La busqueda de valores

Introducción: Es verdad que como un escritor de una revista en EUA, Joe Klein, escribió,la libertad ilimitada no es la forma de construir una sociedad, en los 60-70’s estábamos en exceso de sexo y drogas y nos despertamos con la adicción de bebés no deseados y enfermedades de contagio, en los 80’s. terminamos con el materialismo y nos despertamos con deudas.

La sociedad se está dando cuenta de ello, pero cómo respondemos a esto, aprobando abortos, legalizando drogas, sexo sin compromiso, diversidad sexual, etc. ¡Hay un gran vacío de valores!

¿cómo hacer que nuestra cultura, la sociedad, llene ese vacío?

Ahora bien podríamos dar muchas respuestas como: lo que necesitamos es volver al pasado, lo de antes era mejor que lo que hoy vemos. O podríamos responder simplemente muy religiosamente ahí están “Los Diez mandamientos”, con eso es suficiente; el pueblo de Israel los tuvo en tablas de piedra y no precisamente transformó esa nación dividida. Ambas respuestas nos muestran que necesitamos llegar al punto más profundo y buscar un transformación radical y no superficial o añeja.

El Salmo 19 nos ofrece la sabia respuesta de la perspectiva de Dios, la perspectiva del Evangelio, ¿a qué te refieres con ello? A que es una perspectiva profunda en esta búsqueda de valores, el camino trazado desde el principio, es el CAMINO diferente y verdadero, así qué, veremos en estros 3 puntos.

1 La necesidad de tener valores inmutables.

2 La negación ante los valores permanentes.

3 La renovación para practicar los valores inmutables.

Salmo 19:7–14 NVI

La ley del Señor es perfecta: infunde nuevo aliento. El mandato del Señor es digno de confianza: da sabiduría al sencillo. Los preceptos del Señor son rectos: traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos. El temor del Señor es puro: permanece para siempre. Las sentencias del Señor son verdaderas: todas ellas son justas. Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal. Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa. ¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente! Libra, además, a tu siervo de pecar a sabiendas; no permitas que tales pecados me dominen. Así estaré libre de culpa y de multiplicar mis pecados. Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, roca mía y redentor mío.

1 La necesidad de tener valores inmutables.

Salmo 19:7–10 NVI

La ley del Señor es perfecta: infunde nuevo aliento. El mandato del Señor es digno de confianza: da sabiduría al sencillo. Los preceptos del Señor son rectos: traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos. El temor del Señor es puro: permanece para siempre. Las sentencias del Señor son verdaderas: todas ellas son justas. Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal.

David a escrito este Salmo, haciendo una descripción en los v. 1-6 sobre la gloria de Dios en y sobre la creación, en ello, conocemos de su grandeza, fuerza, belleza, perfección todo el tiempo. A estos versículos le dedicaríamos un sermón. Pero David no deja solo el Cántico en esta sección sino que trasciende para hablarnos de la ley de Dios, inmutable, que no cambia y que es universal. En ella encontramos las verdades permanentes para valores inmutables.

Hemos escuchado que nuestra cultura no cree en verdades absolutas, dice que no hay verdades absolutas, que cada quien tiene la razón o algo de razón. Esto parece muy creíble ¿cierto?

Si yo les digo. Ustedes que piensan sobre que las mujeres usen o no pans en tiempos de lluvia, aquí se desata una discusión de nunca acabar. Todo lo juzgamos desde nuestra perspectiva, y diríamos varios argumentos a favor o en contra o incluso hasta una pelea podría haber.

Las personas juzgamos todo desde nuestra perspectiva, desde nuestros sentimientos y eso lo convertimos en nuestros valores y en nuestra moral. Pero si basamos nuestra moral desde lo que se sentimos o incluso de lo que diga la mayoría, es muy peligroso. ¿por qué?

