3. Exposición del Catecismo de Heidelberg

El catecismo de Heidelberg DOMINGO 1

P.1. ¿Cuál es tu único consuelo tanto en la vida como en la muerte?

R. Que yo, con cuerpo y alma, tanto en la vida como en la muerte, no me pertenezco a mí mismo,b sino a mi fiel Salvador Jesucristo, que me libró del poder del diablo, satisfaciendo enteramente con preciosa sangre por todos mis pecados,e y me guarda de tal manera que sin la voluntad de mi Padre celestial ni un solo cabello de mi cabeza puede caer antes es necesario que todas las cosas sirvan para mi salvación. Por eso también me asegura, por su Espíritu Santo, la vida eterna y me hace pronto y aparejado para vivir en adelante según su santa voluntad.

P.2. ¿Cuántas cosas debes saber para que, gozando de esta consolación, puedas vivir y morir dichosamente?

R. Tres: La primera, cuán grande son mis pecados y miserias.b La segunda, de qué manera puedo ser librado de ellos. Y la tercera, la gratitud que debo a Dios por su redención.

Sobre la miseria del hombre

En esta división del Catecismo que trata de la miseria del hombre, hemos de considerar principalmente el tema del pecado, junto con sus efectos o castigos. Otros temas de naturaleza subordinada se relacionan con éste, como la creación del hombre, la imagen de Dios en el hombre, la caída y el primer pecado del hombre, el pecado original, la libertad de la voluntad y las aflicciones.

El catecismo de Heidelberg DOMINGO 2

P.3. ¿Cómo conoces tu miseria?

R. Por la Ley de Dios.

por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado. (Ro 3:20)

El conocimiento del hombre sobre sí mismo

Oscuro y vil

Influenciado por el pecado

El significado de miseria:

La miseria del hombre, por lo tanto, es su miserable condición desde la caída, que consiste en estos dos grandes males: Primero, que la naturaleza humana es depravada, pecaminosa y alienada de Dios, y segundo, que, a causa de esta depravación, la humanidad está expuesta a la condenación eterna, y merece ser rechazada por Dios.

La ley de Dios

La ley natural y la las llamadas leyes que rigen la naturaleza

Breve inspección al salmo 19

Las leyes de la naturaleza nos muestran nuestra pequeñez

El propósito de la ley es que la voluntad de la criatura sea guiada a la voluntad de Dios con gozo

No podemos gozar de la ley por el pecado

La ley es un ayo que nos lleva a Cristo