El lamento del sufriente abandonado y el triunfo de la alabanza a Jehová - SALMO 22
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ANÁLISIS
ANÁLISIS
SALMOS DE LAMENTACIÓN INDIVIDUAL
SALMOS DE LAMENTACIÓN INDIVIDUAL
Estructura de los Salmos de "Lamentación Individual":
Introducción: Comienza con una llamada a Dios.
El Lamento: Detalla los sufrimientos específicos.
Apelación a Dios: Expresión de confianza en Dios.
Petición: Solicitud de ayuda o socorro.
Alabanza: A pesar del sufrimiento, se reconoce la dignidad de Dios para ser alabado.
La voz de un individuo afligido, que lamenta en voz alta su suerte, describiendo minuciosamente su dolor y vergüenza, sin reprochar a Dios ni culparse a sí mismo, se silencia repentinamente (con la muerte). Luego, de manera igualmente abrupta, se escucha un tono de triunfo al cual se unen otras voces, celebrando las alabanzas de Jehová como Señor soberano.
ANÁLISIS DEL SALMO 22
ANÁLISIS DEL SALMO 22
El Salmo 22 refleja una experiencia de intenso sufrimiento. El afligido se siente muy solo y abandonado, pero sigue confiando en Dios. Aunque podría reflejar una experiencia de David, el Salmo también apunta al futuro Mesías sufriente.
Este salmo se divide naturalmente en dos partes:
Parte I: Hablada por una voz solitaria, consta de seis estrofas de diez versículos cada una, con una de ellas cortada abruptamente.
Parte II: Hablada por otras voces, consta de cuatro estrofas de tres versículos cada una, incluyendo un estribillo apropiado.
Parte I:
Estrofa I (versículos 1-5): Un individuo afligido se queja de ser abandonado por Dios, pero reconoce la fidelidad liberadora de Jehová en el pasado.
Estrofa II (versículos 6-10): Se describe a sí mismo como despreciado y burlado, pero afirma haber sido sostenido por Dios desde su nacimiento.
Estrofa III (versículos 11-14): Pide a Dios que esté cerca en su angustia, causada por enemigos que actúan como bestias salvajes, y por su propia lamentable condición corporal.
Estrofa IV (versículos 15-18): Sufre de sed y enfrenta la muerte, mientras sus enemigos lo maltratan y reparten sus ropas.
Estrofa V (versículos 19-21): Renueva sus peticiones de ayuda, rescate y salvación.
Estrofa VI (versículos 22-25): La misma voz estalla en alabanza del nombre de Jehová ante una gran asamblea.
Parte II:
Estrofa VII (versículo 26): Se felicita a los humildes buscadores de Jehová.
Estrofa VIII (versículos 27-28): Las naciones distantes rinden homenaje al rey de la tierra.
Estrofa IX (versículos 29-30): Tanto los vigorosos como los que son levantados de la muerte inminente adoran a Dios.
Estrofa X (versículos 30-31): Se perpetúa el testimonio de las obras de Jehová.
EXPOSICIÓN
EXPOSICIÓN
El misterioso afligido de este salmo parece ser un individuo, dado que en su lamento hace referencia a su boca, paladar, lengua, encías, corazón, huesos y ropa. Mira hacia atrás a su infancia y hacia adelante a su muerte.
Su situación se describe con detalle: expuesto a la vista pública, rodeado de enemigos, despojado de su ropa y sometido a violencia corporal, con manos y pies atravesados. Se siente absolutamente solo, sin amigos que puedan ayudarle, de ahí sus gritos repetidos por la piedad divina.
Los enemigos son muchos y amenazadores, comparados con toros salvajes, leones y perros feroces. La espada de la autoridad también aparece entre ellos, amenazando su vida por todas partes.
Sus sufrimientos son intensos y prolongados: sus huesos están dislocados, su boca seca por la sed, su fuerza desvanecida y su coraje fallando. La angustia más profunda es que Dios parece estar lejos y tarda en rescatarlo.
El repentino cese del sufrimiento es notable. Cuando cesa, cesa por completo: la voz que antes lamentaba ahora estalla en alabanza. Esta transformación radical sugiere un rescate divino que provoca un cambio total.
El salmo termina con un mensaje de esperanza y triunfo que trasciende el sufrimiento individual y se extiende a una asamblea más grande, incluyendo a los gentiles. Los cristianos ven en este salmo una representación profética de la crucifixión de Jesús, con detalles que coinciden sorprendentemente con los relatos evangélicos.
La Parte II del salmo, posiblemente escrita por Ezequías, ofrece una visión de la redención y la perpetuación del testimonio de las obras de Jehová, culminando en un reconocimiento universal del señorío de Dios.
En resumen, El Salmo 22 es una obra compleja y rica que aborda el sufrimiento humano y la redención divina. Desde la desesperación de sentirse abandonado hasta el triunfo y la alabanza, el salmo ofrece una profunda reflexión sobre la fe, la confianza en Dios y la esperanza de la salvación. Su interpretación mesiánica como prefiguración del sufrimiento y la crucifixión de Jesús añade una capa adicional de significado que ha resonado a lo largo de los siglos en la tradición cristiana