Piensa en esto. Ofender a alguien verbalmente es malo, decirle palabras hirientes y ofensivas puede ser hasta destructivo. ¿Cierto? Decirle de cosas al árbitro que pitó mal el partido de México, o de decirle de cosas a los jugadores de nuestra Selección. Alguno dirá ¿qué tiene de malo, si no me escuchó? ¿qué tiene de malo si fue verdad que hizo mal? - Nos pasa igual con la vecina que te cae mal, o con el familiar que te hizo algo y tu le sonríes cada que lo saludas, o con el que se te metió mientras manejabas, pero ¿que dice la sociedad? si no lo sacas no te sentirás bien. Si te hace sentir bien a ti, debe ser algo bueno, es bueno desahogarse, decimos: ¡yo, no me guardo nada!. ¿ofendiendo e hiriendo?. Ves que cuando basamos nuestra actitud o acción con la idea de lo hago solo para sentirme bien, puedo no estar bien.

Si basas tu actitud o tu acción en lo que sientes, o en la opinión de la mayoría por ejemplo, hoy lo dijeron en la televisión, en un vídeo de tiktok, y tiene muchos seguidores, seguro es verdad. La verdad es que puede que estés yendo por el camino equivocado, esto no puede ser una regla para vivir. Estas cosas están cambiando constantemente. Por ejemplo, la idea de: “vive con amor”, amor es todo lo que necesitas, trasformemos nuestra Iztapalapa con amor, es más llamémosla AMANDO -LA -PA. Eso es una mentira, el amor que damos es condicional, es superficial, es egoísta, y no llegaríamos a nada. Cuál es el eslogan de la comunidad de la mal llamada “diversidad sexual” amor es amor. Buscamos amor y no odio, pero ellos ven la verdad y la razón lo ven como un fomento al odio.

No podemos vivir así, ¿te das cuenta? somos muy cambiantes y convenencieros, en la iglesia, con la familia, los amigos, la ciudad aun con Dios. Hay un vacío de valores que no cambien.

Por ello el Salmista no titubea, va directo al punto, no ve cosas a medias o sin tanto sentido. Ve algo que no cambia, ve algo que no se basa en sentimientos cambiantes. David dice sobre la verdad inmutable de Dios que es: Perfecta. digna de confianza, recta, clara, pura, verdadera. Esto nos habla de una persona no de acciones simples de hacer y no hacer, se trata de Jesús Puedes cambiar la palabra Ley - Por Jesús es: Perfecto, digno de confianza, recto- justo, claro, puro, verdadero. Exacto, necesitamos a Jesús, todo lo demás es voluble, y no pueden transformar nuestro corazón, nuestras vidas.

DAVID escribe este canto y reflexiona sobre los efectos de La Palabra en nuestra vida, de Jesús en nuestra vida: infunde nuevo Aliento- da Esperanza, da sabiduría al sencillo- al humilde- no soberbio, traen alegría al corazón, da claridad para no fallar, es permanente, no cambia, no es voluble, es Justo, imparcial, recto.

Las preguntas para nosotros son:

¿en qué basas tus decisiones? ¿por qué viniste hoy o porque no querías venir hoy a reunirte en este lugar? ¿por qué eres generoso en tu descanso, hasta con tu mascota, aún contigo mismo estudiando mucho y no tanto con tu familia de la fe con tu tiempo, conocimiento, dones, ofrendas? Son preguntas que no nos hacemos porque puede que nos sentimos bien así como estamos, no necesitamos ajustar nuestras vidas en eso, ya sería fanatismo. Entonces

¿qué esperanza hay para el adicto, cuando sus decisiones las basa en lo que dice la mayoría o en cómo se siente? (poco a poco, anexo, o Jesús) ¿qué esperanza hay para la mamá que se siente sola, cansada porque está criando a sus hijos sola y a la vez sosteniendo su casa? ¿qué se case? ¿qué busque apoyo del gobierno y trabaje menos? ¿qué lleve sus hijos con los abuelos y ella se dedique a trabajar nada más? ¿qué difícil no? Todo eso es muy cambiante y superficial, necesitamos algo más bueno que esas falsas esperanzas.

v.10, A poco no te has preguntado, ¿qué sería de nosotros si hubiera paz, prosperidad, alegría, justicia, cosas permanentes, esperanza? Si lo hay, la Biblia nos dice que sí lo hay y que es posible.

