EDIFICANDO COMUNICACION
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EDIFICANDO COMUNICACIÓN
EDIFICANDO COMUNICACIÓN
EDIFICANDO NUESTRA COMUNICACION
I. SU SIGNIFICANCIA:
Del Griego Homilía = “compartir o transmitir algo, intercambiar información, conversar, poner en común alguna acción o pensamiento,”.
La comunicación es un fenómeno inherente, inseparable y esencial en la relación que sostenemos con otros. – Es a través de la comunicación que transmitimos y/o recibimos información de lo que queremos o sentimos.
En todas nuestras relaciones especialmente las de la familia nuclear existen áreas que debemos establecer y desarrollar en las cuales la comunicación es imperiosa y esencial.
Las relaciones sociales, por ejemplo, las laborales, las familiares, las financieras, y aún las relaciones sexuales, son áreas que afectan directamente nuestra relación y pueden convertirse en un problema si no se desarrollan correctamente, o ser la solución a otros conflictos si se ministran bien.
Desde el principio, Dios mostro la importancia de la comunicación, para tratar acuerdos y desarrollarlos. La primera comunicación registrada en la Palabra de Dios se desarrolló alrededor del acuerdo de crear al hombre:
· Génesis 1:26 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre
En esta primera conversación que menciona la Biblia no solo se habló sobre la creación del hombre. Si no que se expusieron los detalles de cómo debían crear al hombre.
- “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”.
A esto se le conoce como el arte de la comunicación: detallar, especificar, llegar a establecer los acuerdos, términos y propósitos, de tener una conversación. Esto va mas allá que solo expresar monosílabas o frases concretas.
Una comunicación con propósito es una comunicación llena, sin vacíos. Cuando hablamos del arte de la comunicación no estamos hablando de la elocuencia, sino de llenar los vacíos, pero no solamente llenarlos, sino de llenarlos con propósitos edificantes y constructivos.
Nota: Jamás entierres o abandones una conversación, sin concluirla y sin definir el propósito de esta.
Dios nos hizo muy diferentes a los hombres y a las mujeres, con cualidades y capacidades diferentes. Hombres y mujeres tenemos diferente forma de ser y de pensar; lo cual nos hace diferentes en nuestra forma de expresarnos:
- El varón practica la comunicación en su principio, la que se basa en el propósito, en lo concreto, en lo directo. Siempre al punto, sin nada o poco detalle, somos mas implícitos, más frívolos y rudos, lo cual no debería de ser una ley en el desempeño de nuestro carácter. – “Lo cortés, no quita lo Valiente”.
- La mujer en cambio, su comunicación está basada en el arte. En el detalle, en lo explicito, sin censura, sin pelos en la lengua (no se calla), siempre expresa lo que quiere decir, sea bueno o sea malo.
- Son más valientes; aunque muchas veces caigan en la insensatez.
- Son más sentimentales, delicadas, detallistas. Saber comunicarse es todo un arte, el cual deberíamos considerar, ejercitar y perfeccionar.
El diablo, el enemigo más grande de Dios, ha usado eficazmente el poderoso medio de la comunicación, pero en un concepto diferente, ya no encaminado en la edificación, sino en la destrucción, tanto de la creación, como de los planes de Dios.
Las crisis que anteceden las rupturas relacionales son causadas muchas veces por una defectuosa comunicación, lo que se pretende con este estudio, es que aprendamos con la ayuda de Dios y del Espíritu Santo, a desarrollar una buena y edificante comunicación.
El crecimiento dentro de nuestras relaciones familiares es, o debería ser, un proceso evolutivo, y no devolutivo. El contraste entre el progreso y el retroceso es la comunicación.
La buena comunicación resulta en el éxito de cualquier empresa; mientras que la mala comunicación da como resultado el fracaso.
· 1Corintio 15:33 “No erréis (no te equivoques, no falles); Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”
Una comunicación eficaz [buena], garantiza en mucho el éxito de cualquier relación.
II. SU DESARROLLO
Para que podamos entender el concepto de la comunicación, es importante identificar los factores que se involucran en ella; y que papel jugamos nosotros, en su desarrollo.
Para que exista un dialogo se necesitan dos partes: receptor y transmisor.
