Fidelidad y ambición de Joab
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· 10 viewsLa rebelión de Absalón seguía teniendo consecuencias después de su muerte, las cuales debía enfrentar David.
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Fidelidad y ambición de Joab
Fidelidad y ambición de Joab
2º Samuel 20:1–2
1Aconteció que se hallaba allí un hombre perverso que se llamaba Seba hijo de Bicri, hombre de Benjamín, el cual tocó la trompeta, y dijo: No tenemos nosotros parte en David, ni heredad con el hijo de Isaí. ¡Cada uno a su tienda, Israel! 2Así todos los hombres de Israel abandonaron a David, siguiendo a Seba hijo de Bicri; mas los de Judá siguieron a su rey desde el Jordán hasta Jerusalén.
Introducción
Introducción
Después de la muerte de Absalón, David negocia con los ancianos de Israel su retorno a Jerusalén.
Entre las negociaciones, coloca a Amasa como comandante del ejército. Amasa fue el comandante de Absalón (también era sobrino de David).
Esto dejaba fuera a Joab como comandante del ejército, quizá como castigo por ser responsable de la muerte de Absalón.
Cuando David retorna a Jerusalén, los soldados de Israel fueron alentados por un hombre llamado Seba hijo de Bicri de abandonar a David.
Es posible que los hombres de Israel quizá se sintieran humillados y despreciados después de perder la batalla , y las palabras de Seba le hicieron seguirlo, pero pareciera que no con la intención de rebelarse nuevamente contra David, simplemente querían retornar a su hogar.
El reto de Amasa
El reto de Amasa
2º Samuel 20:4–7 ”4Después dijo el rey a Amasa: Convócame a los hombres de Judá para dentro de tres días, y hállate tú aquí presente. 5Fue, pues, Amasa para convocar a los de Judá; pero se detuvo más del tiempo que le había sido señalado. 6Y dijo David a Abisai: Seba hijo de Bicri nos hará ahora más daño que Absalón; toma, pues, tú los siervos de tu señor, y ve tras él, no sea que halle para sí ciudades fortificadas, y nos cause dificultad. 7Entonces salieron en pos de él los hombres de Joab, y los cereteos y peleteos y todos los valientes; salieron de Jerusalén para ir tras Seba hijo de Bicri.”
David sabiendo del peligro que representaba Seba, ordena a su nuevo comandante Amasa reunir el ejército en el plazo de tres días, para perseguir a Seba. (Este fue el buen consejo que dio Ahitofel a Absalón)
Pero Amasa tomó más tiempo, y aunque tenía sus hombres, necesitaba a todos los soldados de Judá, y quizá los fieles a Joab no estaban dispuestos a seguirle.
Entonces David, ordena a Abisai hermano de Joab, tomar al ejército y perseguir a Seba antes que logre refugiarse.
La decisión de David de colocar a Amasa como comandante de su ejército no fue acertada, no tenía la experiencia y la simpatía del ejército.
David debe recurrir a uno de sus antiguos comandantes para perseguir a Seba. No llama a Joab, recurre a su hermano Abisai.
Las decisiones que David había tomado en su vida lo habían llevado a esta situación, quizá si David hubiera corregido a Amnón cuando violó a su hermana, se hubiera evitado toda esta tragedia.
Tomó decisiones sobre la marcha que solucionaban un problema pero provocaban otro.
Debemos tomar decisiones dirigidas por el Espíritu Santo para no tener soluciones temporales que causen más problemas.
La traición de Joab
La traición de Joab
2º Samuel 20:8–10 “8Y estando ellos cerca de la piedra grande que está en Gabaón, les salió Amasa al encuentro. Y Joab estaba ceñido de su ropa, y sobre ella tenía pegado a sus lomos el cinto con una daga en su vaina, la cual se le cayó cuando él avanzó. 9Entonces Joab dijo a Amasa: ¿Te va bien, hermano mío? Y tomó Joab con la diestra la barba de Amasa, para besarlo. 10Y Amasa no se cuidó de la daga que estaba en la mano de Joab; y éste le hirió con ella en la quinta costilla, y derramó sus entrañas por tierra, y cayó muerto sin darle un segundo golpe. Después Joab y su hermano Abisai fueron en persecución de Seba hijo de Bicri.”
El destituido comandante Joab acompañó a su hermano Abisai a perseguir a Seba.
En el camino encuentran a su primo Amasa el actual comandante del ejército.
Joab lo saluda en aparente amistad, pero con la traicionera intención de matarlo.
Joab es un personaje que ha demostrado fidelidad a David, nunca mostró intención de usurpar el trono, pero esta obsesionado con posición de comandante del ejército, esto lo hizo tomar malas desiciones.
