Efesios 2

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Efesios 2

Quiero empezar esta noche, otro serie examinando un capítulo muy importante en la palabra de Dios. Este capítulo es Efesios 2. Creo que muchos de nosotros hemos leído este capítulo, y es muy conocido a nosotros. Pero hermanos, el tema de este capítulo es algo que debemos entender y aplicar a nuestras vidas.
El tema de este capítulo es la voluntad de Dios para la humanidad y como realizó su voluntad para nosotros. Pero no solo para la humanidad, sino también para cada uno de nosotros. Dios trata con nosotros como individuos. No solo como un grupo.
Hermanos, Dios nos salvó, pero no solo para que podamos escapar el infierno, y tener un hogar en el cielo. Nos dio la salvación por una razón. Él tiene un propósito para cada individuo.
Lucas 15:1-7
Lucas 15:1–7 RVG
Y se acercaban a Él todos los publicanos y pecadores para oírle. Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Éste a los pecadores recibe, y con ellos come. Y Él les relató esta parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros, gozoso; y viniendo a casa, reúne a sus amigos y a sus vecinos, diciéndoles: Regocijaos conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentimiento.
En la historia de la oveja perdida vemos que Dios cuida por cada uno de nosotros. Nos ama personalmente, como individuos. Si estamos salvos, ya estamos parte de la iglesia, estamos parte del rebaño, pero al mismo tiempo, él nos ama como individuos, y tiene un propósito para nuestras vidas. Entonces, lo que vamos a ver en Efesios 2 es la voluntad de Dios para nosotros como individuos.
Hermanos, nunca debe pensar que no hay propósito en su vida. Sí hay propósito. Sí hay una razón por la cual Dios nos ha puesto aquí en esta tierra. Entonces, ya vamos a empezar este estudio, y ver lo que Dios nos dice acerca de su voluntad para nosotros.
De muerte a vida
Efesios 2:1
Efesios 2:1 RVG
Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
En el primer versículo dice que Él os dio vida a vosotros. Ahora, si saca este frase fuera del contexto, puede pensar que sí, Dios da la vida física a nosotros, pero el contexto nos muestra que está hablando de una vida diferente. Habla de la vida espiritual, porque al fin de vs. 1 dice que nos dio vida a nosotros que estábamos muertos en delitos y pecados.
Entonces, este primer versículo es un resumen de lo que Dios hizo para nosotros en la cruz. Su voluntad para todos es resucitarnos de la muerte espiritual y recibir la vida espiritual. Esto es lo que Dios quiere, y en la cruz nos dio la manera para estar vivos espiritualmente.
Pero, primero vimos que antes de tener la vida espiritual, dice que estábamos muertos en delitos y pecados. Entonces, qué significa estar muerto espiritualmente? Lo vamos a ver.
El andar anterior
Efesios 2:2
Efesios 2:2 RVG
en los cuales anduvisteis en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia;
Primero, dice que andamos antes en otro tiempo, antes de recibir la vida espiritual, conforme a la corriente de este mundo. Primero, lo que significa estar muerto espiritual es que andamos conforme a la corriente de este mundo.
Hermanos, la palabra “mundo” aquí no habla del mundo física, sino se refiere a ellos que están perdidos, que están en contra a Dios, que hacen su propia cosa, que no quieren nada que ver con la ley o los mandatos de Dios. I Juan 2:15-16
1 Juan 2:15–16 RVG
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, sino del mundo.
Aquí vemos el mandato de Dios de no améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Por qué? Porque en vs. 16 dice que todo lo que hay en el mundo no es del Padre sino del mundo. La concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos, la soberbia de la vida. Eso es el mundo.
Hoy en día podemos ver la concupiscencia en todas partes del mundo, podemos ver la soberbia, podemos ver la maldad que hay en este mundo. Hermanos, y Dios dice, no ama al mundo.
El mundo es perdido, la gente de este mundo esta muerta espiritualmente. Y nosotros, andamos en ese camino antes de la salvación. Por qué, porque estábamos muertos. Antes, nosotros andamos conforme a la corriente del mundo. Hicimos lo que el mundo hizo porque estabamos parte del mundo.
Santiago 4:4 Aquí leemos un versículo fuerte, dice que la amistad del mundo es enemistad contra Dios. Si quiere estar un amigo del mundo, está un enemigo de Dios. Si somos amigos con el mundo, ya estamos en contra a Dios, ya estamos enemigos de Dios.