1. EL HABLANTE, EL EXPOSITOR O EL TRANSMISOR: Es el que trasmite el mensaje, el que está compartiendo sus pensamientos y/o sentimientos.
Regularmente la mujer es el transmisor porque para las mujeres es muy fácil comunicarse; todo lo contrario, sucede con el varón, a los hombres nos cuesta mucho comunicarnos.
Por lo general cuando nos comunicamos no nos ponemos a analizar quien está hablando y quien está escuchando. Sin embargo, la comunicación pudiera ser más clara si los interlocutores consideraran quien está hablando y quien está escuchando.
2. EL OYENTE, EL OBSERVADOR O EL RECEPTOR: Es el que está recibiendo el mensaje.
El escuchar es un elemento esencial para la buena comunicación. Así como es importante aprender a hablar, es importante aprender a escuchar.
El oído atento, es un regalo honroso que le das al hablante. No te limites a oír, atiende con respeto a lo que estas escuchando.
Cuando alguien te hable, deja lo que estás haciendo a un lado, mírale a los ojos, sea tu pareja, tu hijo o quien quiera que sea, se enterará de que le estás dando atención.
El atender al oír, te da la pauta para controlar tus emociones y analizar la respuesta más apropiada a la conversación
El escuchar no consiste solo en oír palabras; es necesario percibir el mensaje, escuchando de una tal manera que se respete y honre al hablante, de esta forma tendrás la oportunidad de compartir tus propios pensamientos y sentimientos cuando seas el Hablante.
El escuchar de una manera activa también implica que escucharás y recibirás lo que se esté diciendo aun cuando no estés de acuerdo con lo que se diga, reconociendo que lo que esté diciendo nuestra pareja es una expresión de sus pensamientos y sentimientos. Es importante que tratemos de entender el punto de vista de nuestra pareja antes de intentar responder, como dice
· Proverbios 18:13 “Al que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio (en otras palabras, le es arrogancia y vergüenza).”
El escuchar con atención es uno de los componentes más importantes de la comunicación. Al escuchar y entender, estás comunicando respeto, honra y amor. Muchas veces la comunicación no se logra porque ya sea porque uno de los lados o ambos intentan hablar sin haber tomado el tiempo para escuchar al otro.
· Romanos 12:10 “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.”
· Proverbios 29:20 “¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él.”
3. EL MENSAJE: Es la conexión en la comunicación, y esta no consiste solamente de palabras, esta se divide en dos tipos: verbal y auditiva, y la no verbal u observativa (que puede observarse o verse).
Mensaje verbal:
- Es aquel mensaje donde usamos palabras y frases para comunicarnos.
- El mensaje verbal involucra el tono de voz.
- Tu tono de voz puede cambiar por completo el significado de las palabras que hablas.
- Tu tono de voz es una combinación de volumen, calidad, tonalidad, y el ritmo con el que te expreses.
El significado emotivo de cualquier mensaje se trasmite tan solo a través de estos elementos sin necesidad siquiera de escuchar las palabras.
Entre más calor, interés y amor demuestren con su tono de voz, mejores resultados habrá con el propósito de la conversación. Aun cuando haya un desacuerdo, si procuran mantener un tono calmado y controlado podrán comunicarse de una manera civilizada.
· (Pro.15:1) “La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.”
Mensaje No Verbal:
Saber escuchar no es solo una actitud, cualidad o condición (carácter), es también una aptitud (capacidad o habilidad). Y de las más necesarias en cualquier ámbito de nuestra vida.
Como es bien sabido, oír y escuchar no es lo mismo. Oír es una capacidad fisiológica que, si no muestra defectos, nos permite predisponernos a escuchar. Tener una actitud de escucha es tener en cuenta al otro, poner atención para oír, querer comprender y centrarse en la otra persona.
No sólo se recibe información con los oídos, se recibe información con todos los sentidos: la mirada, el cuerpo, la respiración, etc. Diferentes estudios realizados sobre esta área nos muestran que se recibe la información de la siguiente forma:
1% a través de la boca 1,5% a través de las manos 3,5% a través del olfato 11% a través del oído 83% a través de los ojos
Como vemos, es todo nuestro cuerpo el que está escuchando e interviene en la comunicación.