PERO

Nuestra gente, nosotros mismos hemos determinado nuestra moral, basamos nuestras vidas en valores relativos. Pero debe haber una razón del porqué lo hacemos así. Veamos nuestro siguiente punto.

2 La negación ante los valores permanentes.

Salmo 19:11–12 NVI

Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa. ¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente!

DIOS NO quiere que olvidemos este canto. Dios es inmutable, glorioso y justo, y todo lo que hace refleja sus atributos. Las palabras de Dios son Salmo 19:10 “Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal.” Todos deseamos algo así, todos queremos algo así, hemos experimentado muy poco esas buenas cosas. Nos alegramos cuando nuestro hijo sale de la Escuela y va al siguiente grado, cuando tenemos un buen trabajo, cuando nos sentimos sanos, pero estas cosas duran muy poco. Porque nuestro corazón se niega a las cosas de Dios, se siente autosuficiente si ve su vida prosperar, o se conforma y dice: ahí la llevo, si se pone difícil entonces si lo busco.

Esto ha pasado desde tiempos antiguos. Deja te cuento un poco de la historia del autor de este Salmo y como falló a pesar de haber conocido bastante de Dios. El fue pastor de ovejas, el menor de sus hermanos, venció diferentes animales feroces y a un filisteo enorme para un joven llamado Goliat. David pasó de ser un joven pastor de ovejas, miembro de una familia desconocida de Belén, a ser un guerrero victorioso aplaudido y reconocido como héroe por toda una nación. Fue un rey famoso, victorioso y que reinaba con justicia, pero se rebeló en contra de Dios, pecó contra Dios al tener relaciones sexuales con Betsabé Casada con Urías. Ella quedó embarazada, David dominado por su pecado planeo una y otra vez el no tener nada que ver con Betsabé y su bebé, y al no poder concretarse su plan, buscó que el esposo de Betsabé muriera al frente de la batalla. Así él se podría casar y tener a su hijo con él. La Palabra de Dios por medio de Natán fue dura y le dijo Dios sabe lo que hiciste, tu hijo ciertamente morirá. David había pensado que se había salido con la suya, pero no es así. La amonestación de Dios fue imparcial, aquí no pesó su fama, su posición o su trabajo.

¿Vez la resistencia que tenemos ante los valores permanentes de Dios? Nosotros tenemos el mismo problema que David, nos resistimos ante las advertencias de Dios, las ignoramos, somos permisivos, arrogantes, orgullosos. Nos va bien y actuamos con indiferencia con Dios.

En nuestra cultura, en nuestra sociedad, aquí dónde nosotros vivimos estamos por un lado deseando el bien y por otro lado haciendo lo incorrecto. Hoy en día tenemos clases, vídeos, podcast, sobre como tener buenos principios y valores, ser exitosos y mejores personas, hacen comerciales y películas para que seamos tolerantes, empáticos y vivamos en armonía, pero ¿por qué realmente no estamos avanzando sino que vamos más en decadencia?. Recuerdo, en la secundaría llevaba una materia que se llamaba “FORMACIÓN CÍVICA Y ÉTICA” pero la maestra que nos lo daba, era la mujer menos querida en el salón de clases porque era muy enojona, y aunque nos hablaba de responsabilidad, amor y respeto, ella era muy voluble a la hora de poner calificaciones. Si le caías bien te ponía 10 sino le caías bien, 7-6. Muchos diríamos pues es que hay que empezar por ejemplo. Es verdad. Pero nadie de nosotros ha recibido un buen ejemplo. ¿de qué nos sirve escuchar y tener muchos libros que nos hablen sobre la buena moral?

Solo Jesús fue ese hombre perfecto, solo Jesús hizo el bien y se negó a deshonrar y desobedecer a su Padre, solo Jesús nos enseñó que es amar, ser gentil, recto, puro, con una ira justa. No solo predicaba hagan el bien, sino él lo hacía y aun más Él es el bien para nosotros. Jesús es la única persona que puede ayudarnos y salvarnos, solo Él es el único ejemplo inquebrantable.

