron a David recapacitar, hacer a un lado sus sentimientos paternos y atender a Israel, por quien Dios lo había escogido como su príncipe.

En la vida necesitaremos personas que no solamente nos hablen palabras dulces, sino también de confrontación para recapacitar de nuestro encierro.

La confusión

2º Samuel 19:9–10 “9Y todo el pueblo disputaba en todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos, y nos ha salvado de mano de los filisteos; y ahora ha huido del país por miedo de Absalón. 10Y Absalón, a quien habíamos ungido sobre nosotros, ha muerto en la batalla. ¿Por qué, pues, estáis callados respecto de hacer volver al rey?”

Cuando el ejercito de Israel que estaba con Absalón huyó, se creó una confusión, la gente entró en pánico, no sabía que hacer, Absalón a quien había proclamado rey había muerto y David había abandonado el país.

La gente no entendía por qué David había huido de Absalón si era un gran guerrero que había enfrentado y derrotado a los filisteos. En la confusión no comprendían el sentimiento paterno de David.

Con las palabras de Joab David recapacitó y envió a los sacerdotes para negociar su retorno al palacio.

Los ancianos aceptan el retorno de David y se inicia el regreso.

En los momentos de angustia es muy importante mantener la calma, la sobriedad y la cordura para tomar buenas desiciones. En esos momentos estamos expuestos a tomar malas desiciones.

El retorno de David se vio envuelto en dificultades pero Dios estaba con él y las logró superar.

Conclusión

David estaba a punto de tomar malas desiciones por darle rienda suelta a sus sentimientos, pero en la posición en la que él se encontraba como príncipe de Israel, debía guardar la compostura para el beneficio del pueblo.

Esta misma actitud debemos tomar para el bienestar de nuestras familias.

Cuando los sentimientos dirigen las desiciones, los resultados serán malos. Proverbios 3:5 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.”

Por eso Dios nos ha dejado su Palabra para instruirnos y que llenemos nuestra mente de ella para tomar las desiciones correctas. Proverbios 6:23 “Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,”