Saber escuchar ayuda a la persona que nos habla a sentirse respetada, acogida. Mientras escuchamos estamos creando un espacio de interrelación, un puente emocional de conexión.
Una buena escucha ofrece la posibilidad a la persona que nos está hablando de comunicar y expresar sus pensamientos, sus emociones y sus sentimientos. Adoptar una actitud de escucha es apartar nuestros pensamientos y concentrarnos en las expresiones del otro. Toda la energía la ponemos en las necesidades de la otra persona, lo que la hace sentirse reconocida y estimada. Es lo que se denomina una caricia emocional.
La mayoría de las veces, ésta es la parte de la comunicación que causa más impacto, aún más que las palabras que se utilizan.
- “El verdadero valor del mensaje, no solo está en lo que dices, sino en como lo dices”
Esto no significa que las palabras no importan; sin embargo, la comunicación no verbal puede cambiar el significado de las palabras que se utilizan, y muchas veces es lo que da a entender el verdadero mensaje.
Recuerda que aun cuando tú no te des cuenta de tu propia comunicación no verbal, la otra persona sí la percibirá.
El contacto visual
Cuando tu pareja te hable, asegúrate que le mires a los ojos. El segundo contacto más importante después de oír las primeras palabras es el contacto visual.
El lenguaje corporal:
Con tu lenguaje corporal y tu pose le demuestras con que actitud te estás comunicando: Pacifica, abierta, defensiva, o agresiva e insultantemente. Si estás enojado, calmado, interesado o desinteresado.
Algunas señales de que estás interesado en la conversación incluyen:
- El inclinarte hacia adelante mientras estés sentado,
- Quedarte cerca (a una distancia apropiada) de la otra persona si están de pie,
- También el como usas las manos al hablar. No cruces los brazos, mantén las manos abiertas y relajadas (no en puños).
Los Gestos:
Muchas veces no nos damos cuenta de todos los gestos que hacemos al hablar y al escuchar. Al igual que el tono de voz, los gestos pueden dar a conocer las emociones que están detrás de nuestros pensamientos y de nuestras palabras.
Una manera de controlar tus gestos es controlar tus reacciones emocionales mientras estés conversando. Por ejemplo, tal vez tiendes a irritarte al hablar con alguna persona acerca de cierto tema.
Si puedes controlar el sentimiento de irritación, podrás suavizar las expresiones de tu rostro. En general, una sonrisa cálida y un semblante relajado son más agradables que un ceño fruncido o una expresión seria.
III. SU PRACTICIDAD
¿Cómo puedo desarrollar una buena comunicación?
· Génesis 3:8-10 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Más Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
La buena comunicación no la determina el hablar mucho, sino la calidad de lo que se habla, si edificas ao derrumbas, de esto depende tener una buena comunicación.
· Proverbios 13:3 El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
· Efesios 5:19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;
1. LA HONESTIDAD, ANTE TODO
Si eres auténtico, garantizas que la verdad y transparencia fundamenta tu relación, cuando hay algún inconveniente, lo mejor es afrontarlo y hablar sobre ello; esconderse y evitar la cuestión no es recomendable; la transparencia da seguridad y favorece la comunicación, hablar sobre algo incómodo no es agradable, pero es conveniente, evitar y posponer el diálogo debilita la relación.
Si tu matrimonio se rige por un código de integridad y transparencia, la confianza será el faro que los ilumine. Tu canal de comunicación estará limpio porque tendrás la certeza de que siempre escucharás la verdad. Sé siempre sincero, transparente, con la verdad siempre por delante, pero no lo manifiestes de forma desagradable ¡No mientas!
· Efesios 4:25 “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.”
El poder de la comunicación es grande y tiene un gran impacto en la relación matrimonial. Di las cosas como son y que sean como las dices
· (Mt.5:37; Stg.5:12) “… que tu si, sea si y tú no sea no…”
No digas algo queriendo decir otra cosa. Tampoco cambies el tema a media conversación: Muchas veces la comunicación entre la pareja se vuelve confusa cuando cambian de tema porque tratan de resolver demasiados asuntos a la vez.