El deseo de Dios es que vivamos en armonía, en prosperidad y en una correcta relación con Dios conociéndole, pero nosotros cometemos muchos errores, algunos conscientes y otros que ni cuenta nos damos.

Tal vez alguno diga: yo no soy como David, mis males no son tan grandes, no necesito transformar tanto mi vida, yo no hago daño a nadie, estoy bien, estoy feliz. El problema es precisamente ese, tu y yo estamos en la misma condición que el rey David, pensamos que tenemos el control y que no hacemos las cosas mal, que podemos cubrir nuestras fechorías o que las de nosotros no son tan ofensivas como las que hizo David. Pero eso solo significa algo. Hay una negativa ante los valores permanentes de la Verdad de Dios.

¿qué haces tu cuándo eres consciente de tus errores? ¿serías capaz de reconocer y pedir perdón por errores que no eres consciente? ¿cuándo te hacen ver tu manera agresiva de responderle a tu esposa, eres capaz de arrepentirte y buscar ayuda con la verdad de Dios? ¿cuándo tu esposo no hace lo que esperabas serías capaz de reconocer y arrepentirte de tu menosprecio y falta de respeto hacia él? (En la película de intensamente lo vemos claramente, cuando ponen la imagen del brasileño diciendo: ven, vuela conmigo) ¿cómo madre soltera puedes darte cuenta de los errores conscientes que cometes con tus hijos? Puede ser que estés muy metida en tu mundo de trabajo, aun de una nueva relación, pero tu haz errado en tu ejemplo, en tu amor por Dios, en el respeto, en la crianza afectiva, en la vida familiar. Oye pero estoy buscando lo mejor para mi hijo, para mi familia.

Si actuamos tratando de ocultar nuestros errores en lugar de arrepentirnos, terminaremos envueltos en más dolor, sufrimiento y frialdad.

Necesitamos un cambio, necesitamos La renovación para practicar los valores inmutables. Y eso se produce cuando nosotros cambiamos nuestra moralidad relativa por una permanente cuando venimos a Dios, por que Él es la Verdad.

3 La renovación para practicar los valores inmutables.

Salmo 19:13–14 NVI

Libra, además, a tu siervo de pecar a sabiendas; no permitas que tales pecados me dominen. Así estaré libre de culpa y de multiplicar mis pecados. Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, roca mía y redentor mío.

David reconoció que en Dios está la verdad absoluta de las cosas, esto es más claro cuando vemos a Jesús. La biblia nos dice que Jesús es el único camino, la verdad y la vida, solo Él pude sostenernos y salvarnos. En Jesús no hay verdades subjetivas o cambiantes, solo hay una ÉL MISMO. Somos librados de vivir una vida subjetiva, que digamos viví mas o menos bien y estar condenados permanentemente, o de vivir una vida destruida, de sufrimiento y también destinada al sufrimiento eterno en el infierno. Solo JESÚS PUEDE LIBRARNOS DE ELLO. En Jesús no solo sabemos que mentir no es correcto, que la corrupción es destructiva, que la verdad no está nosotros, que nuestro corazón está lleno de engaño. En Jesús no solo sabemos estas cosas, sino que tenemos el poder para vencerlas.

Oye Obed es que vivir así es muy difícil. Es cierto, pero no imposible, déjame explicarte porqué; hay esperanza y poder para que tu seas renovado.

David no de repente cambia de cantar las verdades a creer en esas verdades, el usa el lenguaje en primera persona, PERDÓNAME, y ahora dice LÍBRAME de que mis pecados me dominen.

El Salmo nos enseña que no solo hay que orar para limpiarnos, sino de que se multipliquen esos pecados que viene el orgullo y la auto-confianza.

Solo hay alguien que puede hacer esto, la culpa no puede llevar a la vergüenza pero eso no produce cambios en nosotros, la culpa puede llevarnos a la auto-confianza y trata de lograr no cometer errores en nuestras fuerzas, la culpa es el sentimiento que hace que nos alejemos sintiéndonos fracasados después de haber hecho todo por salvarnos.

