La salvación de Cornelio

Hechos de los Apóstoles 10:1–5

1Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, 2piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. 3Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio. 4El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. 5Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.”

Introducción

Nos preguntamos ¿cómo alcanzar la gracia y el favor de Dios?

La Biblia contiene la enseñanza principal para conocer la manera correcta

En esta ocasión se menciona un hombre importante, un centurión que era el comandante de una compañía de 600 soldados llamado Cornelio.

Este hombre había conocido y creído en Dios, los honores, fama y riqueza que poseía no impidieron que la luz de Dios iluminara su mente y corazón.

Cornelio tenía inclinación por la religión judía, pero no estaba comprometido totalmente, pues eso requería renunciar a su puesto como centurión.

Sin embargo, practicaba dos de las tres costumbres religiosas judía, la oración y la limosna, no se menciona el ayuno.

Pero lo importante de Cornelio es que hacía buenas obras, pero las hacía con total sinceridad de corazón.

Piedad

Hechos de los Apóstoles 10:2 “piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.”

La primer característica espiritual de Cornelio es la piedad.

La piedad consiste en obrar para agradar a Dios, es consciente de la presencia de Dios, de ahí que sus actos son reverentes y prudentes. Actúa temeroso de Dios, sabiendo que Él está presente en todo lugar.

El piadoso ha llegado a conocer a Dios en la medida que Dios permite revelarse.

Por tanto, la Biblia nos exhorta a ejercitarnos en la piedad: 1 Timoteo 4:7–8 “7Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; 8porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.”

Es decir ocuparse en las cosas espirituales más que en las materiales.

La piedad es fuente de ganancia: 1 Timoteo 6:6 “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;”

Ocuparse de lo materia trae afán, cansancio y enfermedad. Pero ocuparse de la piedad trae ganancia espiritual y material, pero sobre todo, estar contentos con lo que tenemos porque esto nos dará paz y tranquilidad.

La piedad es vivir una vida cristiana verdadera, no por fuerza, costumbre o interés personal, sino un estilo de vida fruto del conocimiento de Dios que se vive de forma natural sin intereses egoístas.

Oración y limosnas

Fruto de la piedad de Cornelio eran las oraciones y las limosnas, prácticas comunes en el judaísmo.

Cornelio tenía una vida activa de oración, producto de su amor por Dios.

La oración es el medio de comunicación con Dios, no puede ser menospreciada o ignorada si deseamos tener comunión con Él.

La oración debe ser disciplinada y constante: Efesios 6:18 “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”

La oración debe ser eficaz: Santiago 5:16 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.” Es decir, no hablar palabras sin sentido sino una conversación coherente.

Se debe orar con espíritu y entendimiento: 1 Corintios 14:15 “¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.”

Las limosnas son las donaciones, ofrendas, diezmos y ayudas tanto a la iglesia como a las personas necesitadas.

Cornelio contribuía a la sinagoga donde se congregaba pero también ayudaba a los necesitados. Lo hacía con sinceridad.

Tristemente los cristianos están siendo influenciados por mensajes en internet para no ofrendar ni diezmar en sus iglesias cuando esta es una enseñanza totalmente bíblica.

La Biblia enseña al cristiano a ofrendar y diezmar. 2 Corintios 9:6–7 “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”

La costumbre de orar y ofrendar de Cornelio es producto de su piedad, por tanto, lo hacía voluntariamente con sinceridad y alegría, sin que se lo exigieran.

Olor grato

Hechos de los Apóstoles 10:4 “El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.”

Ante la visión del ángel, Cornelio quedó sorprendido y temeroso, pregunta: ¿Qué es, Señor? o ¿Qué sucede Señor?

El ángel revela a Cornelio que su sinceridad, humildad y temor habían llamado la atención de Padre.

En los días de Cornelio había religiosos que se esforzaban por aparentar vidas piadosas, con sus oraciones, limosnas, ayunos, vestimenta, conocimiento de la Biblia, todo esto no servía para alcanzar el favor de Dios porque ellos no lo hacían con sinceridad, no conocían a Dios.

Cornelio sin tanto conocimiento humano religioso, sabía de un Dios grande y poderoso que merecía toda la gloria y la honra y procuraba agradarlo, por tanto sus buenas obras eran sinceras.

Dios las ve y ahora las honra.

La Biblia habla de que la salvación no es por obras: Efesios 2:8–9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Pero las obras sinceras son evidencia de salvación.

Un cristiano estéril que no ora, no contribuye con sus bienes, no ayuna, es una vida estéril que no está demostrando fruto de salvación.

Dios toma en cuenta tus oraciones y tus ayudas, suben como olor grato delante de su presencia. Esto hace referencia a los sacrificios y los inciensos que eran quemados en el Antiguo testamento, que subían como olor agradable delante de Dios.

Ahora no presentamos sacrificios ni quemamos incienso, ahora es presentar nuestra vidas en olor agradable a Dios.

Romanos 12:1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”

Conclusión

La piedad de Cornelio lo llevó a la salvación de Cristo, el mensaje del ángel consiste en hacer traer a Pedro para que le predique el evangelio de Salvación, la religión que estaba llevando lo tenía estancado, por su fervor y piedad necesitaban conocer el verdadero evangelio.

Hechos de los Apóstoles 10:5 “Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.”

Cuando nuestro corazón es sincero, El Espíritu Santo nos guiará a la salvación.

La vida cristiana consiste en conocer a Dios, tener conciencia de que su presencia está en todo lugar, por tanto, debemos conducirnos con temor.

Esto no permitirá que ofendamos a Dios con el pecado. Miqueas 6:8 “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”

Permita Dios que alcancemos la piedad de Cornelio para que la salvación llegue a nuestra casa.