Consejos para dar un buen testimonio.
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Tema: Consejos para dar un buen testimonio.
Texto: 1 Corintios 10.23 – 11.1
23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
25 De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia;
26 porque del Señor es la tierra y su plenitud.
27 Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia.
28 Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud.
29 La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?
30 Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que doy gracias?
31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
32 No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;
33 como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.
1 Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.
Propósito general: Consagración
Propósito específico: Aprender juntos a través de la exhortación de Pablo al pueblo cristiano corinto, a llevar una vida que en todo de la gloria y la honra a Dios.
Bosquejo:
v.23 – 26 – Buscar el bien de los demás.
v.27 – 31 – Hacer todo para glorificar a Dios.
v.32 – 11.1 – Ser imitadores de Cristo.
Oración de transición: En esta parte de las Escrituras, encontramos los elementos claves para llevar una vida de buen testimonio que en lugar de hacer tropezar a otros les ayuden a edificar una vida espiritual fundamentada en la fe en Cristo que modelemos los creyentes.
Introducción:
En esta era de “yo primero” y “buscando ser el número uno”, Pablo nos enseña una declaración que es una buena norma para vivir en estos tiempos.
“El cristiano no debe considerar sólo lo que es lícito, sino lo que es conveniente y de edificación a los demás.” (primeramente, pensando en nuestra familia) ---
Existen muchos padres que llevan una vida cristiana superficial y no se dan cuenta el daño que hacen en la vida de los hijos.
Cuando estos padres quieren que sus hijos vivan consagrados a Dios, estos hijos no pueden, porque no han aprendido de un ejemplo firme en las convicciones cristianas que deberían haber visto en sus padres. (o en otros cristianos)
El peor daño que existe para la iglesia cristiana: ---
No son los ataques del enemigo,
No son las pruebas y las tentaciones que llegan a la vida de las personas
No son las leyes que se están aprobando en el gobierno… ¡no!
El peor daño es el cristianismo superficial (por no decir el mal testimonio) que llevan los cristianos.
El mayor peligro para la iglesia ha sido y es hoy el mal vivir y la apostasía de sus miembros.
Una iglesia en tales circunstancias no se puede permitir tener miembros que no dejen en buen lugar la fe cristiana. Sus miembros tienen que ser fieles.
Un gran predicador del siglo pasado pasó la mayor parte de la vida predicando al aire libre a gente hostil o indiferente a la iglesia.
De sus preguntas, discusiones y críticas, dijo que había aprendido que “el mayor daño que le encuentra a la iglesia son las vidas insatisfactorias de los que se confiesan cristianos.” Eso es lo que mina los mismos cimientos de la iglesia. ---
Recordemos que somos como “cartas abiertas”
Todos los cristianos, nos guste o no, somos un anuncio del Evangelio. ---
Cuando salimos al mundo, tenemos la aterradora responsabilidad de ser cartas de recomendación abiertas de Cristo y de Su Iglesia.
Cuando el hacer el bien a otros es una prioridad en nosotros, desarrollamos un corazón de siervo que agrada a Dios.
En esto consiste el cristianismo.
Dios desea que no nos consideremos sólo a nosotros mismos, sino que seamos sensibles a los demás.
Desarrollo:
v.23 – 26 – Buscar el bien de los demás. ---
La pregunta con la que debe vivir un hijo de Dios es: ¿Esto que estoy haciendo (o estoy por hacer) edifica mi vida y la de los demás?
El gran hecho de la fe cristiana es que nos hace libres, no para pecar, sino para no pecar. ---
Existe algo de lo que debemos estar conscientes como personas que deseamos buscar más de Dios.
“Así como nuestras vidas espirituales afectan nuestros cuerpos, de igual manera nuestras vidas físicas afectan nuestra área espiritual.” ---
Ej. Buscar la perspectiva espiritual de lo que practicamos.
El Apóstol aconsejaba a los corintios que la compra de la carne que posiblemente había sido sacrificada a ídolos no debía presentar ningún problema para sus conciencias.
Desde luego, el motivo del consejo de Pablo era la libertad cristiana.
En virtud de ésta, el comer carne comprada en una carnicería era un asunto sin importancia.
Al comprar carne, un judío tenía que preguntar si el animal había sido matado por un judío.
Segundo, tenía que preguntar si el animal había sido sacrificado sobre el altar de un ídolo.
Es muy probable que el Apóstol mismo había visto el dilema en que se hallaban algunos de los corintios con respecto a sus relaciones con sus vecinos.