En nuestra sociedad que decimos de los carteles y delincuentes, ellos viven muy bien, aunque los meten a la cárcel, puede comprar a un juez, pueden manipular la ley a su favor, pueden comprar todo lo necesario para escapar. Cual culpa, ellos no se sienten culpables por el niño de primaria a quién le ofrecen droga. Su culpa la curan con grandes donaciones, dándoles despensa y agua a las comunidades dónde el gobierno no llega.

La culpa de haber reprobado una materia, solo se trata con un “échale más ganas he”, bueno al menos te fue un poco mejor en las demás materias. Pero no se reconoce que hace falta pasar tiempo con los niños, revisar su tarea, conocer con quienes se junta, admitir que tu hijo es capaz de hacer cosas malas.

La culpa entre la familia, se maneja con la ley del hielo, no le hables, dale por su lado, no te lo tomes tan a pecho, así es él o ella, mejor ya no les hablemos. Valores como la cordialidad, ni pensarlo, el amor, servicio, gentileza, generosidad, etc. no son una opción cuándo los problemas en la familia surgen.

David lo sabía muy bien, seguro que cuando cantaba este salmo venían partes dolorosas de su historia, pero también alababa seguro, con esperanza, porque nada más el Señor puede ayudarle. Solo Dios puede ayudarnos, solo Dios puede transformarnos, solo Dios tiene el poder, la autoridad, la compasión y el amor para ser librados.

David sabe muy bien que va a pecar, y que puede multiplicarse esa maldad muy rápido. Él se abandona ante el Dios de la Biblia y la Verdad Inmutable. Nosotros también necesitamos cantar como David, necesitamos un Salvador, y ese es Jesucristo.

En su historia, David reconoce que cometió muchas atrocidades, el merecía morir, pero un inocente murió en su lugar, David sabía qué el merecía morir pero que Dios le amó y alguien tomó su lugar, esa culpa no podía quedar sin castigo. Tu y yo merecemos morir, nosotros merecemos la condenación de eterno sufrimiento, pero un Hijo verdaderamente inocente, perfecto y bueno, tomó nuestro lugar voluntariamente. El Hijo de Dios vino a este mundo, y enfrentó nuestro castigo, siendo burlado, azotado, menospreciado, abandonado; llevando nuestra culpa sobre sí mismo, experimentando lo que nunca había experimentado el abandono de su Padre Celestial y La Muerte. Él es quien se sacrificó por nosotros, y resucitó para darnos una esperanza verdadera para vencer, para ser perfeccionados, para vivir con Él por siempre.

Por eso lo que resulta de un amor y compasión así, debe ser adoración y confianza. David canta Salmo 19:14“Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, roca mía y redentor mío.”

Es verdad que el pecado puede dominarnos, puede haber hasta pecados ocultos, pero solo hay alguien que nos puede sostener y salvar. Puedes ahora en Jesús enfrentar tu propio pecado, puedes enfrentar sin fanatismo el deterioro del planeta, puedes ayudar a cualquier persona sin esperar nada a cambio, puedes tener a Ese Señor en tu vida que te sostendrá para hacer esto de manera constante.

SI CREES EN LO QUE HIZO JESÚS, PUEDES DECIR: MI SEÑOR, ROCA MÍA Y REDENTOR MÍO.

Analicemos nuestro corazón y no dejemos de venir a Él. Llévate estas preguntas.

¿Cómo reparas tu errores? ¿con más errores? ¿cómo te quitas la culpa, excusándote o condenándote? Necesitas un Sustentador, Algo seguro, Necesitas a la Roca Eterna, Necesitas al libertador y salvador a CRISTO JESÚS.

Al salir de este lugar ¿reflejas una vida segura, libre del pecado, la esclavitud y la vergüenza? ¿Te atemoriza que sepan que eres vulnerable y por ello aparentas leer mucha biblia y hablar de temas teológicos que ni aplican a tu vida? ¿estás batallando con algun pecado oculto y ya no sabes ni que hacer? Ven a la verdad, déjate guiar hacia la VERDAD de la que CANTÓ Y ESCRIBIÓ David.

Oremos.