La felicidad del hambre y la sed
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Tema La felicidad del hambre y la sed.
Tema La felicidad del hambre y la sed.
29/enero/2023
29/enero/2023
Texto. Mateo 5:1-12
5 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Introducción
El mensaje del Sermón. El Sermón del monte presenta con claridad inconfundible la naturaleza espiritual del reino en contraste con el concepto popular y erróneo de un reino material y político. Jesús enfatiza la demanda de parte de Dios de una religión interior, del corazón, en contraste con una religión exterior de tradiciones y ritos. Dios se fija primeramente en el carácter de una persona y luego en sus acciones; primeramente en su ser y luego en su hacer. El Sermón contiene una serie de principios para guiar a los hombres, más bien que una lista de reglas o leyes para obedecer.
La palabra bienaventurado es traducción del adjetivo griego MAKARIOS, que significa dichoso, feliz.
se usa unas 50 veces en el NT y frecuentemente aparece el mismo concepto en el AT. Originalmente significaba “grande” y se refería a la prosperidad exterior y material. Se usaba para referirse a los dioses paganos griegos, benditos en poder y dignidad, en su libertad para gozar de la vida sin límites morales.
Los griegos consideraban que la dicha del hombre era una condición interior que se basaba en el conocimiento. En cambio para el AT “dichoso” es el hombre de fe en Dios, el que vive una vida santa. Pero todavía se medía su dicha mayormente en términos de prosperidad material, buena salud, muchos hijos, es decir, en lo exterior. En el NT el hombre bienaventurado es el que confía en Cristo como Salvador, se somete a él y le obedece como señor y procura una vida santa. La felicidad se manifiesta en una condición interior o espiritual: una conciencia de paz, gozo, reposo y bienestar. Esta es la voluntad de Dios para los miembros de su reino en la tierra. Es una condición que no depende de circunstancias exteriores. No describe tanto lo que uno siente en su ser interior, sino su estado de dicha desde el punto de vista de Dios. Se traduce el término makários con varios adjetivos en castellano: dichoso, feliz, bienaventurado, favorecido, bendito, afortunado, contento.
El Sermón presenta la demanda última y absoluta dirigida a pecadores a quienes se les ofrece aceptación delante de Dios en base a su misericordia y perdón. No estamos autorizados a rebajar las demandas, ni las más exigentes.
Entendiendo que no hay otra manera de pertenecer al reino de ser uno de ellos debemos evaluarnos a la luz de lo que el Señor nos dice en el sermón de la montaña .
Ya nos dice que para ser parte del reino hay que ser pobres en espíritu vernos en nuestra condición y necesidad de Dios. Porque quien se ve y reconoce esa situación entonces de el es el reino de Dios
Hay que llorar por nuestra condición de miseria espiritual y entonces recibiremos consolación por la promesa de salvación.
Y mansedumbre quienes con mansedumbre y sumisión ponen bajo el Señor.
Pero lo cuarto que menciona es hambre y sed de justicia no hay forma de ser del reino sin tener hambre y sed de justicia
Hambre y sed de justicia pueden considerarse desde dos puntos de vista: uno personal y otro colectivo. En el sentido personal, debemos tener en cuenta la justicia que se nos imputa al recibir a Cristo (Ro. 5:1), y la vida de rectitud posterior.
La sed de justicia para el no cristiano indica un profundo anhelo, una ardiente ansia de verse libre de la mancha del pecado (Sal. 42:1–2; 63:1) y de ser revestido de la justicia que declara al alma limpia e inocente (2 Co. 5:21). Esa es la justicia que se recibe cuando se acude a Cristo llevando a su presencia nuestros pecados, fatiga, dolor y ansiedad. Muchos de los oyentes eran fariseos, y Jesús había advertido que para entrar al reino de los cielos la justicia debía superar la de esos líderes religiosos (Mt. 5:20). La única manera de gozar del reino de Dios es a través de la justicia de Cristo, que estaba en total disonancia con la de los fariseos. Quienes quieran la justicia interior, serán saciados pues han de ser justificados de tal manera que no sólo serán declarados justos en la presencia divina, sino que también serán vestidos de la misma justicia de Cristo.
Para el cristiano la justicia en esta bienaventuranza no es la que le ha sido imputada sino la personal que íntimamente él anhela. Por un lado es su deseo de estar libre del poder del pecado; también es su anhelo de verse libre del deseo del pecado ya que algunos pecados son placenteros (He. 11:25); es asimismo su deseo de ser semejante a Cristo (Ro. 8:29), de ser justo y hacer justicia.
Desear intensamente vivor justamente para Dios practicar lo justo en todos los aspectos de la vida no es que somos salvos por el deseo de hacer sino porque somos salvos es que deseamos vivir en justicia.