La fidelidad de Joab está mezclada de ambición y rebeldía.
Su primer falta fue asesinar a Abner, comandante de Saúl, luego asesinó a Absalón, ahora asesina a sangre fría a su primo Amasa, por la ambición de recuperar el poder.
En la vida encontraremos personas que son fieles y celosos por la obra de Dios, pero algunas veces sus métodos no son de acuerdo a la voluntad de Dios. Tienen la filosofía de Maquiavelo: “El fin justifica los medios”. Tito 2:7–8 “7presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 8palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.”
Sus buenas intenciones no eliminarán la culpa de sus malas obras. Santiago 2:10 “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.”
Tus buenos deseos no justifican tus malas acciones.
La toma de Abel-bet-maaca
La toma de Abel-bet-maaca
2º Samuel 20:14–15 “14Y él pasó por todas las tribus de Israel hasta Abel-bet-maaca y todo Barim; y se juntaron, y lo siguieron también. 15Y vinieron y lo sitiaron en Abel-bet-maaca, y pusieron baluarte contra la ciudad, y quedó sitiada; y todo el pueblo que estaba con Joab trabajaba por derribar la muralla.”
El ejército ahora nuevamente bajo el mando de Joab, van tras Seba.
Lo alcanzaron en una ciudad llamada Abel-bet-maaca, esta era una ciudad importante de Israel que era conocida por sus sabios consejos.
Joab se prepara para atacar con violencia la ciudad sin antes negociar la rendición de Seba. Proverbios 13:16 “Todo hombre prudente procede con sabiduría; Mas el necio manifestará necedad.”
Tener la razón o la verdad de nuestro lado no es excusa para actuar con violencia o intolerancia.
En la ciudad hay una mujer sabia que logra evitar la violencia.
2º Samuel 20:16–22 “16Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hable con él. 17Cuando él se acercó a ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo. 18Entonces volvió ella a hablar, diciendo: Antiguamente solían decir: Quien preguntare, pregunte en Abel; y así concluían cualquier asunto. 19Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel; pero tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel. ¿Por qué destruyes la heredad de Jehová? 20Joab respondió diciendo: Nunca tal, nunca tal me acontezca, que yo destruya ni deshaga. 21La cosa no es así: mas un hombre del monte de Efraín, que se llama Seba hijo de Bicri, ha levantado su mano contra el rey David; entregad a ése solamente, y me iré de la ciudad. Y la mujer dijo a Joab: He aquí su cabeza te será arrojada desde el muro. 22La mujer fue luego a todo el pueblo con su sabiduría; y ellos cortaron la cabeza a Seba hijo de Bicri, y se la arrojaron a Joab. Y él tocó la trompeta, y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Y Joab se volvió al rey a Jerusalén.”
En Israel no era común que las mujeres tomaran el liderazgo, pero existieron mujeres como Debora, la profetiza Hulda (rey Josias), y esta mujer que no se conoce su nombre.
Esta mujer con valor manda a llamar a Joab y le hace ver que está actuado con injusticia.
Joab es avergonzado por una mujer, pues demostró ser más sabia y prudente que el comandante del ejército de Israel.
Joab promete que si le entrega a Seba no destruirá la ciudad.
La mujer promete entregar a Seba, previo consulta con el pueblo y acceden a la petición.
La mujer dio una lección de sabiduría y liderazgo, pues, aunque tenía razón, no dejó de tomar en cuenta a los ancianos de la ciudad para tomar la decisión correcta.
Con esta acción Joab retira las tropas de la ciudad y elimina la amenaza que representaba Seba para el rey David.
Conclusión
Conclusión
Este capítulo 20 termina de narrar todas las consecuencias del pecado de David y Betsabé, que inició en el capítulo 11.
Habían pasado muchos años de dolor y sufrimiento por la mala decisión de cometer adulterio.
Urias un comandante fiel asesinado, Tamar la hija de David y 10 concubinas violadas, y la muerte de tres hijos de David: Amnón, Absalón y el bebé de Betsabé. A esto agregamos la muerte de Amasa, la traición de Ahitofel, Siba y la maldición de Simei.
Sin contar cuántos hombres y mujeres murieron y sufrieron por todos estos conflictos, y la manifestación de la rebeldía de Joab.
Posiblemente alguien dirá que fue demasiado el castigo por el pecado de David. Sin embargo, esta es la ley de la siembra y la cosecha, lo que se siembra se cosecha en abundancia. Moisés por desobedecer perdió la oportunidad de entrar a la tierra prometida.
Gálatas 6:7–8 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.”
Es mejor ser sabio y prudente en nuestros actos para no sufrir las consecuencias negativas.