Santiago 4:4 RVG
Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Entonces, lo que debemos preguntarnos ya que estamos salvos, es si queremos volver de estar enemigos de Dios. Hermanos, no queremos estar en esa posición. No queremos enfrentar el castigo de Dios.
También vs. 2 dice que ellos que están muertos en delitos y pecados andan conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Esto habla de Satanás, habla de los poderes de Satanás.
Hermanos, nuestro andar antes de la salvación fue en el camino de satanás. El camino del príncipe de la potestad del aire. Estabamos andando con él. Por eso Dios dijo que debemos separarnos del mundo, no debemos formar amistades con el mundo. Efesios 6:11-12
Efesios 6:11–12 RVG
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo; porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra malicias espirituales en las alturas.
Dice aquí que debemos vestirnos de toda la armadura de Dios. Por qué? Porque estamos en una batalla contra Satanas. Aunque ya nuestro camino es diferente por medio de la salvación, todavía tenemos que enfrentar las asechanzas de satanás.
Vs. 12 dice, que no tenemos lucha contra sangre y carne. Hermanos, cuando estamos caminando con Dios, y estamos tratando de alcanzar este mundo, y enfrentamos resistencia, entiende que no es sangre y carne, no es el ser humano que esta resistiendonos. Son los principados, potestades, los gobernadores de las tinieblas. Estamos en una batalla espiritual.
Hermanos, nosotros debemos entender que hay un mundo espiritual en medio de este mundo físico. Debemos prepararnos cada día para la batalla que vamos a enfrentar.
Entonces hermanos, antes de la salvación, estábamos parte de ese mundo. Andamos conforme a la correiente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire.
Los deseos anteriores
Efesios 2:3
Efesios 2:3 RVG
entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo; en la concupiscencia de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Dice aquí que vivimos en otro tiempo, en la vida pasada, en la vida de un perdido en la concupiscencia de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne. La verdad que vemos aquí es que no solo andamos conforme a la corriente del mundo, no solo andamos conforme a Satanás, sino tambien vivimos para nosotros mismos. Hicimos lo que la carne quería. Vemos el estado pecaminoso del hombre. Romanos 3:10-18
Romanos 3:10–18 RVG
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno. No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron del camino, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan, veneno de áspides hay debajo de sus labios; cuya boca está llena de maldición y de amargura; sus pies, prestos para derramar sangre; destrucción y miseria hay en sus caminos; y el camino de paz no han conocido. No hay temor de Dios delante de sus ojos.
Hermanos, unos piensen que no son tan malos, que no son tan pecaminosos. Pero la verdad hermanos, es que cada uno de nosotros estamos incluidos en estos versiculos.
Vs. 10 dice no hay justo, ni aun uno. Nadie está perfecto, nadie puede decir que en los ojos de Dios están perfecto. Pero cuando recibimos a Cristo, Dios cambió todo eso. Ya somos libres de nuestra naturaleza pecaminosa. Ya estamos libres de los deseos anteriores.
Entonces, aquí en vs. 3, la muerte espiritual se muestra por nuestro estado pecaminoso, por los deseos que tuvimos antes. Ahora, hemos visto que estábamos muertos, muertos en delitos y pecados. Sin esperanza, estábamos esclavos, esclavos al pecado, esclavos a los deseos.
Cada uno de nosotros tuvimos los deseos pecaminosos anteriores que no podíamos quitar. Muchos en este mundo han tratado de escapar sus pecados, su estado natural, pero no pueden sin la salvación de Dios. Unos preguntan, ¿por qué la gente de este mundo no se entristece por su propio pecado. ¿Por qué no se sienten mal por seguir sus deseos carnales? Es porque a ellos esa vida, esos deseos son normales. Es su naturaleza. Romanos 6:6
Romanos 6:6 RVG
sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él , para que el cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Aquí vemos que antes servimos al pecado. Pero Dios cambió todo eso. Somos librados del pecado. Ya no somos esclavos a los deseos anteriores.
Entonces hermanos, en estos 3 versiculos vemos que en nuestro pasado no había esperanza. Estábamos muertos en los delitos y los pecados. Pero la voluntad de Dios para nosotros era que escapemos la muerte espiritual que es el infierno.
Él sabía nuestro estado anterior, él sabía que anduvimos en el camino de satanás, que estábamos esclavos a los deseos carnales. Nosotros eramos enemigos de Dios, pero a pesar de nuestro estado espiritual, Él quería darnos la vida espiritual.
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