En el antiguo testamento la idea del hambre y de la sed fue empleada en sentido metafórico para referirse a profundos anhelos de orden espiritual.
Amós 8:11–13
He aquí, vienen días —dice Jehová el Señor— en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová .
E irán errantes de mar a mar, y del norte hasta el oriente; discurrirán buscando la palabra de Jehová pero no la hallaran.
En aquel tiempo las doncellas hermosas y los jóvenes desfallecerán de sed.
Isaías 55:1–3:
Todos los sedientos, venid a las aguas; y los que no tenéis dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio vino y leche.
¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.
Inclinad vuestro oído y venid a mí, y oíd y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.
Hay algunas realidades que estan implicitas en esta declaracion que se nos revelan cuando tenemos hambre y sed.
1.- hambre y sed muestran que hay salud y vida.
Tienen esta expresion pareceria tan obvia tan logica y para no detenernos mucho, pero esto nos deja en paralelo otra condicion y es no tener hambre ni sed y esto implica que estas en un deterioro de salud muy profundo o no tienes vida.
Asi como fisicamente el apetito nos revela nuestra condicion de salud buena y de vitalidad, el no tenerlo muestra una condicion deficiente de ella, en ese plano cuando alguien inclusive ya esta moribundo o desahusiado decimos ya no come porque ya se le fue el hambre esta un estado critico.
O ya no come porque esta muerto, acertadamente el señor ilustro esto en cuanto a los que pertenecemos al reino.
No podemos decir que somos del reino sino tenemos hambre y sed de las cosas del reino por vivir una vida de justicia de rectitud de devocion de entrega y dedicacion a Dios por agradar a Dios por vivir para el.
En las cosas mas esenciales de la fe como orar y leer su palabra el adorar el cantarle a Dios el estar en su casa el partarse deñ pecado el obedecer si no hay eso en nuestras vidas algo no esta bien algo esta deficiente en nuestra salud o puede que estes muertos no hay vida, Dios nos ayude discernir como nos encontramos.
2.- Hambre y sed muestran la profunda necesidad
Isaias 42:1,2
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
Salmo 63:1
Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
Esto es una profunda necesidad, como cuando hay tiempos donde no hay mucho que llevarnos a la boca no hay mucho que comer y si acaso nos llevamos algo es muy poco para saciar el hambre. Entonces el hambre muestra nuestra profunda necesidad nuestra escazes nustra limitante nuestra condicion precaria uniendolo con el de pobre de espiritu van de l mano no hay forma en que no nos demos cuenta que tenemos necesidad cuando nos gruñen las tripas como decimos coloquialmente.
Pensar en el hambe es pensar en una necesidad que no se puede esconder, que sale inmediatamente.
Asi es como quien pertenece al reino no puede esconder su necesidad de la vida justa de hacer lo que agrada al Señor, el hambre y la sed por su Señor, no lee no ora no asiste y su hambre aumenta y su sed se vuelve desesperante por que es exactamente lo que el hambre hace muestra una necesidad inevitable.
Si tu puedes ir en tu vida de fe sin la necesidad de Dios su palabra su iglesia las virtudes que emanan de una vida que busca vivir justamente debes preocuparte si no tienes necesidad de la biblia de la oracion de la iglesia de el servicio al Señor muy probable que sientas que no tienes necesidad. Y si no tienes necesidad de vivir justamente hay un problema serio o estas enfermo atrofiado en tu salud porqque no tienes hambre espiritual o estas muerto y por lo tanto no sientes absolutamente nada por ello no tienes necesidad.
3.- Hambre y sed muestra una permanente necesidad
En el griego, el uso del participio al hablar de los hambrientos y los sedientos, habla de una acción continua. No es una vez y para siempre sino que la persona sigue teniendo hambre y sed de justicia.
Así como el hambre y la sed siempre están y nunca dejan de ser una continua necesidad ese es el mismo sentido de entender de ver que es algo que no podemos darnos el descanso de no sentir hambre y sed por la justicia divina por vivir en su palabra por oírla por obedecerla por orar por asistir a su casa por servirle.
Como el come y beber agua son sacia pero es una necesidad que vuelve a las horas por eso como tres veces al día los 365 días del año, porque es una necesidad continua y si no es así esta algo mal hay atrofia. Estamos enfermos apunto de morir o ya estamos muertos.
4.- La saciedad es garantía para los necesitados de justicia
La expresión saciado en el sentido original de la palabra es será engordado, lleno satisfecho.
Juan 6:32-35.
El pan del cielo
32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Juan 6:50-59
50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?
53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
El es la satisfaccion absoluta plena para le necesidad del ser humano nadie ni nada necesitamos mas que nuestro Señor para sentirnos satisfechos y plenos