Debemos hablar la verdad en amor.
Pero de nada nos sirve la buena elocuencia con que nos comuniquemos si no hay amor en nuestra comunicación.
· 1 Corintios 13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
Cuando un matrimonio es sano, los esposos hablan abiertamente y honestamente, pero no usan “la honestidad” como una excusa para “atacar” a su cónyuge ni para “descargar todo.”
· Efesios 4:15 “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,”
2. LA PACIENCIA Y LA MANSEDUMBRE
– “El que se enoja pierde”.
· Proverbios 14:17 “El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el hombre perverso será aborrecido”.
La comunicación puede determinar la dirección de nuestro matrimonio – fortaleciéndolo o debilitándolo. Por eso debemos tener mucho cuidado con nuestras palabras y con la manera en la que nos comunicamos con nuestro cónyuge. Debemos amarnos el uno al otro y asegurarnos de que nuestras palabras siempre confirmen ese amor.
· Efesios 4:26 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo”.
- Valora (aprecia) a tu cónyuge y agradece la oportunidad que Dios les ha dado de compartir con esa persona que te ha dado como complemento.
- Evalúa tu comunicación bajo estos parámetros: conducta, apreciación y gratitud.
- Encuentren un balance y no dejen pasar el tiempo sin resolver los asuntos pendientes.
- Afronten las dificultades con su pareja y resuelvan los conflictos ahora.
- No esperen porque nada nos garantiza que habrá un mañana.
- Procuren estar siempre cerca a su pareja, y procuren la necesidad de estarlo.
- Revisa tu conducta y disposición al dialogo.
- Nunca es tarde para empezar de nuevo y pedir perdón por si no has tratado bien a tu esposa, si has hecho locuras y te has dejado dominar por el enojo.
- Haz un pacto con Dios, entrégale tu vida conyugal para que la fortalezca y edifique.
· Proverbios 25:11 “Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene.”
· Colosenses 4:6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.”
De lo que llenes tu corazón, dependerá tu conversación.
· Mateo 12:35-37 “El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”
3. HABLA CON PALABRAS DE BENDICIÓN Y EDIFICACIÓN.
Tus palabras deberán ser para animar y fortalecer a tu cónyuge y a todos los que te rodeen. Para que uno se comunique según el ejemplo de Cristo, deberá valorar más el bien de los demás, que el salirse con la suya.
· Efesios 4:29 “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”
· Romanos 15:2 “Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación.”
· Romanos 14:19 “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.”
Ya que nuestras palabras tienen el poder tanto para edificar y bendecir como para herir y destruir. Evitemos el criticar, lastimar o humillar a nuestro cónyuge con los comentarios que hagamos de su persona o a su persona.
· Santiago 3: 5-10
· Efesios 4:29 “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”
· Efesios 5:28 “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia... 33Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.”
· 1Pedro 3:10 “Porque: el que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de
· mal, y sus labios no hablen engaño;”
4. DEDICA TIEMPO PARA ESTABLECER UNA BUENA COMUNICACION
Haz que sea una prioridad el obtener una buena comunicación con tu cónyuge y dedica el tiempo que sea necesario para lograrla.
Es muy fácil envolverse en tantas responsabilidades y obligaciones de la vida, que olvidamos aquellas de imperiosa importancia, por ejemplo: la comunicación con nuestro cónyuge.
Es cierto que tendremos diferentes niveles de comunicación, según el tiempo y las circunstancias, pero es importante asegurarnos de que haya oportunidades de comunicarnos más allá de lo superficial, diálogos sustanciosos.
· Marcos 6:31 “Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer.”
5. PROCUREMOS LA COMUNICACIÓN TRIPARTITA.
Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Un elemento clave de la comunicación dentro del matrimonio, es el de comunicarse con Dios juntos. Esta disciplina nos lleva a la intimidad espiritual y también hace que la relación individual entre ambos, y con Dios sea más profunda.
Es importante encontrar un lugar tranquilo e íntimo en el que puedan hablar, descansar y estar los dos a solas con Dios. Si desarrollamos el hábito de comunicarnos con Dios, orando y leyendo Su Palabra juntos será más fácil seguir unidos.
· Eclesiastés 4:12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.