Cuando cortamos nuestros contactos con vecinos y familiares, estamos desperdiciando una gran oportunidad para testificar de su fe. ---
Si los relativamente pocos cristianos de la ciudad cortaran sus contactos con los vecinos, estarían desperdiciando una gran oportunidad para testificar de su fe.
Por esta razón el Apóstol recomienda que los creyentes no lo piensen dos veces en aceptar una invitación de parte de sus vecinos para comer con ellos.
No había que preguntar siquiera respecto al origen de los alimentos servidos.
El mejor bien que podemos hacer a nuestros familiares, amigos y conocidos es presentarles el camino del evangelio. ---
En una situación personal u ocasión social de carácter no religioso puede comerse lo ofrecido a los ídolos, a menos que ello afecte la conciencia de algún hermano.
El cristiano no debe considerar sólo lo que es lícito, sino lo que es conveniente y de edificación a los demás. ---
v.27 – 31 – Hacer todo para glorificar a Dios. ---
Otras circunstancias, sin embargo, pueden exigir otras acciones.
Recordemos que el propósito del cristiano es honrar a Dios en todo lo que haga.
Primero notemos que el v.27 dice “si queréis ir” ---
Recordemos que el apóstol Pablo ha venido explicando acerca del crecimiento en la madurez del creyente.
Y luego el v.28 suena más como una prueba a la firmeza del creyente a sus convicciones.
28 Pero si alguien les dice: «Esto ha sido sacrificado a los ídolos», no lo coman, por causa del que se lo dijo, y por motivos de conciencia, porque del Señor es la tierra y todo lo que en ella hay.
29 Quiero decir, no la conciencia de ustedes, sino la del otro. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por la conciencia ajena?
Existe la posibilidad de que no tan sólo esté enterado, sino que esté probando la adherencia del creyente a sus principios.
Ej.: Unas de las grandes pruebas durante la persecución cristiana siempre ha sido una prueba moral para la persona. Por eso… ¿Qué pasaría si miráramos toda invitación a pecar como una prueba de nuestra firmeza en la fe?
¿Estas viviendo para glorificar a Dios en todo?
La gloria de Dios debe ser el interés primordial en la mente del creyente. No se le puede glorificar si uno participa en fiestas idolátricas; tampoco recibe Dios la gloria si se ofende al hermano más débil.
¿Por qué debemos estar limitados por la conciencia de otra persona?
Simplemente porque hacemos todas las cosas para la gloria de Dios, incluso nuestro comer y beber. Nada que hagamos debe causar tropiezo a otros.
v.32 – 11.1 – Ser imitadores de Cristo ---
El criterio de Pablo no era qué es lo que más le gustaba, sino qué era lo mejor para los que lo rodeaban.
Ej.: Muchos creyentes pueden pensar, “pero para mí no hay problema que se practique esto o que se haga lo otro”
La cuestión está implícita en el pensamiento que llega a ser egoísta.
No se trata de lo que a nosotros nos parezca bien, se trata de lo que llegamos a afectar a los demás. ---
Recordemos que tenemos obligaciones para con nosotros mismos; pero las más sagradas son las que afectan a los demás.
Existe una obligación en el creyente… y es el de ser ejemplo de lo bueno. (ser ejemplo de lo que está bien)
Para con los que no creen. Ser ejemplo de una vida piadosa que refleje el carácter de Cristo en todo su comportamiento social. ---
Para con los nuevos creyentes. Ser ejemplo de firmeza y de convicción, velando para no hacer caer en pecado a aquel que todavía esta creciendo en madurez espiritual.
La libertad cristiana no se nos ha dado exclusivamente para que la disfrutemos, sino también para que ayudemos a otros.
No digamos a otros “mira a Cristo” porque el mismo Cristo nos ha puesto en el camino de otros para que lo vean a él en nosotros. ---
Nuestra vida quizá sea la única biblia que otros lean.
No solo prediquemos la doctrina que se debe creer, sino llevemos una clase de vida que todos deberían vivir.
¿Qué aprendemos? ---
A no considerar nuestro propio bien, sino ser sensibles al crecimiento espiritual de los demás.
Que la libertad que nos da Cristo no es para pecar, sino para no pecar.
Así como nuestras vidas espirituales afectan nuestros cuerpos, de igual manera nuestras vidas físicas afectan nuestra área espiritual.
Que todo lo que hagamos debemos hacerlo para glorificar y honrar a Dios.
Ser imitadores de Cristo.
Que la obligación del creyente es ser ejemplo de lo bueno.